Mostrando entradas con la etiqueta Francesco Papa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Francesco Papa. Mostrar todas las entradas

viernes, 17 de julio de 2015

LAUDATO SI’




(INTRODUCCIÓN O PRESENTACIÓN)



1. «Laudato si’, mi’ Signore» –«Alabado seas, mi Señor»-, cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba»[1].

2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

Nada de este mundo nos resulta indiferente


3. Hace más de cincuenta años, cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis nuclear, el santo Papa Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz. Dirigió su mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los hombres de buena voluntad ». Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta. En mi exhortación Evangelii gaudium, escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente. En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común.

4. Ocho años después de Pacem in terris, en 1971, el beato Papa Pablo VI se refirió a la problemática ecológica, presentándola como una crisis, que es « una consecuencia dramática » de la actividad descontrolada del ser humano: « Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación »[2].También habló a la FAO sobre la posibilidad de una «catástrofe ecológica bajo el efecto de la explosión de la civilización industrial», subrayando la «urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad», porque «los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre»[3].

5. San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo»[4]. Sucesivamente llamó a una conversión ecológica global[5]. Pero al mismo tiempo hizo notar que se pone poco empeño para «salvaguardar las condiciones morales de una auténtica ecología humana»[6]. La destrucción del ambiente humano es algo muy serio, porque Dios no sólo le encomendó el mundo al ser humano, sino que su propia vida es un don que debe ser protegido de diversas formas de degradación. Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en «los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad»[7].El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe prestar atención al mundo natural y «tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado»[8]. Por lo tanto, la capacidad de transformar la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios[9].

6. Mi predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente»[10]. Recordó que el mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones sociales, etc. Por consiguiente, «la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana »[11]. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero todas ellas se deben en el fondo al mismo mal, es decir, a la idea de que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestras vidas, por lo cual la libertad humana no tiene límites. Se olvida que «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza»[12]. Con paternal preocupación, nos invitó a tomar conciencia de que la creación se ve perjudicada «donde nosotros mismos somos las últimas instancias, donde el conjunto es simplemente una propiedad nuestra y el consumo es sólo para nosotros mismos. El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros, sino que sólo nos vemos a nosotros mismos»[13].

Unidos por una misma preocupación


7. Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones. Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos. Para poner sólo un ejemplo destacable, quiero recoger brevemente parte del aporte del querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el que compartimos la esperanza de la comunión eclesial plena.

8. El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, «en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación»[14]. Sobre este punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante, invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: «Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados»[15]. Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios»[16].

9. Al mismo tiempo, Bartolomé llamó la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales, que nos invitan a encontrar soluciones no sólo en la técnica sino en un cambio del ser humano, porque de otro modo afrontaríamos sólo los síntomas. Nos propuso pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que «significa aprender a dar, y no simplemente renunciar. Es un modo de amar, de pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios. Es liberación del miedo, de la avidez, de la dependencia»[17]. Los cristianos, además, estamos llamados a « aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global. Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta »[18].

San Francisco de Asís


10. No quiero desarrollar esta encíclica sin acudir a un modelo bello que puede motivarnos. Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi elección como Obispo de Roma. Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos. Él manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.

11. Su testimonio nos muestra también que una ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano. Así como sucede cuando nos enamoramos de una persona, cada vez que él miraba el sol, la luna o los más pequeños animales, su reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las demás criaturas. Él entraba en comunicación con todo lo creado, y hasta predicaba a las flores «invitándolas a alabar al Señor, como si gozaran del don de la razón»[19]. Su reacción era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo económico, porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe. Su discípulo san Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el dulce nombre de hermanas»[20]. Esta convicción no puede ser despreciada como un romanticismo irracional, porque tiene consecuencias en las opciones que determinan nuestro comportamiento. Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio.

12. Por otra parte, san Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza[21]. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza.

Mi llamado


13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos.

14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a la creación de Dios»[22]. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.

15. Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta. En primer lugar, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación. A partir de esa mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente. Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas. Así podremos proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea. A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional. Finalmente, puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana.


16. Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su vez retoma desde una nueva óptica cuestiones importantes abordadas en los capítulos anteriores. Esto ocurre especialmente con algunos ejes que atraviesan toda la encíclica. Por ejemplo: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida. Estos temas no se cierran ni abandonan, sino que son constantemente replanteados y enriquecidos.




[1] Cántico de las criaturas: Fonti Francescane (FF) 263.
[2] Carta ap. Octogesima adveniens (14 mayo 1971), 21: AAS 63 (1971), 416-417
[3] Discurso a la FAO en su 25 aniversario (16 noviembre 1970): AAS 62 (1970), 833.
[4] Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 15: AAS 71 (1979), 287.
[5] Cf. Catequesis (17 enero 2001), 4: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (19 enero 2001), p. 12.
[6] Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 38: AAS 83 (1991), 841.
[7] Ibíd., 58, p. 863.
[8] Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis (30 diciembre 1987), 34: AAS 80 (1988), 559.
[9] Cf. Id., Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840.
[10] Discurso al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (8 enero 2007): AAS 99 (2007), 73.
[11] Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51: AAS 101 (2009), 687
[12] Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín (22 septiembre 2011): AAS 103 (2011), 664.
[13] Discurso al clero de la Diócesis de Bolzano-Bressanone (6 agosto 2008): AAS 100 (2008), 634.
[14] Mensaje para el día de oración por la protección de la creación (1 septiembre 2012).
[15] Discurso en Santa Bárbara, California (8 noviembre 1997); cf. John Chryssavgis, On Earth as in Heaven: Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch Bartholomew, Bronx, New York 2012.
[16] Ibíd.9.
[17] Conferencia en el Monasterio de Utstein, Noruega (23 junio 2003).
[18] Discurso « Global Responsibility and Ecological Sustainability: Closing Remarks », I Vértice de Halki, Estambul (20 junio 2012).
[19] Tomás de Celano, Vida primera de San Francisco, XXIX, 81: FF 460.
[20] Legenda maior, VIII, 6: FF 1145.



