lunes, 29 de junio de 2020

LA SILLA LO EXHIBIÓ TAL CUAL ES




Pablo Hiriart | 24/06/2020 

Alguna vez un expresidente –he conversado con todos en mi carrera, desde De la Madrid a Peña Nieto–, me dijo que cuando te sientas en la silla se transparenta lo que eres. No se puede ocultar nada, ni defectos ni debilidades ni virtudes. 

Hoy vemos en Palacio Nacional a un hombre que batalló como pocos por llegar a la Presidencia, y en menos de dos años nos mostró que no tiene nada en la mente y en su corazón habitan el rencor y el resentimiento. 

El país se va a descomponer más y a México le va a ir peor debido a esas carencias de nuestro Presidente, que sólo lucha por acumular poder para destruir y controlar. 

No atina a nada constructivo, pues nadie da lo que no tiene. 

Ante la destrucción del país, él y sus cercanos alientan la confrontación entre mexicanos. 

Todos los días, sin faltar uno, nos hablan de peligros de golpes de Estado, de conspiraciones, inventan complots de empresarios, campañas desestabilizadoras, atacan a los medios de comunicación, amedrentan periodistas, señalan que hay médicos confabulados, papás de niños con cáncer que traen agenda política. 

Cada mañana nos despertamos con un nuevo pleito de López Obrador. Y muchas, muchas mentiras. 

Sus pleitos cuestan vidas humanas, empleos, delitos, crímenes, empresas cerradas, debilitamiento del Estado de derecho, falta de confianza para invertir. 

¿Cómo es posible que desde la Presidencia de la República se atice la polarización y el encono entre mexicanos (en el que algunos, lamentablemente, caen), cuando su función es exactamente la contraria? 

Es posible por las características de Andrés Manuel López Obrador: mucho enojo, y “el vacío del mundo en la oquedad de su cabeza”, para decirlo en palabras del poeta andaluz. 

Lo anterior no es una ofensa personal, sino una rigurosa y desoladora descripción de quien lleva el mando del país. 

¿No? A ver, que sus defensores nos digan cuál es el plan del Presidente para enfrentar la crisis económica. 

No tiene. Si existiera algún proyecto económico del gobierno ya lo conoceríamos, pero sólo vemos destrucción. 

El análisis de BBVA que registra hoy El Financiero indica que 600 mil empresas están paralizadas y sin ingresos, con incertidumbre de si van a poder operar nuevamente o no. 

Ante ese enorme problema para el país, ¿qué hace el Presidente? Nada. Cero. Que quiebren, dijo al empezar la crisis y de ahí no se ha movido. 

Si cada una de esas empresas tiene, o tenía, cinco trabajadores en promedio, significa que dos millones se quedaron sin sueldo y tal vez igual número de familias sin ingresos. 

A ver, ¿y el Presidente humanista, progresista, en qué temas anda? En ninguno que dé respuesta al drama salarial. Lo suyo son los pleitos y no las soluciones. 

Todos los analistas han cambiado sus previsiones de la caída del PIB para México, y se mueve desde -8.4 y -10 por ciento. ¿Alguna previsión para el golpazo? Nada. Cero. 

Al Presidente le da lo mismo que la economía caiga a -3 o que caiga a -12. No le aflige que por cada punto se pierdan alrededor de 200 mil empleos formales. 

¿Calumnio? ¿Sí le aflige? Entonces enseñen cuáles son las medidas contra cíclicas. ¿Seguro de desempleo? ¿Salario solidario? ¿Ingreso básico universal? ¿Apoyo fiscal a las empresas? 

No tiene nada que ofrecer. Pero espanta a la inversión extranjera, se ensaña contra las empresas y deja en el aire a los trabajadores cesantes. 

Enrique Cárdenas publicó la semana anterior en estas páginas que según el EQUIDE de la Universidad Iberoamericana, a fin de año habrá 95 millones de pobres en México, siendo mujeres y niños los más afectados. 

Estamos hablando de una crisis de hambre, con el drama humanitario, social y de seguridad que ello implica. 

¿Algún plan de contingencia para evitarlo, o atenuarlo al menos? Nada, no hay absolutamente nada. ¿Primero los pobres? 

Que no nos digan que sus programas sociales son la respuesta, porque con los recortes y rediseño de la política social, ahora los apoyos llegan a menos personas que en el sexenio anterior. 

Según CONEVAL, este año entre seis y diez millones de personas entrarán a las filas del hambre. Y el 'neoliberal' que le antecedió en el cargo sacó a dos millones de mexicanos de la pobreza extrema. 

AMLO no es lo que aparentaba y decía. 

Muy bien que se cobren más impuestos, aunque lo cierto es que se presiona a empresas para que desistan de exigir devoluciones. 

Pero dejémoslo en que está bien. Pregunta: ¿para qué usan el dinero? ¿Para fortalecer la economía? ¿Para salvar la planta productiva y recuperarnos más rápido de la crisis? ¿Para atender a los que están perdiendo sus empleos? 

Nada de eso. Lo usan para gastar en un Tren Maya, que sus vías costarán 140 mil millones de pesos, que será necesario subsidiar de manera permanente, para el cual habrá que tirar miles de árboles –apenas en su primera etapa–, y va a quemar, en plena selva, 166 mil millones de litros de combustible fósil al año, según informa la Manifestación de Impacto Ambiental. 

¿Cuál ha sido el programa para atender la emergencia sanitaria? 

No hay, nunca lo hubo. Puros parches e improvisaciones que nos han costado miles de muertes. 

¿No? Digan algo. Un par de argumentos que no sean insultos. No tienen. 

