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jueves, 2 de julio de 2015

LA GRAN “GUERRA CULTURAL” DE ESTADOS UNIDOS




No se entiende que un pírrico voto de un juez pueda poner patas arriba la legislación estatal, y la institución matrimonial


ForumLibertas.com | 29 de junio de 2015


Por solo un voto, el Tribunal Supremo (TS) de los Estados Unidos ha establecido en su interpretación de la Constitución americana que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho federal, y por consiguiente los estados no pueden disponer de legislaciones propias que lo definan como la unión de un hombre y una mujer. De esta manera, el más alto tribunal establece que la legislación de derecho civil en el ámbito matrimonial no es una competencia exclusiva de los estados miembros.

Esta decisión, por su naturaleza y escaso margen de voto, y la ruptura histórica que genera en una institución prepolítica y preconstitucional como el matrimonio, va a tener profundas consecuencias y va a agravar la creciente “guerra cultural” que divide al pueblo americano.

No es asumible que los jueces hurten la voluntad popular en aquello que les conviene y que además se haga con una división tan profunda, y con un acuerdo de margen tan escaso. Por una parte, la democracia liberal deja establecido como principio fundamental que las leyes han de responder a la voluntad de la mayoría, pero cuando esto no se ajusta a la ideología dominante esa voluntad es marginada. Ya sucedió en California, en un referéndum el pueblo acordó que el matrimonio solo podía ser entre hombre y mujer y los jueces lo tumbaron. Ni Estados Unidos, ni ningún país, vive –afortunadamente- bajo la “República Inapelable de los Jueces”. No puede ser que se conviertan en una cámara legislativa con sus interpretaciones constitucionales, o al menos no que se realice sin una exigencia de quorum cualificado. No se entiende que para modificar determinadas normas, como las constituciones, pero no solo ellas, se exijan mayorías cualificadas, cuando no referéndums, y un pírrico voto de un juez pueda poner patas arriba la legislación estatal, y la institución matrimonial.

Ahora, en los Estados Unidos, sus estados miembros han visto una vez más limitado su autogobierno en una cuestión que siempre ha sido de su competencia. Constaten la hipocresía de los poderes gobernantes: abolir la pena de muerte a escala federal no es constitucionalmente posible porque es una competencia de los estados. En unos está abolida, y en otros no. Pero legislar sobre el matrimonio, una cuestión de derecho civil, eso sí es federal. Y lo mismo se podría decir de la legislación sobre el uso de las armas. Y que no se diga que esto es así porque los jueces responden a la voluntad popular, porque es exactamente lo contrario. Lo que han legislado es para imponer el matrimonio homosexual a los estados que habían legislado en términos de especificar que solo corresponde a un hombre y a una mujer. Todo esto permite entender quién manda en Estados Unidos. Ahora, a quienes consideran que el matrimonio solo tiene sentido entre hombres y mujeres solo les queda el complicado camino de modificar la Constitución, lo que abre un conflicto extraordinario.

No ayuda el hecho de que esta sentencia haya coincidido con la semana de exaltación internacional homosexual, que se produzca a los pocos días de la sentencia a favor de la reforma sanitaria de Obama (que desde nuestra lejanía podemos compartir en buena medida), que ha significado otra “interpretación creativa” del TS, en este caso sobre la palabra “estado”, que era el punto central de la cuestión. El uso de tal nombre en Estados Unidos corresponde a los estados de la Unión, mientras que se reserva el nombre de federal para lo que atañe a las leyes y al Gobierno de toda la unión. Pero en el caso de la reforma sanitaria, una ley técnicamente mala, impropia de la experiencia del Congreso y Senado de Estados Unidos, facilitaba no aplicar la ley que debían realizar los estados en aspectos concretos. Ahora el Tribunal, atendiendo al criterio del Gobierno, ha determinado que el término “estado” ha de entenderse en el sentido de “federal”, montando un galimatías que puede dar negocio a los bufetes de abogados, a no ser que las futuras leyes expresen exactamente cuál es el sentido del término.

Todo esto, es fácil de entender, alimenta la fractura del país que se siente manipulado por unos cuantos. Y Obama, con su especial habilidad para la negociación y el pacto, lo redondea afirmando que “el fallo del tribunal es una victoria americana”, consagrando así la idea de que existen “buenos” americanos, lo que están con el matrimonio homosexual, y “malos”, los que se oponen. Para redondearlo, el presidente decidió que se iluminara con los colores de la bandera gay la Casa Blanca, que de esta manera pasa a tener dos enseñas, la de las barras y estrellas, y la homosexual.


Simultáneamente, y con muchas y buenas razones, se está intentando liquidar la bandera de la confederación por racista, cosa que para muchos es una evidencia, y esto no tanto porque un joven enloquecido matara por odio racial a muchas personas en una asamblea religiosa, como por su historia: acompañó al Ku Klux Klan. Pero, al mismo tiempo, sería un error que sigue siendo un símbolo de la identidad de los estados del sur de la unión, y precisamente por esta causa ha perdurado a pesar de sus derrotas y su historia. Hacer coincidir todo esto en una semana solo tiene un pronóstico: agravar la “guerra cultural” americana.

Si China tiene en el envejecimiento de la población, la falta de mujeres y el deterioro del medio su talón de Aquiles, y Rusia lo tiene en la reducción de su población y la dificultad para levantar una industrialización moderna, Estados Unidos, que no sufre de ninguno de aquellos males, lo tiene en la fractura interior, en la existencia de dos formas de entender la vida y su sentido, y esto puede llegar a fracturar al “Gran Hermano” americano.



Fuente:http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=34058&id_seccion=4

lunes, 12 de enero de 2015

ESTADOS UNIDOS BUSCABA DOBLEGAR A RUSIA, PERO SE TOPÓ CON LA OPEP




A muchas personas ha extrañado que, después de años de defender celosamente sus reservas petroleras, ahora Estados Unidos decida convertirse nuevamente en exportador de petróleo a bajo precio, aplicando el dumping [1] contra países rivales –exportadores de petróleo- en particular: Irán, Venezuela y sobre todo Rusia, aunque de pasada afecte economías de países aliados como es el caso de México e incomode fuertemente a la OPEP.


La situación geopolítica del momento actual



La reacción de Estados Unidos frente a las humillaciones sufridas ante Rusia en el Medio Oriente en 2013 y en Crimea en 2014, amén del firme rechazo de Putin ante la incorporación de Ucrania al proyecto de Unión Europea-OTAN. Ha llevado al gobierno norteamericano en su conjunto a tomar decisiones que desestabilizarán el orden político y económico mundial a corto plazo y mediano plazo.

Estados Unidos no acepta que ha terminado su imperio unipolar, obtenido tras el colapso de la URSS y los débiles gobiernos de Mijail Gorbachov y Boris Yeltsin. No acepta que estamos ante un nuevo orden multipolar, más precisamente tripolar constituido por Estados Unidos, Rusia y China.

Noviembre fue un mes de cumbres: el 10 y 11 de noviembre –se celebró la Cumbre del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Pekín–, el 15 y 16 tuvo lugar la Cumbre del –G-20 en Brisbane (Australia)–, y el día 24 tuvo lugar, la negociación del contencioso nuclear iraní con el P5+1 –los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU- más Alemania. 

Durante el Foro de la Cuenca del Pacífico (APEC), Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, lanzó en forma oficial la Zona de Libre Comercio de Asia-Pacífico, que naturalmente no goza de la aprobación de Obama.

El presidente Xi dio dos anuncios espectaculares que impactarán tanto en la geoenergía como en las geofinanzas: cerró el trato con Rusia para el segundo tramo de otro gasoducto que le blinda de los piratas del estrecho de Malaca, cuyas operaciones se realizarán exclusivamente en yuan, la divisa ascendente del nuevo orden multipolar en curso, y conectó las bolsas de Shanghai y Hong Kong (la primera plaza financiera global, de acuerdo con el ranking del Índice de Desarrollo Financiero), lo cual disparó las acciones de China en los últimos 3 años.