Texto integro del documento en formato PDF (descargable): http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

viernes, 15 de agosto de 2014

FRANCISCO: “¡NO SE ODIA EN NOMBRE DE DIOS!”




Antecedentes


Para los lectores asiduos de este blog, no será una sorpresa el rumbo que han tomado los acontecimientos de un año a la fecha, en Irak y El Levante (Siria y Líbano). En el post del 29 de agosto de 2013 (Lista la “intervención humanitaria en Siria), reporté:

<<Mientras la región medioriental en conjunto vive un gélido invierno árabe, donde destaca la contrarrevolución militar egipcia, arrojan mucha luz las operaciones sincronizadas de la resucitada Al Qaeda en Irak, Siria y Líbano bajo la denominación subregional específica ISIS: Islamic State of Iraq and Al-Sham –Estado Islámico de Irak y Al-Sham (Siria y Líbano)–, bautizado por los multimedia anglosajones como el grupo salafista/takfiri más radical de los sunitas de Al Qaeda (Financial Times, 18/8/13), que busca derrocar a Bashar y desestabilizar a Irak y al Líbano para la creación de su califato levantino>>

En el post del 4 de julio de este año (El grupo jihadista “Estado Islámico” restaura el Califato, tras un siglo), retomé la metamorfosis del grupo conocido como Ejército Islámico de Irak y el Levante o EIIL, –Isil, por sus siglas en inglés, y Daesh en árabe–, a Estado Islámico; y en el del 11 de julio, me refirí a Abu Bakr Al Bagdadí, el autoproclamado Califa del estado islámico en todo el mundo y rebautizado como el Califa Ibrahim, así como al territorio del Califato (¿Qué es un Califa, el califato Islámico y sus aspiraciones?

Empezaron a circular, entonces, noticias procedentes de la tercera ciudad en importancia de Irak: Mosul, que había caído en manos del EIIL el 10 de junio. Considerada la tercera ciudad en importancia de Irak, con cerca de dos millones de habitantes, la ciudad tenía más de 60,000 cristianos, que después de la invasión norteamericana de 2003 disminuyeron a 20,000.

Ya en el siglo II de nuestra era, la ciudad tenía presencia cristiana. Era una base vital para la Iglesia en Oriente, la autoproclamada Iglesia nestoriana, que la convirtió en sede metropolitana. También estaban presentes los monofisitas, la hoy Iglesia siro-ortodoxa. Estas iglesias usaban el siriaco, un idioma cercano a los apóstoles, y los pueblos siro-parlantes aún sobreviven en el área de Mosul.

Mosul era el centro de una red de monasterios, algunos de los cuales estaban entre los más antiguos e influyentes de todo el movimiento monástico. A cuarenta kilómetros de la ciudad encontramos San Elías y San Mateo (Mar Mattai) del siglo IV, Rabban Hormizd y Beth `Abhe de los siglos VI y VII, y muchos más: Mar Bihnam, Mar Gewargis (San Jorge), Mar Mikhael (San Miguel). Como en Europa occidental, estos lugares eran cruciales para la vasta tradición de la fe y enseñanza cristianas, y los más grandes no tenían nada que envidiar a Monte Cassino o Iona. En su apogeo, Mar Mattai era uno de los mayores claustros del mundo cristiano, con miles de monjes.

En los últimos días vivían en la ciudad unas 500 familias cristianas, a las que Estado Islámico dio en la tercer semana de julio un ultimátum: debían convertirse al islam o pagar un "impuesto de protección" de 750 dólares, si no querían morir.

En su Angelus del domingo 20 de julio, el Papa Francisco levantó su voz: <<He recibido con preocupación las noticias que llegan de las comunidades cristianas en Mossul (Irak) y de otros lugares de Oriente Medio, donde las mismas, desde el inicio del cristianismo, han vivido con sus conciudadanos ofreciendo una significativa aportación al bien de la sociedad. Hoy son perseguidas; nuestros hermanos son perseguidos, son expulsados, deben dejar sus casas sin tener la posibilidad de llevar nada con ellos. A estas familias y a estas personas quiero expresar mi cercanía y mi constante oración. Queridos hermanos y hermanas que sois perseguidos, sé cuánto sufrís, sé que estáis despojados de todo. Estoy con vosotros en la fe en Aquél que ha vencido el mal. Y a vosotros, aquí en la plaza y a quienes nos siguen por medio de la televisión, dirijo la invitación a recordar en la oración a estas comunidades cristianas. Os exhorto, además, a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diversas zonas del mundo, especialmente en Oriente Medio y en Ucrania. Que el Dios de la paz suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. La violencia no se vence con la violencia. ¡La violencia se vence con la paz! Oremos en silencio, pidiendo la paz; todos, en silencio... María Reina de la paz, ruega por nosotros>>.

Francisco puso en marcha a la diplomacia vaticana, remitiendo a los embajadores acreditados ante la Santa Sede una "nota verbal” para que la hicieran llegar a sus gobiernos y así la Comunidad Internacional se interesara por la situación.

Precisamente el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, leyó un nuevo llamamiento para que la Comunidad Internacional ponga fin a este "drama humanitario”.

Empezaron a llegar las fotos de los cristianos crucificados y el valiente ejemplo de Mahmoud Al ‘Asali, profesor de leyes en el departamento de pedagogía de la Universidad de Mosul; quien no aceptó permanecer en silencio frente a la violencia en contra de los cristianos de Mosul, obligados a decidir entre la conversión al Islam, el pago de la «jizya» (impuesto islámico para los no musulmanes) o la fuga. Así, el profesor Mahmoud Al ‘Asali, tuvo el valor de denunciar abiertamente esta forma de brutal limitación que, según su opinión, va en contra de los preceptos del Islam. Un gesto que pagó con la vida: los milicianos del Isil lo asesinaron el 21 de julio en Mosul.



