sábado, 30 de mayo de 2020

LO PEOR DE LA PANDEMIA ESTÁ POR LLEGAR. EL PICO DE CONTAGIOS SERÁ EL 27 DE JUNIO: UNAM



Mayo 29, 2020


Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que la peor parte de la epidemia de coronavirus en México llegará hasta el 27 de junio. La curva de contagios por COVID-19 está en crecimiento y faltan semanas para que llegue a su pico máximo, según las predicciones matemáticas elaboradas en el Instituto de Física.

El pronóstico fue incluido en el estudio Entendamos el COVID-19 en México, realizado por el Dr. Octavio Miramontes y publicado el pasado 23 de mayo, donde destaca que la población mexicana, en comparación con otros países, no ha cumplido de forma satisfactoria con los llamados de las autoridades a permanecer confinados.

De acuerdo a datos recopilados por Google, a pesar de estar en fase 3 la ciudadanía relajó hasta en un 10% el llamado a permanecer en casa.

De mantenerse el actual ritmo de confinamiento, pronostica el estudio, la epidemia podría durar entre 160 y 200 días (de cinco a seis meses y medio), en los que se presenten hasta 126,000 casos confirmados, mucho más que los 91,000 que se habían previsto.



Entendamos el COVID-19 en México 

Instituto de Física 
Universidad Nacional Autónoma de México 
23 de Mayo de 2020 

Resumen 

En el presente trabajo se acompañan los datos diarios de la epidemia COVID-19 en México. Para ello se discute uno de los modelos epidemiológico más básicos y se muestra como puede ser resuelto para analizar las cifras oficiales de los casos positivos identificados en la República Mexicana. Esto permite explorar la dinámica de las predicciones de su evolución, en un corto plazo. Adicionalmente, se explican los conceptos epidemiológicos más básicos y se hace énfasis en mostrar las herramientas computacionales que se requieren para ello.

Debido a su simplicidad, los resultados de esta investigación no deben ser tomados como base para recomendaciones de salud pública sino más bien como un ejercicio para fines educativos y de divulgación.

-- Versión completa en PDF --

Resultados principales

México se encuentra a la fecha (23 de mayo) en la zona de transición de la curva de casos o máximo contagio según se aprecia en la siguiente Figura:



En la que se ha ajustado una función logística (compatible con los modelos tipo SIR y SEIR) a los datos reportados por la Secretaría de Salud. La fecha del pico máximo se encuentra entre el 31 de mayo y el 13 de julio con el pico alrededor del 27 de junio (línea gris vertical, con un rango de error al 95%). El pico de la epidemia se ha corrido un mes desde la predicción anterior que lo ubicaba inicialmente alrededor de mediados de mayo. No debemos descartar que el descumplimiento del confinamiento para celebrar el 10 de mayo, ha causado este estrago.

La curva con los datos de positivos acumulada y su predicción es la siguiente:



Figura: Predicción del número total de casos al finalizar la epidemia hacia el mes de Agosto del 2020. Para entonces se habrá alcanzado la cifra de 126.000 casos totales medidos (línea gris). Predicción con datos disponibles hasta el 23 de Mayo. La línea gris horizontal marca el número predicho de casos totales.

Hacia el fin de la epidemia en México (de conservarse el respeto al confinamiento) el número total de casos predichos se acercará asintóticamente al valor de 126,000 individuos positivos.

Recientemente (13 de Mayo) el Gobierno de España ha dado a conocer que el porcentaje estimado significativo de la población, en territorio español, que resultó infectada y se mostró asintomática o con síntomas leves es del 5% de la población total (población total es 46,754,778 al mes de Mayo de 2020) es decir alrededor de 2,337,739 casos. Se trata de una cifra muy baja para intentar un escenario de “inmunidad por manada”; pero la cifra en sí es reveladora pues muestra que los casos “ocultos” es un porcentaje muy bajo. Al 13 de Mayo, España contaba con 272,646 casos detectados, entonces el número de “ocultos” es alrededor de 10 veces esta cifra. Un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña había anticipado este porcentaje desde el 29 de Abril. En el caso de México, que inició las acciones de mitigación con anticipación y pudo controlar de mejor manera la expansión del contagio, la cifra de casos “ocultos” no detectados posiblemente sea similar o menor al 5% de la población total. Las autoridades sanitarias en México han estimado (9 de Abril) el número de casos “ocultos” en un factor de entre 10 y 12 de los casos detectados. Tomando en cuenta lo anterior, hacia finales de la epidemia, el número de total de infectados se aproximará, posiblemente, a los 1, 260,000 casos entre asintomáticos y sintomáticos. En un último ejercicio, sabemos que la población de México al 13 de Mayo del 2020 es 128, 932,700 individuos, entonces 1, 260,000 representa alrededor del 1% de la población. Esta es una cifra inferior a la de España y tampoco permitiría en México implementar una estrategia de inmunidad grupal. La única solución definitiva será la disponibilidad de una vacuna.

Movilidad

Desafortunadamente en México no se está cumpliendo lo suficiente con los llamados a permanecer en casa, en comparación con otros países. Como lo muestra la siguiente tabla, con los datos recopilados por la empresa Google, Inc. entre el 16 de Abril y el 16 de Mayo. La cifra negativa indica el porcentaje de reducción de la movilidad en tres categorías. México es sobrepasado por otras naciones en América Latina, excepto por Brasil. Aún encontrándose en Fase 3, la población mexicana ha relajado el llamado a permanecer confinada, hasta en un 10%.



Es necesario permanecer en casa para poner fin a esta epidemia.

El pico de la epidemia se ha corrido un mes desde la predicción anterior que lo ubicaba inicialmente alrededor de mediados de mayo. No debemos descartar que el descumplimiento del confinamiento para celebrar el 10 de mayo, ha causado este estrago.

Conclusiones
(Ver el documento completo en PDF)

La pandemia COVID-19 parece que ha tomado al mundo por sorpresa. A pesar de que existen formalismos matemáticos muy maduros para predecir y acompañar pandemias, el mundo asiste perplejo a la muerte de cientos de miles y a una de las mayores crisis económicas de que se tenga memoria. De manera sigilosa los dirigentes políticos, con algunas pocas excepciones, guiados por el paradigma del libre mercado, se han abocado a desmantelar el sistema de salud pública en los últimos 30 años. Adicionalmente se ha transferido la producción y distribución de resultados científicos producidos por instituciones públicas a unas pocas empresas monopólicas que los guardan bajo “paywalls”. Por si fuera poco, algunos dirigentes de naciones poderosas (notablemente, los EEUU, Gran Bretaña y Brasil; por cierto son los países que encabezan la tasa de muertes) se caracterizan por tener una actitud despectiva hacia la opinión de sus científicos y por lo tanto incorporan a regañadientes algunas pocas de las recomendaciones emitidas por expertos, en una actitud que bien podría ser llamada de genocida. Frente a esto, varias instituciones científicas y educativas del mundo entero han hecho un llamado a sus comunidades científicas locales para dedicar esfuerzos a los múltiples aspectos de la pandemia actual. El presente estudio nace a raíz de este llamado, y principalmente como un esfuerzo para alentar a los estudiantes e interesados a acercarse a la matemática y modelado básico de la propagación de enfermedades.

Como conclusiones de este proyecto, podemos mencionar que los modelos tipo SIR y derivados son modelos vigentes para explicar los aspectos cualitativos de una epidemia; pero hemos visto que también pueden ser útiles para iluminar aspectos cuantitativos. Un esfuerzo mayor debe hacerse para desarrollar una nueva generación de modelos que incorporen movilidad y conducta social a nivel individual. En México, afortunadamente existe una comunidad de expertos epidemiólogos que han diseñado una estrategia para enfrentar los estragos de la epidemia y hacer recomendaciones de política pública. La epidemia en México se encuentra en crecimiento y cercano a la zona del pico de la curva. Este pico máximo de positivos detectados deberá ocurrir aproximadamente entre el 31 de Mayo y el 13 de julio. Se espera que la epidemia tenga una duración de entre 160 y 200 días, de mantenerse el mismo ritmo de confinamiento. Nuestro ejercicio estima en alrededor de 126,000 el número total de positivos identificados (la predicción anterior era de 91,000) . Este ejercicio considera los resultados de datos reportados por las autoridades de la Secretaría de Salud hasta el 23 de Mayo del 2020.

Versión anterior

[1] Octavio Miramontes es investigador del Departamento de Sistemas Complejos del Instituto de Física de la UNAM. Obtuvo su Doctorado en el Imperial College en el Reino Unido. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Es experto en teoría de Sistemas Complejos y Dinámica de Sistemas Biológicos. Premio Jorge Lomnitz en Dinámica no lineal y Fenómenos Colectivos en 2005, es además editor en jefe de la editoral CopIt-arXives.

La opinión aquí expresada es la del autor y no necesariamente la de la Universidad Nacional Autónoma de México.