Se pidió un préstamo de mil millones de dólares al Banco Mundial. Correcto. ¿Para Salud? No, a la Secretaría de Salud le quitaron mil 500 millones de pesos en el primer trimestre. 

Ese dinero es para construir sucursales del Banco del Bienestar, al frente del cual nombraron, el lunes, a una abogada sin conocimiento de la materia, pues ella es “terapeuta de transmisión de energía cósmica” (La Jornada). 

Tanto batallar por sentarse en la silla, para exhibir que no tenía nada en la mente y le sobraba ímpetu destructivo en el corazón. 


sábado, 20 de junio de 2020

DOCTOR CHUNGA, YA VÁYASE POR FAVOR


Pablo Hiriart | 19/06/2020

El coronavirus está fuera de control en el país y el encargado de contenerlo se encuentra absolutamente extraviado.
Peor estamos nosotros, los ciudadanos.

La ingenuidad es un mérito, como dice Borges, pero un pasito adelante se transforma en algo que se denomina con una muy mexicana expresión. En eso caemos al admitir la permanencia de Hugo López-Gatell al frente de la estrategia nacional contra el coronavirus.

El señor se debió haber ido hace tiempo porque no da una, y cada día justifica por qué lo corrieron del equipo de expertos que combatió, exitosamente, la influenza AH1N1 en 2009.

O tal vez por eso lo mantienen, porque lo echó Felipe Calderón.
Para este doctor dan lo mismo seis mil muertos que 30 mil, 35 mil y 60 mil.

Ha hablado de las cuatro cifras, en diferentes momentos, como si se estuviera refiriendo a cabezas de ganado. Son personas fallecidas o que van a morir.

Cada muerto es una familia desgarrada y se le trata con la frialdad de un asunto sanitario.

López-Gatell desestimó la aplicación de pruebas, las boicoteó en los estados, y ayer Epidemiología anunció que las ampliará a grupos de síntomas leves. Entonces, ¿sí o no a las pruebas?

Uno ya no sabe si sirve o no sirve el cubrebocas, porque el encargado de proteger a la población de la pandemia nos dijo que no era útil. Sheinbaum lo contradijo, puso mascarilla obligatoria, y los capitalinos nos quedamos atrapados entre las dos opiniones.

¿Nos la ponemos o no? ¿A quién obedecemos?

El Presidente, que despacha en la capital, le cree a López-Gatell y no se la pone. Llama a “reconquistar la libertad” y salir a la calle “con prudencia”. Muchos siguen su ejemplo.

Alfredo del Mazo, que gobierna una parte importante del Valle de México, pide mascarilla obligatoria y que la gente permanezca en sus casas hasta que baje la ola de contagios.

El doctor López-Gatell cambió de opinión esta semana, cuando leyó un artículo que tiene por coautor al Premio Nobel, Mario Molina, en que destaca la importancia del cubrebocas.

Ahí sí, bueno sí.

¿Y cuándo va a bajar la ola de contagios?

López-Gatell nos dijo que el pico de la pandemia se daría entre el ocho y el diez de mayo. Luego adelantó la fecha: sería el seis de mayo. Después, que sería en los primeros días de junio.

No acertó en ninguna, porque seguimos en máximos históricos.
Para él da igual mayo que junio. O julio o agosto. ¿Cómo puede ser eso? ¿Qué clase de científico es?

Y luego, las mentiras del doctor. Ahí están.

En reiteradas ocasiones ha dicho que desde enero se comenzaron los trabajos para recibir a la epidemia y proteger a la población. Eso es falso.
Hace una semana y media todavía llegaban los aviones cargados de compras de emergencia de las mascarillas que López-Gatell decía que no servían, y equipo de protección para el personal médico que no se compró a tiempo.

¿Cuál preparados? ¿Cómo que desde enero?

Para López-Gatell daba lo mismo comprar el equipo en febrero que en mayo. Ni jabón, ni batas, ni gel desinfectante, ni gafas había en los hospitales cuando el encargado de combatir la pandemia posaba, de frente y de perfil, serio y sonriente, en la revista Quién.

Es una vergüenza y una tragedia.

Tragedia porque el 20.2 por ciento de los infectados en México son médicos, enfermeras y paramédicos. La media de contagios de trabajadores de la salud en Estados Unidos es de 3.3 por ciento. Aquí 20.2.

En marzo López-Gatell fue al Senado donde tranquilizó al país con el mensaje de que la tasa de letalidad del coronavirus sería de entre 2.5 y 3.2 por ciento.

¿Cuál fue la cifra correcta? La tasa de letalidad (contagiados que mueren) en México es de 11.9 contra una media de 5.5 en el resto del mundo.

Ahí en el Senado López-Gatell informó que “los efectos del Covid-19 no serán mayores a los que existen normalmente por la influenza estacional”.

¿Qué dice la realidad? Dice que con la reciente influenza estacional fallecieron 269 personas, y por el Covid-19 han muerto casi 20 mil personas en México... oficialmente.

Increíble que López-Gatell siga en el puesto. Que no lo hayan sustituido. Y que muchos le sigan creyendo.

El manejo del número de contagios y muertes es otro baúl de vaciladas.

Primero había que multiplicar por cuatro, luego por diez. Para él da igual.

Los subregistros están documentados con actas de defunción y el motivo: Covid-19. No hay relación entre el número de muertos y lo que informa López-Gatell.

Y si un día se dispara la cifra de fallecimientos, nos dice que se trata de rezagos de días anteriores.

El miércoles, el representante del IMSS en la conferencia vespertina, informó que el Instituto tiene un rezago de 957 muertos que no han puesto en los reportes, pero poco a poco lo irán haciendo.

¿Cómo los van a incorporar? ¿Unos 150 el martes, 400 el jueves, y así?

