miércoles, 2 de octubre de 2013

...Y SE DETUVO LA INTERVENCIÓN ARMADA CONTRA SIRIA




La crónica de nuestros días


Se veía difícil, muy difícil, más bien imposible detener la guerra. Ya se había echado a andar la maquinaria bélica de los imperios anglosajones, apoyada por la antigua colonizadora de la región: Francia. Los expertos de la ONU, comisionados en Siria no habían dado aún su veredicto. Solo una voz se había levantado, fuerte enfática, repitiendo la frase de Juan Pablo II “Nunca más la guerra”. El domingo 25 de agosto, el Papa durante el Angelus, manifestó: <<Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que se muestre más sensible hacia aquella trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida nación siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte. Todos juntos recemos a la Virgen Reina de la Paz: María Reina de la Paz ruega por nosotros.>>

La nota de Reuters del ese día 25 señalaba <<El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente estadounidense, Barack Obama, han reiterado que la comunidad internacional debe dar una "grave respuesta" al supuesto uso de armas químicas en Siria y han ordenado a sus respectivos equipos examinar "todas las posibilidades". Según ha informado un portavoz de Downing Street a través de un comunicado, Cameron y Obama han hablado por teléfono para analizar la situación en Siria, después del supuesto ataque con armas químicas llevado a cabo por las fuerzas gubernamentales sobre el este de Damasco.

Esta madrugada, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ha asegurado que su Gobierno está preparado para ejercer "cualquier opción" militar que Obama ordene en respuesta a los supuestos ataques con armas químicas en la guerra civil siria. "El presidente Obama ha pedido al Departamento de Defensa que prepare alternativas para todas las contingencias. Lo hemos hecho y estamos preparados para ejercer cualquier opción", ha dicho Hagel desde Kuala Lumpur, donde se encuentra de visita oficial.>>

Un aguerrido Primer Ministro de Gran Bretaña -David Cameron-, acuñó el irónico término de “Intervención Humanitaria” que le permitiría actuar <<Aunque la acción quedase bloqueada en el Consejo de Seguridad de la ONU>>

El día 28, el Papa Francisco tuvo una entrevista con el Rey de Jordania Abdullah II, fervoroso promotor de la paz en el Medio Oriente 

Y entonces –el día 29-, empezaron las sorpresas: el Parlamento del Reino Unido rechazó la participación de Gran Bretaña en una acción militar contra Siria. <<Con 285 votos en contra y 272 a favor, los parlamentarios británicos desecharon de manera definitiva la propuesta de Cameron de sumarse a Estados Unidos para lanzar un ataque internacional contra el gobierno sirio de Bashar al-Assad, reportó la cadena BBC.

El líder legislativo del opositor Partido Laborista, Ed Miliband, consideró que el Parlamento reaccionó en contra del liderazgo "arrogante y temerario" del primer ministro Cameron, quien por su parte prometió acatar la decisión parlamentaria.>>

Mientras en Estados Unidos, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, le envió una carta al presidente Obama para pedir que consultara al Congreso antes de tomar una decisión sobre la respuesta al gobierno sirio. Expreso que Obama "debe explicar de forma clara cómo la acción militar garantizará los objetivos de Estados Unidos y cómo ésta encaja en nuestra política en general", Sin embargo no puso como condición un voto legislativo para autorizar el uso de cualquier tipo de respuesta bélica en Siria.
Ante la defección de su socio Cameron, la Casa Blanca, si bien no tomó en cuenta al Congreso cuando apoyó los bombardeos de Reino Unido y Francia contra Libia en 2011; en esta ocasión se sintió presionada a presentar a legisladores la justificación de una eventual acción armada contra Siria.

El día 31, Francisco reunió a los responsables de la diplomacia vaticana para estudiar las distintas líneas a adoptar para promover la paz en Siria y el Medio Oriente.