CDMX - UNAM - 2020

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/351262

domingo, 24 de mayo de 2020

SOBRE LAS RUINAS DEL ESTADO DEMOCRÁTICO, SE CONSTRUIRÁ EL ESTADO MARXISTA

AMLO clave en el relevo de tres Ministros

Presentación

Indudablemente la pandemia del Covid19 nos distrae de muchos otros problemas: como son el desmantelamiento de las instituciones creadas a lo largo de varias décadas y regímenes:, tales como el Seguro Popular, los Albergues para Mujeres Maltratadas,  y las Estancias Infantiles, entre otros.

Por otro lado está el control de las Cámaras de Diputados y Senadores, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de organismos constitucionales autónomos como son: el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (INEGI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y la Fiscalía General de la República; organismos que serán controlados o eliminados...

El Presidente dijo que esta pandemia "le venía como anillo al dedo a la 4a. Transformación" y así con la mayoría de diputados y senadores en casa, se ha tratado de dar "golpes de estado legislativos" con reformas que van contra las garantías individuales, incluso.

Ante las negras perspectivas económicas que pronostican un PIB negativo de al menos -7%, AMLO descalifica las estándares económicos y establece los suyos de "bienestar".

El periodista y analista político Pablo Hiriart, nos comenta en tres análisis de la semana pasada, la demolición de lo existente, para crear un estado totalitario al estilo castrista o chavista, que será llamado "estado de bienestar"

Jorge Pérez Uribe


El Presidente está en 'shock'



Pablo Hiriart | 18/05/2020 

Jamás en su larga carrera política Andrés Manuel López Obrador ha aceptado una derrota, y ahora se enfrenta a la más rotunda e inapelable de todas: la realidad le ha mostrado que su presidencia es un fracaso.

En sólo 15 meses la 4T se ha desmoronado como un castillo de arena. 

Igual que en todas las ocasiones anteriores, López Obrador ha reaccionado mal y no acepta que está equivocado, aunque en esta ocasión se va a llevar al país al precipicio junto con sus obsesiones. 

La caída de México hacia las profundidades del desempleo, la pobreza y los delitos patrimoniales no tendrá límites mientras siga López Obrador en la Presidencia con su negación de la debacle. 

El Presidente está en shock y es tarea urgente que salga de ese estado. 

Con respeto a su investidura, alguien tiene que decirle que no puede seguir así. 

El líder populista que entusiasmó a millones con un discurso vehemente que prometía mejores condiciones de vida y justicia para las mayorías, está destruyendo un gran país.

Nos va a enfrentar a mexicanos contra mexicanos.

Los empleadores serán los culpables de la pauperización de las clases medias y del sufrimiento de los sectores populares.

Ante el fracaso de su proyecto, López Obrador ha comenzado, políticamente, a delirar.

Y ahí el problema no es suyo, sino de todos.

El desenlace de este experimento basado en ocurrencias y una supuesta sabiduría popular, puede acabar en tragedia.
O con el desgajamiento de la nación.

Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Arturo Herrera, Ricardo Monreal, que son personas capaces y –en mi opinión– de buena fe, tienen la responsabilidad política de hacerle ver la realidad.

No puede haber mejores ingresos si no se crea riqueza.

Es imposible crear dos millones de empleos cuando la realidad nos dice que en tres quincenas se perdieron 753 mil puestos de trabajo formales.

Sólo en abril se perdieron 18 mil 500 empleos al día.

Anuncia el Presidente un estado de bienestar que se financiará quién sabe cómo, porque la economía va a pique.

Sin mejoría económica no hay posibilidad de que el Estado obtenga recursos para atender sus obligaciones básicas.

La realidad le ha dicho a López Obrador que con su política económica no habrá crecimiento del PIB a 4 por ciento, como prometió. Vamos a caer a -7, si bien nos va.

¿No va a crecer el PIB? Peor para el PIB opina el Presidente, hay que eliminarlo como medición del comportamiento de la economía.

¿La economía va muy mal? Peor para la economía. Ya no hay que ser materialistas, sino fijarse objetivos espirituales y la felicidad del pueblo. Así lo plantea en su reciente ensayo 'La nueva política económica en tiempos del coronavirus'.

El pueblo no puede ser feliz si empobrece más. Si no hay trabajo. Si la delincuencia va al alza, los crímenes aumentan, la violencia contra la mujer es progresiva, y los cárteles de las drogas se empoderan de una manera alarmante por ausencia de Estado.

Todo eso lo niega López Obrador.

Sostiene el Presidente que va a llegar más inversión extranjera, cuando cambiamos las reglas y clausuramos sus proyectos con consultas populares ilegales.

Habrá más empleo si se cierran las fuentes de trabajo. Imposible.

En el mundo los países se pelean por tener inversión privada y así mover sus economías, pero aquí la secretaria de Energía emitió nuevas reglas para el Sistema Eléctrico Nacional que frenan la inversión privada en el sector.

Están en curso 26 proyectos en energías limpias, en pruebas y listos para iniciar, con inversión de tres mil 604 millones de dólares y la generación de 16 mil 200 empleos. Para abajo.

Y para abajo también 18 proyectos en construcción, con dos mil 821 millones de dólares en inversión y creación de 13 mil 317 puestos de trabajo.

Hay protestas de países que tienen empresas trabajando en México (de la Unión Europea y Canadá). “Este acuerdo se une al resto de las medidas, cambios en las leyes que atentan contra la inversión en energías renovables en el país...”, dijo la embajada canadiense.

Ese es el mensaje del gobierno mexicano al mundo: no queremos inversión extranjera. Aléjense.

Se van a alejar, sin duda. Dejamos de ser un país confiable para la inversión extranjera.

A la inversión nacional se le castiga cuando hay que salvarla, y así atenuar los efectos de la recesión y los estragos de la pandemia.

¿El próximo año nos recuperamos?

No. Con empresas destruidas no será posible levantar la economía, hasta que se rehagan o surjan nuevas.

Desaparece el Seguro Popular y ahora se ofrece atención médica gratuita para todos. Pero este año de emergencia epidemiológica le recortaron mil 500 millones de pesos a la Secretaría de Salud en el primer trimestre. No cuadra.

Con la obsesión petrolera, en los tres primeros meses de 2020 perdimos el equivalente a cuatro años el presupuesto de la Secretaría de Salud.

El gobierno despilfarra y López Obrador le pide “a la iniciativa privada, a la sociedad”, que se coopere para comprar respiradores artificiales.

Conacyt solicita a los científicos y académicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que donen dos o tres meses del importe de sus estímulos para enfrentar necesidades urgentes derivadas de la pandemia.

¿Y el dinero del gobierno? Se lo gastaron en buscar más petróleo y en una refinería. Sobró, eso sí, para comprar un estadio de béisbol (que costó un tercio de lo que le quitaron a Salud este primer trimestre).

Fustiga AMLO al sector privado. “Que quiebren” las empresas que tengan que quebrar, dijo.

Nada más que ahí está el 94 por ciento de los empleos formales del país.

Manda a la quiebra a quienes generan los impuestos que permiten al gobierno funcionar, y el sueldo de los empleados mueve el consumo, el IVA, el IEPS.

Demeritó a las personas que tienen una profesión: el pueblo que no estudió sabe más que ellos, dijo.

Y se ufana públicamente, urbi et orbi, de que él terminó su licenciatura en 14 años y con un promedio de 7.8.

Así no se puede seguir. Sus colaboradores deben decírselo y sacarlo del shock en que se encuentra.

En los medios nacionales y extranjeros ve conspiradores, y a los expertos les tiene una particular inquina: cometieron el error –imperdonable para él–, de estudiar.

Por ahí no es el camino para que se sobreponga y corrija.
A los únicos que tal vez escuche, lo tienen que intentar.

En sólo 15 meses la 4T se ha desmoronado como un castillo de arena. 

Igual que en todas las ocasiones anteriores, López Obrador ha reaccionado mal y no acepta que está equivocado, aunque en esta ocasión se va a llevar al país al precipicio junto con sus obsesiones.

La caída de México hacia las profundidades del desempleo, la pobreza y los delitos patrimoniales no tendrá límites mientras siga López Obrador en la Presidencia con su negación de la debacle.

El Presidente está en shock y es tarea urgente que salga de ese estado.

Con respeto a su investidura, alguien tiene que decirle que no puede seguir así.

El líder populista que entusiasmó a millones con un discurso vehemente que prometía mejores condiciones de vida y justicia para las mayorías, está destruyendo un gran país.

Nos va a enfrentar a mexicanos contra mexicanos.

Los empleadores serán los culpables de la pauperización de las clases medias y del sufrimiento de los sectores populares.

Ante el fracaso de su proyecto, López Obrador ha comenzado, políticamente, a delirar.

Y ahí el problema no es suyo, sino de todos.

El desenlace de este experimento basado en ocurrencias y una supuesta sabiduría popular, puede acabar en tragedia.

O con el desgajamiento de la nación.

Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Arturo Herrera, Ricardo Monreal, que son personas capaces y –en mi opinión– de buena fe, tienen la responsabilidad política de hacerle ver la realidad.

No puede haber mejores ingresos si no se crea riqueza.

Es imposible crear dos millones de empleos cuando la realidad nos dice que en tres quincenas se perdieron 753 mil puestos de trabajo formales.

Sólo en abril se perdieron 18 mil 500 empleos al día.