En la reunión del G-20 el presidente de Rusia, Vladimir Putin, blanco de duras críticas en el primero de dos días de reunión del Grupo de los 20 (G-20) –por los aliados de Estados Unidos-, se vio forzado a abandonar este encuentro anual.

Finalmente el 27 de noviembre tuvo lugar la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). 

La noticia que debió ser de ocho columnas, pasó casi desapercibida por los ríos de tinta derramados por el asunto de Ayotzinapa. Solo un especialista en temas financieros como es Enrique Galván Ochoa, escribió en su columna: << Los países que integran la OPEP –la organización de países exportadores de petróleo– adoptaron una decisión dividida: no bajarán el volumen de producción actual de 30 millones de barriles al día. Los países árabes del grupo del Golfo Pérsico entraron a la reunión de ayer en Viena con un preacuerdo: no limitar la producción, dejar que el mercado se estabilice por sí mismo. Tienen reservas de divisas enormes, pero Venezuela, Nigeria y otros no. La OPEP es un cártel. Y un cártel es un arreglo entre competidores para controlar los precios. Sus miembros son Argelia, Angola, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y dos países latinoamericanos: Ecuador y Venezuela.>>[2]

Posteriormente se conocerían las declaraciones del ministro de Petróleo de Arabia Saudita Ali al-Naimi, quien habló de una rivalidad con Estados Unidos por cuotas de mercado. Señaló que la forma de combatir el auge del crudo de esquisto en Estados Unidos, es oponiéndose a un recorte de la producción petrolera para deprimir los precios y debilitar la rentabilidad de los productores de América del Norte.

El secretario general de la OPEP, Abdalla El-Badri, confirmó que la OPEP comenzó una batalla por cuotas de mercado. Cuando se le preguntó si la organización tenía una respuesta a la creciente producción de Estados Unidos, dijo: “Respondimos. Mantenemos la misma producción. Esta es una respuesta”.

“Este es un mundo desafiante. La OPEP claramente está trazando una línea en la arena (...) El tiempo dirá quién queda en pie”, dijo Yasser Elguindi, de la consultora Medley Global.

Aunque la decisión los afectará enormemente, tanto Irán como Rusia mantendrán la solidaridad con la OPEP. El viceprimer ministro ruso, Igor Shuvalov, manifestó que su país, mantendrá sus propios niveles de bombeo, en línea con la decisión de la OPEP.


El boom de la industria del fracking (fractura hidraúlica) estadounidense



Estados Unidos ha aumentado su producción petrolera y de gas a través de La utilización del fracking (una técnica que implica inyectar en la tierra agua a alta presión con una mezcla química para romper la roca y liberar petróleo o gas shale (esquisto) atrapado en ella), sin embargo, requiere que la perforación sea continua. Con esta tecnología se necesita abrir permanentemente nuevos pozos para mantener la producción, dado que un pozo de explotación no convencional reduce su producción entre un 50 y un 70% en su primer año, mientras que uno convencional pierde poco más del 50% en dos años. Y perforar de manera continua implica, claro, invertir permanentemente. Hoy 20 estados de EU se consagran alegremente al frenético fracking. Esta técnica implica la utilización de enormes cantidades de agua y tiene un efecto contaminador de mantos freáticos, así como del aire por gases y sustancias cancerígenas. Esto ha llevado a que el gobernador del estado de Nueva york, Andrew Cuomo, lo prohíba fundamentándose en riesgos a la salud, apenas el mes pasado.

Desde mediados de 2014 el mercado está saturado debido el incremento en la producción de esquisto en Estados Unidos que ayudó a crear un exceso de oferta en medio de un débil crecimiento y el precio del crudo cayó de 115 dólares/barril en junio a unos 62 dólares/barril.

La OPEP doblegará a estados Unidos


El analista internacional Alejandro Nadal redondea la idea: << ¿Por qué insiste Arabia Saudita en mantener sus altos niveles de producción y promover la caída en el precio del petróleo? Hay muchas hipótesis sobre quiénes pueden ser los enemigos a los que se dirige la ofensiva saudita, pero sin duda el principal es la industria estadunidense de extracción de petróleo y gas con el método de fractura hidráulica y perforación direccional. Arabia Saudita busca mantener precios bajos durante el tiempo que sea necesario para romperle el espinazo a la joven industria del fracking en Estados Unidos.

Para lograrlo, Arabia Saudita debe mantener precios inferiores al nivel de costo de producción en los campos de fracking en Estados Unidos durante un tiempo suficientemente largo (la producción ya no es rentable cuando los precios son inferiores al costo de extracción y comercialización). Para tener una idea del nivel de precios necesario para quebrar la industria del fracking es importante contar con datos sobre costos de producción unitarios en los campos más representativos de la industria estadunidense. Los datos revelan lo siguiente: a un precio de 70 dólares/barril, 90 ciento de los campos en Estados Unidos podrían seguir operando con ganancias. Pero las cosas cambian radicalmente cuando los precios llegan a los 60 dólares/barril: alrededor de 40 por ciento de la producción por medio de fractura hidráulica en Estados Unidos se torna no competitiva (el costo de extracción es mayor al precio de venta). Uno de los tres más grandes productores con fracking en Estados Unidos está en el estado de Dakota del Norte, donde el complejo Bakken produjo el año pasado unos 300 mil barriles diarios, convirtiéndose en la estrella del fracking estadunidense. Pero los costos unitarios de producción en Bakken rebasan los 60 dólares/barril. Arabia Saudita lo sabe y está decidida a sacar a estos y otros productores de la jugada.

¿Hasta dónde está decidida a llegar Arabia Saudita? Para ganar una guerra de precios no sólo se necesita tener estructuras de costos eficientes que permitan deprimir los precios sin incurrir en pérdidas. También es necesario contar con reservas profundas que otorguen la capacidad de resistir la reducción en las ganancias. Arabia Saudita tiene ambas cosas. El costo de producción de su Arabian Light es notablemente inferior al West Texas y al Brent International, las dos referencias más importantes en el mercado mundial y sus reservas netas son superiores a los 900 mil millones de dólares.


 Ministro de Petróleo de Arabia Saudita Ali al-Naimi
Por todo lo anterior, no sorprende el pronóstico de muchos analistas y de la misma OPEP de que en 2015 el promedio del precio de petróleo se mantendrá alrededor de 60 o 55 dólares/barril. El objetivo es reventar la industria estadunidense de petróleo a partir de fractura hidráulica. Parece que la estrategia de Riyadh va por buen camino este año el número de solicitudes para abrir nuevos pozos cayó 40 por ciento. Además, hay que considerar que muchos productores estadunidenses se han endeudado para iniciar sus operaciones y ahora las cargas financieras comenzarán a pesarles mucho más, especialmente con los cambios en la política monetaria anunciados para el año que viene. Las cosas no pintan bien para la industria petrolera del fracking. >>[3]

El día de hoy Enrique Galván Ochoa, escribió en su columna: <<Hay señales de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está ganando desinflando a los productores de petróleo shale de Estados Unidos. El grupo financiero Barclays dice que los estadunidenses se verán obligados a recortar 30 por ciento este año sus inversiones, si los precios continúan alrededor de 50 dólares el barril. En el mismo sentido, 35 pozos horizontales fueron parados en Dakota y Texas sólo la semana anterior, record desde que la explotación de shale vino a generar sobreproducción mundial. Estados Unidos –antiguo importador nato– ya figura entre los exportadores, con 500 mil barriles diarios. Está vendiendo a Singapur, Canadá, Suiza, China y en un futuro próximo… ¡a México!>>[4]