Durante el Angelus del domingo 1 de septiembre, ante la multitud congregada en la basílica de San Pedro, el Papa habló en tono fuerte y dramático, tal como lo hicieran los profetas del Antiguo Testamento:

- "Quiero hacerme intérprete del grito que sale de toda las partes de la tierra, del corazón de todos, con angustia creciente: el grito de la paz"

- "Es el grito que dice con fuerza: Queremos un mundo de paz, queremos que en nuestra sociedad llena de conflictos reine la paz"



- "Nunca más la guerra"

- "La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado".

- "Vivo con sufrimiento las situaciones de conflicto, pero estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria"

- "Lanzo un fuerte llamamiento por la paz"

- "¡Cuántos niños no podrán ver la luz del futuro!"

- "No se puede escapar del juicio de Dios y de la Historia a nuestras acciones"

- "Guerra llama a guerra, violencia llama a violencia"

- "Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia y no se encierren en sus propios intereses"

- "Exhorto a la comunidad internacional para que promueva iniciativas claras para la paz en aquella nación basadas en el diálogo"

- "¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo?"

- "¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad”.

- “Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”.

- “El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19.00 y hasta las 24.00, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo”.

- “María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!”.

El 4 de septiembre fue el Parlamento francés el que cuestionó la decisión del jefe de Estado para involucrarse en una lógica militarista, ignorando la situación de urgencia humanitaria y las opciones alternativas, comprometiendo al país en una aventura conducida por Estados Unidos.

“El pueblo francés no quiere esta guerra. Hay que escucharlo”, expresó André Chassaigne. 

Vino luego, la reunió del G-20 en San Petesburgo los días 5 y 6 de septiembre. Aunque la agenda de la Cumbre era económica, se esperaba que el tema de Siria entrase a discusión.

El Papa Francisco envió una carta al Anfitrión, el presidente Vladimir Putin, pero extensiva a todos los Jefes de estado: “A los líderes presentes, a todos y cada uno de ustedes, hago un llamado para que encuentren la manera de superar sus posiciones en el conflicto, dejando de lado una intervención militar como solución. Más bien, que haya un compromiso de buscar, con coraje y determinación una solución pacífica mediante el diálogo y la negociación de las partes, con el apoyo unánime de la comunidad internacional”. Sin embargo no hubo mayor repercusión al parecer y concluyó la cumbre de San Petesburgo.

La prensa internacional reportaba el envío de barcos rusos al Mediterráneo y entonces vino la declaración de Putin de que “Rusia apoyaría a Siria en caso de un ataque” 

Y llegó la jornada de penitencia y oración por la paz en Siria, en Medio Oriente y en el Mundo (Ver post: Francisco y el milagro del ícono). Cerca de 100,000 personas en la plaza de San Pedro, pero millones de católicos, cristianos de otras denominaciones, los musulmanes de Siria y gente de buena voluntad en todo el mundo se unieron a la jornada y siguieron orando los días subsecuentes. 

El político y humanista Josep Miró nos narra: <<Cuando todo parecía consumado, y el ataque americano a Siria un hecho inexorable, una cadena de acontecimientos imprevistos ha abierto una ventana a la no agresión, y quizás constituya un primer paso para la paz.

En su periplo para formar una alianza favorable a su ataque, John Kerry visitó Londres y, en el transcurso de la rueda de prensa y de manera improvisada y "retórica", según sus asesores, dio un ultimátum a Siria para que entregara su arsenal químico en el plazo de una semana si quería evitar la intervención bélica. 

Evidentemente, en esta improvisación no había ninguna voluntad de rectificar lo previsto, entre otras cosas porque este miércoles el Senado norteamericano tenía que debatir el apoyo a la iniciativa del presidente. Un debate, sea dicho de paso, que ha quedado pospuesto como consecuencia de los sucesos que siguieron a la improvisación de Kerry. 