Anuncia el Presidente un estado de bienestar que se financiará quién sabe cómo, porque la economía va a pique.

Sin mejoría económica no hay posibilidad de que el Estado obtenga recursos para atender sus obligaciones básicas.

La realidad le ha dicho a López Obrador que con su política económica no habrá crecimiento del PIB a 4 por ciento, como prometió. Vamos a caer a -7, si bien nos va.

¿No va a crecer el PIB? Peor para el PIB opina el Presidente, hay que eliminarlo como medición del comportamiento de la economía.

¿La economía va muy mal? Peor para la economía. Ya no hay que ser materialistas, sino fijarse objetivos espirituales y la felicidad del pueblo. Así lo plantea en su reciente ensayo 'La nueva política económica en tiempos del coronavirus'.

El pueblo no puede ser feliz si empobrece más. Si no hay trabajo. Si la delincuencia va al alza, los crímenes aumentan, la violencia contra la mujer es progresiva, y los cárteles de las drogas se empoderan de una manera alarmante por ausencia de Estado.

Todo eso lo niega López Obrador.

Sostiene el Presidente que va a llegar más inversión extranjera, cuando cambiamos las reglas y clausuramos sus proyectos con consultas populares ilegales.

Habrá más empleo si se cierran las fuentes de trabajo. Imposible.

En el mundo los países se pelean por tener inversión privada y así mover sus economías, pero aquí la secretaria de Energía emitió nuevas reglas para el Sistema Eléctrico Nacional que frenan la inversión privada en el sector.

Están en curso 26 proyectos en energías limpias, en pruebas y listos para iniciar, con inversión de tres mil 604 millones de dólares y la generación de 16 mil 200 empleos. Para abajo.

Y para abajo también 18 proyectos en construcción, con dos mil 821 millones de dólares en inversión y creación de 13 mil 317 puestos de trabajo.

Hay protestas de países que tienen empresas trabajando en México (de la Unión Europea y Canadá). “Este acuerdo se une al resto de las medidas, cambios en las leyes que atentan contra la inversión en energías renovables en el país...”, dijo la embajada canadiense.

Ese es el mensaje del gobierno mexicano al mundo: no queremos inversión extranjera. Aléjense.

Se van a alejar, sin duda. Dejamos de ser un país confiable para la inversión extranjera.

A la inversión nacional se le castiga cuando hay que salvarla, y así atenuar los efectos de la recesión y los estragos de la pandemia.

¿El próximo año nos recuperamos?

No. Con empresas destruidas no será posible levantar la economía, hasta que se rehagan o surjan nuevas.

Desaparece el Seguro Popular y ahora se ofrece atención médica gratuita para todos. Pero este año de emergencia epidemiológica le recortaron mil 500 millones de pesos a la Secretaría de Salud en el primer trimestre. No cuadra.

Con la obsesión petrolera, en los tres primeros meses de 2020 perdimos el equivalente a cuatro años el presupuesto de la Secretaría de Salud.

El gobierno despilfarra y López Obrador le pide “a la iniciativa privada, a la sociedad”, que se coopere para comprar respiradores artificiales.

Conacyt solicita a los científicos y académicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que donen dos o tres meses del importe de sus estímulos para enfrentar necesidades urgentes derivadas de la pandemia.

¿Y el dinero del gobierno? Se lo gastaron en buscar más petróleo y en una refinería. Sobró, eso sí, para comprar un estadio de béisbol (que costó un tercio de lo que le quitaron a Salud este primer trimestre).

Fustiga AMLO al sector privado. “Que quiebren” las empresas que tengan que quebrar, dijo.

Nada más que ahí está el 94 por ciento de los empleos formales del país.

Manda a la quiebra a quienes generan los impuestos que permiten al gobierno funcionar, y el sueldo de los empleados mueve el consumo, el IVA, el IEPS.

Demeritó a las personas que tienen una profesión: el pueblo que no estudió sabe más que ellos, dijo.

Y se ufana públicamente, urbi et orbi, de que él terminó su licenciatura en 14 años y con un promedio de 7.8.

Así no se puede seguir. Sus colaboradores deben decírselo y sacarlo del shock en que se encuentra.

En los medios nacionales y extranjeros ve conspiradores, y a los expertos les tiene una particular inquina: cometieron el error –imperdonable para él–, de estudiar.

Por ahí no es el camino para que se sobreponga y corrija.


A los únicos que tal vez escuche, lo tienen que intentar.


El auténtico despeñadero




Pablo Hiriart | 22/05/2020 


A medida que nos hundimos en la estulticia y la mediocridad, algunos comienzan a darse cuenta del daño que hicieron al golpear hasta la saciedad al presidente Peña Nieto y promover a un político populista, destructivo y sin preparación para gobernar. 

En economía ya no quieren ni medir el PIB (que iban a hacer crecer al cuatro por ciento), y el autoritarismo llega a tales extremos que en su equipo de trabajo no se atreven a contar bien los contagios y los fallecimientos por Covid-19, para no hacerlo enojar. 

Poco falta para llegar a la caricatura del ¿cuántos muertos hay? Los que usted diga, señor Presidente. 

¿Qué les hizo Peña Nieto? ¿Qué les robó? ¿Perdieron su empleo, los dejó sin becas, sin medicinas? 

Fue un presidente con luces y sombras, pero básicamente sensato. Sin odios ni rencores. Ligero de soportar. 

Dejó al país creciendo por encima del promedio mundial. Creó cuatro millones de empleos. México exportó más manufacturas que todo el resto de América Latina junta. El salario creció 11.7 por ciento encima de la inflación. Sacó a dos millones de personas de la pobreza extrema. Sus grandes obras públicas tenían sentido de futuro: duplicó la capacidad operativa de los puertos y arrancó un potente aeropuerto internacional en Texcoco que se pagaba solo. 

A este gobierno le dejó 300 mil millones de pesos en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), inversión extranjera nueva –y en fierros– por 193 mil millones de dólares. El IMSS pasó de números rojos a negros y al concluir el sexenio se le inyectaron 73 mil millones de pesos en reservas financieras. 

La 'casa blanca', sí, la 'casa blanca'. Resulta que una vez detonado el escándalo –no ilegal pero sí muy cuestionable por conflicto de interés–, a Juan Armando Hinojosa (Grupo Higa) no se le dio un solo contrato en el gobierno federal y todos los contratos con gobiernos estatales le fueron cancelados, como lo recordó hace un par de semanas en estas páginas Raymundo Riva Palacio, un crítico vertical y consistente de EPN. 

Hubo sensibilidad y reacción ante el malestar de la opinión pública. 

Y ahora, ¿qué tal? Setenta y siete por ciento de las obras públicas se entregan por asignación directa. 

Se desdeña, como “un ataque a nuestro proyecto”, el tráfico de influencias denunciado por la venta de respiradores artificiales al IMSS, casi al doble de precio. Al fiscal general de la república (persona honorable, en mi particular opinión) lo puso Morena. 

¿Dónde están los colectivos 'por una Fiscalía que sirva', 'no al fiscal carnal' y las ONG que protestaban, argumentaban y eran escuchadas en el sexenio anterior? 

Hubo corrupción, sí, pero no de la magnitud que la propaganda de Morena y sus comentaristas (ex) afines decían. Y se creó un andamiaje institucional para evitarla y castigarla. 

López Obrador tiró el Sistema Nacional Anticorrupción. Le recortó el presupuesto a la ciencia, a la tecnología. Desmanteló el Seguro Popular. Demolió la reforma educativa. Congeló la reforma energética y perdemos hasta la camisa con la obsesión petrolera. Nos arrodillamos ante Trump, le hacemos el trabajo sucio en el sur y en el norte. Al mismo que anuncia que el muro en la frontera será pintado de negro para que atraiga más calor y queme al que intente cruzarlo, nuestro gobierno le agradece y lo llama 'amigo', el que 'se conoce en las desgracias'. 

Peña cometió el error de recibir a Trump en Los Pinos durante su campaña. Y el actual Presidente no lo va a recibir, sino que va a ir a darle las gracias a Estados Unidos, en julio, en plena recta final de la campaña por su reelección. ¿Gracias de qué? 

Hubo decoro en la relación con Estados Unidos: Peña respondió a cada uno de los agravios de Trump y le canceló la reunión tripartita ya agendada, en Washington, con el premier canadiense, por un tuit agresivo hacia México. Ese decoro se perdió. Capitulamos ante el prepotente. 

Peña renegoció el Tratado de Libre Comercio, sin desdoro para México. 

Terrible lo del bache en el paso exprés de Cuernavaca que costó la vida de dos personas. Se investigó y fue un problema de filtración de agua. ¿No? Ahí quedaron el gobernador de Morelos y la administración federal, para decir y probar lo contrario. Nada. En cambio en Tlahuelilpan 130 personas murieron calcinadas el año pasado, en un festín de huachicol que funcionarios de Pemex inspeccionaron, reportaron cinco horas antes de la tragedia, y se dejó correr hasta que ocurrió la explosión. Eso es negligencia criminal. ¿Alguna protesta? Cero.  

