Mariana Mazzucato es considerada una de las economistas más influyentes de los últimos años y hay algo que quiere ayudar a arreglar… la economía global.
"Admirada por Bill Gates, consultada por gobiernos,
Mariana Mazzucato es la experta con la que otros discuten bajo su propio
riesgo", escribió la periodista Helen Rumbelow en el diario británico The
Times.
Su artículo de 2017 lo tituló: "No te metas con Mariana
Mazzucato, la economista que más asusta del mundo": ("Don't mess
with Mariana Mazzucato, the world's scariest economist").
Para Eshe Nelson, de la publicación especializada Quartz, la
economista italoestadounidense no es que asuste, sino que "es franca y
directa al servicio de una misión (…) que podría salvar al capitalismo de sí
mismo".
The New York Times la definió como "la
economista de izquierda con una nueva historia sobre el capitalismo", en
el artículo de 2019: "Meet the Leftish Economist With a New Story About
Capitalism".
En mayo de este año, la revista Forbes la incluyó en el
reportaje: "5 economistas redefiniendo… todo. Oh sí y son mujeres" ("5 Economists Redefining…
Everything. Oh Yes, And They're Women").
"Ella quiere hacer que la economía explícitamente le
sirva a la gente, en lugar de que le explique su servidumbre",
escribió la columnista Avivah Wittenberg-Cox.
El valor, el precio
Mariana Mazzucato es profesora de Economía de la Innovación y
el Valor Público de la University College London (UCL), en donde también es la
directora fundadora del Instituto para la Innovación y Propósito Público (IIPP,
por sus siglas en inglés).
Es autora de los libros The Entrepreneurial State: debunking
public vs. private sector myths (El Estado emprendedor. Mitos del sector
público frente al privado) y The Value of Everything: making and taking in
the global economy (El valor de las cosas: quién produce y quién gana en la
economía global).
Esa obra de 2018 ha tenido un impacto incluso fuera de los
círculos de los economistas.
"Sobre el futuro económico es interesante la visión de la
economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London ("Il
valore di tutto"; "chi lo produce e chi lo sottrae nell' economía
globale" La haya 2018). Creo que ayuda a pensar el futuro",
escribió el papa Francisco, el 28 de marzo, en una carta que le dirigió a
Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces
por los Derechos Humanos.
Mazzucato cree que el capitalismo se puede orientar hacia un
futuro "innovador y sostenible que funcione para todos nosotros",
señala la organización Ted, donde ha ofrecido tres charlas.
De hecho, considera que la crisis que ha desatado la pandemia
de covid-19 es una oportunidad para "hacer un capitalismo diferente".
Lleva años hablando de la importancia de las inversiones del
Estado en los procesos de innovación, pues uno de sus objetivos es desmontar
el mito de que el Estado es un ente burocrático que simplemente inyecta
lentitud.
Otro, es demostrar que en la economía "el valor no es
solo el precio".
A continuación presentamos las respuestas de la profesora a
las preguntas de BBC Mundo:
Usted ha dicho: "No podemos volver a la normalidad. Lo
normal es lo que nos metió no solo en este caos, sino también en la crisis
financiera y la crisis climática".
Esas palabras tienen un significado especial para América
Latina, una región con un alto nivel de desigualdad y pobreza, que está
luchando contra el cambio climático y con muchas de sus comunidades duramente
golpeadas por la pandemia del coronavirus.
¿Cómo podemos evitar volver a la normalidad prepandemia? ¿Por
qué la gente no debería querer volver a ella?
La crisis nos ha mostrado las deficiencias en las capacidades de los estados y también nos ha demostrado que la forma como hemos estado pensando en el rol del Estado en el último medio siglo ha sido completamente inapropiada.
© Proporcionado por BBC News Mundo Para Mazzucato es fundamental aprender de los errores cometidos tras la crisis financiera de 2008. |
Desde la década de 1980, se les ha dicho a los gobiernos que
pasen a un segundo plano y que permitan que las empresas dirijan y creen
riqueza y que intervengan sólo para solucionar los problemas cuando surjan.
El resultado es que los gobiernos no siempre están
adecuadamente preparados y equipados para hacerle frente a crisis como la del
covid-19 o la emergencia climática.
