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jueves, 9 de octubre de 2014

LA "MANIF POUR TOUS" DEL 5 DE OCTUBRE


¿Cómo es que siguen las enormes «Manif» profamilia en Francia? 6 claves para entender lo que pasa




Bénédicte Drouin/Famille Chrétienne | Actualizado 7 octubre 2014


Este pasado domingo, 5 de octubre, ha tenido lugar la sexta Manif Pour Tous (www.manifpourtous.fr), que ha congregado a 500.000 personas según los organizadores (70.000 según la policía) en las calles de París y 30.000 personas más en Burdeos. 

El punto central de la manifestación era el rechazo a la maternidad subrogada (vientre de alquiler) y a la deconstrucción de la familia que practica el gobierno.


Volvamos sobre las razones de una nueva y exitosa movilización.



1. El debate del matrimonio y adopción gay sigue vivo



Un año y medio después del voto sobre el matrimonio homosexual y la adopción, estas cuestiones siguen haciendo discutir a la opinión francesa. Y el mundo político, tanto de derechas como de izquierdas, está obligado a posicionarse con mayor o menor facilidad o espontaneidad.



Emblemática de esto ha sido la sorprendente y chaquetera entrevista de Manuel Valls el viernes 4 de octubre a La Croix, en la que promete que la maternidad subrogada seguirá estando prohibida en Francia y en la que excluye totalmente la transcripción de los actos de filiación de los niños nacidos en el extranjero. 


«Las declaraciones del primer ministro el viernes son para mí una pequeña victoria», reconoce Jean-Marie, que ha venido con su familia desde Dijon. Aunque La Manif Pour Tous no es ingenua y pedirá hechos al primer ministro que confirmen sus propósitos, «es la prueba de que el gobierno no se siente cómodo ante esta movilización», declaraba Ludovine de la Rochère, presidenta de La Manif Pour Tous. 

Albéric Dumont, coordinador de La Manif, se alegraba del sondeo de opinión IFOP de principios de octubre: «A pesar del bombardeo mediático, una tercera parte de los franceses se sienten cercanos a las ideas de La Manif Pour Tous».

2. Los vientres de alquiler indignan a otro público 

El rechazo de la maternidad subrogada moviliza y atrae a nuevas personalidades. 

«El matrimonio homosexual no me contrariaba, ¡la maternidad subrogada, sí!», declaraba Nicolas Dupont-Aignan, presidente de Debout la République (Alzate República, partido político francés de tipo gaullista y republicano que forma parte del partido político europeo EUDemocrats; ndt), justificando su presencia entre la gente. 

Se temía que, al haber sido ya votada la ley sobre el matrimonio, la gente estuviera cansada para una nueva manifestación nacional; sin embargo, no hay ningún signo de decaimiento en París o Burdeos. 

Los primeros niños concebidos con maternidad subrogada que llegan a Francia inquietan. 

«Cuando se ve por internet el precio que se pide por la compra de un bebé – de 25.000 a 100.000 euros, dependiendo del país -, nos decimos que estamos ante una gran decadencia. La psicología sigue descubriendo la importancia de la primera infancia en el equilibrio de la persona» explica Laetitia, enfermera de Lyon. 

«El deseo de tener un hijo no autoriza a todo; no a la comercialización del cuerpo de las mujeres», fue uno de los eslóganes más repetidos. 

Otra imagen fuerte: la de 25 bebés en sus cochecitos en el puente del Alma. Sobre las sudaderas de los voluntarios que los empujan está escrita la frase: «de padre desconocido».

Los manifestantes sienten también inquietud ante el silencio del gobierno sobre la condena a Francia, por parte del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, por negarse a registrar los actos de filiación de los niños nacidos por maternidad subrogada en el extranjero.

«Olvidamos el código civil, olvidamos el código penal» comenta Philippe Gosselin, diputado de Unión por un Movimiento Popular, del Departamento de La Mancha, criticando la negación del gobierno de apelar la decisión del Tribunal de Derechos Humanos.




3. El Gobierno no ayuda a las familias

Hay rechazo a las medidas anti-familia del gobierno. «A principios de la semana hemos sabido que las ayudas a la familia han disminuido 700 millones; parece que hayan querido agitar una bandera roja para su batería de anuncios. En periodo de crisis, es de locos reducir estas ayudas», vocifera Luc, un joven abuelo, «¡y al mismo tiempo anuncian el 100% de reembolso del aborto!».