Son personas las que se mueren. Tienen hijos, padres o hermanos.

Están perdidos. Su negligencia y altivez, mata.

Para encabezar la lucha contra una pandemia de tal agresividad necesitábamos un médico a la altura de los grandes epidemiólogos que ha habido y hay en México.

La decisión fue política. Se eligió a un Doctor Chunga. Ya debe irse.

domingo, 7 de junio de 2020

SUECIA: LA TERCERA VÍA ANTE EL CORONAVIRUS



El primer ministro de Suecia, Stefan Löfven

Antecedentes


26 marzo, 2020 

El domingo 22 de marzo, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, se dirigió al país con un discurso breve discurso de tan sólo 5 minutos en la televisión sobre la epidemia del Covid-19, durante los cuales recordó que la crisis sanitaria en su país se encontraba sólo en su inicio. 

Löfven avisó a los ciudadanos de que el gobierno podría tomar próximamente decisiones que tendrían “un impacto sobre la vida cotidiana” y llegar sin más preaviso. En medio del cierre generalizado en toda Europa, el primer ministro del país escandinavo no anunció ninguna medida concreta. 

Suecia parecía un oasis de paz (y actividad económica) en medio de una Europa que alzaba barricadas por todas partes. 

De momento, los suecos seguían acudiendo a los parques, yendo a los cines y haciendo las compras habituales. Los comercios permanecían en general abiertos, y sólo los eventos de más de 500 personas fueron prohibidos. 

Los niños fueron a la escuela, y la enseñanza sólo se interrumpió en las universidades, que hacen cursos a distancia, pero mantuvieron abiertas sus instalaciones. El gobierno recomiendó a los ciudadanos que presentaran síntomas que no salieran de casa. Y se dio el mismo consejo a los mayores de 70 años en general. 

La estrategia de Suecia ante el coronavirus, que había sufrido hasta 36 víctimas mortales, se resumió, en una palabra: progresividad. Como explicó su ministro del interior, Mikael Damberg, “no se trataba de tomar la buena decisión, sino de tomarla en el momento oportuno”. 

Pero esta manera de actuar cuesta entenderla incluso en el contexto de los disciplinados y organizados países nórdicos: Noruega, Finlandia y Dinamarca habían tomado medidas mucho más drásticas a pesar de presentar como su vecino sueco números de casos bajos en comparación a otros países europeos más al sur. 

¿Por qué Suecia no actuó pues como otros países similares y que se encuentraban ante una situación prácticamente idéntica? 

Según la agencia sueca de salud, el confinamiento total que otros países han adoptado no era viable a largo plazo porque la población no lo puede soportar. Otra razón que el epidemiólogo de estado Anders Tegnell dio es que, además, el confinamiento es contraproducente. Recordemos como las largas noches, los cortos días y la falta de sol, deprimen en general a la población y son causa de muchos suicidios.

Es costumbre que en las pocas horas de luz, la población se vuelque a las calles, a esquiar, a patinar en el hielo o simplemente a caminar por parques y calles. 

Suecia: la tercera vía ante el coronavirus




¿Dos meses después, ¿en qué punto se encuentra Suecia ante el virus?


20 mayo, 2020

Suecia decidió dejar que el virus circulara libremente entre la población, concentrando las restricciones y medidas de protección sólo en las personas vulnerables, como los ancianos

A finales de marzo, ForumLibertas explicaba el modelo de Suecia para hacer frente a la epidemia del nuevo coronavirus. 

Este país nórdico adoptó a principios de marzo una postura insólita. No decretó el confinamiento casi total, como pasó en Europa, incluidos los vecinos de Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia. Pero tampoco hizo esfuerzos particulares para contener la epidemia y evitar una escalada de contagios a nivel nacional, como Corea del Sur, Taiwán, Australia o Nueva Zelanda. 

Suecia sorprende porque decidió seguir una tercera vía. 


Las autoridades de Estocolmo consideraron que era demasiado tarde para tratar de detener la propagación del virus. El modelo de éxito taiwanés, consistente en cerrar fronteras a los posibles infectados, realizar tests a escala masiva, distribuir material de protección y mantener la economía abierta, fue juzgado impracticable. 

Pero el gobierno sueco no se decantó tampoco por la alternativa evidente, la de parar la economía casi totalmente para evitar el colapso del sistema sanitario. 

Suecia decidió pues dejar que el virus circulara libremente entre la población, concentrando las restricciones y medidas de protección sólo en las personas vulnerables, como los ancianos. Se trata de la estrategia de “inmunidad masiva”, propuesta también por Angela Merkel y Boris Johnson antes de que ambos líderes cambiaran de opinión. 

Los ciudadanos del país escandinavo tienen fama de disciplinados, y su estilo de vida es mucho más individual que el de los países latinos. Por ejemplo, el porcentaje de población que vive sola en Suecia es mucho más elevado que en el sur de Europa. 

Estocolmo esperaba que sus características sociales le ayudarían a evitar tanto un colapso sanitario como un descalabro económico. 

Dos meses después de haber hecho esta elección, ¿en qué punto se encuentra Suecia ante el virus? 

Primeramente, ha quedado demostrado que la estrategia de Estocolmo conlleva un elevado precio en vidas humanas. Según el recuento de la Universidad John Hopkins, hasta el 16 de mayo ha habido 3.646 víctimas mortales de coronavirus en Suecia. 

Como en toda Europa, una buena parte de las muertes se han producido en las residencias de ancianos, lo que demuestra la falta de eficacia de las medidas de protección para los más vulnerables anunciadas por el gobierno sueco. 