Peña reaccionó tarde en la masacre de Iguala, sin duda, pero se investigó y encarceló a más de un centenar de asesinos materiales e intelectuales. En este gobierno, cuyos máximos exponentes se colgaron de la matanza para hacer campaña –a pesar de que todos los involucrados eran aliados políticos suyos–, han dejado libres a más de la mitad de los detenidos, incluyendo al que coordinó el secuestro y la masacre. 

Hubo muchos muertos en la lucha contra la delincuencia, y ahora hay más, con manga ancha a los grupos criminales que se rehicieron porque el gobierno los mima. 

La crítica denunció el influyentismo y la mayoría de las voces fueron atendidas: cayó el director de la Procuraduría del Consumidor, su camarada. Y el director de la Comisión Nacional del Agua, su amigo. Cesó al director de Pemex a mitad del sexenio, su compañero de campaña, y sin el paracaídas del fuero legislativo. 

Hubo 498 mil millones de pesos para ciencia y tecnología, becas para estudiar en el extranjero, para estudiar en centros de excelencia, para criticar al presidente en los medios y en los cubículos, y financiamiento para películas contra él y su partido. 

Ahora, ¿qué tal? ¿Los escuchan? ¿Cómo ven a 'Napito' en el Senado y a otros forajidos de la 4T? Bonita la renovación, ¿verdad? ¿Todo bien con el Estado de derecho? 

Guadalupe Loaeza lo puso en el primer párrafo de su colaboración de ayer en Reforma: “Con sus dichos, Andrés Manuel López Obrador nos golpea, nos violenta, nos ofende, nos maltrata, nos ningunea, nos madrea, nos hiere, nos invisibiliza, como cualquier golpeador”. 

No valoraron a un presidente sensato y sin rencores, y se echaron en brazos del personaje que bien describe Guadalupe Loaeza, quien seguramente votó por él. 

Se equivocaron con Peña. Se equivocaron con AMLO. 

Ahora sólo queda ver cómo frenamos la caída del país en el despeñadero del desempleo, la delincuencia, el empobrecimiento, la desatención a la salud, el desprecio a los médicos, a la ciencia y a quien piensa diferente.


La sombra del despotismo





Pablo Hiriart | 20/05/2020

Dicen los taurinos que cuando uno está en el ruedo nunca hay que perder de vista la cara del toro porque un descuido puede ser fatal. 

Así estamos los ciudadanos y las instituciones ante las copiosas iniciativas del gobierno y su partido contra las libertades y los bienes de la población. 

Por lo visto, ayer se cayó el intento del dirigente de Morena a fin de que “el INEGI debe entrar, sin impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas”. 

El Presidente señaló su desacuerdo con el proyecto luego de que amplios sectores de la sociedad lo rechazaran, al igual que parlamentarios de todos los partidos, incluidos algunos de Morena. 

Sin embargo, sería un error cantar victoria –perderle la cara al toro–, porque el despotismo estatista es consustancial a la ideología del partido gobernante y de los más altos funcionarios de la actual administración. 

Van ejemplos concretos de sus intenciones, algunas de las cuales fructificaron porque tienen mayoría en el Congreso: 

-Hace tres semanas el Presidente envió a la Cámara de Diputados un proyecto mediante el cual se le otorgan al Ejecutivo plenos poderes para modificar el Presupuesto aprobado. Con ello hacía letra muerta las facultades del Legislativo en materia presupuestal. Ese golpe, que contó con el apoyo entusiasta del coordinador de Morena en la Cámara baja, Mario Delgado, se enfrentó a un bloque opositor unido, sin fisuras en defensa de la separación de poderes, y el líder morenista en el Senado, Ricardo Monreal, advirtió que “no pasará”. 

-La plana mayor del gobierno llevó al Senado un proyecto con más de 15 reformas constitucionales y un nuevo Código Penal Federal, que proponía la pérdida de la libertad a cualquier persona acusada de un delito. Con ello el gobierno podría recluir a quien quisiera, antes de ser juzgado, por el hecho de tener una denuncia en su contra. Autorizaba el espionaje telefónico a los contribuyentes y a los integrantes de partidos políticos. El discurso de presentación se hizo, pero debieron regresar con el mamotreto bajo el brazo porque se les dijo que era una monstruosidad impasable. 

-Se aprobó la Ley de Extinción de Dominio, por la que se autorizó al gobierno confiscar bienes a sospechosos de delitos contra la salud, corrupción y trata de personas, seis meses antes de que exista una denuncia formal en su contra. Es decir, sin juicio ni fallo judicial de por medio. Y el bien incautado no necesariamente debe ser del sospechoso, sino de quien le rentó la casa o la oficina o el coche donde se pudo haber cometido el ilícito. El gobierno puede vender ese bien, y si el acusado resulta inocente ya no recupera la casa familiar ni la oficina que era suya, sino que el gobierno le da una cantidad de dinero que, en su opinión, cubre el monto de lo incautado. Esa arma está a disposición de los actuales gobernantes y jalarán el gatillo cuando lo necesiten. 

-Dos veces llevó al Pleno de los diputados el coordinador de Morena la iniciativa presidencial para que, en violación al artículo 16 constitucional, la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda pueda ordenar el congelamiento de cuentas bancarias sin necesidad de una orden judicial. Las dos veces se rechazó la iniciativa presidencial que convertía a la UIF –es decir, al gobierno– en juez y parte. La oposición se mantuvo unida y algunos legisladores de Morena también votaron en contra de la iniciativa, a pesar del apoyo entusiasta de su coordinador. 

(El Presidente y su partido traen pleito casado con el artículo 16 de la Constitución: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”). 

-El pasado 21 de abril, el diputado de Morena, Edelmiro Santiago Santos, presentó una iniciativa para estatizar el manejo de los recursos que hay en las Afore. “El manejo de las cuentas individuales se haga utilizando una institución financiera existente a cargo del Estado (el Banco del Bienestar)”, dice el texto publicado en la Gaceta Parlamentaria. 

-Un fuerte golpe a la propiedad privada se publicó en la Gaceta de la Ciudad de México en febrero de 2019. Fue la Ley Constitucional (sic) de Derechos Humanos, por la cual se prohibían los desalojos de personas que no pagaran la renta de una casa habitación, terreno o departamento. Luego de protestas y reclamos, la jefa de Gobierno frenó esa ley que protegía al infractor y castigaba al propietario, y daba el visto bueno al congelamiento de rentas y la invasión de terrenos en la capital del país. 

-En Baja California se cambió la Constitución local para que el mandatario electo pudiera extender en tres años su periodo para el cual fue electo. Esa maniobra contó con el apoyo activo de la entonces presidenta de Morena, Yeidckol Polevnski, y con la operación política del actual subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta. La Suprema Corte invalidó ese “fraude a la democracia”. 

Ahí hay algunos ejemplos que sustentan por qué no se puede bajar la guardia ante un gobierno y un partido al que le estorban las libertades individuales y desprecia el sector privado de la economía. 

Cancelan proyectos aprobados y ejecutados, con inversiones de miles de millones de dólares, con lo que ahuyentan inversiones. 

Realizan consultas populares ilegales para golpear a empresas. 

Desechan, sin tomarse la molestia de leer, un paquete de 68 medidas propuesto por los empleadores a fin de proteger la economía del país. 

Exigen a los inversionistas en energías que se disculpen con México porque eran parte del 'saqueo neoliberal'. 

Cero apoyo a empresas para mantenerse en pie, conservar a sus trabajadores y no romper las cadenas de producción, que están compuestas por empresas y por personas que consumen y pagan impuestos. 

Usted dirá hacia dónde nos quiere llevar la actual administración. 

Y por qué no hay que perder de vista la cara del toro.


sábado, 16 de mayo de 2020

EL CISMA DE ORIENTE ENTRE LAS IGLESIAS CATÓLICA Y ORTODOXA IV





IX. LOS AÑOS DEL VERDADERO CISMA (1054 A 1204) 


Los acontecimientos de junio-julio de 1054 no modifican para nada el statu quo de las relaciones entre las Iglesias. 

Los siguientes 150 años son de los más turbulento para la Iglesia de Roma, años de reforma, que desemboca en luchas políticas y militares entre papas y emperadores: <<la guerra de las investiduras>>, se tiene que luchar contra los antipapas apoyados por los emperadores; pero también se tiene que convocar a las cruzadas, irónicamente favoreciendo la petición de Bizancio, se lucha contra los normandos y después hay que solicitar su ayuda contra el emperador alemán. “Entre 1058 y 1180 hay antipapas durante 85 años de ese periodo; y los papas legítimos no duran mucho y se suceden a un ritmo acelerado. Entre 1054 y 1099 hay ocho papas y tres antipapas. Las fechas importantes son 1059, cuando el Concilio de Letrán prohíbe la investidura por los laicos; 1073-1085, años del pontificado de Gregorio VII…”[1], 1075 año de la proclamación del dictatus papae. 

