Venezuela fue exprimida para alimentar el socialismo continental armado en el Foro de Sao Paulo con Lula y Fidel Castro a la cabeza. (Fotomontaje de PanAm Post)
Tanto en Centroamérica como en América del Sur se siente el impacto de la cubanización. Hay escasez, monopolio estatal y castigo forzoso contra quien reclama. En cuanto a la violencia, el aprendiz superó al maestro.
Por Mamela Fiallo | Jul 19, 2018
América Latina se convirtió en el escenario para el rearme del proyecto socialista internacional gracias al Foro de Sao Paulo. La “nueva izquierda” definió que no solamente buscaría la revolución por medio de la lucha armada, sino que también lo haría utilizando la democracia.
En julio de 1990 el primer foro congregó, en Brasil, a agrupaciones de izquierda del continente y el mundo para enfrentar el derrumbe del Muro de Berlín y consigo la cortina de hierro que sostenía a la Unión Soviética. Uno de sus anfitriones, de la mano del Fidel Castro (ahora homenajeado), fue el líder sindical local que llegó a ser presidente y ahora se encuentra preso por corrupción, Lula da Silva .
Cuba necesitaba una nueva potencia de quien alimentarse y un punto estratégico para expandirse, por lo cual decidió llevar al resto del continente su revolución de miseria, escasez y represión.
Tras la creación de Foro de Sao Paulo, Castro enfocó sus fuerzas en Venezuela, debido a la riqueza petrolera de este país, logrando así financiar y expandir el plan de conquista regional con la llegada de Hugo Chávez al poder.
Tan clara era su dependencia del petróleo que después de que Chávez muriera Castro afirmó que “sin el petróleo venezolano la revolución fracasará. Maduro es nuestro hombre en Caracas”.
Ahora que el Foro cumple su aniversario número 28, y 24 de ejecución, se pueden evidenciar los logros del socialismo impulsado en América Latina. Luego de dos décadas el continente se tiñó de rojo, color que representa al socialismo, la sangre derramada por las guerrillas y la huella de las víctimas de la represión.
El Foro de Sao Paulo logró teñir de rojo al continente a mediados de los 2000. (Fotomontaje de PanAm Post)
Aunque el recientemente elegido partido de Gobierno en México, Morena, no aparece en los mapas más actualizados, sí está en la lista de los países miembros del Foro de Sao Paulo.
El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), confesó que su ejemplo a seguir era Salvador Allende, el presidente que llevó a Chile, un país exportador, a ser incapaz de abastecerse a sí mismo.
Cuando Castro murió AMLO se refirió a él como un “luchador” que le dio a Cuba libertad y soberanía. Un año y medio después siguen los homenajes a quien reprimió las libertades individuales y económicas en Cuba. Legado que sobrevive.
“Mientras haya imperialismo habrá lucha. Mientras haya imperialismo en EE. UU., aunque esté en decadencia, habrá conspiración, habrá intriga contra los Gobiernos progresistas”, dijo Maduro frente al Foro de Sao Paulo 2018 durante el homenaje a Fidel Castro.
Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, adscribió a este discurso en La Habana y reiteró términos como “enemigo”, en referencia a Trump y al país que este gobierna.
Socialismo del siglo XXI
El mensaje que se transmite entre los gobernantes es fundamental. Por ejemplo, “yo no soy socialista” dijo, Chávez —al igual que Fidel Castro— antes de asumir el mando, y lo remplazaron por un discurso humanista, con el que lograron captar la simpatía de muchos. Sin embargo, ya en el poder, ambos declararon y demostraron ser socialistas. Y en 2005, tras el triunfo de Rafael Correa en Ecuador, se empieza a consolidar el proyecto y consigo el término “socialismo del siglo XXI”.
El socialismo llevó a que en Venezuela, tras los continuos procesos de nacionalización de las industrias, inversores decidieran salir del país. Además, en cargos técnicos pusieron a personas que no estaban capacitadas para desarrollarlos. Por ello la producción petrolífera cayó de 3,3 millones de barriles diarios en 2006 hasta un poco menos de 1.400.000, según lo afirmado por la Asamblea Nacional de Venezuela.
Después del desplome del precio del petróleo en el último trimestre del 2014, el socialismo regional sufrió un duro golpe, pues el oro negro que había permitido la ampliación de un Estado dadivoso que creció acorde su presupuesto estaba colapsando.