Jorge Pérez Uribe




[1] En el comercio, el dumping consiste en vender un producto por debajo de su valor normal en el mercado, no necesariamente por debajo de su costo, durante un período prolongado. El dumping permite que una empresa, eficiente o ineficiente, haga quebrar a sus competidores y se quede con el mercado, si cuenta con suficiente capital para financiar ventas a precios que contienen pérdida o falta de lucro. El dumping también causa daño a las economías nacionales en general, pues conduce a la eliminación, injustificada en términos de competitividad, de empresas eficientes que son motor de empleo y desarrollo. El dumping: competencia desleal | GestioPolis
[2] Periódico La Jornada, Columna Dinero, viernes 28 de noviembre de 2014, México 
[3] Periódico La Jornada, Guerra de precios: Arabia Saudita y el fracking, miércoles 24 de diciembre de 2014, México. 
[4] Periódico La Jornada, Columna Dinero, lunes 12 de enero de2015, México


jueves, 16 de enero de 2014

LA DECLINACIÓN DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE II


(SEGUNDA PARTE)






De los Baby Boomers a la tasa “0” de crecimiento poblacional



La generación posterior a la Segunda Guerra Mundial, fue conocida como la de los “Baby Boomers”, —aquellos nacidos durante el explosivo pico de natalidad comprendido entre los años 46 y 64—, que trajeron una enorme fuerza de trabajo y crecimiento para la nueva potencia mundial: Estados Unidos

La mentalidad anticonceptiva y de control natal originalmente destinada a las prolíficas naciones del tercer mundo, finalmente permeó la mentalidad y la cultura de sus creadores, lo que los ha llevado a un crecimiento nulo o muy bajo de la población, que no cubre la tasa de reposición de la población. De conformidad con la Oficina de Censos de Estados Unidos, el crecimiento de doce meses, al 1° de julio de 2013, fue apenas de 0.71 por ciento. En números redondos, la población creció un poco menos de 2.3 millones de personas. Un año antes, de 2011 a 2012, el crecimiento había sido ligeramente superior –aunque ya a la baja- de 0.75 por ciento.

La Oficina de Censos de Estados Unidos estima la población con estatus de residencia permanente en 317 millones 297 mil 938 personas. Existen cerca de 20 millones de residentes temporales y de trabajadores indocumentados, que son los que cuando se consideran en las estadísticas dan cifras de crecimiento. Pero conocemos como Estados Unidos ha cerrado ya sus puertas a la inmigración, construyendo el "muro de la ignominia".

Florida que era un estado con una gran inmigración ha venido a la baja en crecimiento, fenómeno que también se observa en los tres estados con mayor población: California, Texas y Nueva York. Un drástico ejemplo es los que sucede en los estados de Maine y West Virginia que perdieron población en el año terminado el 1° de julio de 2013, ya que sus habitantes son los mismos que tenían en 2010.


La crisis de la falta de asistencia social del “american way of life”


Uno de los principales problemas de Estados Unidos en la actualidad, es que la generación de los “Baby Boomers”, está llegando a la tercera edad, jubilándose de sus trabajos e ingresando al programa de asistencia social federal Medicare. Este ingreso masivo está presionando al sistema de salud de tal forma que, de no tomarse medidas oportunas, no habrá suficientes recursos —económicos y humanos— para atenderlos.

<<Y es que los números son alarmantes: 35 millones de personas cumplirán los 65 años y se incorporarán a Medicare en el 2014 acogidas por la reforma del actual presidente. Para el 2020, se prevé que se jubilen 250 mil médicos, produciendo una carencia de cerca de 91 mil 500 médicos, misma que se acrecentará a casi 130 mil 600 para el 2025. Una sociedad envejecida, un sistema de salud colapsado y una clase política ciega a las necesidades de la gente… esa es la receta para el fracaso sanitario.>>[1]

El historiador Felipe Fernández-Armesto [2] abunda sobre el tema: <<Parece mentira que en un país como los EEUU, tan rico, tan igualitario, tan entrañablemente demócrata, no se haya establecido un estado de bienestar, ni un sistema de seguridad social. El presidente Roosevelt soñaba con crearlos en los años 30 del siglo pasado, pero se interpuso la Segunda Guerra Mundial. En el década de los 70, el presidente Johnson inició lo que llamaba «La gran sociedad», con un sistema de suministro gratuito o a coste bajo de servicios básicos para ancianos enfermos. Ampliar y fortalecer el sistema fue un proyecto de los hermanos Robert y Ted Kennedy que nunca lograron lanzar. Allí el asunto quedó estancado. En los 80, cuando Bill y Hilary Clinton volvieron a la cuestión, les resultó imposible reformar el sistema ni extender su alcance. La cultura capitalista e individualista del país no se lo permitía. Las compañías de seguros privadas militaban en contra. El partido republicano denunció el socialismo como un intento de ayudar a los obreros con los impuestos de los burgueses.

Mientras tanto, aislando aún más a los pobres y enriqueciendo a las industrias farmacéuticas y de tecnología médica, los precios de medicamentos y servicios médicos iban aumentando. En la campaña electoral de 2008, el señor Obama prometió bajarlos mediante una reforma fundamental, exigiendo a todos los ciudadanos la obligación de comprar un plan de seguros y ofreciéndoles la opción de hacerlo con una entidad estatal. Se escandalizaron las compañías privadas. Los republicanos gritaban en contra al concepto de comprometer a los ciudadanos del país de la libertad. Los economistas despreciaban el intento de intervenir en el mercado. Resultó, además, que los sondeos revelaban que la mayoría de los norteamericanos estaban satisfechos con lo que tenían y no veían ninguna necesidad de que el gobierno ofreciese seguros. Así que el señor Obama, una vez que los votos de los pobres le hubiesen llevado a ser presidente, abandonó la opción pública y acabó proponiendo una ley adulterada, que ni era universal, ni ayudaría a los más míseros, ni disminuiría los gastos, ni les quitaría a las compañías privadas nada de su monopolio.>>[3]


El enorme presupuesto del mantenimiento del arsenal atómico


El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que requerirá una suma que expertos independientes calculan entre 350 mil y 400 mil millones de dólares en los próximos diez años, a fin de garantizar la seguridad y eficacia de su arsenal atómico. El Centro Stimson señaló el año pasado que el costo total sumaría hasta 400 mil millones de dólares, justo cuando los recortes del presupuesto obligaron al Pentágono a abandonar proyectos por casi un billón de dólares para la siguiente década.


China liderea la APEC


El presidente Barack Obama se ausentó de la reunión de la APEC (siglas en inglés de la Asociación Económica del Pacífico Asiático), del 2 al 8 de septiembre de 2012 celebrada en la isla Russki de Vladivostok por estar concentrado en la “Primavera Árabe” y del 5 al 7 de octubre de 2013, con sede el Bali, Indonesia, por los problemas del “cierre del gobierno. Si ya era notorio el papel protagónico de China en dichas reuniones, la ausencia del mandatario estadounidense, le ha facilitado las cosas al presidente chino Xi Jinping 

<<China arrebató el protagonismo este lunes en la apertura de la cumbre Asia Pacífico mientras Estados Unidos se eclipsa intentando apagar el fuego de la crisis que ha paralizado a la administración de Barack Obama.

“China no puede desarrollarse aislada de Asia-Pacífico y el Asia-Pacífico no podrá prosperar sin China”, sostuvo el presidente chino Xi Jinping en la apertura de la cumbre del Foro de Cooperación de Asia y Pacífico (APEC), en un intento de disipar los temores que suscita Pekín, llamada a jugar un papel político creciente en este mundo en el que desde el fin de la Guerra Fría lideraba en solitario EEUU.

“Asia Pacífico es una gran familia y China es miembro de esta familia”, dijo Xi, antes de agregar que su país “trabajará en pos de la paz regional y ayudará a cimentar los pilares para el bienestar de la región Asia Pacífico”.