La geopolítica: Bizancio entre normandos y turcos, Roma entre normandos y alemanes 


En estos años los emperadores griegos enfrentan una nueva amenaza, mucho más grave que la árabe: la de los turcos. “Para ellos, mucho más importante que el anatema recíproco de dos prelados (1054) es la derrota sufrida por sus ejércitos en Mantzikiert (1071), en el corazón de Asia Menor; mucho más grave también, el frente abierto en occidente por otros recién llegados, muy beligerantes también: los normandos, esos invasores vikingos apenas cristianizados al modo latino. Para desarmar al normando cristiano que opera en Italia, en las provincias bizantinas, el basileus desea contar con la influencia a su favor del Papa; pero este obispo de Roma, en su larga lucha con el emperador alemán, se apoya en el normando […] La cuestión normanda aleja a Constantinopla y Roma, pero la amenaza turca las acerca […] En 1073, el basileus anterior le había prometido a Gregorio VII realizar la unión de las iglesias si occidente le ayudaba contra los turcos, pero las exigencias dogmáticas de un Papa que exigía no sólo el reconocimiento de su primado, sino la aceptación de su doctrina en todos y cada uno de los puntos controvertidos suspendieron las negociaciones”.[2] Golpes palaciegos llevan a Alexis Comneno (1081-1118) al poder, justo en los momentos de lucha entre Gregorio VII y el emperador alemán Enrique IV, y la invasión a la bizantina Epira en los Balcanes por el jefe normando Robert Guiscard. El Papa necesitado de la alianza normanda contra el alemán excomulga al bizantino Alexis; quién en represalia cierra las iglesias latinas de Constantinopla, menos la de Venecia su aliado en la guerra normanda; además entra en contacto con Enrique IV. En 1084 Enrique IV toma Roma, hace consagrar al antipapa y sitia a Gregorio en su castillo, siendo liberado por los normandos, quienes para su desgracia saquean Roma. En 1085 muere Gregorio VII. 

Lo sigue Urbano II (1088-1099) quién es más diplomático y comprende que se ha manejado mal el asunto oriental y que corresponde a Roma buscar la reconciliación; por lo que manda una delegación que levanta la excomunión y pide la reapertura de las iglesias latinas en el Imperio, así como la libertad de usar pan ázimo. Alexis acepta inmediatamente y convoca a un sínodo y propone la reunión entre latinos y griegos para tratar los asuntos pendientes. “Se podría decir que cualquier tipo de cisma que pudo haber existido estaba cerrado. A lo largo de la década siguiente reinó una atmósfera de paz y amistad”.[3]

La primera cruzada y el cisma con Antioquia 



Más que el rescate de Jerusalén de las manos del Islam, el ideal que origina las cruzadas es el deseo de unión de las iglesias griega y latina y la protección de los cristianos (ortodoxos) en Antioquia, Alejandría y Palestina. El primero que concibe encabezar un ejército de 50,000 hombres para ir a lucha al lado del emperador Alexis es Gregorio VII, cuando su guerra con Enrique IV frustra la empresa. 

En 1095 una embajada de Alexis pide apoyo político-militar a Urbano II, quién retoma la empresa y la predica como una empresa espiritual. Antes de que termine el año, el Papa, desde el Concilio de Clermont-Ferrand, lanza un llamado vibrante que determina la primera cruzada: habla más de salvar a los hermanos orientales que de liberar Jerusalén y el Santo Sepulcro. “Probablemente la idea es adquirida en la Reconquista que está en curso en España. Es de notar que los bizantinos cristianos, en contacto permanente con el Islam desde el primer día, no han conocido nada semejante y por lo mismo, no entienden ese fenómeno occidental que les trae de repente decenas, cuando no cientos de miles de latinos armados, que complican las relaciones con los árabes y la situación de los cristianos que se encuentran bajo dominio islámico […] De hecho, las cruzadas, desde la primera hasta la última, no funcionan según las esperanzas pontificales. Para empezar los papas no han logrado encabezar ninguna expedición y el asunto queda en manos de los barones, reyes y emperadores”.[4]

Entre el emperador Alexis y los cruzados hay distintos fines estratégicos y tácticos, ya que al emperador le interesa una alianza contra el turco que amenaza destruir Bizancio, no contra el árabe relativamente tolerante; pero los cruzados cuentan con apoyo militar para ir a Jerusalén a liberar a los cristianos del yugo musulmán, no importando que sea turco o árabe. 

A Alexis los cruzados le serían muy útiles como mercenarios, obedientes y controlados, mientras que los cruzados como barones feudales, que son pueden rendir un homenaje al basileus por las provincias antiguamente bizantinas que liberan, pero de ninguna manera se consideran sus mercenarios. “De hecho transforman dichas provincias en feudos al estilo europeo, lo que no es aceptable para Alexis y sus sucesores”.[5]

Nuevamente se entrecruza la geopolítica y sus actores: el normando Bohemondo, quién había participado junto a su padre Robert Guiscard, en las campañas contra los bizantinos en Italia y los Balcanes, ofrece a Alexis mandar un ejército unido greco-latino, cosa que el basileus no puede aceptar, lo que ofende al normando. Así después de tomar Nicea para los bizantinos, toman Edesa, luego Antioquia y el 15 de julio de 1099 Jerusalén. “Victoriosos prácticamente sin ayuda militar bizantina, los latinos organizan su conquista sin tomar en cuenta al emperador. Nombran a Godofredo para reinar sobre Jerusalén, luego su hermano Balduino, quien toma el título de rey, se adueña de Palestina y Siria, que organiza como una monarquía feudal occidental. Bohemondo se niega a devolver a Alexis, como se lo había prometido, la ciudad de Antioquia y su territorio, que organiza como principado suyo: Tampoco se devuelve edesa a Bizancio: Para colmo se organiza una jerarquía eclesiástica sobre el modelo romano: dos patriarcados latinos, uno en Jerusalén, otro en Antioquia, lo que es una ofensa para los patriarcas orientales, cuya antigüedad es de mil años. 

Tal error no puede considerarse como accidental, aunque si interviene en él la muerte inesperada del legado pontificio Adhemar, quien había seguido al pie de la letra las instrucciones de Urbano II para trabajar en armonía con las iglesias orientales”.[6] Poco después muere Urbano II. 

“Se puede decir que el cisma está realizado en Antioquia, a principios del siglo XII; según los vaivenes políticos y militares, manda un patriarca latino o uno griego, el que obliga al clero griego o latino a una sumisión sólo aparente […] Cuando en el siglo XIII, el papado intenta resolver el problema tolerando dos jerarquías paralelas a condición de que el patriarca griego reconozca el primado de Roma, es demasiado tarde y los días del Oriente latino son contados”[7]

En Constantinopla, el odio se acentúa y en 1182, poco después de la muerte de Manuel Conmeno, se da una matanza colectiva de latinos, entre ellos el legado del Papa, a lo que responden los normandos cuando conquistan Salónica en 1185. Hay que mencionar que a los tres primeros emperadores Conmeno los había manejado hábilmente para evitar enfrentamientos violentos. “El motín de 1182 y la hostilidad ulteriormente persistente contra los latinos y el latinismo juegan contra la unión y favorecen el viejo proyecto de algunos príncipes occidentales: la toma de Constantinopla. En 1190, el emperador alemán Federico Barbarroja está a punto de hacerlo cuando le niegan el paso para su cruzada. Su hijo Enrique VI lo piensa seriamente cuando se casa con la hija del último rey normando y se vuelve rey de Sicilia”.[8]

La geopolítica y la cuarta cruzada 



El basileus Isaac Angelos se empeña en mantener la comunicación con Roma y concede una indemnización a los sobrevivientes de la persecución de 1182, sin embargo es depuesto en 1195, por su hermano Alexis que lo manda cegar y lo pone en prisión junto con su hijo. 

En 1198, el ahora Alexis III propone al Papa Inocencio III una alianza contra el emperador alemán; a lo que el Papa pone como condición que el basileus proclame la unión religiosa y mande una flota para apoyar a los latinos de Palestina. En 1201, el sobrino del basileus, el joven Alexis, hijo de Isaac el Ciego, se fuga de la cárcel y se presenta al Papa, ofreciendo la unión de las Iglesias si lo ayuda a recuperar el trono. Inocencio III prudentemente rechaza la oferta que si retoma el emperador alemán Felipe, para más cuñado del prófugo. 

“El emperador proyecta una expedición bajo el mando de Bonifacio de Montferrat, empresa condenada por el Papa en repetidas ocasiones. Bonifacio es temible; emparentado con las casas reales de Francia y Alemania, es un veterano de Oriente en donde su padre Conrado ha muerto y sus hermanos han peleado a su lado. Es amigo íntimo del enemigo del Papa, el emperador Felipe. Para colmo, Venecia, gran potencia comercial, financiera y marítima, demasiado interesada en los asuntos bizantinos, se mete en la empresa”.[9]

La cuarta cruzada (1202-1204) encabezada por los barones franceses se inicia con la toma de la ciudad rebelde de Zara en los Balcanes, -ciudad cristiana recién anexada por el rey de Hungría-, condición impuesta por lo venecianos para transportar a los ejércitos que no tienen con que pagar. “El Papa horrorizado, excomulga a los partícipes de una cruzada cuya primera operación militar es la toma y saqueo de una ciudad cristiana. No tarda en perdonar a los franceses, pero mantiene la excomunión contra los venecianos. Es cuando se cruza –ironía involuntaria de las palabras- el proyecto bizantino-alemán de restablecer en el trono a Isaac el Ciego. Bonifacio había hablado con el Dogo de Venecia, el viejo Andrea Dandolo, enemigo mortal de los bizantinos desde que había perdido la vista en el progrom de 1182. Entre los dos, logran convencer a los otros barones de que la cruzada se costeará y facilitará con un paseo por Constantinopla, justo el tiempo necesario para restablecer en su trono a un soberano legítimo. Eso financiaría la cruzada y la fortalecería con un gran ejército griego.



