Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. /EFE |
Algunas de las acciones de López Obrador y sus respuestas a diferentes situaciones perfilan el resurgimiento de un régimen hegemónico. El Gobierno ha dado pasos hacia un régimen autoritario al romper pilares del orden público en alianzas obscuras con actores del antiguo régimen.
Héctor Moreno | 30/01/2019
Amparado en su legitimidad y en la “urgencia” del cambio de régimen, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado las primeras semanas por torcer la ley para los intereses de su grupo, lo cual equivale a un golpe de estado técnico.
Sin el menor rubor tiene sometido al Poder Legislativo y trata de hacer lo mismo con el Judicial.
Las acciones del gobierno y de su partido han tenido como premisa cumplir la voluntad del Jefe del Ejecutivo, sin importar la constitucional división de poderes.
Algunas de sus acciones y respuestas a diferentes situaciones perfilan el resurgimiento de un régimen hegemónico, sustentado en las formas del autoritarismo priísta y en acuerdos opacos con actores del viejo sistema.
Hasta ahora, la capacidad de comunicación es el gran activo del presidente López Obrador y su gobierno.
La incapacidad e inexperiencia de gobierno se asoman ya como una de las principales debilidades.
Discrecionalidad, la marca
Han sido diversos los temas de las primeras semanas del nuevo gobierno en los cuales asoma la discrecionalidad y el autoritarismo.
El más relevante en términos económicos ha sido la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
La iniciativa para reducir los sueldos de los funcionarios públicos de primeros niveles para que nadie gane más que el Presidente de la República llevó una dedicatoria particular a jueces y magistrados del Poder Judicial.
Ello ha derivado en cientos de amparos de funcionarios de diversos órdenes, una vez que la Corte admitió sus recursos hasta la validación completa de la medida.
Aunado a ello, ejerció presión para que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, un liberal, fuera electo como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La designación de Guillermo Pacheco Pulido es abiertamente señalada en Puebla como la mejor expresión que refrenda la alianza con priístas de viejo cuño
La elección del Fiscal General de la República se hizo a la voluntad del presidente López Obrador para llevar a uno de sus cercanos, Alejandro Gertz Manero, sin un rediseño constitucional como lo habían venido exigiendo más de 300 organizaciones ciudadanas.
En medio de la tragedia por la explosión de un poliducto en el poblado de Tlahuelilpan, Hidalgo con un saldo hasta ahora de 177 muertos, decenas de heridos y desaparecidos, el presidente López Obrador también ha mandado señales de su justificación para desatender la Ley.
“El gobierno no actuará contra quienes se ven obligados a cometer ilícitos” ha dicho sobre pobladores que se dedican a la venta ilegal de combustible (huachicoleros) y ante el cuestionamiento de por qué no se llevó a cabo una licitación en la compra de 517 pipas que costaron 85 millones de dólares (unos 1.660 millones de pesos) su respuesta fue: “Porque no tenemos problemas de conciencia, no somos corruptos”.
Aliados del viejo régimen
Para sacar adelante sus proyectos o atender coyunturas, el Presidente López Obrador se ha aliado con actores del viejo régimen priísta.
Dos de esos casos son la aprobación de la Guardia Nacional en la Cámara de Diputados y la designación del gobernador interino de Puebla, tras la muerte de la mandataria Erika Alonso y su marido, el coordinador de los senadores del PAN, Rafael Moreno Valle.
En el primero de ellos, Morena, el partido del presidente se alió con el PRI para lograr la mayoría calificada y el asunto no es menor, pues dicho partido quedó bajo control del grupo de Miguel Ángel Osorio Chong, actual coordinador de los senadores tricolores y ex secretario de Gobernación.
Aún así, López Obrador externó su molestia por cambios en la iniciativa y ya instruyó al grupo de Morena en el Senado para que la rectifiquen con sus indicaciones.
Por otro lado, la designación de Guillermo Pacheco Pulido es abiertamente señalada en Puebla como la mejor expresión que refrenda la alianza con priístas de viejo cuño, postuladores del nacionalismo revolucionario; con fama de corruptos, pederastas y masones.
Un caso similar se está configurando en Baja California, estado fronterizo con Estados Unidos, en donde este año habrá de elegirse gobernador. Priístas de viejo cuño traen ahora la camiseta de Morena y son favoritos en las encuestas.
Acciones como estas refrendan la tesis sobre el pacto de impunidad entre López Obrador y los viejos grupos priístas.
Dos rasgos más destacan en el nuevo gobierno: el activo más importante sigue siendo la capacidad de comunicación del presidente López Obrador, es creíble y dota de la misma a su partido, como lo muestran todas las encuestas en donde el respaldo varía de un 77 a un 80 por ciento.
El otro es el extendido cuestionamiento a muchos funcionarios del gobierno federal. La crisis de desabasto de gasolina en varios estados por la guerra al huachicoleo ha sido un parámetro y algunos datos sobre funcionarios de Pemex parecen soportar esa percepción.
La logística de distribución de Pemex está cargo de Emiliano González del Villar, ex director de asuntos internos de la Policía de la Ciudad de México; Rogelio Hernández Cázares es el director general de Pemex Fertilizantes fue director del Seguro Popular en Oaxaca y acusado de desviar mil 500 millones de pesos.
Marcos Manuel Herrerías Alamina es el director Corporativo de Administración y Servicios, y fue el encargado de asignar 97.2 millones de pesos en contratos de la Ciudad de México a las asociaciones Honestidad Valiente y Austeridad Republicana, ambas financieras de las actividades políticas de López Obrador.
Así, en sus primeras semanas, el gobierno de López Obrador ha dado pasos hacia un régimen autoritario al romper pilares del orden público en alianzas obscuras con actores del antiguo régimen; ha evidenciado falta de capacidad y generado incertidumbre. Este es un escenario que puede llevar al país a un populismo exacerbado o a un descontrol.
Fuente:https://www.actuall.com/criterio/democracia/golpe-de-estado-tecnico-en-mexico/?fbclid=IwAR2-DieCpkJ9810DcRE-CtJ-GhbVS4RXMsdl6w2agyX9kItOwiZ_3Y4HW04
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