Los países vecinos de Suecia presentan cifras muy, muy inferiores. Noruega, que tiene aproximadamente la mitad de los habitantes, lamentó por el momento 232 muertos. Finlandia, con una población similar a la de Noruega, 297. Finalmente, Dinamarca ha sufrido 537 para una población de tamaño similar. Estamos hablando de más de 10 veces menos de muertes que en Suecia. 

Las muertes por millón de habitante que presenta Suecia son más bajas que las de España, Italia o el Reino Unido. Pero mucho más elevadas que en Portugal, Alemania o los países de Europa del este, y se acercan a las de Francia. 

En segundo lugar, se podría esperar que, desde un punto de vista económico, la decisión de Estocolmo podría haber salvado la economía sueca de la recesión que se dibuja en toda Europa.

Pero a pesar de las muertes más elevadas, el modelo sueco no ha conseguido mitigar la caída económica. Según las previsiones de la Comisión Europea, tanto Suecia como Finlandia y Dinamarca sufrirán pérdidas similares este año, de entorno al 6% del PIB. 

Para más, la Unión Europea prevé que, de los tres países nórdicos, Suecia sea el que sufrirá el mayor incremento del paro. 

Este hecho se podría explicar en parte por la dependencia de Suecia de las cadenas de suministro internacionales, fuertemente tocadas por la epidemia, ya que el país dispone de una industria más potente que sus vecinos. 

Ante los malos datos en términos de mortalidad y pérdidas económicas, Anders Tegnell, el epidemiólogo que diseñó la respuesta de Suecia al Covid–19, espera al menos conseguir un porcentaje de personas inmunizadas superior a los demás países. 

Según afirma Tegnell, basándose en una modelación matemática de los contagios, en torno al 40% de los habitantes de Estocolmo habrán pasado el virus a finales de mayo. Algo que situará a Suecia en una mejor posición que los otros países europeos para hacer frente a una eventual segunda oleada de contagios. 

Quizá el doctor sueco tenga razón si la vacuna no llega el próximo invierno. De momento, sin embargo, los resultados obtenidos no son alentadores, y el verano reducirá en cualquier caso la circulación del virus en toda Europa. 

sábado, 30 de mayo de 2020

LO PEOR DE LA PANDEMIA ESTÁ POR LLEGAR. EL PICO DE CONTAGIOS SERÁ EL 27 DE JUNIO: UNAM



Mayo 29, 2020


Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirma que la peor parte de la epidemia de coronavirus en México llegará hasta el 27 de junio. La curva de contagios por COVID-19 está en crecimiento y faltan semanas para que llegue a su pico máximo, según las predicciones matemáticas elaboradas en el Instituto de Física.

El pronóstico fue incluido en el estudio Entendamos el COVID-19 en México, realizado por el Dr. Octavio Miramontes y publicado el pasado 23 de mayo, donde destaca que la población mexicana, en comparación con otros países, no ha cumplido de forma satisfactoria con los llamados de las autoridades a permanecer confinados.

De acuerdo a datos recopilados por Google, a pesar de estar en fase 3 la ciudadanía relajó hasta en un 10% el llamado a permanecer en casa.

De mantenerse el actual ritmo de confinamiento, pronostica el estudio, la epidemia podría durar entre 160 y 200 días (de cinco a seis meses y medio), en los que se presenten hasta 126,000 casos confirmados, mucho más que los 91,000 que se habían previsto.



Entendamos el COVID-19 en México 

Instituto de Física 
Universidad Nacional Autónoma de México 
23 de Mayo de 2020 

Resumen 

En el presente trabajo se acompañan los datos diarios de la epidemia COVID-19 en México. Para ello se discute uno de los modelos epidemiológico más básicos y se muestra como puede ser resuelto para analizar las cifras oficiales de los casos positivos identificados en la República Mexicana. Esto permite explorar la dinámica de las predicciones de su evolución, en un corto plazo. Adicionalmente, se explican los conceptos epidemiológicos más básicos y se hace énfasis en mostrar las herramientas computacionales que se requieren para ello.

Debido a su simplicidad, los resultados de esta investigación no deben ser tomados como base para recomendaciones de salud pública sino más bien como un ejercicio para fines educativos y de divulgación.

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Resultados principales

México se encuentra a la fecha (23 de mayo) en la zona de transición de la curva de casos o máximo contagio según se aprecia en la siguiente Figura:



En la que se ha ajustado una función logística (compatible con los modelos tipo SIR y SEIR) a los datos reportados por la Secretaría de Salud. La fecha del pico máximo se encuentra entre el 31 de mayo y el 13 de julio con el pico alrededor del 27 de junio (línea gris vertical, con un rango de error al 95%). El pico de la epidemia se ha corrido un mes desde la predicción anterior que lo ubicaba inicialmente alrededor de mediados de mayo. No debemos descartar que el descumplimiento del confinamiento para celebrar el 10 de mayo, ha causado este estrago.

La curva con los datos de positivos acumulada y su predicción es la siguiente:



Figura: Predicción del número total de casos al finalizar la epidemia hacia el mes de Agosto del 2020. Para entonces se habrá alcanzado la cifra de 126.000 casos totales medidos (línea gris). Predicción con datos disponibles hasta el 23 de Mayo. La línea gris horizontal marca el número predicho de casos totales.

Hacia el fin de la epidemia en México (de conservarse el respeto al confinamiento) el número total de casos predichos se acercará asintóticamente al valor de 126,000 individuos positivos.