Desde la caída del petróleo en el 2014 la pobreza en Venezuela pasó de afectar a la mitad de la población a la mayoría. (Fuente: Universidad Católica Andrés Bello)
El socialismo del siglo XXI perdió los medios para cumplir sus promesas a una población cada día más dependiente del Estado. Los malos manejos del país por parte de los socialistas causaron que la pobreza pasara del 48,4 % al 87 % actual. Es decir, poco después de la muerte de Chávez casi la mitad de los venezolanos eran pobres. Ahora lo es la mayoría.
Hambre y violencia
Actualmente, más del 60 % de los venezolanos se acuesta a dormir con hambre, 63,2 % de los adultos admitió que solo come dos veces del día para alimentar mejor a sus hijos. Por lo que muchos de los venezolanos perdieron en 2017 11,4 kilos. De acuerdo con la Encovi (Encuesta de Condiciones de Vida), el 70,1 % de los hogares no tienen dinero para comidas saludables.
Este malestar desencadenó en 2017 marchas antigubernamentales multitudinarias que fueron brutalmente reprimidas por la dictadura de Nicolás Maduro. En casi dos meses casi 130 opositores fueron asesinados y otros 2.000 fueron heridos por grupos paramilitares y fuerzas del Estado. Además, en la actualidad el régimen tiene a más de 260 presos políticos en la cárcel
Según el Observatorio Venezolano de Violencia en 2017 se presentaron 89 asesinatos por cada 100.000 habitantes. 5.535 homicidios fueron obra de las fuerzas de Seguridad del Estado del total de 26.616 homicidios en el año.
Así Venezuela, de la mano del Foro de Sao Paulo, se consagró como el país más violento de América Latina debido a la pobreza, el hambre y a la hiperinflación más alta del mundo, que en 2018 podría superar el 13.000 %.
¿Y qué pasó en otros países donde se implementaron las ideas del foro?
La violencia a nivel político también ha afectado a otros países alineados. En la era Kirchner, llamado “década ganada” tanto en Ecuador como Argentina, al haber estado más de diez años en el poder fue asesinado un fiscal que preparaba una denuncia que vinculaba al Gobierno de Cristina Fernández de K., con el encubrimiento de un atentado terrorista. Además, la frágil estabilidad económica de Argentina se vio afectada por las políticas fiscales impulsadas en el Foro de Sao Paulo.
Incluso su aliado, Rafael Correa, acusado de ser el autor intelectual del secuestro a un diputado opositor -y de llevarlo a cabo con fondos públicos- dijo: “Si Cristina no tuviera inmunidad, ya estaría presa”.
Y es que bajo el Gobierno de Correa era tal la persecución política que incluso hubo órdenes de arresto por aplaudir. Por eso fue necesaria la creación de medios alternativos, por la presión contra medios tradicionales que hasta se enfrentaron a la justicia por demandas del mandatario.
En la parte Económica, Correa mintió en cuanto a la deuda externa y sobrepasó los límites estipulados en la Constitución ecuatoriana. Tras su llegada al poder, Lenín Moreno informó que había recibido al país en una situación económica difícil.
Mientas tanto, Evo Morales, otro supuesto héroe de los pobres, sigue en el poder en Bolivia y en honor a prolongación de su mandato, propio de un rey, se regaló un suntuoso palacio presidencial que costó USD $40 millones, sustraídos de los ciudadanos productivos. Un monto estrepitoso para un país con un PIB per cápita de USD $3.394 (para tener una referencia, el PIB de Costa Rica es el triple y el de Chile lo quintuplica).
Además, Morales, en contra de la voluntad de los ciudadanos, expresada en un referendo, afirmó que se volvería a postular como presidente, dejando ver su afán por aferrarse al poder, tal como lo hizo Castro, Chávez y Maduro.
Mientras mayor es la intromisión del poder del Estado en la economía, mayor es el margen de corrupción. Hecho que quedó demostrado en Brasil con el caso que removió del cargo presidencial a Dilma Roussef y llevó a Lula da Silva a la cárcel. Pues el manejo estatal del petróleo y la concesión de obras públicas condujo al enriquecimiento ilícito de los involucrados.
El caso más reciente es el de Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha asesinado en un poco más de dos meses a más de 350 ciudadanos que se oponen a que continúe en el poder. Y donde más del 60 % de los nicaragüenses son pobres a causa del socialismo implementado por Ortega.
Justo el día de hoy, cuando se lleva a cabo en Cuba el Foro de Sao Paulo número 24, este ente decidió respaldar a Lula, Ortega y a Maduro, pese a los asesinatos, actos de corrupción y miseria causada en sus respectivos países.
Estos son los logros del Foro de Sao Paulo…
Fuente: https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2018/07/18/foro-de-sao-paulo-logros-pobreza/
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