Irak: ن, ¡Todos somos nazarenos!



Pero antes de darles a elegir entre la conversión, el impuesto, la huida o la muerte, los islamistas empezaron por marcar todas las casas de los cristianos con un ن, a menudo inscrito en un círculo.




Este símbolo es de hecho una letra del alfabeto árabe, el «nombre», que corresponde a la «N» del alfabeto latino, una N por «Nasarah», es decir, nazareno, el término peyorativo con el que se designa a los cristianos en el Corán.

En apoyo a los cristianos de Irak perseguidos en la más total indiferencia, entre el drama ucraniano y el conflicto palestino-israelí, los cristianos de todo el mundo están llamados a mostrar este símbolo – ن - en las redes sociales.



Los yihadistas destruyeron el 25 de julio la tumba y mezquita de Jonás, también venerado por los islamícos. 



El patriarca caldeo Louis Raphael Sako hizo un llamamiento a las Naciones Unidas para que el Consejo de Seguridad no permanezca como un simple observador de las continuas atrocidades que están cometiendo los extremistas islamistas del llamado Estado Islámico creado en el norte de Irak. En particular, hacía referencia a la situación de Mosul, donde miles de familias de cristianos han sido obligados a dejar la ciudad y abandonar sus casas y propiedades. En las últimas 24 horas han muerto 40 personas en Irak a causa del conflicto.

El patriarca Sako habló también sobre la llamada del Papa en una entrevista a Radio Vaticano. "Estamos muy agradecidos y emocionados por su solidaridad, simpatía y oración. Ha dicho que está muy cerca de los cristianos y que reza por Irak. Cuando le he dicho que los cristianos son fuertes en la fe y en la esperanza, ha dicho: '¡Bien, bien! ¡No perdáis la esperanza!'", ha afirmado. Asimismo ha indicado que "es realmente un apoyo paterno para nosotros, es una cercanía muy importante, que nos da la fuerza, la confianza de perseverar y esperar una situación mejor en Irak".

Sobre la destrucción de lugares sagrados por parte del Estado Islámico, el patriarca afirma que "estos grupos tienen una ideología muy fuerte. Representan, por tanto, un peligro no solo para los cristianos, sino también para los musulmanes del mundo entero. Ellos han comenzado con destruir la gran mezquita histórica de Jonás, donde se dice -según la tradición- que está la tumba del profeta. La mezquita fue construida sobre las ruinas de una iglesia caldea. Lamentablemente ha sido destruida completamente, como otras mezquitas, y amenazan también nuestras iglesias. Estos yihadistas - Isis y otros- son un peligro para el mundo entero".





Por otro lado, el patriarca subraya que "los cristianos deben estar unidos, como también los musulmanes, los suníes y los chiíes. Deben tomar una posición muy clara para un discurso religioso abierto, equilibrado, si no perderán. El cristianismo oriental debe continuar viviendo. Nosotros, en nuestros institutos, formamos una generación abierta a cristianos y musulmanes. Todos los ciudadanos deben, no solo sobrevivir, sino vivir en libertad y dignidad, y esta es la responsabilidad del mundo entero, cristianos y musulmanes".
Finalmente, Sako explica en la entrevista que las familias cristianas que han sido expulsadas de sus casas necesitan ayudan. "Nosotros como Iglesia hemos dado mucho realmente. El Pontificio Consejo Cor Unum ha mandado 40 mil dólares y el domingo iré al norte para llevar una ayuda del Patriarcado a todos. Hay una pequeña esperanza, pero los muros entre los grupos étnicos y confesionales son realmente altos".

El día 6 de agosto, la Iglesia Católica en pleno, se unió a la jornada mundial  de oración por la paz en Irak, convocada por el patriarca Sako.


La carta del Papa a Ban Ki-moon



El 9 de agosto. el papa Francisco envió una carta al Secretario General de la ONU Ban Ki-moon expresando <<He pedido a Su Eminencia el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos -que sirvió como Representante de mis predecesores, el Papa San Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI, ante el pueblo de Irak-, que manifieste mi cercanía espiritual y que exprese mi preocupación, y la de toda la Iglesia católica, por el intolerable sufrimiento de aquellos que solo desean vivir en paz, armonía y libertad en la tierra de sus antepasados. Con el mismo espíritu, le escribo, Señor Secretario General, y pongo ante usted las lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los Cristianos y de las otras minorías religiosas de la amada tierra de Irak. Mientras renuevo mi llamado urgente a la comunidad internacional a intervenir para poner fin a la tragedia humanitaria en curso, animo a todos los organismos competentes de las Naciones Unidas, en particular a los responsables de la seguridad, la paz, el derecho humanitario y la asistencia a los refugiados a continuar sus esfuerzos en conformidad con el Preámbulo y a los Artículos pertinentes a la Carta de las Naciones Unidas […] Confiado en que mi llamado -que uno al de los Patriarcas Orientales y de los demás líderes religiosos-, encontrará una respuesta positiva, aprovecho la oportunidad para renovar a Vuestra Excelencia mi más alta consideración.>>

La Santa Sede pide con un lenguaje inédito a los líderes musulmanes del mundo que condenen públicamente los crímenes contra las minorías en Irak [1]



<<El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso este martes -12 de agosto- ha condenado “sin ambigüedad" las que llama “prácticas indignas” de los milicianos del Estado Islámico en Irak. El dicasterio del Vaticano critica abiertamente las masacres, las decapitaciones, los impuestos para los cristianos, las expulsiones forzadas, el rapto de mujeres, la destrucción de lugares de culto, entre otros actos de persecución. “Ninguna causa puede justificar tal barbarie y ciertamente no una religión” confirmó. 