De una manera muy rápida, el ministro ruso de Exteriores, recogiendo las palabras de Kerry al vuelo, reaccionó y lanzó a la opinión pública la oferta de que Estados Unidos no atacara a cambio de que Siria aceptara el control de todo su arsenal químico. Rápidamente, el ministro sirio que estaba de visita en Moscú aceptó esta proposición y también, a gran velocidad, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, se ofreció para respaldarla desde el Consejo General de Naciones Unidas. Finalmente, Obama ha aceptado una negociación sobre aquel país.>>

Y vino la ofensiva diplomática rusa, apoyada por Alemania, Japón, Reino Unido y China, en el cual el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov conjuntamente con Siria elaboraron un plan de destrucción de arsenales de armas químicas, quitando a “los aliados” la justificación de cualquier intervención 

Vinieron las encuestas de EE UU, que reflejaron una opinión pública cansada de las guerras en Oriente Medio; en donde el 61% de los encuestados dijeron que querían que el Congreso votara en contra de autorizar ataques militares de Estados Unidos en Siria. En comparación, el 26% dijo que los apoyaban, y el resto se mostró indeciso.

Sólo el 16% de los estadounidenses dijeron no creer que los ataques limitados derivarían en una campaña militar más larga, señaló la encuesta. Y una mayoría abrumadora —el 75%— indicó que no respalda el envío de tropas de Estados Unidos a Siria. Pero también otra encuesta reveló un rechazo del 75% por parte de las fuerzas armadas.

Finalmente Obama reconoció ante Fox News que el pueblo estadounidense “no está convencido” y que los congresistas tienen muchos interrogantes, por lo que su gobierno perseguirá una “vía diplomática.


La milenaria enseñanza bíblica



Aunque para muchos la Biblia pudiera parecer un libro histórico; la Biblia es en esencia la “historia de la salvación”. Inicialmente del pueblo de Israel (Antiguo Testamento) y posteriormente de toda la humanidad (Nuevo Testamento).

La Biblia contiene muchos géneros literarios y si bien uno de ellos es la narrativa que comprende el subgénero de narrativa histórica, ésta última, no lo es a la usanza del rigor actual, es decir, al hagiógrafo le interesaba más que plasmar hechos exactos, hacer ver la enseñanza, de la acción de Dios en el acontecer histórico, tal es el caso, que nos narra el capítulo 3 del libro de Jonás:

<<Por segunda vez fue dirigida la palabra de Yahveh a Jonás en estos términos:”Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama el mensaje que yo te diga.” Jonás se levantó se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima de un recorrido de tres días. Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida”.

Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor. La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se sentó en la ceniza. Luego mandó pregonar y decir en Nínive: “Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten, ni beban agua. Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza: que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizá vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.” Vio Dios lo que hacían, como se convirtieron de su mala conducta y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.>>

¿Podríamos decir que en estos días hemos presenciado la actualización de esta lección del Antiguo Testamento?, en donde el Papa Francisco a manera del profeta Jonás, se dirigió no a Nínive sino al mundo entero, denunciando el riesgo de una conflagración en el Medio Oriente. Convocó a una velada de ayuno y oración de cristianos, musulmanes y de todo aquel hombre o mujer de buena fe que quisiera unirse a ella (hay que aclarar que los monasterios de Siria, llevaban ya días ayunando y orando, y que muchos han seguido con alguna penitencia y orando por la paz en sus templos, o en la intimidad de sus hogares).

A diferencia de la lectura del Antiguo Testamento, ahora conocemos más a Dios y sabemos que no “arde en cólera” y no se “arrepiente del mal que hubiere determinado hacernos”. Ahora, no por nuestros descubrimientos, sino por su revelación, sabemos que es el “Señor de la Divina Misericordia”, presto a perdonarnos. Gracias al místico y gran político del siglo XX, Juan Pablo II, -que buscaba disminuir la trascendencia de su actuar, al referirse continuamente a “Jesucristo como Señor de la Historia”-, sabemos que: “Dios quiere intervenir en la historia de los hombres, pero nunca sin su participación”.

Católicos, cristianos episcopales, maronitas, coptos, ortodoxos, caldeos, musulmanes y muchos hombres y mujeres de buena voluntad, hemos pedido con fe la paz, y aunque no hay aún un tratado firmado, se ha detenido la “intervención humanitaria” y hay negociaciones para la paz que incluyen no solo a Siria, sino a toda la región, incluyendo a Irán e Israel.

Por su parte el Papa Francisco a invitado a seguir orando "con paciencia y perseverancia" hasta conseguir la paz.