Recientemente (13 de Mayo) el Gobierno de España ha dado a conocer que el porcentaje estimado significativo de la población, en territorio español, que resultó infectada y se mostró asintomática o con síntomas leves es del 5% de la población total (población total es 46,754,778 al mes de Mayo de 2020) es decir alrededor de 2,337,739 casos. Se trata de una cifra muy baja para intentar un escenario de “inmunidad por manada”; pero la cifra en sí es reveladora pues muestra que los casos “ocultos” es un porcentaje muy bajo. Al 13 de Mayo, España contaba con 272,646 casos detectados, entonces el número de “ocultos” es alrededor de 10 veces esta cifra. Un estudio de la Universidad Politécnica de Cataluña había anticipado este porcentaje desde el 29 de Abril. En el caso de México, que inició las acciones de mitigación con anticipación y pudo controlar de mejor manera la expansión del contagio, la cifra de casos “ocultos” no detectados posiblemente sea similar o menor al 5% de la población total. Las autoridades sanitarias en México han estimado (9 de Abril) el número de casos “ocultos” en un factor de entre 10 y 12 de los casos detectados. Tomando en cuenta lo anterior, hacia finales de la epidemia, el número de total de infectados se aproximará, posiblemente, a los 1, 260,000 casos entre asintomáticos y sintomáticos. En un último ejercicio, sabemos que la población de México al 13 de Mayo del 2020 es 128, 932,700 individuos, entonces 1, 260,000 representa alrededor del 1% de la población. Esta es una cifra inferior a la de España y tampoco permitiría en México implementar una estrategia de inmunidad grupal. La única solución definitiva será la disponibilidad de una vacuna.

Movilidad

Desafortunadamente en México no se está cumpliendo lo suficiente con los llamados a permanecer en casa, en comparación con otros países. Como lo muestra la siguiente tabla, con los datos recopilados por la empresa Google, Inc. entre el 16 de Abril y el 16 de Mayo. La cifra negativa indica el porcentaje de reducción de la movilidad en tres categorías. México es sobrepasado por otras naciones en América Latina, excepto por Brasil. Aún encontrándose en Fase 3, la población mexicana ha relajado el llamado a permanecer confinada, hasta en un 10%.



Es necesario permanecer en casa para poner fin a esta epidemia.

El pico de la epidemia se ha corrido un mes desde la predicción anterior que lo ubicaba inicialmente alrededor de mediados de mayo. No debemos descartar que el descumplimiento del confinamiento para celebrar el 10 de mayo, ha causado este estrago.

Conclusiones
(Ver el documento completo en PDF)

La pandemia COVID-19 parece que ha tomado al mundo por sorpresa. A pesar de que existen formalismos matemáticos muy maduros para predecir y acompañar pandemias, el mundo asiste perplejo a la muerte de cientos de miles y a una de las mayores crisis económicas de que se tenga memoria. De manera sigilosa los dirigentes políticos, con algunas pocas excepciones, guiados por el paradigma del libre mercado, se han abocado a desmantelar el sistema de salud pública en los últimos 30 años. Adicionalmente se ha transferido la producción y distribución de resultados científicos producidos por instituciones públicas a unas pocas empresas monopólicas que los guardan bajo “paywalls”. Por si fuera poco, algunos dirigentes de naciones poderosas (notablemente, los EEUU, Gran Bretaña y Brasil; por cierto son los países que encabezan la tasa de muertes) se caracterizan por tener una actitud despectiva hacia la opinión de sus científicos y por lo tanto incorporan a regañadientes algunas pocas de las recomendaciones emitidas por expertos, en una actitud que bien podría ser llamada de genocida. Frente a esto, varias instituciones científicas y educativas del mundo entero han hecho un llamado a sus comunidades científicas locales para dedicar esfuerzos a los múltiples aspectos de la pandemia actual. El presente estudio nace a raíz de este llamado, y principalmente como un esfuerzo para alentar a los estudiantes e interesados a acercarse a la matemática y modelado básico de la propagación de enfermedades.

Como conclusiones de este proyecto, podemos mencionar que los modelos tipo SIR y derivados son modelos vigentes para explicar los aspectos cualitativos de una epidemia; pero hemos visto que también pueden ser útiles para iluminar aspectos cuantitativos. Un esfuerzo mayor debe hacerse para desarrollar una nueva generación de modelos que incorporen movilidad y conducta social a nivel individual. En México, afortunadamente existe una comunidad de expertos epidemiólogos que han diseñado una estrategia para enfrentar los estragos de la epidemia y hacer recomendaciones de política pública. La epidemia en México se encuentra en crecimiento y cercano a la zona del pico de la curva. Este pico máximo de positivos detectados deberá ocurrir aproximadamente entre el 31 de Mayo y el 13 de julio. Se espera que la epidemia tenga una duración de entre 160 y 200 días, de mantenerse el mismo ritmo de confinamiento. Nuestro ejercicio estima en alrededor de 126,000 el número total de positivos identificados (la predicción anterior era de 91,000) . Este ejercicio considera los resultados de datos reportados por las autoridades de la Secretaría de Salud hasta el 23 de Mayo del 2020.

Versión anterior

[1] Octavio Miramontes es investigador del Departamento de Sistemas Complejos del Instituto de Física de la UNAM. Obtuvo su Doctorado en el Imperial College en el Reino Unido. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias. Es experto en teoría de Sistemas Complejos y Dinámica de Sistemas Biológicos. Premio Jorge Lomnitz en Dinámica no lineal y Fenómenos Colectivos en 2005, es además editor en jefe de la editoral CopIt-arXives.

La opinión aquí expresada es la del autor y no necesariamente la de la Universidad Nacional Autónoma de México.

CDMX - UNAM - 2020

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/351262

domingo, 24 de mayo de 2020

SOBRE LAS RUINAS DEL ESTADO DEMOCRÁTICO, SE CONSTRUIRÁ EL ESTADO MARXISTA

AMLO clave en el relevo de tres Ministros

Presentación

Indudablemente la pandemia del Covid19 nos distrae de muchos otros problemas: como son el desmantelamiento de las instituciones creadas a lo largo de varias décadas y regímenes:, tales como el Seguro Popular, los Albergues para Mujeres Maltratadas,  y las Estancias Infantiles, entre otros.