Desde que llegó al poder en marzo, Xi no ha escatimado viajes a la región para tranquilizar a sus vecinos ante los recelos que suscitan los reclamos territoriales de Pekín.

“Un desarrollo sostenido y saludable de la economía china aportará mayores oportunidades de desarrollo de la región” que acoge a 21 economías de la cuenca del Pacífico y que genera el 54% del PBI mundial y el 44% del comercio del planeta, sostuvo el mandatario asiático.

La crisis que afronta Obama en casa, donde el Partido Republicano se niega a aprobar el presupuesto y aumentar el techo de la deuda si no retira la reforma sanitaria, su principal activo presidencial, no solo erosiona el débil crecimiento de la economía mundial, sino que amenaza el liderazgo de EEUU en la región y el mundo.

Este “momento político”, como lo definió John Kerry, “lo superaremos con fuerza y determinación”, dijo a sus socios comerciales.

La ausencia del presidente Obama, la segunda consecutiva en este foro, preocupa también por el impacto que pueda tener en el ambicioso Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que 12 países de la región —entre ellos Estados Unidos—, tratan de sacar adelante todavía antes de que concluya el año.

“El crecimiento mundial es demasiado débil, los riesgos siguen con tendencia a la baja y las perspectivas económicas sugieren que el crecimiento se va a ralentizar y será menos equilibrado de lo deseado”, advirtieron los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de la APEC, reunidos la semana pasada en Bali.

Xi quiso infundir un poco de optimismo en las perspectivas de la segunda economía mundial, pese a que el crecimiento del PBI pasó del 8% al 7.6% en el primer semestre. “Quiero enfatizar que, sobre la base de exhaustivos análisis de todos los factores, tengo total confianza en el futuro de la economía china”, dijo.>> [4]


Aquél país de los Pilgrim Fathers and Mothers


La historia fundacional de los estados Unidos está representada por los Padres Peregrinos y Madres Peregrinas, o simplemente Pilgrims (Peregrinos), que fue como se conoció a uno de los primeros grupos de colonizadores ingleses que en el siglo XVII, se establecieron en el territorio de Nueva Inglaterra, para crear una "Nueva Jerusalén".

Pertenecientes a la iglesia puritana de cuño calvinista, vinieron a refuigiarse de las persecuciones religiosas -por ejemplo los de la oficial anglicana- y de la inestabilidad política que se vivía en Europa. 

Los pilgrims se embarcaron el 5 de agosto de 1620 en el puerto de Southampton, Inglaterra en el navío Mayflower. Arribaron a las costas americanas de Nueva Inglaterra en noviembre de ese mismo año, en la zona donde se emplaza la actual ciudad de Provincetown prácticamente en el Cabo Cod (Cabo Bacalao) de Massachusetts. Estos viajeros deseaban establecerse en la colonia inglesa de Jamestown (Virginia) que había sido fundada en 1607, pero errores de navegación les llevaron a zonas más septentrionales.

El 21 de noviembre de 1620 algunos días antes de desembarcar -lo que ocurrió el 26 de noviembre de 1620- el centenar de pasajeros del Mayflower, juró un pacto instigados por 35 de ellos contra las persecuciones del rey James I de Inglaterra, tal pacto es conocido como el Mayflower Compact. El Pacto del Mayflower (Mayflower Compact) incluía criterios democráticos y de respeto para las creencias religiosas personales. Un mes más tarde, el 21 de diciembre los Pilgrims fundaron la ciudad de Plymouth (llamada entonces «New Plymouth»).

La libertad religiosa fue una nota distintiva de aquella naciente sociedad. Y así la primera enmienda al texto constitucional, que únicamente regula la división de poderes, amparó la libertad religiosa: “El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de dichas actividades; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, y para solicitar al gobierno la reparación de agravios”.

Aunque la Primera Enmienda protege estos derechos básicos a la libertad al prohibir la sanción de nuevas leyes introducidas por el Congreso, los tribunales han interpretado que la enmienda se aplica a una mayor cantidad de actores políticos. Por ejemplo, la primera oración reserva todos los poderes legislativos al Congreso, pero los tribunales han fallado que la Primera Enmienda incluye al poder ejecutivo y al poder judicial.

La libertad religiosa imperante en los estados Unidos ha sido recientemente reconocida por los romanos Pontífices Juan Pablo II y Benedicto XVI, quien afirmó que en “en Estados Unidos prevalecía un sano laicismo”.

Pero esta situación ha cambiado en los últimos años:

<<En un impresionante ataque sobre los derechos de expresión religiosa de los soldados estadounidenses, la administración que lidera Barak Hussein Obama ha lanzado un comunicado confirmando algo impensable: cualquier soldado que profese el cristianismo desde ahora puede ser presentado ante un consejo de guerra y ser encarcelado con una baja deshonrosa del ejército. Eso sí, hace casi dos años la misma Administración revocó la política 'Don't ask, don't tell' (no preguntes, no cuentes) que prohibía a los homosexuales revelar abiertamente su orientación sexual si querían servir en las fuerzas armadas del país

Ahora, el Pentágono afirma que "el proselitismo religioso no está permitido dentro del Departamento de Defensa... las cortes marciales y los castigos no judiciales serán decididos caso por caso...". Esta declaración sigue a una reciente reunión entre funcionarios del Pentágono y el activista anti-cristiano Mikey Weinstein, quien ayudó a diseñar los nuevos castigos para los cristianos que se atrevan a cometer "el crimen de odio" de compartir su fe con otros.

Weinstein es el director de la Fundación Libertad Religiosa Militar, y dice que los cristianos, incluyendo capellanes son culpables de "traición" por compartir el evangelio de Jesucristo y también son culpables de cometer un acto de "violación espiritual" tan serio como "una violación sexual". También afirmó que los cristianos que comparten su fe en las fuerzas armadas son "enemigos de la Constitución".

De este modo los asesores del presidente Barack Obama en el Pentágono están confirmando que los militares cristianos que compartan su fe estarán cometiendo un crimen “y como resultado: prisión. Esto incluye a capellanes militares y oficiales que son ordenados clérigos de su fe (en su mayoría pastores cristianos y rabinos judíos” cuyo servicio desde la fundación de la milicia estadounidense bajo George Washington tiene como propósito enseñar su fe y ministrar las necesidades espirituales de las tropas que acuden a ellos en busca de consejo, instrucción o apoyo emocional.

Esta regulación limitará severamente las expresiones de fe judeo-cristiana en las fuerzas armadas, incluso entre amigos cercanos. También podría abolir el cargo de capellán en el ejército, ya que no permitiría que los capellanes (o algún miembro del servicio, para el caso) hablar de su fe.

En respuesta a los planes del Pentágono, el teniente general retirado Jerry Boykin, quien ahora es el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Investigación Familiar (FRC), dijo en Fox & Friends el miércoles por la mañana: “Es ambiguo lo que quieren decir con ‘proselitismo’. Creo que tienen sus definiciones un poco confundidas. Si usted está hablando de la coerción es una cosa, pero si estás hablando del libre ejercicio de nuestra fe como soldados individuales, marineros, aviadores e infantes de marina, especialmente para los capellanes, que creo que lo peor que podemos hacer es detener la posibilidad de que un soldado sea capaz de ejercer su fe”.>>[5]


El ataque a la libertad de conciencia del Obamacare


Comenta Felipe Fernández-Armesto: <<La izquierda salió decepcionada pero dispuesta a seguir apoyando al presidente. «Pues bien», dijeron los colegas liberales que me rodean en el mundo académico. «No es lo que queríamos, pero apostamos por el plan por ser el mejor que se nos ofreció». Pero hubo un topiezo entre los detalles del proyecto de ley aprobado por el Congreso. Un aspecto fundamental de ésta es que las compañías pagarán los seguros de sus empleados. Pero en la ley, tal como salió de la legislatura, no se especificaron todos los servicios que así se pagarán, sino que se permitió que los tratos preventivos, por ejemplo, se acordasen luego por una agencia gubernamental, el Departamento de Salud Pública. Ese departamento devolvió el encargo en manos de otra agencia -la Oficina de Recursos y Servicios de Sanidad- que tampoco se vio capaz de identificar los servicios relevantes y trasladó la responsabilidad a manos de un comité de médicos. Estos profesionales aprobaron una lista de servicios que incluye medidas contraceptivas, esterilizadoras y pro aborto.