Al asumir que los gobiernos tienen que esperar hasta que se
produzca un gran shock sistémico para tomar la decisión de actuar, se
toman medidas en plena marcha que resultan insuficientes.
En ese proceso, las instituciones esenciales que brindan
servicios y bienes públicos de una manera más amplia (como el Servicio Nacional
de Salud en Reino Unido, donde se han producido recortes a la salud pública por
un total de US1.000 millones desde 2015) quedan debilitadas.
Las medidas de austeridad que se impusieron tras la crisis
financiera de 2008 fueron lo opuesto a la inversión que se necesitaba para
aumentar la capacidad del sector público y (así) prepararlo para el próximo shock
del sistema.
En América Latina, es clave que la agenda se centre tanto en la creación de valor como en la redistribución de valor.
©
Proporcionado por BBC News Mundo Diversos sectores económicos de América Latina
han sufrido las consecuencias de las medidas de confinamiento para frenar la
propagación del coronavirus. |
Los altos niveles de desigualdad y pobreza significan que hay
poblaciones vulnerables que tienen el potencial de enfrentar enormes
dificultades económicas en el contexto de una crisis como la que estamos
experimentando ahora.
Y para exacerbar aún más las cosas, las economías
latinoamericanas se caracterizan por enormes sectores informales.
En todo el mundo, incluida América Latina, los estados que no
están preparados destinan menos recursos para financiar los servicios públicos.
Además, también tienen menos opciones para ayudar al sector informal (por
ejemplo, si no presentas una declaración de impuestos no puedes acceder a
fondos públicos), lo cual es desastroso para las poblaciones vulnerables.
Por lo tanto, los estados deben crear valor invirtiendo e
innovando para encontrar nuevas formas de proporcionar servicios públicos a las
poblaciones vulnerables en la economía informal.
Cuando los estados pasan a un segundo plano y no se preparan
para las crisis (lo que ha sucedido en muchos países, no solo en América
Latina), su capacidad para ofrecer servicios públicos se ve severamente
entorpecida.
© Proporcionado por BBC News Mundo Para Mazzucato es clave repensar el rol de los gobiernos en las economías. Pero estos servicios públicos deben ser parte de un sistema de
innovación: las ciudades verdes y el crecimiento inclusivo requieren innovación
social y tecnológica. Las tendencias de desindustrialización en la región crean
dificultades adicionales. Los estados no tienen la capacidad de exigirle a los
productores locales que aumenten la creación de bienes necesarios para
enfrentar la crisis (por ejemplo: suministros hospitalarios), lo cual los
obliga a depender del colapsado mercado internacional para acceder a estos
bienes. Usted ha dicho que la "crisis de covid-19 es una
oportunidad para hacer un capitalismo diferente". ¿Qué quiere decir? ¿Qué
nos está diciendo esta terrible crisis sobre el sistema actual que otras crisis
no nos dijeron? Hay una "triple crisis del capitalismo" en este
momento: © Proporcionado
por BBC News Mundo De acuerdo con Mazzucato, el modelo de capitalismo actual
presenta problemas que deben ser resueltos a medida que se le hace frente a la
crisis sanitaria del coronavirus Una crisis sanitaria: la pandemia global ha hecho que la
mayoría de la población mundial esté confinada y es claro que sólo somos tan
saludables como nuestros vecinos, a nivel local, nacional e internacional. Otra crisis económica: la
desigualdad es tanto una causa como una consecuencia de la pandemia de
covid-19. La crisis de covid-19 está
exponiendo aún más fallas en nuestras estructuras económicas. La creciente
precariedad del trabajo es una de ellas. Peor aún, los gobiernos ahora están
otorgando préstamos a las empresas en un momento en que la deuda privada es
históricamente alta, mientras que la deuda pública se ha visto como un problema
en la última década de austeridad. Además, un sector empresarial excesivamente
"financiarizado" ha estado desviando valor de la economía. La tercera es la crisis climática:
no podemos volver a "business as usual" (aquí no pasa nada). A
principios de este año, los medios de comunicación estaban llenos de imágenes
aterradoras de bomberos abrumados (tratando de apagar incendios forestales), no
de personal de atención médica desbordado. © Proporcionado por BBC News Mundo A finales de
