sábado, 23 de julio de 2022

PRIMER APRETÓN DE TUERCAS

Desde el principio de la actual administración estadounidense, López Obrador confundió la cordialidad de Joe Biden con debilidad.



Pablo Hiriart | julio 22, 2022

MIAMI, Florida.- El gobierno de México ha jugado tanto con la bonhomía de Biden que el presidente de Estados Unidos le puso un hasta aquí por las reiteradas violaciones al acuerdo de libre comercio. Es el primero.

Vendrán más apretones, porque la paciencia tiene límites.

Tarde o temprano nos van a cobrar la amistad del gobierno mexicano con grupos criminales, que lo mismo trafican con drogas o con personas indocumentadas, que arreglan elecciones al gusto del partido del Presidente, cuando se necesita.

La feria de atropellos al Estado de derecho y a la democracia no puede continuar sin consecuencias. No, si queremos seguir siendo socios de Estados Unidos.

El golpe sobre la mesa que dio el miércoles la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) es fuerte y pega bajo la línea de flotación de la economía mexicana.

La resolución puede tardar meses, pero no se ve manera de que el gobierno de México la gane.

Perderla, ha dicho el exsecretario de Economía, Ildefoso Guajardo, va implicar que nuestro país tendrá que pagar unos 30 mil millones de dólares en aranceles.

Desde el principio de la actual administración estadounidense, López Obrador confundió la cordialidad de Biden con debilidad.

Y perdió de vista que enfrente tenía sentado al político que doblegó a Donald Trump.

En lugar de corregir las faltas al TMEC que le señalaron en su reciente visita a Washington, el presidente de México optó por lo de siempre, porque le ha funcionado: mentir.

A los mexicanos los engañó con el cuento de que su explicación a empresarios y funcionarios en Estados Unidos los había convencido de lo correcto de su política energética.

Engañó en México, pero ya no le pudo tomar el pelo a los vecinos del norte.

Luego de reunirse con directivos la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el presidente López Obrador dijo a los medios mexicanos que los empresarios de ese país “están muy satisfechos, muy contentos (sic), no hay problema (sic)… La cuestión eléctrica, pues ya entendieron de qué se trata, de que a todos nos iba a perjudicar. Es lo mismo que el petróleo”.

Pues no los convenció y sí había problemas.

La US Chamber of Commerce, como recordó en estas páginas Víctor Piz el miércoles, indicó que “los directores ejecutivos expresaron su seria preocupación por el deterioro del clima de inversión en México, y pidieron al gobierno mexicano que cumpla con sus compromisos relacionados con el TMEC”.

Nada de que estaban muy contentos con la política energética de AMLO, que niega el acceso al mercado mexicano a compañías privadas para dar prioridad a los monopolios estatales.

López Obrador alineó a los tres brazos más poderosos del vecino del norte en contra de México: la Casa Blanca, el Congreso y los empresarios.

El estatismo del gobierno de AMLO –en el tema de energía– es contrario al espíritu y a la letra del TMEC. Daña la competencia y la inversión.

Ahí está la razón por la cual Estados Unidos nos demandó ante el mecanismo para solución de controversias del acuerdo comercial firmado con ese país y con Canadá.

Para el gobierno de Justin Trudeau, la política energética de México también es considerada dañina, y respaldó la demanda de Estados Unidos. Canadá interpondrá sus propias controversias.

La respuesta del presidente de México fue tan patética como infantil: “Uy, qué miedo”.

Dentro del país, López Obrador ordenó públicamente la persecución de los jueces que dieron amparos a una empresa española que pide, por las vías legales, que el gobierno mexicano respete las reglas del juego, establecidas en la Constitución.

Se sobrevalúa el Presidente.

No puede atropellar cotidianamente las leyes ni perseguir a los jueces sin consecuencias, cuando somos socios de Estados Unidos, cuya única garantía para comerciar libremente con México es la existencia de un Estado de derecho.

Tiene alteradas las funciones de un Estado moderno.

Privatizador de sus tres tareas básicas: la seguridad (que en parte del país está en manos de mafias criminales), la salud (mandó a la medicina privada a 15 millones de personas que tenían atención en el sector público) y la educación (que devolvió a mafias sindicales).

Y la actividad económica, que básicamente es función de la iniciativa privada, la reserva para el Estado, pierde dinero, se enemista con los socios que nos mantienen a flote y viola la Constitución.

Los problemas para México con Estados Unidos apenas empiezan, por el flanco comercial.

Y en este caso no los va a pagar López Obrador, sino la industria exportadora y los mexicanos que de ella viven.


https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/07/22/primer-apreton-de-tuercas/

miércoles, 6 de julio de 2022

ANTE LA OLA DE ASESINATOS, LA IGLESIA CATÓLICA CONVOCA A UNA "JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ"

 

Templo de la Sagrada Familia en la CDMX, en donde se conservan reliquias de P. Miguel Agustín Pro, S. J., fusilado el 23 de noviembre de 1927.

“Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil”, señaló la Conferencia del Episcopado Mexicano.


Por Rodrigo Vera | martes, 5 de julio de 2022

CIUDAD DE MÉXICO (apro). –Ante la ola de “asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país”, la jerarquía católica mexicana está convocando a todos sus sacerdotes y fieles a una “Jornada de Oración por la Paz”, que se planea realizar en todos los templos católicos durante este mes de julio.

“Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz”, señala el comunicado donde se hace la convocatoria, firmado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM).

Ante la actual situación de violencia –agregan estas instituciones en su comunicado-, “convocamos a una Jornada de Oración por la Paz. Necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, nos están abriendo una puerta para la paz”.

Y dan cuatro grandes directrices a los sacerdotes y a la feligresía católica para realizar esta jornada por la paz:

1. En la primera, se pide que, el próximo domingo 10 de julio, se haga “memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y ofrecer la intención de la eucaristía por su vida para que su dolor nos acompañe en este camino por la paz”.

De ahí que, en todos los templos de México, se puedan colocar “fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta”.

2. En la segunda directriz, piden que durante todo el mes de julio se celebren “misas” y “oraciones comunitarias” en “lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios” perpetrados contra “activistas sociales” o cualquier persona “en situación de exclusión o vulnerabilidad”, haciendo con esto “memoria de la muerte y resurrección de Jesús”.

3. Y en la tercera, se exhorta a que en las misas que se realizarán el próximo domingo 31 de julio “pidamos por los victimarios, oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones, tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a la casa de Dios”.

4. Finalmente, en la cuarta directriz, se señala que cada diócesis, congregación religiosa o parroquia, “definirá las acciones a emprender para abordar a este camino para la paz”, por lo que –a su entera libertad—podrá realizar “procesiones por la paz”, “mensajes al pueblo de Dios”, “horas santas” o cualquier otra acción que considere pertinente.
Indican que, con estas acciones, “nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia y reconciliación que nos lleve a la paz. Queremos abrir horizontes de diálogo para construir la paz. Estamos delante de un problema complejo que necesita de todos y todas para atenderlo desde la raíz y así dejar que el Cristo Resucitado haga surgir una nueva mirada que permita construir los acuerdos que hoy México necesita”.

El comunicado lo firma el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López; la presidenta de la CIRM, Juana Ángeles Zárate; y el provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro Madrid.