“Este Pontificio Consejo, todos aquellos comprometidos en el diálogo Interreligioso, los seguidores de todas las religiones, así como todos los hombres y las mujeres de buena voluntad, no pueden sino que denunciar y condenar sin ambigüedad estas prácticas indignas del hombre” asegura el comunicado. 

A propósito de la “restauración del Califato” en Irak y de la persecución de los cristianos en el país, el Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso del Vaticano ha emitido una declaración para denunciar “los crímenes” que se hacen en nombre del Califato, al mismo tiempo que recuerda su “abolición el 29 de octubre de 1923 por Kamal Ataturk, fundador de la Turquía moderna”.
“La contestación de esta restauración por parte de la mayoría de las instituciones religiosas y políticas musulmanas no ha impedido a los jihadistas del ‘Estado Islámico’ de cometer […] actos criminales indecibles” confirma la declaración.

Asimismo, el Vaticano invitó a los líderes religiosos musulmanes a rechazar la violencia que arremete contra “los cristianos y los Yazidi” entre otras minorías en Irak. Ante la situación dramática exigió una “posición clara y valiente por parte de los responsable religiosos, sobre todo musulmanes, de las personas comprometidas en el diálogo Inter-religioso y de todas las personas de buena voluntad”. 

“Todos debemos - prosiguió el comunicado- unánimemente condenar sin alguna ambigüedad estos crímenes y denunciar la invocación religiosa para justificarlos” 

El Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso, presidido por el cardenal, Jean-Louis Tauran, no hace giro de palabras y menciona los crímenes del Califato en Irak: 

  • Masacres de personas por el sólo motivo de pertenecer a una religión;
  • La aborrecible práctica de la decapitación, de la crucifixión y de colgar cadáveres en las plazas públicas; 
  • La decisión impuesto a los cristianos y los Yazidi entre la conversión al Islam, el pago de un impuesto (la jizya) o el éxodo; 
  • La expulsión forzada de decenas de miles de personas, incluidos niños, ancianos, mujeres embarazadas y enfermos; 
  • El rapto de muchachas y de mujeres pertenecientes a las comunidades Yazidi y cristianas como botín de guerra (Sabaya); 
  • La bárbara imposición de la práctica de la infibulación (mutilación de los genitales femeninos); 
  • La destrucción de los lugares de culto y de los mausoleos cristianos y musulmanes;
  • La ocupación forzada o la profanación de Iglesias y monasterios; 
  • La remoción de crucifijos y de otros símbolos religiosos cristianos y de otras comunidades religiosas; 
  • La distribución del patrimonio religioso y cultural cristiano de falo inestimable; 
  • La violencia abierta con el objetivo de aterrorizar la gente para obligarla a rendirse o de escapar. 


En peligro la cultura del diálogo y la convivencia que ha costado siglos


“Por otro lado, no podemos olvidar que los cristianos y los musulmanes han vivido juntos - sea con altos y bajos- durante siglos, construyendo una cultura de la convivencia y de la civilización digna de orgullo. Sobre esta base es que en los últimos años, el diálogo entre cristianos y musulmanes ha continuado y se ha profundizado”. >>



Hillary Clinton descubre la verdad a medias



Hillary Clinton, Secretaria de Estado de enero de 2009 a febrero de 2013, concedió una entrevista el pasado día 10 de agosto a Jeffrey Goldberg de la revista The Atlantic, relacionada con su reciente libro Hard Choices, que causó mucho furor por su crítica teatral, al presidente Obama –debido a su error de no haber intervenido en Siria–, así como en su apreciación “de haber financiado y entrenado mal a los rebeldes sirios, por lo cual surgió el Estado islámico”. A su juicio el no haber ayudado al Grupo Central del Ejército Libre de Siria desembocó en un gran vacío que los yihadistas han llenado ahora. Es decir, lo incorrecto no fue la imperialista intervención en territorio sirio -que aún tiene sumido al país en una guerra civil- para ayudar a los rebeldes, sino haberlo hecho al grupo incorrecto.
En tanto en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el congresista Frank Wolf denunciaba que los cristianos están sufriendo un genocidio en Irak mientras que el gobierno de Estados Unidos y las Naciones Unidas permanecen en silencio.

"Creo que lo que está ocurriendo con los cristianos en Irak es un genocidio y un crimen contra la humanidad", señaló Wolf.

"¿Dónde está Occidente? ¿Dónde está el gobierno de Obama? ¿Dónde está el Congreso? El silencio es ensordecedor”.









Jorge Pérez Uribe



[1]http://www.aleteia.org/es/internacional/articulo/salto-de-calidad-a-las-relaciones-vaticano-islam-la-verdad-sin-pelos-en-la-lengua-5292667780988928 

miércoles, 2 de octubre de 2013

...Y SE DETUVO LA INTERVENCIÓN ARMADA CONTRA SIRIA




La crónica de nuestros días


Se veía difícil, muy difícil, más bien imposible detener la guerra. Ya se había echado a andar la maquinaria bélica de los imperios anglosajones, apoyada por la antigua colonizadora de la región: Francia. Los expertos de la ONU, comisionados en Siria no habían dado aún su veredicto. Solo una voz se había levantado, fuerte enfática, repitiendo la frase de Juan Pablo II “Nunca más la guerra”. El domingo 25 de agosto, el Papa durante el Angelus, manifestó: <<Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que se muestre más sensible hacia aquella trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida nación siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte. Todos juntos recemos a la Virgen Reina de la Paz: María Reina de la Paz ruega por nosotros.>>

La nota de Reuters del ese día 25 señalaba <<El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente estadounidense, Barack Obama, han reiterado que la comunidad internacional debe dar una "grave respuesta" al supuesto uso de armas químicas en Siria y han ordenado a sus respectivos equipos examinar "todas las posibilidades". Según ha informado un portavoz de Downing Street a través de un comunicado, Cameron y Obama han hablado por teléfono para analizar la situación en Siria, después del supuesto ataque con armas químicas llevado a cabo por las fuerzas gubernamentales sobre el este de Damasco.

