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martes, 16 de mayo de 2023

DEL MAZO, FRENAR AL NARCO EL 4 DE JUNIO


Pablo Hiriart | mayo 16, 2023

Para los gobernadores hacer proselitismo en favor de un candidato(a) se castiga con cárcel, según la reforma hecha en el actual sexenio, que se aplica solo a los de la oposición.

Exigirle al gobernador del Estado de México que opere para ayudar al triunfo de la candidata de la alianza es pedir un imposible.

Para los gobernadores hacer proselitismo en favor de un candidato o candidata se castiga con cárcel, según establece la reforma hecha en el actual sexenio.

Como hemos visto, la ley es para los opositores y no para el oficialismo. Los gobernadores de Morena están desatados en la promoción de dos precandidatos presidenciales de su partido.

Para ellos no aplica la ley. Hay carta blanca de impunidad.

Así es que la mejor contribución que puede hacer el gobernador Del Mazo es frenar la operación de los grupos del crimen organizado que trabajan como brazo electoral de Morena.

En las elecciones intermedias en el Estado de México las bandas de narcotraficantes que operan en el sur del estado, hacia la Tierra Caliente, hicieron su tarea siniestra para inhibir candidatos de oposición al partido del Presidente.

Ya trabajaron para Morena, secuestraron y amenazaron de muerte a candidatos como ocurrió en Valle de Bravo. Más hacia el sur también cuentan con “bases” para realizar operación electoral.

Uno de los modos de operación es secuestrar o amenazar a los representantes o funcionarios de casillas para que no se presenten el día de la elección, y que ocupen su lugar los tres o cuatro que están formados en primer lugar en la fila, puestos ahí por Morena.

Luego, rellenan las urnas o cambian los votos.

Eso hicieron en las elecciones para la gubernatura de Sinaloa, en la que ni el candidato del PRI ni el gobernador se atrevieron a ir a fondo en los reclamos por la participación del cártel más poderoso del mundo en los comicios estatales.

Visto humanamente, sus razones fueron entendibles.

Algo similar ocurrió en Baja California Sur. Y en el Estado de México la prensa jugó un papel importante al señalar, con detalle, la participación del narco en secuestros y amenazas.

Es mucho pedirle al gobernador mexiquense que garantice la no intervención del crimen organizado en los comicios porque es tarea federal.

Sin embargo, es algo de lo poco que Del Mazo puede hacer, a un riesgo muy alto, para evitar que Morena se imponga por una ventaja tan abismal como ficticia.

Delfina Gómez llevaba la delantera en las encuestas del Estado de México, pero la elección no se define hasta el día de los comicios.

Aún falta que venga el último paquete de encuestas serias –como la de esta casa editorial y no muchas más–, para tener un indicador más aproximado de si la ventaja morenista se mantiene o viene una elección cerrada.

Las expresiones que nos dicen que Alejandra Del Moral ya empató o está muy cerca hay que tomarlas con reservas, pues suelen ser “encuestas anímicas” y no necesariamente profesionales.

E incluso las encuestas serias pueden tener margen de error, por el voto oculto debido al miedo a que por expresar cierta intención de voto el encuestado pierda el apoyo económico que recibe del gobierno federal.

La elección mexiquense está marcada por la intervención ilegal del presidente de la República.

Ya hemos visto que para él no rige la ley: puede hacer lo que quiera en la promoción de su partido y campañas negras contra la oposición.

López Obrador es el gran elector de su partido, el promotor de Morena y el artífice de calumnias contra la oposición y sus candidatos o prospectos de serlo.

Tanto en Morena como en el Estado de México las elecciones llevan el sello de la intervención presidencial.

Hay ilegalidad de principio a fin. El INE se transformó en espectador del activismo del Presidente.

Lo que hace en el Estado de México amerita, cuando menos, que anulen la elección si es que gana la candidata Delfina Gómez.

“¿Quieres que continúen las pensiones para los adultos mayores? Ya sabes por quién vas a votar”, dijo el Presidente el 11 de este mes.

Y preguntó a continuación: “¿Quieres que por el bien de todos, primero los pobres? Ya sabes por quién vas a votar”.