Gracias a su intervención, la ley -o a aquella cláusula, por lo menos- se ha convertido en una ofensa contra la democracia, ya que unos individuos no elegidos por el pueblo han logrado imponer su opinión personal en un acto legislativo que debería haberse resuelto entre los representantes del electorado. Es, además, un abuso de lenguaje, ya que estar embarazada no es una condición médica que hay que prevenir como si fuera una pulmonía o un cáncer. Luego la ley es ya una ofensa contra el derecho humano de libertad de creencia, porque exige a empleadores cristianos y musulmanes que paguen medidas no permitidas por su religión. Y ofende a la moralidad por presionar a los patronos a involucrarse en abortos que les son moralmente repugnantes. Las multas son fuertes: 10 millones de dólares, cuanto menos, por cada año de incumplimiento, aumentando según el número de empleados. En el caso de una de las entidades afectadas, la empresa católica Hobby Lobby, una cadena de almacenes dedicados a vender artesanías, el total puede ascender a $475 millones.

Por todo ello, La Ley de Servicios Médicos Asequibles, el llamado 'Obamacare', le está costando a Obama un notable descenso de su popularidad, al perder en gran medida el apoyo de los ciudadanos tras el fracaso de la reforma de salud, entre otras cuestiones. 

Hasta tal punto esto es así que, un reciente sondeo de la Universidad de Quinnipiac, muestra que un 54% de los ciudadanos desaprueba la política del mandatario estadounidense.>>[6]


Conclusión: estimados lectores, no he tratado de teorizar o proponer hipótesis sobre la decadencia del imperio estadounidense. Únicamente expongo a su consideración los anteriores hechos para que ustedes saquen sus conclusiones. Soy consciente de que existen muchas situaciones no contempladas en este análisis -como la creciente e impagable deuda gubernamental-, pero los mencionados, son para mi, evidencia de que estamos presenciando el inicio del ocaso de este poderoso imperio.



Jorge Pérez Uribe




[1] Salomón Montserrat, Obamacare, éxito y fracaso de una administración, Diario La Razón, México, 12 de noviembre de 2013
[2] Felipe Fernández-Armesto es historiador y titular de la cátedra William P. Reynolds de Artes y Letras de la Universidad de Notre Dame (Indiana)
[3] http://www.elmundo.es/opinion/2013/11/19/528b9a72684341c8148b456f.html
[4] http://peru21.pe/economia/china-eclipsa-eeuu-foro-apec-2152404
[5] Forumlibertas.com, 3 de mayo de 2013, Política
[6]  Felipe Fernández-Armesto,  http://www.elmundo.es/opinion/2013/11/19/528b9a72684341c8148b456f.html

miércoles, 8 de enero de 2014

LA DECLINACIÓN DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE I

(PRIMERA PARTE)




El “cierre del gobierno” de octubre de 2013



El día martes 1° de octubre de 2013, se dio una situación inusitada en Estados Unidos de Norteamérica: el “cierre del gobierno”, que consistió en que cerca de 800,000 empleados federales, se quedaron a descansar en su casa sin goce de sueldo por tiempo indefinido. Únicamente continuaron laborando algunos empleados que trabajan para agencias especiales, los controladores aéreos y militares y los militares en servicio activo. La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) cerró casi en su totalidad. La mayoría de los museos en Washington, parques nacionales, como el parque de Yellowstone, la Estatua de la libertad y el Capitolio también cerraron sus puertas. La Casa Blanca se quedó con el mínimo de empleados, la mayoría de ellos, personas cercanas a Obama 

Una situación semejante no se vivía desde la administración de Bill Clinton, hace 17 años. 

La causa fue que el Congreso, en el que los republicanos mayoritean la Cámara de representantes, no aprobó el presupuesto que financia al gobierno federal, como una medida de presión para que el presidente Barack Obama retrasara la reforma sanitaria conocida como Obamacare, misma que se empezaría a aplicar parcialmente, precisamente ese 1° de octubre. 

La situación más preocupante que puso en alerta a los mercados, y se reflejó en una baja de las bolsas de valores, fue la posible suspensión de pagos que está situación podría traer a los acreedores del gobierno. La fecha límite era el día 17 de octubre en que se agotarían los recursos disponibles. Curiosamente hubo un incremento en la demanda por bonos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, lo que reflejaba la certeza de que habría una arreglo, aunque fuese temporal. 

El día 15, el republicano John Boehner presidente de la Cámara de Representantes, intentó en dos ocasiones, avanzar con un proyecto sobre financiamiento y extensión de límite de deuda en la Cámara baja, pero fracasó en los intentos. 

El plan pretendía aumentar el límite de endeudamiento hasta el próximo 7 de febrero y permitir la reapertura hasta el 15 de enero de 2014 agregando cambios a la ley de salud que impulsa Barack Obama, entre ellos que el impuesto sobre el equipamiento médico instaurado por la ley sería postergado por dos años. 

Finalmente la noche del 16 se logró un acuerdo entre el líder de la mayoría demócrata Harry Reid, y el de la minoría republicana Mitch McConnell, quienes anunciaron un consenso la mañana del día17, el cual casi dejó anuladas todas las principales demandas del Tea Party, incluida la postergación de la implementación de la reforma de salud, que habían llevado a este desastre político. Por lo tanto, el acuerdo fue una derrota casi total para los ultraconservadores. 

El acuerdo consistía en la autorización para elevar el techo de la deuda, es decir, la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, hasta el 7 de febrero, y financiar el gobierno federal hasta el 15 de enero, reabriendo con ello sus operaciones. No obstante había nuevamente un deadline para el gobierno federal al 15 de enero de 2014 

Pero más allá del costo político, también hubo un costo económico por el estancamiento de Washington. Economistas y analistas consideran que la economía perdió miles de millones de dólares por esta crisis política. La calificadora Standard & Poor’s calculó que todo esto costó el equivalente de 24 mil millones de dólares para la economía, y que eso se reflejará en una reducción en el crecimiento del PIB para el cuarto trimestre. 

Sin embargo, tal vez el costo económico más severo es que este acuerdo temporal de última hora continuará generando incertidumbre, algo que siempre preocupa a los encargados del sector financiero internacional. 

Iba a publicar este análisis la primera semana de diciembre, pero como se cruzó Juan Diego Cuautlatoatin, no lo hice, y me alegro ya que la incertidumbre que existía para inicios de este 2014 fue disipada con una escueta nota del día 10 de diciembre de 2013, de la agencia Reuters, que afirmaba: <<Los negociadores del presupuesto en el Congreso de Estados Unidos han logrado un acuerdo por dos años que busca evitar que el Gobierno se quede sin fondos el 15 de enero y establece los niveles de gasto de la administración federal hasta el 1 de octubre del 2015.>>. Además este acuerdo considera una reducción de los recortes automáticos de gastos de 63 mil millones de dólares en dos años. 


El reelecto presidente Obama enseña enseña su verdadero talante


El presidente Barack Hussein Obama II, llegó al poder con un halo de popularidad y con grandes esperanzas en su primer período presidencial. No obstante, al arrancar el segundo las cosas han cambiado. Si bien ningún presidente había conseguido reelegirse con una tasa de desempleo superior al 7 por ciento. Obama lo logró con una tasa de 7.9 por ciento. El año pasado, la Oficina del Censo reportó que uno de cada seis estadounidenses es pobre. Padece la peor recesión desde 1929 y un significativo precio del galón de 3.5 dólares. Por otra parte Estados Unidos es el único país desarrollado que carece de cobertura médica universal. 