Por otro lado está el control de las Cámaras de Diputados y Senadores, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de organismos constitucionales autónomos como son: el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (INEGI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y la Fiscalía General de la República; organismos que serán controlados o eliminados...

El Presidente dijo que esta pandemia "le venía como anillo al dedo a la 4a. Transformación" y así con la mayoría de diputados y senadores en casa, se ha tratado de dar "golpes de estado legislativos" con reformas que van contra las garantías individuales, incluso.

Ante las negras perspectivas económicas que pronostican un PIB negativo de al menos -7%, AMLO descalifica las estándares económicos y establece los suyos de "bienestar".

El periodista y analista político Pablo Hiriart, nos comenta en tres análisis de la semana pasada, la demolición de lo existente, para crear un estado totalitario al estilo castrista o chavista, que será llamado "estado de bienestar"

Jorge Pérez Uribe


El Presidente está en 'shock'



Pablo Hiriart | 18/05/2020 

Jamás en su larga carrera política Andrés Manuel López Obrador ha aceptado una derrota, y ahora se enfrenta a la más rotunda e inapelable de todas: la realidad le ha mostrado que su presidencia es un fracaso.

En sólo 15 meses la 4T se ha desmoronado como un castillo de arena. 

Igual que en todas las ocasiones anteriores, López Obrador ha reaccionado mal y no acepta que está equivocado, aunque en esta ocasión se va a llevar al país al precipicio junto con sus obsesiones. 

La caída de México hacia las profundidades del desempleo, la pobreza y los delitos patrimoniales no tendrá límites mientras siga López Obrador en la Presidencia con su negación de la debacle. 

El Presidente está en shock y es tarea urgente que salga de ese estado. 

Con respeto a su investidura, alguien tiene que decirle que no puede seguir así. 

El líder populista que entusiasmó a millones con un discurso vehemente que prometía mejores condiciones de vida y justicia para las mayorías, está destruyendo un gran país.

Nos va a enfrentar a mexicanos contra mexicanos.

Los empleadores serán los culpables de la pauperización de las clases medias y del sufrimiento de los sectores populares.

Ante el fracaso de su proyecto, López Obrador ha comenzado, políticamente, a delirar.

Y ahí el problema no es suyo, sino de todos.

El desenlace de este experimento basado en ocurrencias y una supuesta sabiduría popular, puede acabar en tragedia.
O con el desgajamiento de la nación.

Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Arturo Herrera, Ricardo Monreal, que son personas capaces y –en mi opinión– de buena fe, tienen la responsabilidad política de hacerle ver la realidad.

No puede haber mejores ingresos si no se crea riqueza.

Es imposible crear dos millones de empleos cuando la realidad nos dice que en tres quincenas se perdieron 753 mil puestos de trabajo formales.

Sólo en abril se perdieron 18 mil 500 empleos al día.

Anuncia el Presidente un estado de bienestar que se financiará quién sabe cómo, porque la economía va a pique.

Sin mejoría económica no hay posibilidad de que el Estado obtenga recursos para atender sus obligaciones básicas.

La realidad le ha dicho a López Obrador que con su política económica no habrá crecimiento del PIB a 4 por ciento, como prometió. Vamos a caer a -7, si bien nos va.

¿No va a crecer el PIB? Peor para el PIB opina el Presidente, hay que eliminarlo como medición del comportamiento de la economía.

¿La economía va muy mal? Peor para la economía. Ya no hay que ser materialistas, sino fijarse objetivos espirituales y la felicidad del pueblo. Así lo plantea en su reciente ensayo 'La nueva política económica en tiempos del coronavirus'.

El pueblo no puede ser feliz si empobrece más. Si no hay trabajo. Si la delincuencia va al alza, los crímenes aumentan, la violencia contra la mujer es progresiva, y los cárteles de las drogas se empoderan de una manera alarmante por ausencia de Estado.

Todo eso lo niega López Obrador.

Sostiene el Presidente que va a llegar más inversión extranjera, cuando cambiamos las reglas y clausuramos sus proyectos con consultas populares ilegales.

Habrá más empleo si se cierran las fuentes de trabajo. Imposible.

En el mundo los países se pelean por tener inversión privada y así mover sus economías, pero aquí la secretaria de Energía emitió nuevas reglas para el Sistema Eléctrico Nacional que frenan la inversión privada en el sector.

Están en curso 26 proyectos en energías limpias, en pruebas y listos para iniciar, con inversión de tres mil 604 millones de dólares y la generación de 16 mil 200 empleos. Para abajo.

Y para abajo también 18 proyectos en construcción, con dos mil 821 millones de dólares en inversión y creación de 13 mil 317 puestos de trabajo.

Hay protestas de países que tienen empresas trabajando en México (de la Unión Europea y Canadá). “Este acuerdo se une al resto de las medidas, cambios en las leyes que atentan contra la inversión en energías renovables en el país...”, dijo la embajada canadiense.

Ese es el mensaje del gobierno mexicano al mundo: no queremos inversión extranjera. Aléjense.

Se van a alejar, sin duda. Dejamos de ser un país confiable para la inversión extranjera.

A la inversión nacional se le castiga cuando hay que salvarla, y así atenuar los efectos de la recesión y los estragos de la pandemia.

¿El próximo año nos recuperamos?

No. Con empresas destruidas no será posible levantar la economía, hasta que se rehagan o surjan nuevas.