Metido hasta el cuello está el Presidente en las elecciones mexiquenses, y nadie lo para.

Y si además del Presidente también interviene el narco, entonces las elecciones darán como resultado un nocaut artificial de Delfina Gómez.

Artificial e inaceptable.

Esperemos que el gobernador intervenga en lo que medianamente puede.

Que intervenga para hacer respetar la ley y dar seguridad a los mexiquenses, aun en el área que es responsabilidad federal: frenar la operación política de la delincuencia organizada.


lunes, 22 de agosto de 2022

ASÍ SE CREA UN NARCO-ESTADO


Venezuela pasó a ser narcoestado desde que se dio a las Fuerzas Armadas el papel de proteger los cargamentos de drogas que llegan de Colombia.



Pablo Hiriart | agosto 19, 2022

BOGOTÁ, Colombia.- Militarizar el país y abrir los brazos a los grandes cárteles del narcotráfico fue la manera en que Venezuela pasó de ser una democracia ejemplar a un narco-Estado miserable.

El amasiato entre poder político, poder militar y cárteles de las drogas hace que un inepto en la Presidencia sea imbatible.

Escribo esto a propósito del debate que hay en México acerca de militarizar la Guardia Nacional y los múltiples encargos dados a las Fuerzas Armadas, que no rinden cuentas a nadie por el velo de la ‘seguridad nacional’.

México no es un narco-Estado, pero si se avanza en la militarización del país, acompañada de cuatismo con el narco, nuestro destino será el de los venezolanos.

Cárteles de las drogas y Fuerzas Armadas al servicio de un proyecto político es la fórmula del veneno.

En Venezuela, el chavismo no va a entregar nunca el poder, así pierda 10 veces seguidas las elecciones.

Si cae el poder en manos de la oposición, todos los integrantes de ese complejo político-militar-criminal que gobierna Venezuela estarán en riesgo de ir a la cárcel.

Peor aún: serían extraditados porque tienen orden internacional de captura, por narcotráfico.

Tras la pérdida del poder, lo que viene para ellos es la extradición.

Venezuela pasó a ser narco-Estado desde que se dio a las Fuerzas Armadas el papel de proteger los cargamentos de drogas que llegan de Colombia, y que gerentes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación sacan del país gobernado por Maduro, vía aérea, hacia México.

Los protectores del traslado de drogas por el territorio venezolano son los militares, por lo que ganan fortunas, y para sobrevivir sólo tienen que impedir que gane la oposición.

Esa fue la clave del éxito chavista, para desgracia de los venezolanos de bien: militarizar, militarizar, militarizar, y poner a las Fuerzas Armadas al servicio de los narcos colombianos y de sus capataces mexicanos.

A los generales y altos oficiales de Venezuela se les conoce popularmente como ‘el cártel de los soles’, por sus insignias castrenses, pero en realidad no operan con la estructura de un cártel.

El ‘cártel de los soles’ es un revoltijo de autoridades del partido gobernante, Ejército, Marina, policías (militarizadas), servicios de inteligencia, comandos creados por el chavismo ‘para cuidar al pueblo’.

Sus cabezas son Diosdado Cabello –político y militar en retiro, compañero de Chávez en el intento de golpe de Estado–, el general Dimir Padrino –ministro de Defensa– y uno de los hombres más ricos del chavismo, exministro del Interior, exgobernador, Tareck el Aisam.

Todos ellos tienen orden de aprehensión en Estados Unidos, igual que el presidente Maduro.

Los militares venezolanos no necesitan ensuciarse las manos con el trasiego de la droga ni con embarcarla: sólo deben dejar hacer. También los gobernadores (del partido gobernante) tienen su rol y su tajada.

Quienes introducen la droga a Venezuela son las guerrillas colombianas, disidencias de las FARC y ELN. Disidencias, porque no se acogieron a los acuerdos de paz con el gobierno de Colombia y volvieron ‘al monte’ a matar y a traficar con drogas en nombre del pueblo, de Marx, de Lenin y de la sociedad sin clases.

Son grupos criminales binacionales. Una de las disidencias de las FARC, por ejemplo, tiene en Venezuela mil 900 hombres armados –según informes de militares colombianos–, que son protegidos por el régimen de Nicolás Maduro, en nombre de la patria grande de Bolívar.