Prudentes, no consultan al Papa y zarpan en abril 1203 desde Zara para tomar Constantinopla por asalto el 24 de junio, con relativa facilidad. Isaac y su hijo co-basileus bajo el nombre de Alexis IV, se ganan la inquina de todos, de los latinos porque lo prometido es imposible de cumplir, de los griegos porque no soportan un poder sostenido por los latinos. El 25 de enero de 1204, un motín popular, apoyado por un clero que no acepta la romanización por venir triunfa. Sube al trono el líder del motín Alexis Murzuflos. Los latinos se radicalizan y deciden acabar con el Imperio bizantino de una vez para instalar uno latino. Preparan el reparto detallado del poder y de los bienes; seis latinos y seis venecianos deben elegir al emperador, si escogen un príncipe latino el patriarca tiene que ser veneciano. El convenio, debidamente firmado, termina con las palabras: <<por el honor de Dios, del Papa y del Imperio>>. El Papa no fue consultado. 

La segunda batalla por la ciudad empieza el 6 de abril y concluye el día 12. Al día siguiente Dandolo y los jefes latinos se instalan en el gran palacio imperial y conceden a sus soldados tres días de saqueo”.[10]

El papa Inocencio II reacciona con coraje y consternación, condenando con energía la violencia, el robo, el sacrilegio; sin embargo los ortodoxos no registran lo dicho y sus descendientes no recuerdan la carta. 

El cisma con los patriarcados de Antioquía y Jerusalén, se da por la persistencia de Roma de mantener patriarcas latinos; en el caso de Alejandría, ahora bajo el dominio musulmán, no sufre de esta imposición, pero también ha perdido la comunión con Roma. 


XII INTENTOS POSTERIORES DE REUNIFICACIÓN (1206 A 1453) 

El mayor desmentido a quienes ubican el Cisma de oriente en 1054 a causa de las excomuniones recíprocas, o en 1204 debido a la toma de Constantinopla por los cruzados; es el hecho de que entre 1054 y 1453, el año de la caída de Constantinopla haya habido unos treinta intentos de acercamiento entre las dos Iglesias. 

En 1261 Miguel Paleólogo retoma la ciudad y funda la última dinastía bizantina en un entorno sumamente amenazante: al norte por búlgaros y serbios, al este por los turcos, al poniente por los latinos y por otra parte Bizancio depende cada día más de sus odiados enemigos, las ciudades-Estado italianas: Venecia y Génova. 

El Estado es pobre y la iglesia cada vez más poderosa, el cesaropapismo ha sido sustituido por una <<teocracia popular>>. “Si el patriarca no manda siempre, los monjes pueden lanzar el pueblo a la calle, tanto contra el emperador como contra el jerarca. El patriarca Atanasios obliga al basileus Andrónico II a decretar: <<Declaro que quiero no sólo mantener la Iglesia enteramente libre, sino ser con ella tan obediente como un esclavo, y someterme a ella en todo lo que es legal y conforme a la voluntad de Dios>>.[11]

La debilidad de Bizancio y la superioridad de sus enemigos llevan a los emperadores al esquema ya estudiado de solicitar ayuda militar a Occidente a cambio de la unión de las Iglesias, situación que no es aceptada por los patriarcas de Constantinopla; así se convoca a los Concilios de Lyón en 1276 y de Ferrara-Florencia en 1439 

El Concilio de Ferrara-Florencia 





El basileus Manuel II que en su largo reinado se ve obligado a enfrentar a los turcos una y otra vez, después de sitio de 1422 a Constantinopla por parte del Sultán Murad da en su lecho de muerte a su hijo Juan VII una proféticas recomendaciones: 

“No nos queda, le dijo en resumen, más recursos contra los turcos que su temor frente a nuestra reunión con los latinos. Tan pronto como te encuentres apresurado por los infieles, hazles ver ese peligro. Propón un concilio, empieza las negociaciones, pero prolóngalas siempre; elude la convocación de esta asamblea que no te podría ser de ninguna utilidad. La vanidad de los latinos y la terquedad de los griegos no concordarán nunca. Al querer realizar la reunión, no harías sino confirmar el cisma y exponernos sin recurso a la merced de los bárbaros”.[12]

Juan VIII negocia con el Papa Eugenio IV la unión a cambio de una nueva cruzada contra la cada vez mayor amenaza turca. No obstante no todo es política, ya que existe un movimiento unionista que va desde los <<fundamentalistas>> del Monte Atos hasta Bizancio y que piden al Papa el concilio esperado desde hacía 100 años. Después de 7 años de esfuerzos el concilio se inicia en la ciudad de Ferrara el 8 de enero de 1438, pero un brote de peste obliga a cambiar de ciudad y el concilio se traslada a Florencia. A él concurren 150 obispos occidentales y un número mayor de obispos orientales, además de la crema y nata de intelectualidad y el clero bizantino que ascendían a 700 personas. 

El Concilio se da en un polémica positiva y resuelve muchos problemas. El Patriarca José II de Constantinopla, muy escéptico en un principio, se transforma en partidario sincero de la unión. Las largas y animadas discusiones teológicas que no se habían dado en tales condiciones de libertad y frente a un público tan grande convierten a muchos a la causa unionista. Al discutir el tema del <<Filioque>> y del purgatorio se convencen de la ortodoxia de la posición latina. 

Las discusiones duran 6 meses, hasta que el 6 de julio de 1439, el edicto de unión queda firmado por el Metropólita de Nicea y portavoz de los griegos Bessarion, el emperador Juan y los demás participantes, con excepción de obispo de Éfeso Marcos. Por él los griegos aceptan el <<Filioque>>, sin obligación de incorporarlo a su rezo del Credo, se respetan las divergencias en el rito, la lengua y las costumbre y se reconoce de manera ambigua el primado de Roma. 

Entre 1439 y 1442 muchas iglesias orientales aceptan los decretos del concilio: armenios, asirio-caldeos, etíopes, jacobitas, maronitas de Chipre, nestorianos, sirios. Sin embargo Constantinopla y Moscú rechazan la unión por considerarla como sumisión humillante a Roma y de los 29 obispos que habían firmado el decreto de unión 21 cambian de parecer. “En 1443, los patriarcas de Alejandría, Antioquía y Jerusalén, reunidos en sínodo declaran <<detestable>> y <<abominable>> el Concilio de Florencia y deponen a Mitrofanes, el patriarca unido de Constantinopla. La violencia es cotidiana, las calles de la capital son el teatro de violentos enfrentamientos, el basileus manda sus tropas contra los monjes levantiscos”.[13]

El papa cumple su parte y convoca a una nueva <<cruzada>> a cuyo frente pone al Cardenal Julián Cesarini, a cuyas fuerzas se suma Jan Huyandi y el Ladislas III de Hungría. Derrotan al sultán Murad II en Nish y continúan su Marcha a Constantinopla, siendo derrotados en 1444, en Varna por la fuerzas de Murad, desapareciendo el rey Sebastián de Portugal y muriendo el rey de Hungría. Sobra decir que esta derrota y la muerte de Juan VIII envalentonan más a los enemigos de la unión. 

El 29 de mayo de 1453 Constantinopla cae bajo el asedio del sultán Mahmad, que permite la práctica de la Iglesia Ortodoxa, fomentando el antilatinismo de la misma, para de esta forma consolidar su conquista. 

Aquí es donde se da el verdadero cisma, ya que el diálogo se suspende por casi cinco siglos. 

Bizancio al caer pasa la estafeta a Rusia, en donde el basileus se hará llamar Zar, Secretario General del Partido Comunista de la URSS, o Presidente de Rusia y se va a continuar con el mismo esquema de Bizancio, ya que los metropolitas de Rusia eran nombrados por el Patriarca de Constantinopla y era común su ascendencia griega. Así mismo los zares se desposaron con miembros de las familias de los basileus. 

Jorge Pérez Uribe, julio 2007

Notas:
[1] Jean Meyer, op. cit. pág. 125 
[2] Jean Meyer, op. cit. pág. 126 
[3] Jean Meyer, op. cit. pág. 128, 129 
[4] Jean Meyer, op. cit. pág.129 
[5] Jean Meyer, op. cit. pág.132 
[6] Jean Meyer, op. cit. pág.133 
[7] Jean Meyer, op. cit. pág.134 
[8] Jean Meyer, op. cit. pág.135 
[9] Jean Meyer, op. cit. pág.137 
[10] Jean Meyer, op. cit. pág.138, 139 
[11] Jean Meyer, op. cit. pág.149 
[12] El cronista Phrantzes, citado por Jean Meyer, op. cit. pág. 149 
[13] Jean Meyer, op. cit. pág.170

sábado, 9 de mayo de 2020

EL CISMA DE ORIENTE ENTRE LAS IGLESIAS CATÓLICA Y ORTODOXA III




La emperatriz Teodora

VI. DE LAS TENSIONES A LA RUPTURA 



En lugar de plantearnos el ¿por qué? se llegó al cisma, debemos plantearnos el ¿cómo? se llegó a él. 