2019 e inicios de este año, Australia atravesó una ola de calor extremo que
provocó miles de incendios. ¿Puede sobrevivir el capitalismo tal como lo conocemos? ¿Debería ser salvado?Esta crisis y la recuperación que necesitamos nos dan la
oportunidad de comprender y explorar cómo hacer el capitalismo de manera
diferente. Esto amerita repensar para qué están los gobiernos: en lugar
de simplemente corregir las fallas del mercado cuando surjan, deberían avanzar
activamente hacia la conformación y la creación de mercados para hacerle frente
a los desafíos más urgentes de la sociedad. También deben asegurarse de que las asociaciones que se
establezcan con empresas, que involucren fondos gubernamentales, estén
impulsadas por el interés público, no por las ganancias. Cuando las empresas privadas solicitan rescates de los
gobiernos, debemos pensar en el mundo que queremos construir para el futuro y
la dirección de innovación que necesitamos para llegar a él y, sobre la base de
eso, agregar condiciones a esos rescates para beneficiar el interés público, no
solo el privado. Esto asegurará la dirección de viaje que queremos: verde,
sostenible y equitativo. Cuando las condicionalidades se hacen bien, alinean el
comportamiento corporativo con las necesidades de la sociedad. En el corto plazo, esto se enfoca en preservar las relaciones
laborales durante la crisis y mantener la capacidad productiva de la economía,
mientras se evita la extracción de fondos para los mercados financieros y la
compensación a ejecutivos. A largo plazo, se trata de garantizar que los modelos de
negocio conduzcan a un crecimiento más inclusivo y sostenible. El Papa y el VaticanoEl 31 de marzo, en su cuenta de Twitter, Mazzucato reaccionó a
las palabras del Papa sobre su libro: "Estoy profundamente honrada de que el Papa haya leído mi
libro 'The Value of Everything: making and taking in the global economy'
y que esté de acuerdo con que el futuro -especialmente post-Covid19- tiene que
ver un re-priorización del 'valor' por encima del 'precio'". https://mobile.twitter.com/mazzucatom/status/1245002765476265990?lang=en La experta le señaló a BBC Mundo que fue invitada a participar
en una comisión del Vaticano enfocada en la economía en el marco de la pandemia
de covid-19 y nos contó sobre esa experiencia: "Les hemos brindado informes semanales al Papa y a la
Dirección del Vaticano, antes de los discursos de cada semana del Papa, sobre aspectos
clave de la respuesta económica frente al covid-19. Es un gran honor. IIPP se une al grupo de trabajo conformado por otras
universidades, incluyendo Georgetown, en Estados Unidos, y el Instituto de
Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés). Estos informes van desde la
economía política del alivio de la deuda hasta la reestructuración de las
relaciones económicas público-privadas". Sobre el bien común"Nuestro principal interés es trabajar con el Vaticano
sobre cómo su concepto del "bien común", del que hablamos en términos
de "valor público", puede utilizarse para estructurar la forma de
inversión y colaboración pública y privada. © Proporcionado por BBC News Mundo La economista cree que se debe apuntar a modelos de negocio que lleven a "un crecimiento más inclusivo y sostenible". Sin eso, corremos el riesgo de hacer lo que sucedió con la
crisis financiera: se inyectaron billones sin ningún efecto en la economía
real. La mayor parte de eso volvió al sector financiero y la próxima crisis
comenzó a construirse. Para erigir un crecimiento inclusivo y sostenible, necesitamos
una inversión pública impulsada por el concepto del bien común y nuevos tipos
de relaciones público-privadas que se estructuren con condiciones que creen un
ecosistema más simbiótico y no parasitario. Y tenemos que traer grupos de ciudadanos y sindicatos a la
mesa para asegurarnos de que no solo tengamos una transición más justa, sino
que también haya diferentes voces en la mesa para definir qué tipo de sociedad
queremos. Considero que la energía renovada detrás de los movimientos
sociales, como Viernes para el Futuro y Black Lives Matter, son buenas señales
de que habrá una fuerte presión para que nuestras sociedades evolucionen de
manera progresiva. Si no lo hacemos, perderemos". |
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