Y el otro grupo disidente –que nunca quiso paz– tiene unos 5 mil guerrilleros en armas dentro de Colombia y en Venezuela.

Todos ellos, más el ELN (Ejército de Liberación Nacional), operan en Venezuela con la protección del ‘cártel de los soles’.

Los estados venezolanos que reciben el mayor volumen de cocaína para transportar a México son los de Táchira y Zulia.

Ambos están a tiro de piedra del Catatumbo colombiano, una de las regiones con mayor producción de coca y su derivado.

Táchira (Venezuela) es gobernado por Fredy Bernal, exjefe de la Policía Nacional y alto mando en los servicios de inteligencia de su país, que tiene los amarres con los líderes de las narcoguerrillas colombianas.

Y el estado de Zulia no sólo es importante por su inmensa riqueza petrolera, sino por ser caribeño: está inundado de pistas clandestinas desde donde salen los aviones con droga hacia México.

Los embarques son supervisados por gerentes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Gerentes, porque esos grupos criminales no han mandado a Colombia y a Venezuela a sus sicarios, sino a especialistas que cuidan la calidad del producto y el transporte.

Al militarizar Venezuela y abrir los brazos a las narcoguerrillas colombianas y a los grandes carteles mexicanos, todo el andamiaje de poder en ese país gana dinero.

Y si sueltan el poder, o se traicionan entre ellos, pierden la libertad.

No hay manera de sacarlos, aunque este año tengan (prospectivas 2022 del FMI) una inflación de 500 por ciento y sea el país más peligroso de América Latina (Mapa ABC internacional de la criminalidad).

Tampoco hay posibilidad de alternancia en el poder ni de respeto a los derechos humanos.

Ese es un narco-Estado, que nació de la militarización, permisividad con el narco y la obsesión de perpetuarse en el poder/.

https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/08/19/asi-se-crea-un-narco-estado

viernes, 24 de junio de 2022

AMLO RELAJÓ Y LE ABRIÓ LOS LÍMITES AL NARCO



 


Salvador García Soto | 23/06/2022

Lo más grave es que nadie puede convencer al Presidente de que su estrategia para enfrentar al crimen está equivocada y fuera de la realidad.

Los efectos del discurso presidencial en México, que dice públicamente que a los narcotraficantes y criminales se les deben proteger sus derechos “porque también son seres humanos”, empiezan a verse y sentirse en las acciones de un crimen organizado cada vez más cruel, retador y desafiante, que está rompiendo con todos los parámetros y códigos conocidos en la violencia endémica que padecemos desde hace ya 16 años los mexicanos.

Si el jefe del Estado mexicano le anuncia desde la sede misma de su poder, que su gobierno renuncia a hacer uso del monopolio de la fuerza y aplaude y celebra que los militares y guardias huyan despavoridos y no los enfrenten, el mensaje que llega nítidamente a los sanguinarios capos, sicarios y demás fauna criminal que hoy deambula en el territorio nacional, es que con esta administración hay “China libre”, se puede hacer y decir lo que quieran y manden los criminales: desde masacrar a niños y mujeres afuera de una escuela primaria en Salamanca, asesinar a granjeros y vendedores de pollo y sus familias en Guerrero, hasta subir videos donde humillan y persiguen a las Fuerzas Armadas del país o, ¿por qué no?, entrar a una iglesia y asesinar a un guía de turistas que se gana la vida honestamente y luego acribillar a sangre fría a los dos sacerdotes que intentaban defenderlo, y de paso llevarse los cuerpos en una camioneta como si se tratara de animales sacrificados.

No es que el narco y sus ejércitos armados hayan crecido de pronto o se hayan vuelto más de la minoría violenta que son y han sido desde que comenzó la torpe guerra contra el narco de Felipe Calderón. Eventualmente los cárteles de la droga se fragmentaron y pulverizaron como efecto de la política calderonista y la de Enrique Peña Nieto de perseguir “objetivos” y detener a capos importantes, a los que sustituyeron sicarios menores y quizás más crueles y sanguinarios que sus antiguos jefes.