Desaparece el Seguro Popular y ahora se ofrece atención médica gratuita para todos. Pero este año de emergencia epidemiológica le recortaron mil 500 millones de pesos a la Secretaría de Salud en el primer trimestre. No cuadra.

Con la obsesión petrolera, en los tres primeros meses de 2020 perdimos el equivalente a cuatro años el presupuesto de la Secretaría de Salud.

El gobierno despilfarra y López Obrador le pide “a la iniciativa privada, a la sociedad”, que se coopere para comprar respiradores artificiales.

Conacyt solicita a los científicos y académicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que donen dos o tres meses del importe de sus estímulos para enfrentar necesidades urgentes derivadas de la pandemia.

¿Y el dinero del gobierno? Se lo gastaron en buscar más petróleo y en una refinería. Sobró, eso sí, para comprar un estadio de béisbol (que costó un tercio de lo que le quitaron a Salud este primer trimestre).

Fustiga AMLO al sector privado. “Que quiebren” las empresas que tengan que quebrar, dijo.

Nada más que ahí está el 94 por ciento de los empleos formales del país.

Manda a la quiebra a quienes generan los impuestos que permiten al gobierno funcionar, y el sueldo de los empleados mueve el consumo, el IVA, el IEPS.

Demeritó a las personas que tienen una profesión: el pueblo que no estudió sabe más que ellos, dijo.

Y se ufana públicamente, urbi et orbi, de que él terminó su licenciatura en 14 años y con un promedio de 7.8.

Así no se puede seguir. Sus colaboradores deben decírselo y sacarlo del shock en que se encuentra.

En los medios nacionales y extranjeros ve conspiradores, y a los expertos les tiene una particular inquina: cometieron el error –imperdonable para él–, de estudiar.

Por ahí no es el camino para que se sobreponga y corrija.
A los únicos que tal vez escuche, lo tienen que intentar.

En sólo 15 meses la 4T se ha desmoronado como un castillo de arena. 

Igual que en todas las ocasiones anteriores, López Obrador ha reaccionado mal y no acepta que está equivocado, aunque en esta ocasión se va a llevar al país al precipicio junto con sus obsesiones.

La caída de México hacia las profundidades del desempleo, la pobreza y los delitos patrimoniales no tendrá límites mientras siga López Obrador en la Presidencia con su negación de la debacle.

El Presidente está en shock y es tarea urgente que salga de ese estado.

Con respeto a su investidura, alguien tiene que decirle que no puede seguir así.

El líder populista que entusiasmó a millones con un discurso vehemente que prometía mejores condiciones de vida y justicia para las mayorías, está destruyendo un gran país.

Nos va a enfrentar a mexicanos contra mexicanos.

Los empleadores serán los culpables de la pauperización de las clases medias y del sufrimiento de los sectores populares.

Ante el fracaso de su proyecto, López Obrador ha comenzado, políticamente, a delirar.

Y ahí el problema no es suyo, sino de todos.

El desenlace de este experimento basado en ocurrencias y una supuesta sabiduría popular, puede acabar en tragedia.

O con el desgajamiento de la nación.

Marcelo Ebrard, Olga Sánchez Cordero, Arturo Herrera, Ricardo Monreal, que son personas capaces y –en mi opinión– de buena fe, tienen la responsabilidad política de hacerle ver la realidad.

No puede haber mejores ingresos si no se crea riqueza.

Es imposible crear dos millones de empleos cuando la realidad nos dice que en tres quincenas se perdieron 753 mil puestos de trabajo formales.

Sólo en abril se perdieron 18 mil 500 empleos al día.

Anuncia el Presidente un estado de bienestar que se financiará quién sabe cómo, porque la economía va a pique.

Sin mejoría económica no hay posibilidad de que el Estado obtenga recursos para atender sus obligaciones básicas.

La realidad le ha dicho a López Obrador que con su política económica no habrá crecimiento del PIB a 4 por ciento, como prometió. Vamos a caer a -7, si bien nos va.

¿No va a crecer el PIB? Peor para el PIB opina el Presidente, hay que eliminarlo como medición del comportamiento de la economía.

¿La economía va muy mal? Peor para la economía. Ya no hay que ser materialistas, sino fijarse objetivos espirituales y la felicidad del pueblo. Así lo plantea en su reciente ensayo 'La nueva política económica en tiempos del coronavirus'.

El pueblo no puede ser feliz si empobrece más. Si no hay trabajo. Si la delincuencia va al alza, los crímenes aumentan, la violencia contra la mujer es progresiva, y los cárteles de las drogas se empoderan de una manera alarmante por ausencia de Estado.

Todo eso lo niega López Obrador.

Sostiene el Presidente que va a llegar más inversión extranjera, cuando cambiamos las reglas y clausuramos sus proyectos con consultas populares ilegales.

Habrá más empleo si se cierran las fuentes de trabajo. Imposible.

En el mundo los países se pelean por tener inversión privada y así mover sus economías, pero aquí la secretaria de Energía emitió nuevas reglas para el Sistema Eléctrico Nacional que frenan la inversión privada en el sector.

Están en curso 26 proyectos en energías limpias, en pruebas y listos para iniciar, con inversión de tres mil 604 millones de dólares y la generación de 16 mil 200 empleos. Para abajo.

Y para abajo también 18 proyectos en construcción, con dos mil 821 millones de dólares en inversión y creación de 13 mil 317 puestos de trabajo.

Hay protestas de países que tienen empresas trabajando en México (de la Unión Europea y Canadá). “Este acuerdo se une al resto de las medidas, cambios en las leyes que atentan contra la inversión en energías renovables en el país...”, dijo la embajada canadiense.

Ese es el mensaje del gobierno mexicano al mundo: no queremos inversión extranjera. Aléjense.

