Candidatos: Jose Antonio Meade Kuribreña y Andrés Manuel López Obrador |
Pablo Hiriart | 19/06/2018
A medida que se acerca
la elección resulta indispensable detenernos a reflexionar el sentido de
nuestro voto porque corremos el riesgo de destruir un gran país. El nuestro, ni
más ni menos.
Hay dos opciones:
López Obrador y Meade, pues Anaya todo indica que se desdibujó. Irreconocible
está Ricardo.
Hizo una mala
campaña con una sola idea: meter a la cárcel al presidente, ahora ampliada a
Meade, López Obrador y hasta a Felipe Calderón.
A Meade se le
regatea el voto porque lo apoya el PRI y porque ciertamente hay enojo contra el
presidente.
¿Por castigar al
PRI y a Peña nos vamos a ahorcar nosotros con un presidente ignorante de las
tareas elementales del gobierno?
López Obrador no
tiene idea de economía y Meade es un profundo conocedor de esa materia, en la
que se ha preparado y actuado desde la juventud.
El mundo pisa la
antesala de una guerra comercial, y ¿vamos a elegir al que no sabe de economía
ni de comercio ni de relaciones internacionales?
¿Nos hemos vuelto
locos?
Estamos en una
nueva fase de la violencia y la inseguridad en el país, y si no hay manos
experimentadas para enfrentarla esto se va a poner irrespirable en menos de un
año.
Meade está por
atacar causas, diversificar las estrategias, endurecer la mano y
profesionalizar a las policías estatales y aumentar la federal.
López Obrador, en
cambio, está únicamente por atacar causas, pero no por combatir el huachicol,
ni el robo a ferrocarriles ni a transportes de carga, porque lo hacen personas
que necesitan el dinero, son del pueblo y con el pueblo no hay que meterse.
Uno de los crímenes
más graves en muchas décadas se cometió en el gobierno de López Obrador, cuando
delante de las cámaras de televisión y durante toda la tarde y parte de la
noche, tres policías federales fueron linchados, desdentados y quemados vivos en
Tláhuac sin que AMLO ordenara frenar a la turba. No lo hizo, según dijo, porque
respetaba los usos y costumbres de la gente.
¿Calibramos el
tamaño de esa locura? ¿Entendemos lo que se viene si gana?
Nadie sabe qué va a
suceder en la relación comercial con Estados Unidos. El TLC se acordó entre un
presidente mexicano que sí sabía (Salinas) y dos presidentes de Estados Unidos
que también sabían y tenían voluntad de colaboración (Bush padre y Clinton).
Ahora la relación
sería exactamente a la inversa: un presidente de Estados Unidos que es racista
y antimexicano. Y en Palacio Nacional habría uno que ignora el arte de negociar
y de acordar con quienes piensan distinto. ¿Qué va a salir de ese vínculo entre
esos dos mandatarios?
Elegir entre Meade
y AMLO, dado el contexto de la relación comercial y cooperación para la
seguridad entre ambas naciones, es un asunto gravísimo de soberanía. Aquí no
caben aventuras producto del 'enojo'.
El país tiene un
problema de corrupción. ¿Cómo lo vamos a enfrentar? ¿Con un presidente sin
tacha en ese campo? ¿O con uno que defiende a Layda Sansores en sus compras
ofensivas?
Que además plantea
el cierre de las obras del nuevo aeropuerto, donde perdió el concurso su
constructor favorito, para hacerlo en la inviable Santa Lucía por recomendación
de ese constructor que quiere ganar dinero a costa de la seguridad de los
viajeros.
La elección es muy
fácil y nos enredamos en el enojo.
Uno propone
cancelar la reforma educativa y devolverle el poder a la CNTE y a su aliada
Elba Esther Gordillo.
El otro, Meade, va
por profundizar la reforma hacia los contenidos y la educación de calidad, para
hacer de ella una herramienta contra la desigualdad, que no sea quitar a unos
para dar a otros.
¿Todavía tenemos
duda?
Sí, lo reflejan las
encuestas. Es patético, pero corremos el riesgo de destruir al país.
Todavía hay poco más de una semana para reflexionar el voto.
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