Pero con López Obrador esa fragmentación no sólo continuó sino que se alentó con la inacción del gobierno federal y su política absurda de “abrazos, no balazos”, en la que la orden expresa al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional de no combatir ni confrontar a los criminales e incluso huir si es necesario cuando se los topan de frente, ha hecho que las fuerzas del narco parezcan y actúen como si fueran superiores a la fuerza del Estado, algo que aunque no es real ni en número ni en capacidad de fuego, sí es lo que se ve y se percibe en el campo y en amplias regiones del país, donde los criminales actúan a sus anchas y con total libertad e impunidad porque saben que ni la Federación, ni los estados y mucho menos los municipios a los que tienen cooptados y controlados, los enfrentarán.

Por eso el artero crimen de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, y del guía de turistas Pedro Palma, ha conmocionado tanto a México y al mundo: porque nos confirma que, a fuerza de tanto repetir desde Palacio Nacional que el Estado no iba a perseguir y mucho menos a confrontar ni detener a los criminales armados por respeto a “sus derechos”, se terminó haciendo de este país una suerte de sociedad distópica, una anarquía en la que se está imponiendo la ley del más fuerte y en la que los criminales sí usan la violencia y la fuerza de las armas para amedrentar, extorsionar, secuestrar o matar a los ciudadanos indefensos, mientras el Estado sólo patrulla y se hace el disimulado, y sólo actúa y reacciona cuando las masacres y crímenes más horrendos ya ocurrieron y como reacción al clamor de justicia de las víctimas.

Lo más grave es que nadie puede convencer al presidente López Obrador de que su estrategia para enfrentar al crimen está equivocada y completamente fuera de la realidad. Cuando dice que él actúa “diferente” y que está “combatiendo las causas de la delincuencia desde la raíz”, el Presidente confunde la política social, sus ayudas económicas a la población, con la política criminal y de seguridad de un gobierno. La primera está bien y, eventualmente puede ayudar a reducir las causas de la pobreza y evitar el enganchamiento de jóvenes al crimen organizado, pero la segunda no depende de los apoyos sociales y debe ejecutarse bajo una lógica simple y llana: el Estado tiene la obligación de utilizar y reivindicar el monopolio de la fuerza y perseguir, combatir y procesar a todo aquel que viole la ley de manera flagrante, como lo hace el crimen organizado y armado.

Una cosa no excluye a la otra, López Obrador puede seguir con su política social y creer que con ello está incidiendo para que a futuro –en el mediano o largo plazo— cambien las condiciones de vida de los sectores más marginados y eso reduzca la base social y humana del narcotráfico; pero no puede renunciar, de manera tan cínica y negligente, a su responsabilidad primaria, esa que juró cumplir y hacer cumplir en la Constitución, que es garantizar que la fuerza del Estado, los miles de millones de pesos (104 mil millones de pesos este año) que hoy como ningún gobierno de la historia invierte en el Ejército y las Fuerzas armadas, son para proteger y defender a la población de los criminales cada vez más crueles e inhumanos.

Si persiste en ese grave error, de ponerse del lado de los criminales y sus derechos y no de parte de los ciudadanos que respetan la ley, el Presidente estará condenado a la ignominia de la historia y nunca podrá quitarse la sospecha de ser un gobierno aliado o liado con los narcos, por más que exija pruebas de esos señalamientos. Y si las cosas siguen como van, y este país se sigue hundiendo en la anarquía, el horror y la putrefacción, a la gente que se dice buena, la que paga impuestos y respeta la ley, no le quedará otra que defenderse de los malos, esa minoría violenta y armada que hoy nos tiene atemorizados y sometidos. Parece una película distópica y una anarquía, pero en eso se está convirtiendo México con sus autoridades omisas, incapaces o cómplices y su sociedad callada y agachada.

https://www.eluniversal.com.mx/opinion/salvador-garcia-soto/amlo-relajo-y-le-abrio-los-limites-al-narco?fbclid=IwAR3IhA2XAaI7EF8P-O3cfMTusKImfl6y5cPcMpgnOos3B1Ib8JE9Efh-raM

sábado, 4 de junio de 2022

PORFIRIO MUÑOZ LEDO DENUNCIA EL CONTUBERNIO DE AMLO CON LA DELINCUENCIA

 



¿Quién es Porfirio Muñoz Ledo?



Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, nacido el, 23 de julio de 1933, es un personaje de la academia nacional e internacional, que militó en el PRI, el PT, el PRD y finalmente en MORENA. Fue fundador de la “Corriente Democrática” del PRI y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Estudios realizados


Una biografía señala que nació en el seno de una familia humilde, aunque acudió al jardín de niños “Brígida Alfaro”, ubicado en la Col. Del Valle, en donde tuvo por compañero a Cuauhtémoc Cárdenas. Después cursó la primaria y la secundaria en el Instituto México, y la preparatoria en el Colegio Universitario México, ubicados en la misma colonia. Luego ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde estudió Derecho, y fue presidente de los estudiantes de Derecho. Obtuvo su título en 1955; al siguiente año se trasladó a Cuba en donde llevó a cabo su posgrado en la Academia Interamericana de Derecho Comparado de Cuba, dos años más tarde realizó su doctorado en Derecho Constitucional y Ciencia Política en la Universidad de París.

Docencia


A finales de la década de 1950 comenzó a ejercer como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puesto que desempeño por cuatro años entre 1956 y 1960, por el mismo periodo de tiempo fue docente en la Universidad de Toulouse, Francia. En 1962 fue contratado como profesor en la Escuela Normal Superior, cargo en el que se desempeñó entre 1962 y 1963, el siguiente año empezó a desempeñarse como docente en el Colegio de México, ocupó este puesto entre 1964 y 1978, de manera paralela se unió al Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico y Social de la Universidad de París, en el que trabajó en 1965. Al terminar su labor en el Colegio de México, ejerció como profesor en la Universidad de Oxford y fue consejero académico de la Universidad Cándido Méndez de Brasil.

Trayectoria política de Muñoz Ledo


Mientras se desempeñaba como profesor accedió a puestos de renombre en instituciones del gobierno dedicados a la educación; cabe mencionarse que, por este entonces Ledo, estaba vinculado con el PRI. El primer cargo que obtuvo fue como subdirector de Enseñanza Superior e Investigación Científica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cargo que ejerció entre 1961 y 1964, el siguiente año se unió al equipo del consejo consultivo cultural de la embajada de México en Francia, llevó a cabo sus labores entre 1965 y 1966, momento en el que estaba trabajando en el Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico y Social de la Universidad. Más tarde es nombrado Secretario General del Instituto Mexicano del Seguro Social, cargo que desempeñó entre finales de la década de 1960 y comienzos de 1970, su labor en esta y el conocimiento adquirido le valió el reconocimiento del gabinete presidencial, llegando a ser nombrado subsecretario de la Presidencia de la República en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez.

En 1972 fue nombrado Secretario del Trabajo y Previsión Social, mientras llevaba a cabo sus funciones en la secretaria, creó el Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero. Durante este periodo fue miembro de la Junta de Gobierno del Fondo de Cultura Económica, participó en esta entre 1972 y 1977; hacia mediados de la década de los setenta fue elegido presidente del Fondo para las Ideas Revolucionarias de México, dos años más tarde es nombrado presidente de la junta del Fondo de Cultura Económica, por este mismo periodo fue escogido Secretario de Educación Pública y se convierte en miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, asimismo, comenzó a trabajar como asesor para Asuntos Especiales de la Presidencia de la República; para finales de la década de 1970 fue escogido representante permanente de México ante la ONU, puesto que ejerció entre 1979 y 1985.

Tres años más tarde fue elegido senador de la República y a comienzos del año 2000 se lanzó como candidato a la presidencia por el PARM, sin embargo, renunció a su candidatura poco tiempo después, sumándose en ese momento al equipo de Vicente Fox, candidato panista. En 2004 rompe sus relaciones con el foxismo y se unió a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su campaña presidencial Proyecto Alternativo de Nación. En septiembre de 2018 es elegido Diputado de la Cámara y presidente de la misma.