El periodista Dana Milbank, del The Washington Post, bautizó a Obama, como Mr. Congeniality por sonreír y al mismo tiempo golpear. La premio Pulitzer Maureen Dowd, en el NYT, definió el carácter de Obama en su primera conferencia de prensa en enero pasado como: 'arisco, regañón y autocompasivo', casi acusando a sus detractores de armar complots contra él. 

El liberal demócrata ha cambiado para dejar ver a un autócrata y manipulador, y así, para evitar el escrutinio público, ha cuadruplicó el número de firmas necesarias de ciudadanos para exigir explicaciones a la Casa Blanca, subiendo de 25,000 a 100,000. 

<< Ante el acoso de la prensa exigiendo información y haciendo preguntas incómodas, Obama oculta información, elude conferencias de prensa y emprende campañas de desprestigio contra los medios acusándolos de crispar el ánimo nacional. De manera significativa, Obama ha usado declaraciones públicas para atacar a Fox News por la cobertura de asuntos políticos que no son de su agrado.>> 


La “comedia de equivocaciones” de la política internacional


También en el plano internacional la prensa israelí acusó a Obama de pusilánime y febril por cancelar la ofensiva militar contra Siria. 

<<La política norteamericana hacia Siria podría ser descrita como una “comedia de equivocaciones” si las consecuencias en sufrimiento humano no fueran tan brutales. Luego de haber creado en gran escala un pantano de terrorismo e ilegalidad en Siria a través de operaciones encubiertas de insurgencia durante los últimos dos años y medio, el gobierno de Estados Unidos parece un malhadado Dr. Frankenstein que ha perdido el control sobre la bestia o tal vez debiéramos decir, las bestias.[…] 

Primero hace poco, Estados Unidos repitió sus llamados a su fabricada oposición siria, la Coalición Nacional Siria, para que asista a las conversaciones de Ginebra II, pero la CNS ha rechazado de plano la exhortación. >> 

Luego, la declaración conjunta de una mezcolanza de milicias mercenarias extranjeras -encabezadas por Al Nusra y el Ejército Libre Sirio, ambas afiliadas a Al Kaeda- dio otra voltereta y emitió un brusco repudio a la Coalición Nacional Siria y a cualquier otra agrupación política. 

<<El plan para el cambio de régimen liderado por Estados Unidos contenía fallas fatales por cuanto no reconocía el mandato legítimamente popular del gobierno de Assad, el profesionalismo del ejército sirio, la sólida alianza regional entre Siria, Rusia e Irán y en particular la resistencia de Rusia al oponerse a las maniobras políticas occidentales a través del Consejo de Seguridad de la ONU. Por otra parte, el eje conducido por Estados Unidos no contó con la inmensa oposición contra las maquinaciones imperialistas en el Medio Oriente de parte del público occidental hastiado de guerras. 

A partir de este juego incompetente, Washington ha terminado en un desastre incoherente y profano del cual no puede liberarse. Sus mercenarios en el terreno están siendo derrotados y han empezado a luchar entre ellos en guerras territoriales intestinas. Al Nusra, el Estado Islámico de Irak y Shams y el Ejército Sirio Libre constituyen más bien una amenaza contra ellos mismos que para el ejército nacional sirio.[…]

Hace un año, Washington y sus aliados estaban agresivamente por forzar el cambio de régimen en Siria a través de fomentar una guerra sucia por medio de un conjunto de agrupaciones mercenarias por encargo. No importaba que estos encargados estuviesen vinculados a la franquicia de Al Kaeda y que figuren en la lista oficial de terroristas de Estados Unidos. La agenda militar encubierta resultó un abyecto fracaso con el punto clave de inflexión unos cuatro meses atrás cuando la derrota de los militantes extranjeros en el pueblo de Qusay en la región central. Con la agenda de operaciones militares encubiertas perdiendo impulso, el ataque bajo bandera falsa con armamento químico en Ghouta Oriental fue el gambito de última oportunidad para Washington de lanzar una guerra abierta contra Siria y forzar así el plan para un cambio de régimen. 

No obstante, Washington y sus aliados no previeron la formidable oposición dentro de sus propias poblaciones contra cualquier aventurerismo militar semejante. El eje occidental tampoco previó la vigorosa resistencia internacional a cualquier salida militar. La advertencia del Presidente ruso, Vladimir Putin contra la agresión norteamericana tuvo eco en mucha gente común alrededor del mundo, incluyendo al público norteamericano y europeo. 

Habiendo sido arrinconado, a Washington se la ofreció por parte de Rusia una salida política cuando el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguey Lavrov estructuró el acuerdo para el desmantelamiento del armamento químico con John Kerry en Ginebra el 14 de septiembre del 2013. 

Ese acuerdo puso de vuelta al escenario central el proceso político. Lavrov urgió a Estados Unidos esa semana ejercer“ cualquier influencia que tenga” para presionar a la variopinta oposición y así tener éxito en las conversaciones de Ginebra. 

El alto diplomático ruso declaró que “el principal obstáculo en el camino sigue siendo la incapacidad de nuestros socios (Estados Unidos) para hacer que la oposición siria, que ellos apoyan, vaya a Ginebra y se siente a la mesa de negociaciones con el gobierno.”

Lavrov es un gran diplomático que no emplea un lenguaje descortés. Pero la esencia de lo que dijo es la siguiente: “Washington ha hecho un desastre en Siria y carece del poder para repararlo. 

Ciertamente de manera correcta, un mundo que percibe a Washington financieramente en bancarrota, también claramente lo percibe como una fuerza política quebrada. Bancarrota en casa y en el exterior, Siria remarca el hecho ineludible que Washington es un factor geopolítico acabado.>> [1]


Jorge Pérez Uribe

[1] Finian Bill Cunningham, EEUU: bancarrota en casa y en el exterior, 9 noviembre 2013  http://www.strategic-culture.org


miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL DESTINO MANIFIESTO


John Gast El Progreso Estadounidense



Por José Manuel Villalpando, historiador



Fervorosamente creían que Dios los había elegido. El favor divino los había hecho superiores a los demás hombres y además, les había otorgado el derecho de extenderse y de posesionarse de todo el continente americano. Así pensaban y así actuaban casi todos. Para justificarse y ganarse adeptos, concibieron una teoría que les aseguraba el entusiasmo de las masas y las generosas recompensas que su religión puritano-calvinista ofrecía a los celosos promotores del crecimiento territorial de su nación: tierras para explotar y por consecuencia, poder económico, sinónimo de la elección divina de ese Dios que reconocía como hijos suyos a aquellos que triunfaban en lo material.

Llamaron a esa peculiar doctrina el “Destino Manifiesto”. Era una confluencia de ideas corrientes, más o menos adaptadas al pensamiento protestante, producto del pueblo, pero compartidas por igual por las clases cultas y por la masa semi analfabeta. Así, el Destino Manifiesto consistía en la convicción de que el pueblo de los Estados Unidos de América, tenía el derecho, concedido por Dios, de extenderse y de posesionarse de todo el continente americano para desarrollar en él “el gran experimento de la libertad”, al considerar que ellos, los norteamericanos, eran definitivamente superiores a los demás hombres, no sólo en el aspecto racial, sino también en el moral, razones estas que justificaban el derecho de apropiarse de amplias extensiones territoriales con la finalidad de llevar a cabo una misión civilizadora en el orden político, salvadora en el religioso y de progreso económico al volver productivos los inmensos y ricos territorios que permanecían ociosos y sin provecho en el continente americano.