En todos los ánimos están registradas las recientes declaraciones del gobierno, el lunes 29 de septiembre. Por mucho que Marisol Touraine, Ministra de Asuntos Sociales, diga que este gobierno ama a las familias, los gestos de los últimos meses no lo demuestran.

Incoherencias, mentiras políticas, reformas que se hacen sin anunciarlas... los manifestantes no son unos pardillos.

Este doble lenguaje nutre lo que Tugdual Derville, portavoz de La Manif Pour Tous, describe como «el movimiento de protesta más grande y más duradero de la historia de Francia; ningún partido político, ningún sindicato ha conseguido una movilización así».

Al lado de los organizadores, Jean-Pier Delaume-Myard, antiguo portavoz de Homovox, precisa que «estas medidas se han tomado más para dar satisfacción a los lobbies gais que al conjunto de los homosexuales. Muchos de estos no están de acuerdo con ellas».

4. Resistir a las leyes de hoy, preparar su cambio mañana

Las reivindicaciones de hoy preparan la política social y familiar de mañana. «Las razones por las que el movimiento debe mantenerse son, por una parte, ofrecer resistencia a los proyectos del gobierno - maternidad subrogada e ideología de género - y, por la otra, hacer de la abrogación de la ley Taubira [matrimonio redefinido o del mismo sexo; nota de ReL] el objetivo principal para las elecciones presidenciales de 2017», explica Ludovine de la Rochère. 

Apuesta conseguida, como constata el diputado del Departamento de Yvelines, Jean Frédéric Poisson, pues «el club de diputados "abrogacionistas" crece». 

Esta semana se ha podido oír a Xavier Bertrand o a personas cercanas a Fillon decir que ellos ya no tienen miedo de hablar de abrogación o de reescribir la ley.

«Con la maternidad subrogada y la reproducción asistida, los lobbies transhumanistas quieren fabricar un hombre nuevo, un hombre "aumentado": el cyborg», explica Tugdual Derville. 

«Pretenden eliminar indefinidamente los límites humanos y buscar la omnipotencia, la eternidad. Sueñan con el día en el que los úteros artificiales permitirán fabricar niños sin necesidad de recurrir a una madre». Debates que ponen lo pelos de punta, pero que ya no se pueden ignorar.

5. Ya es un tema transversal: izquierdas contra el vientre de alquiler

El debate atraviesa tanto a la izquierda como a la derecha. El número de diputados que se posiciona contra la Ley Taubira, la reproducción asistida y la maternidad subrogada aumenta; sus vídeos han podido verse durante una buena parte de la tarde en la página web de La Manif pour tous. 

Pero hay personalidades de izquierdas que también se han manifestado contra la maternidad subrogada en las tribunas o mediante peticiones: Jacques Delors, Lionel Jospin, Yvette Roudy, Marie-George Buffet, José Bové... sin nombrar a Sylviane Agacinksi, filósofa y esposa del antiguo primer ministro Lionel Jospin. 

Ese día, su tweet denunciando la maternidad subrogada ha sido retuiteado muchas veces: «No dirigimos la esclavitud, la abolimos». 

Algunos diputados de izquierdas tenían previsto participar en la manifestación, pero la entrevista de Manuel Valls les había tranquilizado...

6. Jóvenes católicos molestos con los obispos tibios

El retrato de algunos hombres de Iglesia es difícil de entender. Para Pierre, que venía de Rennes a París por la sexta vez, la declaración de monseñor Pontier, presidente de la Conferencia Episcopal, unos días antes de la Manif pour tous no ha sido fácil de digerir. 

Saca de su mochila la entrevista al obispo, que le pone a cien: «Nosotros, obispos, estamos más comprometidos con un proceso de reflexión que con un combate contra una ley futura», lee...

Lástima... Los miles de jóvenes y de familias cristianas que se han manifestado en la calle, y que a menudo son muy activos en las parroquias y los movimientos, se sienten incomprendidos por los obispos. 

La presencia de jóvenes sacerdotes a su lado o las cartas de otros obispos, como las de Jacques Habert (obispo de Sées, ndt) y Monseñor Marc Aillet (obispo de Bayona, Lescar y Oloron, ndt) les serán, sin duda alguna, de consuelo.

(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)





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