“En el <<cómo>> entran en los siglos V, VI, VII, las tensiones entre el pluralismo cultural en expansión, introducido por las invasiones germánicas en el Occidente y la necesidad de unidad de la Iglesia Católica […] Entre estos acontecimientos (¿accidentes?), se cuentan la arbitrariedad de los emperadores de Oriente, calificada de <<cesaropapismo>>, y el desarrollo gradual del primado romano, primero en todo el oeste, después con pretensiones universales. Se cuentan también la ambición paralela de los patriarcas de Constantinopla que intentan ejercer un primado comparable sobre los otros patriarcados orientales; el factor personal, siempre imponderable, siempre decisivo, de los actores individuales; las antipatías étnicas entre griegos y latinos, unidas al orgullo nacional y a las rivalidades políticas. Intervienen tanto las disputas teológicas, como los usos y costumbres, las revoluciones intelectuales, como las ofensivas militares y las conquistas realizadas por los normandos, los árabes, los cruzados, los búlgaros o los turcos”.[1]

Desde el siglo IV la arbitrariedad de los emperadores orientales tiende a aislar a las dos partes de la Iglesia católica y a partir de Heraclio (510-641 d.C.) se completa la helenización, tanto del Imperio como de la Iglesia de Oriente. “Esta nacionalización de la Iglesia bizantina la aleja tanto de Roma como de los otros patriarcados orientales y facilita, en aquéllos, la conquista árabe, las conversiones al Islam. 

Es una de las razones por las cuales el obispo de Roma se busca protectores entre los reyes germánicos e intenta a su favor el restablecimiento del Imperio de occidente. La coronación de Carlomagno por el Papa parece en Constantinopla una verdadera traición; y las rivalidades entre emperadores alemanes y bizantinos, luego entre reyes normandos o franceses, y el basileus no facilitan la armonía, mucho menos la reconciliación. 

La domesticación temporal, mejor dicho recurrente, de la jerarquía oriental –fenómeno bien conocido en occidente durante el <<siglo de Hiero>>- es otro factor”.[2]

Primeras rupturas 


Cuando el Papa Félix II excomulga y depone al patriarca Acacio, apoyado por el emperador Zenón (que sostienen el monofisismo), se da un cisma de 35 años (484-518 d.C.). 

Hacia 548, la emperatriz Teodora, ligada a los monofisitas, empuja a Justiniano en la querella de los <<tres capítulos>>, una compilación de textos monofisitas. 

Surge un nuevo cisma entre 640 y 681, a propósito del monotelismo[3], hasta que el sexto concilio ecuménico de Constantinopla, restablece la doctrina de las dos voluntades, la humana y la divina. 

La crisis del iconoclasta provoca de nuevo largas rupturas entre 726 y 787 y entre 813 y 843.


“El período 610-843 fue uno de los más tormentosos de la historia de Bizancio, con guerras y disturbios, conflictos políticos y religiosos, la invasión persa y luego árabe, en el sur y en el este, las ofensivas avares y búlgaras en el norte, francas en el oeste, con la proclamación del imperio de Occidente. Constantinopla se vio rudamente sitiada en varias ocasiones. Para resistir mejor a los persas, Heraclio, con el patriarca Sergio, decidió hacer concesiones a los cristianos monofisitas, mayoritarios en Mesopotamia, Siria y Egipto, lo que engendró el monotelismo que provocó la ruptura de 640-681 con Roma. Luego vinieron los tiempos álgidos del largo iconoclasta. En total, durante esos 233 años la comunión entre las dos partes de la cristiandad se perdió 149 años. Es cuando se empieza a oponer <<Romanistas>> oriental a <<Latinitas>> occidental”.[4]

<<Latinitas>> contra <<Romanistas>> 


“Esa contradicción es muy anterior al cristianismo y tan vieja como la conquista romana, ya en tiempos de la República, los lugares comunes sobre el griego <<culto>> y el romano <<bárbaro>>, el primero <<decadente, servil, pérfido>> y el segundo <<brutal, rústico, arrogante><, nacen en esa época. La larga paz romana y el cristianismo, si bien disminuyen la fuerza del antagonismo, no lo borran. Para ser completo, habría que mencionar el tercero en discordia: la parte no griega del Oriente, la semítica y egipcia que tiene con el mundo griego una relación ambivalente, para no decir antagónica. Roma, muchas veces tiene tendencia a ver los asuntos de Oriente por los ojos de Alejandría y Antioquía, es decir, con un <<prejuicio contra Constantinopla>>. Es que para las iglesias orientales, el evento más desestabilizador de los siglos IV y V fue el nacimiento y crecimiento meteórico de Constantinopla como capital del imperio romano de Oriente; por eso buscan un contrapeso del lado de Roma. El basileus además hostiliza a Antioquía y Alejandría, ciudades que no son griegas y son fácilmente turbulentas […] 

Los acontecimientos políticos y militares refuerzan las tendencias etnocentristas de cada bando: división del Imperio romano en dos partes, caída del Imperio de occidente, helenización del Oriente, germanización del Occidente, pérdida de la Italia bizantina transformada en Estados de la Iglesia (romana), coronación de Carlomagno, vista como una traición por el <<gran basileus y autocrator de los romanos>>. Los bizantinos comparten el resentimiento de su monarca contra un Papa amigo de los <<bárbaros>> y, por lo tanto, extranjero, cuando no enemigo. ¿Someterse a la autoridad espiritual de este bárbaro? ¡Impensable! Sobran los testimonios literarios de ese sentimiento que perdura hasta la caída de Constantinopla y se hace cada vez más popular. Socialmente hablando. Los latinos no son más caritativos: aversión, desconfianza, desprecio son los sentimientos comunes contra los nefandissimi Graeci, odibiles, perversi. Lo cuál afecta la teología: la oposición de los teólogos carolingios a las decisiones del segundo Concilio de Nicea obedece, en buena parte, a razones políticas, al grado de que el papa Adriano I tiene que tomar la defensa de los padres griegos. De la misma manera, el celo de los carolingios para propagar en sus Estados la adición del <<Filioque>> aL Credo, tiene también una indudable dimensión política. León III, conciente del peligro que eso significa para la unidad de la Iglesia, intenta vanamente impedirlo. Además los emperadores germánicos, al imitar el cesaropapismo oriental, contribuyen a la formación de dos bloques político religiosos”.[5]

Otro problema lo constituye la diversidad lingüística: “En tanto que la nueva Roma se había instalado en tierras de habla griega: Italia dejaba de ser bilingüe en el siglo IV [...] Las comunicaciones de los papas a los concilios orientales eran leídas primero en latín y luego traducidas por los que entendían la lengua, con frecuencia con grandes errores, según se deduce de la queja de León el Grande [...] Aunque fue durante varios años representante papal en Constantinopla, Gregorio el Grande no podía comprender el griego [...] La culminación llegó en el año 867, cuando un emperador habló del latín como una <<lengua bárbara>>. El Oriente y el Occidente no pudieron llegar a entendimiento ninguno, se ha dicho en forma dura, porque no se podían literalmente entender el uno al otro”.[6]

VII EL CISMA DE FOCIO



Intervienen el él la intriga palaciega y la geopolítica, El Patriarca Ignacio, es depuesto en 857, como consecuencia del golpe de estado que depone a la emperatriz Teodora, su protectora. El nuevo emperador Miguel III convoca un concilio local que reconoce a Focio, hasta entonces laico y sabio eminente, amigo de los misioneros Cirilo y Metodio. “Pero el papa Nicolás I (858-867 d.C.), una fuerte personalidad como, mal informado por los partidarios de Ignacio llegados a Roma, se niega a confirmar al Patriarca, convoca un sínodo romano que declara anticanónica la elección, excomulga a Focio y repone a Ignacio en la sede de Constantinopla (863 d.C.). La reacción no se hace esperar: tanto el Imperio como la Iglesia rechazan una reacción romana considerada como injustificada, una intrusión inadmisible en la vida interna de la Iglesia. El resentimiento se instala a la hora de la ruptura abierta entre las dos iglesias”.[7]

Como consecuencia de la predicación de los misioneros orientales en 865 el príncipe búlgaro Boris abraza el cristianismo, pidiendo al Papa pertenecer a su jurisdicción, lo que constituye para Constantinopla una <<invasión>> de su territorio canónico. 