Esta madrugada, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ha asegurado que su Gobierno está preparado para ejercer "cualquier opción" militar que Obama ordene en respuesta a los supuestos ataques con armas químicas en la guerra civil siria. "El presidente Obama ha pedido al Departamento de Defensa que prepare alternativas para todas las contingencias. Lo hemos hecho y estamos preparados para ejercer cualquier opción", ha dicho Hagel desde Kuala Lumpur, donde se encuentra de visita oficial.>>

Un aguerrido Primer Ministro de Gran Bretaña -David Cameron-, acuñó el irónico término de “Intervención Humanitaria” que le permitiría actuar <<Aunque la acción quedase bloqueada en el Consejo de Seguridad de la ONU>>

El día 28, el Papa Francisco tuvo una entrevista con el Rey de Jordania Abdullah II, fervoroso promotor de la paz en el Medio Oriente 

Y entonces –el día 29-, empezaron las sorpresas: el Parlamento del Reino Unido rechazó la participación de Gran Bretaña en una acción militar contra Siria. <<Con 285 votos en contra y 272 a favor, los parlamentarios británicos desecharon de manera definitiva la propuesta de Cameron de sumarse a Estados Unidos para lanzar un ataque internacional contra el gobierno sirio de Bashar al-Assad, reportó la cadena BBC.

El líder legislativo del opositor Partido Laborista, Ed Miliband, consideró que el Parlamento reaccionó en contra del liderazgo "arrogante y temerario" del primer ministro Cameron, quien por su parte prometió acatar la decisión parlamentaria.>>

Mientras en Estados Unidos, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, le envió una carta al presidente Obama para pedir que consultara al Congreso antes de tomar una decisión sobre la respuesta al gobierno sirio. Expreso que Obama "debe explicar de forma clara cómo la acción militar garantizará los objetivos de Estados Unidos y cómo ésta encaja en nuestra política en general", Sin embargo no puso como condición un voto legislativo para autorizar el uso de cualquier tipo de respuesta bélica en Siria.
Ante la defección de su socio Cameron, la Casa Blanca, si bien no tomó en cuenta al Congreso cuando apoyó los bombardeos de Reino Unido y Francia contra Libia en 2011; en esta ocasión se sintió presionada a presentar a legisladores la justificación de una eventual acción armada contra Siria.

El día 31, Francisco reunió a los responsables de la diplomacia vaticana para estudiar las distintas líneas a adoptar para promover la paz en Siria y el Medio Oriente.

Durante el Angelus del domingo 1 de septiembre, ante la multitud congregada en la basílica de San Pedro, el Papa habló en tono fuerte y dramático, tal como lo hicieran los profetas del Antiguo Testamento:

- "Quiero hacerme intérprete del grito que sale de toda las partes de la tierra, del corazón de todos, con angustia creciente: el grito de la paz"

- "Es el grito que dice con fuerza: Queremos un mundo de paz, queremos que en nuestra sociedad llena de conflictos reine la paz"



- "Nunca más la guerra"

- "La paz es un don demasiado precioso, que debe ser promovido y tutelado".

- "Vivo con sufrimiento las situaciones de conflicto, pero estos días mi corazón está profundamente herido por lo que está sucediendo en Siria"

- "Lanzo un fuerte llamamiento por la paz"

- "¡Cuántos niños no podrán ver la luz del futuro!"

- "No se puede escapar del juicio de Dios y de la Historia a nuestras acciones"

- "Guerra llama a guerra, violencia llama a violencia"

- "Con toda mi fuerza, pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de su propia conciencia y no se encierren en sus propios intereses"

- "Exhorto a la comunidad internacional para que promueva iniciativas claras para la paz en aquella nación basadas en el diálogo"

- "¿Qué podemos hacer nosotros por la paz en el mundo?"

- "¡Que una cadena de empeño por la paz una a todos los hombres y a las mujeres de buena voluntad! Es una invitación fuerte y urgente que dirijo a la entera Iglesia Católica, pero que extiendo a todos los cristianos de las demás Confesiones, a los hombres y mujeres de toda religión y también a aquellos hermanos y hermanas que no creen: la paz es un bien que supera toda barrera, porque es un bien de toda la humanidad”.

- “Por esto, hermanos y hermanas, he decidido convocar para toda la Iglesia el próximo 7 de septiembre, víspera de la fiesta de la Natividad de María, Reina de la Paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Oriente Medio, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, según el modo que considerarán más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los pertenecientes a las demás religiones y a los hombres de buena voluntad”.

- “El 7 de septiembre, en la Plaza de San Pedro, aquí, desde las 19.00 y hasta las 24.00, nos reuniremos en oración y en espíritu de penitencia para invocar de Dios este gran don para la amada nación siria y para todas las situaciones de conflicto y de violencia en el mundo”.

- “María, Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!”.

El 4 de septiembre fue el Parlamento francés el que cuestionó la decisión del jefe de Estado para involucrarse en una lógica militarista, ignorando la situación de urgencia humanitaria y las opciones alternativas, comprometiendo al país en una aventura conducida por Estados Unidos.

“El pueblo francés no quiere esta guerra. Hay que escucharlo”, expresó André Chassaigne. 

Vino luego, la reunió del G-20 en San Petesburgo los días 5 y 6 de septiembre. Aunque la agenda de la Cumbre era económica, se esperaba que el tema de Siria entrase a discusión.