Ya desde 1786, diez años después de haber declarado su independencia, en los Estados Unidos se hablaba ya del derecho que tenía a extenderse. Thomas Jefferson escribía estas terribles y proféticas palabras: “Nuestra confederación ha de ser considerada como el nido del cual partirán los polluelos destinados a poblar América. El peligro actual no radica en el hecho de que España sea dueña de extensas posesiones americanas, sino que en su debilidad permita que caigan en otras manos, antes de que seamos lo suficientemente fuertes para arrebatárselas, parte por parte”. Ya desde entonces el plan estaba concebido: Los Estados Unidos crecerían a costa de los antiguos dominios españoles en América, y por supuesto, el más cercano, el más apetecible, lo era México. Para ello, sabrían esperar: esperaron que su propio país se fortaleciera, esperaron que España perdiera sus colonias, esperaron las independencias de las diversas naciones hispanoamericanas y luego, simplemente avanzaron.

Mientras llegó el momento de iniciar las conquistas, fueron forjando el Destino Manifiesto. En buena medida, estas ideas, que flotaban en el ambiente popular, fueron recogidas por el gobierno norteamericano y encauzadas por él. Uno de los presidentes de los Estados Unidos, John Quincy Adams no ocultaba su convicción expansionista: “La totalidad del continente norteamericano parece encontrarse destinado por la Providencia para ser poblado por una sola nación, hablando un sólo idioma, profesando un sistema uniforme de principios religiosos y políticos, habituada a un sistema general de usos sociales y de costumbres”. La referencia es clara. La nación sería el pueblo de los Estados Unidos; el idioma, el inglés; los principios religiosos, los del puritanismo-calvinista; los principios políticos, la libertad y la democracia al estilo norteamericano; los usos sociales y las costumbres, las derivadas de la creencia de que Dios premia el esfuerzo material y concede la gloria al que triunfa en el ámbito económico.

Lograron impulsar su afán expansionista con el poderoso ingrediente religioso. Dios les había encomendado una misión regeneradora, a ellos, que eran el pueblo elegido. Por eso, frente a los demás pueblos, y especialmente los hispanoamericanos, que padecen la carga de sus vicios, y que heredaron lo peor de la raza española y de las razas indígenas naturales de América, el pueblo de los Estados Unidos, que es un pueblo superior y al mismo tiempo salvador, se encargaría de su rescate y regeneración, aún cuando para cumplir con esta misión divina, se vieran en el preciso y doloroso apremio de ejercer la fuerza y la violencia. Quedaba así justificada la guerra. Otro norteamericano ilustre, James Buchanan, aseguraba que en su tiempo, el de la guerra con México, los Estados Unidos tenían que cumplir con “el destino que la Providencia tiene previsto para ambas razones”. Así, la absorción de México por parte de los Estados Unidos resultaba inevitable. Para ellos era una exigencia suprema, “la realización religiosa de nuestra gloriosa misión nacional bajo la guía de la Providencia divina, para poder así civilizar, cristianizar y levantar de la anarquía y degradación a un pueblo de lo más ignorante, indolente, malvado y desgraciado”: el pueblo mexicano.

Los mexicanos fuimos el objeto de su “misión redentora”. Para llevarla a cabo, no escatimaron recurso alguno, pues recurrieron a la política, a la diplomacia, a la presión, al soborno, a la intriga, a la conspiración y finalmente a la guerra. No importaba, el fin justificaba los medios. Estaban verdaderamente convencidos de su “misión”. Un pastor protestante, el reverendo Johnson, escribió en 1848: “He oído decir que se nos ha constituido misioneros del cielo para llevar la luz, aunque sea mediante el fuego y la espada, hasta ese país descarriado. He oído decir que hemos sido escogidos por la Divina Providencia para purificar una religión falsa y tenebrosa, sustituyéndola por la más pura y santa luz de la religión protestante. He oído decir que esta guerra se lleva a cabo con el fin de ensanchar el área de la libertad”. Esta era la “misión justificadora”, expuesta por el iluminado clérigo protestante. La misión real, la verdadera, la pragmática, era otra. En 1857, John Forsyth, representante estadounidense en México, y uno de los más destacados promotores de la expansión territorial, era mucho más sincero en los fines que perseguían: “Nuestra raza, y espero que también nuestras instituciones, cubrirán este continente, en el que las razas híbridas tendrán que sucumbir y desaparecer, ante las energías superiores del hombre blanco”.

Y así sucedió. La explicación —válida hoy en día— de lo que ha sucedido en la tormentosa relación entre México y los Estados Unidos y de las razones que nos han llevado siempre a ser sus impotentes víctimas, la dio, desde hace más de un siglo, José María Bárcena: “El amor propio ofusca y ciega a las naciones como a los individuos, La nuestra, impresionada en el sentido de la decisión y la fortuna con que luchó por su independencia, y conservando el carácter que distingue a nuestra raza, no había podido comprender que, mientras aquí nos hacíamos trizas por el federalismo o el centralismo, sin adelantar sino poquísimo en intereses y prosperidad materiales y atrasándonos no escasamente en administración, orden y economía, aunque juzgándonos el pueblo más avanzado y dichoso de la tierra, a la otra puerta una nación flemática, cuerda y laboriosa, creciera y verdaderamente progresara por medio del respeto a sus leyes, si no siempre a la justicia; del respeto a sus propias costumbres e instituciones, y del espíritu de trabajo y de adelanto material; en cuyas cualidades los Estados Unidos, por grandes que sean sus lacras y defectos en otras líneas, pueden y deben servir de ejemplo al género humano”.

Ellos no van a cambiar; no han cambiado nunca. No sé por qué esperamos que se comporten de manera diferente si así han sido siempre. Más bien, los que no hemos aprendido la lección somos nosotros. Tal parece que no nos queda, como lo pedía Lucas Alamán, más que implorar al Todopoderoso, “en cuya mano está la suerte de las naciones, que dispense a la nuestra la protección con que tantas veces se ha dignado preservarla de los peligros a que ha estado expuesta.”


16 de octubre de 2013


Fuente: Villalpando y la historia

jueves, 17 de enero de 2013

“…SO HELP ME GOD”




La ceremonia de investidura presidencial estadounidense

El día 20 de enero de 2009 se efectuó la toma presidencial de Barack Hussein Obama presidente número 44 de Estados Unidos. Cuando Obama accedió a las escalinatas del Capitolio, los más de dos kilómetros que mide el parque del National Mall de Washington, -prácticamente tapizados- por cerca de dos millones de personas, irrumpieron en un grito de júbilo. Poco después de las 11.30 horas tuvo lugar la ceremonia de investidura.

Para realizar la fórmula de juramento, el presidente electo coloca su mano izquierda sobre la vieja Biblia de Abraham Lincoln -sostenida en este caso por su esposa Michelle-, y levanta la mano derecha diciendo exactamente: Juro (o prometo) "solemnemente desempeñar con toda fidelidad el cargo de presidente de los Estados Unidos y hasta el límite de mi capacidad, preservar y proteger la Constitución de los Estados Unidos", y termina con un “so help me God” ( y que Dios me ayude).

Posteriormente Obama dirigió un discurso en el que hizo referencia a los “padres de la patria”, a los inmigrantes, a los muertos en combate. Agregó “Por mucho que el gobierno pueda y deba hacer, en última instancia esta nación depende de la fe y la decisión del pueblo estadounidense. Esta es la fuente de nuestra confianza - el saber que Dios nos llama a dar forma a un destino incierto […] Este es el significado de nuestra libertad y de nuestro credo - por lo que hombres y mujeres y niños de todas las razas y de todas las fes pueden unirse en una celebración a lo largo y ancho de esta magnífica explanada, por lo que un hombre cuyo padre, hace menos de 60 años, no habría sido servido en un restaurante ahora está ante vosotros para prestar el juramento más sagrado".



Y finalizó diciendo: 
Gracias, que Dios os bendiga, que Dios bendiga a América”.

Previamente al evento Obama y su familia asistieron a un servicio privado en la iglesia episcopal de San Juan, una tradición para quienes están a punto de rendir el juramento presidencial. La familia del vicepresidente electo Joe Biden también asistió.