“En una carta dirigida a los patriarcas (867 d.C.), Focio presenta uno por uno todos los puntos que el considera inadmisibles en Roma, empezando por la doctrina <<herética>> del <<Filioque>>; en el mismo año un concilio en Constantinopla, presidido por el basileus, excomulga y depone al papa Nicolás. Poco después una revolución palaciega asesina a Miguel III, obliga la renuncia de Focio y reinstala a Ignacio: Constantinopla está de nuevo en comunión con Roma [...] muerto Ignacio en 877, focio sube de nuevo a la sede patriarcal y se reconcilia con Roma en 880. Destituido una vez más en 886 por el emperador, se retira a la vida privada”.[8]

Si bien este cisma es de los más breves de la historia cristiana (863-867), es un preludio de lo que se vivirá siglos después, en donde los escritos de este hombre culto e inteligente servirán de base para las argumentaciones contra Roma. “Focio fue el primero en levantar la lista de lo que alguien llamó los <<nidos a querella>>: celibato de los clérigos, ayuno en sábados de Cuaresma, uso de huevos y leche durante la primera semana de Cuaresma, pan ázimo, confirmación administrada por el obispo solamente y…<<Filioque>>. Hasta aparece en el marco de esa querella, pero no bajo la pluma de Focio, la critica contra la costumbre de los clérigos romanos de rasurarse (¡!). La querella es, quizá, más importante a posteriori, vista desde fines de 2004, que en el siglo IX. Sus contemporáneos no la viven como algo especialmente importante o novedoso. Para ellos es una crisis más”.[9]

Filioque 


“La adición de esa palabra al símbolo de Nicea –adición que expresaba la doctrina según la cuál el Espíritu Santo no procede sólo del Padre, sino a la vez de Padre y <<del Hijo>>- parece que se práctico por primera vez en la Iglesia española, en el Concilio de Toledo (589 d. C.); en esa época era una forma de defenderse del arrianismo de los visigodos. La costumbre pasó de España a Francia y Alemania, y Carlomagno se apresuró a adoptarla: Para él, era un arma contra los griegos, a quienes acusaba de herejía. Sin embargo, Roma no admitió el <<Filioque>> hasta el siglo XI. Los papas sostenían que, aunque la adición estuviese justificada teológicamente, no era conveniente alterar la versión del símbolo aceptada por toda la cristiandad. Pero los misioneros romanos en Bulgaria emplearon el término controvertido; ello desencadenó la controversia; que vino a constituir el núcleo del debate teológico entre la cristiandad griega y la latina durante la edad Media y que todavía separa a las iglesias”.[10]

VIII. EL AÑO DE 1054




En detrimento de la creencia común en el sentido de que el cisma entre Oriente y Occidente inicia en este año, hay que abonar que cuando en 1053 se intenta el restablecimiento de la comunión religiosa, es porque esta ha estado suspendida desde hace mucho tiempo. Los actores de esos años son: el Papa León IX, <<el reformador>>, el Patriarca es Miguel Cerulario (Kerularios), el basileus Constantino IX Monomaco. La situación política es de recuperación del imperio bizantino que ha reconquistado el Asia Menor, parte de Siria, Bulgaria y la Italia Meridional, lo que ha desarrollado un espíritu de orgullo griego o imperial. “El patriarca de Constantinopla se considera, con razón, jefe de una Iglesia que incluye Bulgaria y el mundo ruso. La presencia bizantina en Italia se acompaña de una nueva rivalidad entre las dos iglesias, justo cuando Roma renace de sus cenizas [...] Los intentos romanos de imponer una práctica litúrgica uniforme en las iglesias griegas de Italia del Sur, que los normandos arrancan ahora, poco a poco, a Bizancio, corresponden a los intentos del patriarca de Constantinopla para obligar a las iglesias latinas de su zona a seguir los usos griegos. 

Entonces, si todo empuja al conflicto ¿por qué en 1053, un intento de acercamiento? 

La razón es normanda. Los normandos, nietos de los invasores vikingos instalados en la provincia francesa que lleva su nombre, la Normandía, entran en el sur de Italia, como tercero en discordia, entre alemanes y griegos, y su amenaza demasiado real unifica brevemente al emperador Enrique III, al basileus Constantino y al Papa León IX. Ese proyecto de alianza militar entre los dos emperadores implica el restablecimiento de las relaciones religiosas entre las dos Romas. Es cuando entran en escena el patriarca Miguel Cerulario y el enviado del Papa, su fiel Humberto”.[11]

En Constantinopla se da una situación de excepción, un basileus débil y un Patriarca de personalidad avasalladora, que gozaba de una popularidad inmensa como para lanzar a la calle a la población y después calmarla, y que busca reunir en su persona las funciones de patriarca y basileus. 

“El patriarca no provoca la ruptura –existía antes de que ocupara la sede de Constantinopla- pero hace todo para impedir el restablecimiento de relaciones normales. En sus cartas al patriarca Pedro de Antioquia, en comunión con Roma, se ve que la separación no le importa, puesto que la cree muy antigua, de varios siglos. Está convencido de que el Papa y los latinos se han separado de la verdadera Iglesia hace mucho y lo único que busca es volver a Roma favorable a la causa bizantina en su lucha contra francos y normandos. Parece que convence al metropólita de la Iglesia búlgara, León de Ocrida, de escribir una carta en griego, en 1053, al obispo de Trani (Italia), Juan, quien la remite a la curia. Traducida al latín [...] Invita a negociar, pero en forma de ultimátum que explica a los latinos cuáles son todos los obstáculos a la unión, en una forma tan agresiva que vuelve la unión imposible. El Papa León IX, sin perder su sangre fría, manda al cardenal Humberto con una embajada a Constantinopla, en 1054”.[12]



Los legados papales fueron recibidos con todos los honores por el emperador. “La embajada, sin embargo, olvidando que también en Bizancio se está viviendo una revolución, se engaña al considerar al emperador como el mayor interlocutor. Así que el patriarca se ofende. Humberto también. Se abre la disputa dialéctica. Humberto manda traducir al griego su anterior respuesta polémica y se empeña en una deplorable disputa en la que tacha de herejía, en casa ajena, muchos usos de los griegos, legítimos aunque distintos de la tradición latina. El enfrentamiento termina cuando Humberto deposita en el altar de Santa Sofía, el 16 de julio de 1054, la bula de excomunión contra el patriarca Cerulario y sus seguidores. Éste convoca el sínodo unos días después y sentencia la excomunión contra los latinos”.[13]

“El emperador, empeñado en conseguir la alianza contra los normandos, intenta vanamente convocar a los adversarios a una conferencia de paz, pero Cerulario le ha ganado la partida, No contento con su sínodo y la excomunión de los legados romanos, publica una extensa carta a todos los patriarcas, relatando la historia de la divergencia entre las dos sedes. Entretanto el pequeño ejército del Papa había sido derrotado por los normandos y el mismo León IX había muerto el 13 de abril, dejando a Humberto sin autoridad moral”.[14]

Concluyendo, podemos afirmar que las excomuniones recíprocas de 1054, más que el hecho definitivo de la separación entre las dos iglesias, marcan el fracaso del primer intento de reunión. Así tenemos que la historiografía bizantina contemporánea ignora completamente el cisma de 1054. [15]

Por otra parte habría que considerar los hechos: “La sentencia del cardenal no tiene valor canónico, por no haber sido aprobada por la Santa sede; y la del patriarca no es más que una represalia contra unos extranjeros arrogantes, sospechosos de haber falsificado la carta del papa [...] Pero no hay que subestimar la importancia del acontecimiento. A diferencia de Focio, quien se reconcilia pronto con Roma, Cerulario se mantiene sin variación en su hostilidad absoluta; mientras el primero acaba por adoptar la posición económica>> del respeto de los usos y costumbres de cada Iglesia, el segundo se vuelve hacia atrás. No le interesa demasiado la polémica teológica del <<Filioque>>, y le obsesionan cosas como el pan ázimo, que no es verdadero pan sino la masa muerta de judíos que suprime la vida de cristo; lo abominable es comer morcilla, carne de lobo o de oso, omitir el <<aleluia>> durante la cuaresma, etcétera. Es un discurso que la masa del pueblo entiende no el <<Filioque>> y que exalta su odio hacia los latinos”.[16]

Jorge Pérez Uribe, julio 2007


Notas.
[1] Jean Meyer, op. cit. pág. 94 
[2] Jean Meyer, op. cit. pág. 95 
[3] Intento de síntesis para reconciliar ortodoxos y monofisitas, proclamando que en Cristo hay dos naturalezas y una sola voluntad: la divina; negando la voluntad humana. 
[4] Jean Meyer, op. cit. pág. 102 
[5] Jean Meyer, op. cit. pág. 103 a 105 
[6] Norman H. Baynes, El Imperio bizantino, México, Fondo de Cultura Económica, 1949, Pág. 77 
[7] Jean Meyer, op. cit. pág.107 
[8] Jean Meyer, op. cit. pág.108 
[9] Jean Meyer, op. cit. pág.113 
[10] Nueva historia de la Iglesia, Madrid, Ediciones Cristiandad, 1987, tomo II, pág. 114 
[11] Jean Meyer, op. cit. pág. 116 
[12] Jean Meyer, op. cit. pág. 117, 118 
[13] Lorenzo Cappeletti, ¿Primado o hegemonía? La historia de una separación 
[14] Jean Meyer, op. cit. pág. 118 
[15] Lorenzo Cappeletti, op. cit. 
[16] Jean Meyer, op. cit. págs. 121, 122