El Papa Francisco envió una carta al Anfitrión, el presidente Vladimir Putin, pero extensiva a todos los Jefes de estado: “A los líderes presentes, a todos y cada uno de ustedes, hago un llamado para que encuentren la manera de superar sus posiciones en el conflicto, dejando de lado una intervención militar como solución. Más bien, que haya un compromiso de buscar, con coraje y determinación una solución pacífica mediante el diálogo y la negociación de las partes, con el apoyo unánime de la comunidad internacional”. Sin embargo no hubo mayor repercusión al parecer y concluyó la cumbre de San Petesburgo.

La prensa internacional reportaba el envío de barcos rusos al Mediterráneo y entonces vino la declaración de Putin de que “Rusia apoyaría a Siria en caso de un ataque” 

Y llegó la jornada de penitencia y oración por la paz en Siria, en Medio Oriente y en el Mundo (Ver post: Francisco y el milagro del ícono). Cerca de 100,000 personas en la plaza de San Pedro, pero millones de católicos, cristianos de otras denominaciones, los musulmanes de Siria y gente de buena voluntad en todo el mundo se unieron a la jornada y siguieron orando los días subsecuentes. 

El político y humanista Josep Miró nos narra: <<Cuando todo parecía consumado, y el ataque americano a Siria un hecho inexorable, una cadena de acontecimientos imprevistos ha abierto una ventana a la no agresión, y quizás constituya un primer paso para la paz.

En su periplo para formar una alianza favorable a su ataque, John Kerry visitó Londres y, en el transcurso de la rueda de prensa y de manera improvisada y "retórica", según sus asesores, dio un ultimátum a Siria para que entregara su arsenal químico en el plazo de una semana si quería evitar la intervención bélica. 

Evidentemente, en esta improvisación no había ninguna voluntad de rectificar lo previsto, entre otras cosas porque este miércoles el Senado norteamericano tenía que debatir el apoyo a la iniciativa del presidente. Un debate, sea dicho de paso, que ha quedado pospuesto como consecuencia de los sucesos que siguieron a la improvisación de Kerry. 

De una manera muy rápida, el ministro ruso de Exteriores, recogiendo las palabras de Kerry al vuelo, reaccionó y lanzó a la opinión pública la oferta de que Estados Unidos no atacara a cambio de que Siria aceptara el control de todo su arsenal químico. Rápidamente, el ministro sirio que estaba de visita en Moscú aceptó esta proposición y también, a gran velocidad, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, se ofreció para respaldarla desde el Consejo General de Naciones Unidas. Finalmente, Obama ha aceptado una negociación sobre aquel país.>>

Y vino la ofensiva diplomática rusa, apoyada por Alemania, Japón, Reino Unido y China, en el cual el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov conjuntamente con Siria elaboraron un plan de destrucción de arsenales de armas químicas, quitando a “los aliados” la justificación de cualquier intervención 

Vinieron las encuestas de EE UU, que reflejaron una opinión pública cansada de las guerras en Oriente Medio; en donde el 61% de los encuestados dijeron que querían que el Congreso votara en contra de autorizar ataques militares de Estados Unidos en Siria. En comparación, el 26% dijo que los apoyaban, y el resto se mostró indeciso.

Sólo el 16% de los estadounidenses dijeron no creer que los ataques limitados derivarían en una campaña militar más larga, señaló la encuesta. Y una mayoría abrumadora —el 75%— indicó que no respalda el envío de tropas de Estados Unidos a Siria. Pero también otra encuesta reveló un rechazo del 75% por parte de las fuerzas armadas.

Finalmente Obama reconoció ante Fox News que el pueblo estadounidense “no está convencido” y que los congresistas tienen muchos interrogantes, por lo que su gobierno perseguirá una “vía diplomática.


La milenaria enseñanza bíblica



Aunque para muchos la Biblia pudiera parecer un libro histórico; la Biblia es en esencia la “historia de la salvación”. Inicialmente del pueblo de Israel (Antiguo Testamento) y posteriormente de toda la humanidad (Nuevo Testamento).

La Biblia contiene muchos géneros literarios y si bien uno de ellos es la narrativa que comprende el subgénero de narrativa histórica, ésta última, no lo es a la usanza del rigor actual, es decir, al hagiógrafo le interesaba más que plasmar hechos exactos, hacer ver la enseñanza, de la acción de Dios en el acontecer histórico, tal es el caso, que nos narra el capítulo 3 del libro de Jonás:

<<Por segunda vez fue dirigida la palabra de Yahveh a Jonás en estos términos:”Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama el mensaje que yo te diga.” Jonás se levantó se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima de un recorrido de tres días. Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad, e hizo un día de camino proclamando: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida”.

Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor. La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se sentó en la ceniza. Luego mandó pregonar y decir en Nínive: “Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten, ni beban agua. Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza: que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizá vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.” Vio Dios lo que hacían, como se convirtieron de su mala conducta y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.>>

¿Podríamos decir que en estos días hemos presenciado la actualización de esta lección del Antiguo Testamento?, en donde el Papa Francisco a manera del profeta Jonás, se dirigió no a Nínive sino al mundo entero, denunciando el riesgo de una conflagración en el Medio Oriente. Convocó a una velada de ayuno y oración de cristianos, musulmanes y de todo aquel hombre o mujer de buena fe que quisiera unirse a ella (hay que aclarar que los monasterios de Siria, llevaban ya días ayunando y orando, y que muchos han seguido con alguna penitencia y orando por la paz en sus templos, o en la intimidad de sus hogares).