Barack y Michelle Obama saludaron a los espectadores y entraron a la iglesia entre los aplausos de unas 200 personas. El coro y la congregación empezó a cantar el himno "O God Our Help in Ages Past" (Oh Dios, nuestro socorro en el ayer). Hay que aclarar que Obama pertenece a la iglesia bautista Ebenezer, que es la misma a la que perteneció Martin Luther King y que en su campaña estuvo acompañado y asesorado por el reverendo Raphale Warnock.

Para la ceremonia de investidura a celebrarse el 21 de enero del presente año, Obama adicionalmente a la Biblia de Abraham Lincoln, jurará sobre la Biblia del pastor Martin Luther King Jr., mártir de la resistencia civil pacífica desarrollada en los años 50´s y 60´s en favor de los afroamericanos


El sano laicismo

Al regresar al Vaticano después de su viaje a Estados Unidos en 2008, Benedicto XVI expreso: “pude rendir homenaje a ese gran país, que desde los inicios se ha edificado a partir de una feliz conjugación entre principios religiosos, éticos y políticos, y sigue siendo un válido ejemplo de sana laicidad, donde la dimensión religiosa, en la diversidad de sus expresiones, no sólo es tolerada, sino valorada como "alma" de la nación y garantía fundamental de los derechos y de los deberes del ser humano. En este contexto, la Iglesia puede desempeñar con libertad y compromiso su misión de evangelización y promoción humana y, al mismo tiempo, puede ser de estímulo para un país, como los Estados Unidos, al que todos dirigen su mirada como uno de los principales agentes del escenario internacional, para que se oriente hacia la solidaridad global, cada vez más necesaria y urgente, y hacia el ejercicio paciente del diálogo en las relaciones internacionales”. [1]

En su visita a la sede de la embajada de Italia en el vaticano, manifestó Benedicto XVI: "Esta breve visita es propicia para sostener cómo la Iglesia sea bien consciente que a la estructura fundamental del cristianismo pertenece la distinción entre lo que es del César y lo de Dios, es decir la distinción entre Estado e Iglesia"

“Sostuvo que la división de los poderes políticos y espirituales no sólo es reconocida y respetada por la Iglesia, sino que ella se "alegra" por tal situación al considerarla como "un gran progreso de la humanidad”.

“Esta separación (conocida también como `laicidad´) es condición fundamental para la libertad religiosa y el cumplimiento de la misión universal de salvación entre los pueblos del cristianismo”[2]


El laicismo enfermizo

¿Puede alguien imaginar el escándalo, la rasgadura de vestiduras y los mítines de “desagravio” que una ceremonia como la estadounidense ocasionaría en nuestro país? Me imagino a comentaristas como Rodolfo Echeverría, Enrique Krauze, Jacobo Zabludovsky, Joaquín López-Dóriga, Francisco Martín Moreno etc., hablando de una “vuelta al estado confesional” y quemando incienso al liberalismo de Gómez Farías, Benito Juárez, Lerdo de Tejada, etc. Parece que leo a Bernardo Barranco, Roberto Blancarte y otros “especialistas” en religión hablando de “Constantinismo”, leo una débil protesta de la Gran Logia del Valle de México y otras logias, pero no así de pseudo católicos como Patricia Mercado, Católicas por el Derecho a Decidir, Observatorio Eclesial, etc. Vislumbro mítines, marchas, concentraciones de desagravio en el Zócalo y en hemiciclo a Juárez, presididas por los mismos íconos de siempre, recuperando los “principios liberales” y remitiendo a los católicos a no externar fuera de los templos sus creencias religiosas.

¿Recuerdan a ese católico congruente y valiente que fue Carlos Abascal? Quién por atreverse a expresar la fórmula “que Dios los bendiga” -al igual qur Obama-, fue criticado ferozmente y apodado “monseñor” en señal de mofa.

Sin que yo lo mencione salta a la vista el prejuicio antirreligioso, que inmediatamente ve complots y nos remite a un pasado que no puede volver -entre otras razones- por la desconocida legislación canónica, que prohíbe a sacerdotes y religiosos ejercer cargos de elección popular, por el ecumenismo y el diálogo interreligioso que llevan al respeto de las distintas Iglesias y religiones.



El fenómeno del laicismo radical


La siguiente afirmación de Antonio Cañizares, parece que nos remitiera a lo que vivió México desde mediados del siglo XIX: «El fenómeno de la secularización, al menos en algunos países, asume cada día con más fuerza la forma de un laicismo, más o menos oficial, radical e ideológico, en que Dios no cuenta, se actúa "como sí Dios no existiera", y a la fe se le reduce o recluye a la esfera de lo privado. En algunas partes, este laicismo se está convirtiendo en el dogma público básico, al tiempo que la fe es sólo tolerada como opinión y opción privada, y así, a decir verdad, no es tolerada en su propia esencia». 

<<Este laicismo ideológico, continúa, comporta un modo de pensar y vivir en el que la referencia a Dios es considerada como una deficiencia en la madurez intelectual y en el pleno ejercicio de la libertad>>. 

«Para construir la paz es preciso estar muy atentos para no caer en esa mentalidad que poderosamente está actuando en nuestro mundo inspirada por el laicismo ideológico, totalitario y excluyente»…<<El laicismo radical, al ser intolerante, se convierte en una amenaza para la paz>>. 

«La libertad individual viene a ser como un valor absoluto al que todos los demás tendrían que someterse, y el bien y el mal habría de ser decidido por uno mismo, o por consenso, o por el poder, o por las mayorías». 

Es éste el origen de incontables y hondos dramas personales que viven tantos hombres de nuestro tiempo, señala, «porque en tal secularización y laicismo el hombre se queda solo, en su soledad más extrema, sin una palabra que le cuestione, sin una presencia amiga que le acompañe siempre, sumido con frecuencia en la soledad del vacío y de la nada". 

Más aún, es ésta la raíz de los mayores peligros que podemos avizorar en el campo social y político, pues «si el hombre por sí solo, sin Dios, puede decidir lo que es bueno y lo que es malo, también puede disponer que un determinado grupo de seres humanos sea aniquilado». Tal realidad fue la que conoció el mundo durante el Tercer Reich 

Hay a este propósito, una sacralidad olvidada que reclama urgente respeto. Su raíz está en que «los derechos fundamentales del hombre no son creados por el legislador ni concedidos a los ciudadanos, sino que más bien existen por derecho propio y han de ser reconocidos y respetados por el legislador, pues se anteponen a él como valores superiores. La vigencia de la dignidad humana previa a toda acción y decisión política remite en última instancia al Creador: sólo Él puede crear derechos que se basan en la esencia y verdad del ser humano y de los que nadie puede prescindir». 

«Es precisamente en torno a esta sacralidad olvidada que se juega también el futuro de la libertad humana: Que haya realidades, valores, derechos, que no son manipulables por nadie, `sagrados´, es la verdadera garantía de nuestra libertad, de la grandeza del ser humano, de un futuro para el hombre: la fe ve en ello el misterio del Creador y la semejanza conferida por Él al hombre». 

A contrario sensu, negar a Dios es negar al hombre, expresa Cañizares: "El hombre puede excluir a Dios del ámbito de su vida personal y social o pública. Pero esto no ocurre sin gravísimas consecuencias para el hombre mismo y para su dignidad como persona, para la asunción de aquellos valores que son base y fundamento de la convivencia humana, para todas las esferas de la vida". 

El eclipse y el silenciamiento de Dios conllevan el eclipse y silenciamiento del hombre... La garantía de la paz no puede ser otra --concluye con Benedicto XVI-- «que el respeto de la 'gramática' escrita en el corazón del hombre por su divino Creador», siendo en consecuencia radicalmente imposible la convivencia y cohesión social si Dios es el gran ausente ». [3]