A partir de la década del 2000, comenzó a incursionar en el periodismo y la escritura


La denuncia del viejo camarada:





Denuncia Muñoz Ledo “contubernio” entre Presidente y delincuencia organizada, el cual, dice, no es heredable

El expresidente de la Cámara de Diputados y militante de Morena Porfirio Muñoz Ledo aseguró que México tiene un “narco gobierno” y advirtió al presidente Andrés Manuel López Obrador que su “contubernio con el narco” no es heredable, porque el crimen organizado ya no lo va a necesitar, ya que siempre y en todas las plazas los criminales se entienden “con el que va a llegar”.

Durante su participación en la reunión plenaria de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Coppel), el político y diplomático advirtió que a López Obrador se le está acabando la pista, porque su mandato está por terminar en menos de dos años y medio.

“Debe entender Andrés Manuel López Obrador que su contubernio o alianza con el narco no es heredable, no es heredable, porque éstos [los narcos], como lo han hecho siempre, en todas partes, en todas plazas políticas, se entienden con el que va a llegar, ya no va a necesitar el narco del Presidente. Ese es el tema, un tema moral, un tema de análisis político. Él se va a olvidar, va a prescindir del Presidente y habrá el peligro de que exija más a los nuevos actores”, advirtió.

Insistió en que al Mandatario “la pista ya se le está acabando, él piensa que puede heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad y recursos del gobierno federal, éstos se suman a los del narcotráfico, porque no hay nada que se le pueda oponer, a esto llamamos en México El Maximato”, sostuvo.

El experimentado político aseguró que “desde hace dos o tres años” México dejó la transición democrática y está iniciando una “reversión autoritaria” con “un nuevo rey de la selva”: el crimen organizado.

“Ha aparecido un nuevo ‘rey de la selva’, que es el narco, porque potencia en dimensiones nunca soñadas, nunca imaginadas el uso del dinero en los procesos políticos”, advirtió.

Afirmó que a México le ha explotado “una bomba en el jardín” con la aparición del narco en los procesos político-electorales: “¿En qué ha cambiado radical y peligrosamente el tema de la legalidad de los procesos electorales a partir del contubernio entre el gobierno de México y el narcotráfico?”, se preguntó, para responder que es un fenómeno que atenta contra la democracia y debe ser denunciado.

“Es una diferencia —se los puedo dar en cifras— abismal, en todas las formas, en financiamiento a las campañas políticas, el partido autoritario, el partido de Estado son una nada respecto a lo que significa hoy la colusión, yo le llamo narco-Estados, yo les llamo narco gobierno, que es algo que debe ser denunciado”.

Al ofrecer una ponencia en la mesa denominada Contra la judicialización de la política, fortalezcamos las instituciones de la democracia, ante representantes de partidos políticos de 29 países miembros de la Coppel, dijo que ha aparecido el narco como un nuevo actor que no existía y que viene a revolucionar.

Recordó que, a nivel internacional, el crimen organizado participó durante las últimas décadas “en terrorismo, en caídas de gobiernos, en lo que se quiera, hasta en Ucrania está ahora, con Al Qaeda, en Irak, es la participación del narcotráfico en guerras internas o de ocupación”.

Señaló que todos los países han buscado de alguna manera reducir la influencia del dinero en los procesos electorales, pero el narco, insistió, irrumpe ahora como el nuevo “rey de la selva”.

Por ello, Muñoz Ledo llamó a todos los actores políticos a realizar un nuevo “pacto de poder”; de lo contrario, no habrá salida para 2024.

Advirtió que México debe reflexionar en una nueva constitucionalidad y en un nuevo pacto social. “En 2024 va a ser un enfrentamiento muy serio, por esas transferencias de lealtades y de asociaciones, y por un nuevo juzgamiento de la ciudadanía.”

De muy buen humor, Muñoz Ledo, quien anticipó que diría cosas “muy fuertes”, participó como invitado especial en la plenaria de la Coppel.

https://www.eluniversal.com.mx/nacion/munoz-ledo-mexico-tiene-un-narcogobierno-ve-contubernio-amlo-delincuencia?fbclid=IwAR31IFqJzZf72Nn7qS-Vn3Qj9gdCvfaKuR2nFY9dnNRXU6YttgTil8hgctQ

Jorge Pérez Uribe