"Se estima que este sistema conocido como Shadow Banking System (SBS) maneja activos valuados en más de 75 billones de dólares, una suma ligeramente superior al producto bruto mundial".
Jorge Pérez Uribe
<<El sistema bancario en la sombra (SBS), banca en la sombra o banca alternativa, es un conjunto de entidades financieras que operan con unos instrumentos financieros al margen de organismos reguladores y supervisores del sistema financiero “convencional”. Estas instituciones y formas cuasi-bancarias de operar han desarrollado un sistema alternativo de intermediación financiera entre ahorradores e inversores, fuera de los canales bancarios tradicionales.>>[1]
<<Estas instituciones operan como agentes de colocación de grandes fondos de inversión y sirven de puente entre grandes inversionistas y prestamistas. La fuente de ganancias del sistema financiero paralelo proviene de las tasas de correduría e intermediación, así como de arbitrajes entre tasas de interés y tipos de cambio. Es decir, muchas de las operaciones de estas instituciones son especulación pura y dura. La idea de que la economía mundial se comporta como un casino no es una simple metáfora.
Estas instituciones financieras no se comportan como los bancos comerciales porque no reciben depósitos, y por esa razón no están reguladas de la misma manera. Las instituciones del sistema sombra no están obligadas a mantener niveles mínimos de reservas ni fondos de efectivo para enfrentar emergencias. En la mayor parte de los países estas instituciones casi no están sujetas a rutinas de monitoreo por las autoridades monetarias o financieras. Las actividades del sistema sombra involucran derivados financieros exóticos, como swaps de deuda, y múltiples operaciones con obligaciones apoyadas en sistemas de garantías o respaldos en diferentes instrumentos financieros (CDO por sus siglas en inglés). Los contratos de opciones y operaciones en mercados de futuros también son habituales en las actividades del sistema financiero paralelo.>> [2]
La gran crisis financiera de 2008
Pero con unos tipos de interés tan bajos, los beneficios de la banca se redujeron considerablemente (el margen de intermediación se estrechó) afectando a los accionistas. Y entró en juego el Paradigma de Minsky: la reducción de márgenes de beneficios hizo que la banca buscara la expansión del crédito tratando de aumentar la rentabilidad, hecho que siempre lleva aparejado un aumento del riesgo hasta llegar a poner en peligro la entidad y por derivación el sistema bancario. Las entidades buscaron “atajos”, canales alternativos para evitar la regulación y seguir aumentando los beneficios. Lo que dio lugar a un sistema financiero sobredimensionado y opaco que se desestabilizó y creó la Gran Crisis financiera de 2008.>>[3]
Su auge a partir de la crisis de 2008
<<A raíz de la crisis la banca redujo el crédito a empresas y familias, lo que obligó a buscar otros canales de financiación alternativos. Aquí entra en juego el SBS aumentando su volumen de negocio. Los bancos han reducido su exposición de riesgo porque prestan menos, si, pero porque lo han transferido a otras entidades, a un sistema financiero paralelo que crece vertiginosamente. Y esto, ¿quién lo controla? Pues nadie.
En 2014 el SBS en Estados Unidos representaba 71 billones de dólares y sus activos el 24% de todos los activos financieros. Asimismo se constata también un fuerte crecimiento en países como China, Argentina, India o Sudáfrica. En el caso de España incluso existe cierta preocupación entre los miembros de la Asociación Española de Banca por el crecimiento de este sector, que han alertado de la necesidad de «delimitar bien sus riesgos futuros». La ironía de fondo es que los mismos grandes bancos que exigen mayor transparencia y control, mantienen alianzas con entidades que operan en la banca en la sombra, a las que redirigen algunos de sus clientes cuando no pueden atender las operaciones de crédito solicitadas.>>[4]
Llama la atención que el crecimiento del “sistema bancario en la sombra” se de en países que conforman el llamado grupo geoeconómico BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y algunos que buscan adherírsele como Argentina.
Muchos de estos recursos se harán transparentes ahora que se acaba de inaugurar el Nuevo Banco de Desarrollo BRICS, -justo en esta semana- el cual empezará a operar a fines de este año o principios del próximo.
<<El tamaño del sistema financiero sombra y su inherente inestabilidad le han convertido en una grave amenaza para la economía mundial. Cualquier movimiento en tasas de interés o en expectativas devaluatorias en algunos de los componentes importantes de la economía mundial puede provocar pánico entre los usuarios del sistema sombra. La carrera hacia la salida de emergencia resultará muy accidentada […]
La paradoja del capitalismo mundial es que mientras más se debilita la economía real debido a una mezcla de sobreinversión y deficiencia crónica de la demanda efectiva, más se fortalece el sistema financiero sombra como refugio de los inversionistas. Pero el sistema financiero sólo mantiene la ilusión de seguridad con una extraña combinación de instrumentos financieros exóticos. Al final del camino de la historia, el inversionista privado debe confrontarse con su destino. El sistema financiero sombra es una frágil estructura diseñada para especular, no para resistir turbulencia.>>[5]
[1] http://blogeduardoalonso.gabidem.com/?p=380
[2] http://www.jornada.unam.mx/2015/07/22/opinion/026a1eco
[3] http://blogeduardoalonso.gabidem.com/?p=380
[4] http://blogeduardoalonso.gabidem.com/?p=380
[5] http://www.jornada.unam.mx/2015/07/22/opinion/026a1eco
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