A diferencia de la lectura del Antiguo Testamento, ahora conocemos más a Dios y sabemos que no “arde en cólera” y no se “arrepiente del mal que hubiere determinado hacernos”. Ahora, no por nuestros descubrimientos, sino por su revelación, sabemos que es el “Señor de la Divina Misericordia”, presto a perdonarnos. Gracias al místico y gran político del siglo XX, Juan Pablo II, -que buscaba disminuir la trascendencia de su actuar, al referirse continuamente a “Jesucristo como Señor de la Historia”-, sabemos que: “Dios quiere intervenir en la historia de los hombres, pero nunca sin su participación”.

Católicos, cristianos episcopales, maronitas, coptos, ortodoxos, caldeos, musulmanes y muchos hombres y mujeres de buena voluntad, hemos pedido con fe la paz, y aunque no hay aún un tratado firmado, se ha detenido la “intervención humanitaria” y hay negociaciones para la paz que incluyen no solo a Siria, sino a toda la región, incluyendo a Irán e Israel.

Por su parte el Papa Francisco a invitado a seguir orando "con paciencia y perseverancia" hasta conseguir la paz. 


jueves, 19 de septiembre de 2013

FRANCISCO Y EL MILAGRO DEL ÍCONO


Porqué el Papa ha puesto en el centro de la Vigilia por la paz la imagen más venerada de la Madre de Dios conservada en Roma. Una historia de fe que se remonta a Gregorio Magno. El comentario del padre Innocenzo Gargano 

por Sandro Magister



ROMA, 12 de septiembre de 2013 – A distancia de pocos días, es cada vez más perceptible lo extraordinario de la vigilia presidida por Papa Francisco en la plaza San Pedro, el sábado 7 de septiembre, por la tarde.

En primer lugar, el motivo: una jornada de ayuno y oración para pedir la paz en Siria, en Oriente Medio y allí donde hay guerra, con la participación no sólo de los católicos, sino también de hombres de cada religión o, simplemente, "de buena voluntad". Y no sólo en Roma, sino también en numerosas ciudades del mundo.

En segundo, la duración. No se recuerda una vigilia pública de oración de cuatro horas seguidas, desde el atardecer hasta bien entrada la noche, con la constante presencia del Papa.

En tercer lugar, el silencio. Durante todo el tiempo de su duración, el recogimiento de las cien mil personas que abarrotaban la plaza San Pedro y las zonas circundantes fue intenso y lleno de emoción, en sintonía con la acentuada austeridad de la presencia misma del Papa.

Después, sobre todo, la forma que ha tenido la oración. Ha empezado con el rosario, la más evangélica y universal de las oraciones "populares", y con una meditación de Papa Francisco. Ha proseguido con la adoración del sacramento de la eucaristía. Ha continuado con el oficio de lecturas – es decir, la salmodia nocturna de los monjes – con la lectura de fragmentos de Jeremías, de San León Magno y del Evangelio de Juan. Se ha concluido con el canto del "Te Deum" y con la bendición eucarística impartida por el Papa.

Pero, tal vez, lo que más ha impresionado a los presentes ha sido la entrada en la plaza, al inicio de la celebración, del ícono mariano de la "Salus Populi Romani", sostenida por cuatro alabarderos de los Guardias Suizos y precedida por dos niñas con flores. El ícono ha sido entronizado delante del Papa Francisco, que lo ha venerado con devoción, siendo además punto de referencia de toda la vigilia, al lado del altar.


*

La datación de este ícono de la Madre de Dios, conservado en la basílica de Santa Maria la Mayor y denominada desde el siglo XIX "Salus Populi Romani", es controvertida, oscilando entre los siglos VII y XII.

La tradición sostiene que es una copia, pintada por el evangelista Lucas, de una imagen de María con el Niño aparecida de forma milagrosa en Lydda, en una iglesia construida por los apóstoles Pedro y Juan.

Conservado inicialmente en Bizancio, se cuenta que el ícono llegó a Roma por mar, siendo acogido por el Papa Gregorio Magno a orillas del Tíber.

El cardenal Cesare Baronio, historiador de la Iglesia, escribió que fue el Papa Gregorio quien llevó el ícono a la basílica de Santa María la Mayor, en el año 590, al final de una procesión para invocar el cese de una de las pestes más graves de la urbe. En esa ocasión se vio al arcángel Miguel sobre la Mole Adriana enfundando su espada. La peste terminó y la Mole Adriana tomó el nombre de Castel Sant'Angelo.


Otra peste terminó en el siglo XVI gracias a la intercesión de la Virgen representada en este ícono, cuando San Pío V la llevó en procesión a la basílica de San Pedro.

Los jesuitas acompañaron sus primeras misiones con reproducciones de este ícono, muy venerado por ellos.


Pio XII le rindió homenaje cuando proclamó el dogma de la Asunción en 1950 y la coronó de nuevo en San Pedro en 1954, en el centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada.

Juan Pablo II asoció una copia de este ícono a la Jornada Mundial de la Juventud del año 2000, en Roma.

Y a partir de la Jornada de Colonia de 2005, celebrada por Benedicto XVI, todas las siguientes Jornadas Mundiales de la Juventud han llevado en peregrinación, junto a la Cruz, una copia del ícono de la "Salus Populi Romani".

También Papa Francisco ha querido que estuviera en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, el pasado mes de julio. Tras ser elegido Papa, su primera salida fue a la basílica de Santa María la Mayor, para arrodillarse en oración ante este ícono.

La imagen en él representada es la llamada "Odigitria": la Virgen tiene entre sus brazos al Niño, que la mira amorosamente mientras con la derecha, en el gesto de bendecir, parece indicar la vía, de la cual la madre conoce bien la dirección y el camino.

En este ícono impresiona la mirada intensa de María, que invita a recorrer el camino indicado por el Hijo. Ella mira a lo lejos, precisamente en la dirección que Él indica. Su mano derecha, que sostiene al Niño, repite el gesto de Jesús y lo amplifica.

