Juan Gabriel, José José, Camilo Sesto y Rocío Durcal en 1984 |
Es difícil pensar que haya habido mexicano que nunca haya o bailado, cantado o al menos tarareado la música del compositor mexicano que respondió al nombre artístico de “Juan Gabriel” durante 44 años. Música alegre, pegajosa, de letra sencilla y romántica y cuyas canciones además fueron interpretadas por reconocidos cantantes como Lucha Villa, Lola Beltrán, Vicente Fernández Roberto Carlos, Raphael, José José, Luis Miguel, Rocío Durcal, Isabel Pantoja y muchísimos más.
El canta autor francés Hervé Vilard autor de Capri c’est fini (Capri se acabó) de 1965 se refirió a él como “texto y melodía de México”. De una biografía sumamente difícil es un fenómeno digno de estudio para la sicología y la sociología, ya que a pesar de todas las adversidades y la falta de cariño y apoyo familiar en su temprana niñez, tuvo la fuerza interior para salir adelante.
Al escribir estas notas se está efectuando un reconocimiento popular en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México que ya dura 24 horas. También la Cadena Televisión Azteca pasa una serie sobre su vida grabada poco antes de su deceso.
Breve biografía
Originario de una familia de campesinos de Parácuaro, Michoacán, nació el 7 de enero de 1950, fue bautizado como Alberto, hijo de Gabriel Aguilera, que luego de un problema en su pueblo padeció trastornos nerviosos que lo llevaron al hospital siquiátrico de La Castañeda, en la ciudad de México. Su madre Victoria Valadez Rojas, quedó a cargo de 6 hijos. Ante el repudió de los habitantes de Parácuaro y de sus cuñados tuvo que emigrar a Ciudad Juárez en la frontera con Estados Unidos. En esta ciudad encontró acomodo como trabajadora doméstica. Pero ante el rechazo a que tuviera en este trabajo al pequeño Alberto de 5 años, le sugirieron que lo internara en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores, lo que vendría a ser una correccional para menores infractores, es decir, no era una casa hogar para niños. A la madre que tenía que ver aún por los otros hijos, no le quedó más remedio que aceptar esta medida. Ahí creció el pequeño Alberto sin otro cariño que el de sus compañeros. A los 7 años conoció a Juan Contreras, maestro de hojalatería, y con profundos conocimiento musicales, quien sería en el que lo introduciría en la música y en honor de quien adoptaría el nombre artístico de Juan y el de Gabriel por su papá.
A los 13 años escaparía del internado e iniciaría su camino por realizarse como músico; camino sembrado de dificultades para un adolescente pobre, ingenuo y provinciano. A base de golpes fue superando estas dificultades y abriéndose camino gracias a su actitud positiva hacia los demás y a su determinación. Hay que recalcar que su preferencia homosexual nunca fue un obstáculo para ello.
Con Laura Salas, hermana de su representante artístico, formó una familia con un hijo natural y tres adoptados. Al respecto reconocía que una familia necesitaba de una madre necesariamente.
Luces y sombras
Entre las luces estuvo el que supo expresar los sentimientos de la gente sencilla, el que no se dejó deslumbrar por el éxito, el que no cayó en los vicios como el alcohol y las drogas, tan frecuentes en este medio.
Quizás el más excelso de su proyectos fue la casa hogar SEMJASE, en Ciudad Juárez cuyo significado para Juan Gabriel era “Diosa de la música”; albergue infantil y escuela de música que daba manutención e instrucción de más de 100 niños huérfanos, de madres solteras o padres con escasos recursos económicos que no podían ofrecerles a sus hijos una educación digna. Fue inaugurada el 2 de Septiembre de 1987 y la sostuvo por 24 años antes de cederla a las autoridades de Juárez.
Entre sus sombras estarían la evasión fiscal, que lo llevaron a frecuentes litigios con el SAT en México y con el IRS en Estados Unidos a partir de 1989 y hasta su muerte.
El mito de la “discriminación homosexual”
A fines del año de 2009 se empezó a introducir la agenda de los lobbys LGTB, en la Ciudad de México, siguiendo los pasos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011). Este desarrollo estuvo a cargo de Marcelo Luis Ebrard Casaubón, Jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012), y del Partido de la Revolución Democrática.
Una de sus reivindicaciones era contra la “discriminación homosexual”, concepto que cada vez se fortalece más. Sin embargo, si este supuesto fuera realidad ¿podría el “divo de Juárez” haber alcanzado la popularidad de que gozó desde sus inicios? Y muchos años antes que él encontramos a famosos personajes homosexuales como el pintor Rodríguez Lozano, el poeta Salvador Novo, el escritor Carlos Monsiváis. Y de famosas mujeres lesbianas tenemos a Frida Kahlo, Pita Amor, Chavela Vargas. Esto por citar solo algunos nombres, pero podríamos hacer largas listas de famosos homosexuales, cuya preferencia nunca les impidió abrirse paso.
Ya para 2009 la situación era otra. Había sido desarrollada una ideología conocida como “gender” o “ideología de género”, apoyada desde centros de poder como la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas y así en ese diciembre de 2009 se apoyaba la instauración del llamado “matrimonio gay” (ahora “matrimonio igualitario”) y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, en Argentina, Portugal, Uruguay y por supuesto México.