En el antiguo ritual romano, en la fiesta de la Asunción de María al cielo, el ícono de la "Salus Populi Romani" acogía en la puerta de la basílica de Santa María la Mayor al ícono de Cristo "acheropita" (no pintado por mano de hombre), conservado en el "Sancta Sanctorum" de la residencia del Papa en el Laterano, llevado hasta allí en procesión. En una especie de danza entre dos íconos, el Hijo rendía homenaje a la Madre.

*

La decisión de Papa Francisco de poner en el centro de la vigilia por la paz este ícono de la Madre de Dios – no una copia, sino el original – lleva por lo tanto en sí toda la fuerza del significado de su historia. En él, el Papa ve la fe del pueblo de Dios que, durante siglos, en todos los momentos de crisis, se ha estrechado alrededor de este ícono para impetrar un signo de gracia del cielo, porque "lo que es imposible para los hombres, no es imposible para Dios".

En la nota que sigue, el padre Innocenzo Gargano cuenta en profundidad el significado de la presencia del ícono de la "Salus Populi Romani" en la vigilia convocada por Papa Francisco.

Padre Gargano, monje camaldulense, ha sido prior del monasterio romano de San Gregorio en el Celio, fundado por el Papa del que toma el nombre, y es un gran estudioso de los Padres de la Iglesia y, en particular, de este insigne pontífice, al cual la historia de este ícono está particularmente vinculada. 
__________

SALVACIÓN, NO SÓLO DE LOS ROMANOS, SINO DEL MUNDO ENTERO

por Innocenzo Gargano


La ostensión del ícono auténtico de la "Salus Populi Romani" como conclusión del ayuno convocado por Papa Francisco para obtener del Señor, mediante la intercesión de la Virgen María Madre de Dios, la paz en Siria, en Oriente Medio y en toda la faz de la tierra, ha interrogado a muchísimo fieles.

¿Qué sentido podía tener la ostensión de este ícono, situado junto al altar y al Santísimo Sacramento, con un Papa Francisco casi constantemente arrodillado?

Sólo se puede responder recordando que nunca se puede reducir un icono a un cuadro pictórico, sea el que fuere el genio artístico que lo haya realizado, porque a diferencia de un simple cuadro que atrae la mirada del espectador para verificar la armonía y la belleza, el ícono hace presente, a su manera, a la persona misma que es representada.

No solo. Al estar el ícono lleno de la energía de la fe que le ha sido entregada por todos aquellos que frente a él, y gracias a él, han dirigido su corazón al Señor, el ícono distribuye, a todos aquellos que se acercan con fe, lo que él ha recibido.

En especial el ícono, este ícono – reconocido por la Iglesia como origen de particulares "mirabilia Dei", que nosotros habitualmente llamamos "milagros" – refleja, reproduce y vierte en el corazón de quien se dirige a él, con sencillez y con total disponibilidad a la voluntad de Dios, esas mismas gracias de las cuales fue plenamente gratificada la Virgen Madre de Dios, según la medida de la fe de cada uno.

El auténtico ícono de la "Salus Populi Romani" – y, por tanto, no una reproducción cualquiera, como las que a menudo llevamos en nuestras carteras – está repleto de todo esto. Efectivamente, lleva con él la herencia de fe de las generaciones cristianas que, animadas por el arquetipo al que este ícono hace referencia, es decir, a la Virgen Madre de Dios, han pedido y obtenido por la fe: paz, seguridad y salud, como garantía de la salvación prometida a todos por Jesús Su Hijo, el Salvador.

Por esto, la particular importancia que ha tenido la presencia y la ostensión, el sábado 7 de septiembre, del ícono de la "Salus Populi", que de este modo se ha convertido en garantía de salvación no sólo para los romanos, sino para el mundo entero, como conclusión del ayuno pedido y obtenido por Papa Francisco y al que han participado millones de católicos, de cristianos, de creyentes y de hombres de buena voluntad, amantes de la armonía del mundo y de la paz. 

Solamente la basílica de Monreale, con sus maravillosos mosaicos, habría podido soportar la comparación con la visión paradisiaca de plaza San Pedro, en esta vigilia vivida por los pueblos del mundo entero alrededor del altar y la Palabra de Dios, con el Santísimo Sacramento, en compañía del ícono y en presencia del Papa.

__________

La referencia a Monreale hecha por el padre Innocenzo Gargano en sus últimas líneas hablan de una absoluta obra maestra del arte cristiano: la basílica erigida en el siglo XII por el rey de los normandos en Monreale, en los montes sobre Palermo, totalmente cubierta en su interior por mosaicos que ilustran el cumplido diseño de Dios sobre el mundo y la historia.


Los mosaicos que en Monreale ilustran la creación son la cumbre artística y teológica de todo el ciclo. En la primera de estas representaciones, el Espíritu de Dios rasga el abismo con una energía impresionante, creando "armonía" donde antes había caos.

Y es precisamente la armonía originaria impresa por la sabiduría de Dios a la creación y entre los seres humanos – a los que hace de contraste la irrupción del pecado y el asesinato de Abel, del que las guerras son una trágica herencia – el primer tema de la meditación desarrollada por el Papa Francisco en la vigilia del 7 de septiembre:



En doce sugestivos episodios realizado en 2013 para TV 2000, el canal televisivo propiedad de los obispos italianos, el padre Innocenzo Gargano y la historiadora del arte Sara Magister han ilustrado a fondo la palabra y el espíritu de todo el ciclo de los mosaicos de Monreale.
Los doce episodios, de media hora de duración cada uno, se pueden volver a ver en cualquier momento en el ordenador, en el canal YouTube de TV 2000:


> Il "Credo" nei mosaici di Monreale

Los maravillosos mosaicos de la creación pueden admirarse en el primero de los episodios

Traducción en español de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares, España

Fuente: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350597?sp=y