Durante la época de las festividades navideñas de ese 2009 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó en forma mayoritaria el “matrimonio gay” y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, sin consulta previa a la población.
Pudiéramos pensar que al haber alcanzado los mismo derechos que las parejas heterosexuales, ahí quedaría el asunto, pero ahora en 2016 el presidente Enrique Peña Nieto, nos sorprende con una nueva iniciativa de ley y de decretos presidenciales que intentan elevar a nivel constitucional una discriminación contra los grupos LGTBI que no existe, pero que les daría el poder de considerar cualquier crítica o comentario o medida que no fuera de su agrado como “discriminación”.
Además de esta protección constitucional buscan implantar los supuestos de la “ideología de género” en la educación básica. Lo que equivale a decir que por más de 2,000 años hemos enseñado erróneamente a los niños lo referente al sexo y a la familia.
Nicolás Alvarado y el CONAPRED o el camino a una “sociedad de pensamiento único”
Juan Gabriel murió el domingo 28 de agosto de 2016 en Santa Martha, California, Estados Unidos durante una gira. El martes 30 de agosto, Nicolás Alvarado columnista de Milenio y Director de TV UNAM, despotricó en su columna contra el “Divo de Juárez”: "No me gusta 'Juanga' (lo que le viene guango)". Nicolás Alvarado apuntaba que las pocas canciones que conocía de Juan Gabriel le habían "bastado para identificarlo como uno de los letristas más torpes y chambones en la historia de la música popular, todo sintaxis forzada, prosodia torturada y figuras de estilo que oscilan entre el lugar común y el absurdo".
Alvarado –personaje siempre engreído y pedante- citaba diversas opiniones sobre Juan Gabriel y aportaba la suya, que reconocía como "clasista": "Creo que a estas alturas no necesito acreditar el respeto que me inspiran ciertos productos de la televisión comercial ni mi afinidad por la cultura gay. Mi rechazo al trabajo de Juan Gabriel es, pues, clasista: me irritan sus lentejuelas no por jotas sino por nacas, su histeria no por melodramática sino por elemental, su sintaxis no por poco literaria sino por iletrada. Y sé que la pérdida es real y que es enteramente mía. Pero condicionado como estoy por mi circunstancia, no puedo evitar reaccionar como reacciono". Para enfatizar el tono irónico, Alvarado concluía: "(Ahora discúlpenme mientras pongo una canción. Se llama J'suis snob y la canta Boris Vian)".
La respuesta contra Alvarado en las redes no se hizo esperar, máxime que era el momento del duelo por la pérdida de “Juanga”. Alvarado se quejaría luego de que una turba, lo linchó en la redes. Hasta aquí debió de haber llegado este asunto, pero he aquí el Consejo para prevenir la discriminación, Conapred, le ordenó “que ofreciera una disculpa, le indicó cómo y acerca de qué debería escribir a partir de ahora y lo remitió a tomar ‘un curso de sensibilización’ para que aprendiera a no discriminar”.
El dia 2 de septiembre el respetado investigador y periodista Raúl Trejo Delarbre publicó en la Revista Nexos un artículo titulado “Guardianes del pensamiento único” del que transcribo el principio: <<Las reacciones en línea a las opiniones de Nicolás Alvarado sobre Juan Gabriel fueron catárticas, encolerizadas y ordinarias. A sus expresiones burlonas, la multitud tuitera respondió con insultos y memes. Más tarde, su salida de la dirección de TV UNAM fue una inquietante señal de las consecuencias que puede tener la intolerancia contra opiniones que desagradan a la mayoría. Pero lo que resulta sin lugar a dudas una manifestación de autoritarismo y fundamentalismo es la decisión del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, CONAPRED, que le ordenó a ese escritor que ofreciera una disculpa, le indicó cómo y acerca de qué debería escribir a partir de ahora y lo remitió a tomar “un curso de sensibilización” para que aprendiera a no discriminar.
Erigido en policía del pensamiento, para asegurarse de que no haya más que un pensamiento que las mayorías en Twitter o los funcionarios en alguna oficina burocrática consideren políticamente correcto, el CONAPRED formuló la tarde del 1 de septiembre una de las declaraciones más intimidatorias de la libertad de expresión que puedan recordarse en la historia reciente de México. Una institución del Estado le dice a un ciudadano qué lenguaje debe emplear, cuáles opiniones tiene que evitar y, por añadidura, lo manda a una escuela de readaptación que recuerda los cursos de reeducación que se imponían a los disidentes durante la revolución cultural en China […]
Lo que hace el CONAPRED es discriminar y vulnerar los derechos de Alvarado y, junto con él, los derechos de todos nosotros a la libertad de expresión y a la opinión crítica. Se trata de una declaración inaceptable. Cuando desde el Estado hay quienes actúan como policías del pensamiento no es exagerado recordar a Orwell.>>
Y esto es a lo que triste e inevitablemente nos conducirán las reformas que plantea Peña Nieto, y la “ideología de género” es decir a la “dictadura de la tolerancia”, donde el que disienta será cesado, "reeducado" o incluso pudiera ir a la cárcel.
Jorge Pérez Uribe
Realmente asusta, pero todavía más el hecho de que los ciudadanos no se enteran de las consecuencias reales de todo esto. Es una pena. Excelente artículo.
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