Se van a alejar, sin duda. Dejamos de ser un país confiable para la inversión extranjera.

A la inversión nacional se le castiga cuando hay que salvarla, y así atenuar los efectos de la recesión y los estragos de la pandemia.

¿El próximo año nos recuperamos?

No. Con empresas destruidas no será posible levantar la economía, hasta que se rehagan o surjan nuevas.

Desaparece el Seguro Popular y ahora se ofrece atención médica gratuita para todos. Pero este año de emergencia epidemiológica le recortaron mil 500 millones de pesos a la Secretaría de Salud en el primer trimestre. No cuadra.

Con la obsesión petrolera, en los tres primeros meses de 2020 perdimos el equivalente a cuatro años el presupuesto de la Secretaría de Salud.

El gobierno despilfarra y López Obrador le pide “a la iniciativa privada, a la sociedad”, que se coopere para comprar respiradores artificiales.

Conacyt solicita a los científicos y académicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) que donen dos o tres meses del importe de sus estímulos para enfrentar necesidades urgentes derivadas de la pandemia.

¿Y el dinero del gobierno? Se lo gastaron en buscar más petróleo y en una refinería. Sobró, eso sí, para comprar un estadio de béisbol (que costó un tercio de lo que le quitaron a Salud este primer trimestre).

Fustiga AMLO al sector privado. “Que quiebren” las empresas que tengan que quebrar, dijo.

Nada más que ahí está el 94 por ciento de los empleos formales del país.

Manda a la quiebra a quienes generan los impuestos que permiten al gobierno funcionar, y el sueldo de los empleados mueve el consumo, el IVA, el IEPS.

Demeritó a las personas que tienen una profesión: el pueblo que no estudió sabe más que ellos, dijo.

Y se ufana públicamente, urbi et orbi, de que él terminó su licenciatura en 14 años y con un promedio de 7.8.

Así no se puede seguir. Sus colaboradores deben decírselo y sacarlo del shock en que se encuentra.

En los medios nacionales y extranjeros ve conspiradores, y a los expertos les tiene una particular inquina: cometieron el error –imperdonable para él–, de estudiar.

Por ahí no es el camino para que se sobreponga y corrija.


A los únicos que tal vez escuche, lo tienen que intentar.


El auténtico despeñadero




Pablo Hiriart | 22/05/2020 


A medida que nos hundimos en la estulticia y la mediocridad, algunos comienzan a darse cuenta del daño que hicieron al golpear hasta la saciedad al presidente Peña Nieto y promover a un político populista, destructivo y sin preparación para gobernar. 

En economía ya no quieren ni medir el PIB (que iban a hacer crecer al cuatro por ciento), y el autoritarismo llega a tales extremos que en su equipo de trabajo no se atreven a contar bien los contagios y los fallecimientos por Covid-19, para no hacerlo enojar. 

Poco falta para llegar a la caricatura del ¿cuántos muertos hay? Los que usted diga, señor Presidente. 

¿Qué les hizo Peña Nieto? ¿Qué les robó? ¿Perdieron su empleo, los dejó sin becas, sin medicinas? 

Fue un presidente con luces y sombras, pero básicamente sensato. Sin odios ni rencores. Ligero de soportar. 

Dejó al país creciendo por encima del promedio mundial. Creó cuatro millones de empleos. México exportó más manufacturas que todo el resto de América Latina junta. El salario creció 11.7 por ciento encima de la inflación. Sacó a dos millones de personas de la pobreza extrema. Sus grandes obras públicas tenían sentido de futuro: duplicó la capacidad operativa de los puertos y arrancó un potente aeropuerto internacional en Texcoco que se pagaba solo. 

A este gobierno le dejó 300 mil millones de pesos en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), inversión extranjera nueva –y en fierros– por 193 mil millones de dólares. El IMSS pasó de números rojos a negros y al concluir el sexenio se le inyectaron 73 mil millones de pesos en reservas financieras. 

La 'casa blanca', sí, la 'casa blanca'. Resulta que una vez detonado el escándalo –no ilegal pero sí muy cuestionable por conflicto de interés–, a Juan Armando Hinojosa (Grupo Higa) no se le dio un solo contrato en el gobierno federal y todos los contratos con gobiernos estatales le fueron cancelados, como lo recordó hace un par de semanas en estas páginas Raymundo Riva Palacio, un crítico vertical y consistente de EPN. 

Hubo sensibilidad y reacción ante el malestar de la opinión pública. 

Y ahora, ¿qué tal? Setenta y siete por ciento de las obras públicas se entregan por asignación directa. 

Se desdeña, como “un ataque a nuestro proyecto”, el tráfico de influencias denunciado por la venta de respiradores artificiales al IMSS, casi al doble de precio. Al fiscal general de la república (persona honorable, en mi particular opinión) lo puso Morena. 

¿Dónde están los colectivos 'por una Fiscalía que sirva', 'no al fiscal carnal' y las ONG que protestaban, argumentaban y eran escuchadas en el sexenio anterior? 

Hubo corrupción, sí, pero no de la magnitud que la propaganda de Morena y sus comentaristas (ex) afines decían. Y se creó un andamiaje institucional para evitarla y castigarla. 

López Obrador tiró el Sistema Nacional Anticorrupción. Le recortó el presupuesto a la ciencia, a la tecnología. Desmanteló el Seguro Popular. Demolió la reforma educativa. Congeló la reforma energética y perdemos hasta la camisa con la obsesión petrolera. Nos arrodillamos ante Trump, le hacemos el trabajo sucio en el sur y en el norte. Al mismo que anuncia que el muro en la frontera será pintado de negro para que atraiga más calor y queme al que intente cruzarlo, nuestro gobierno le agradece y lo llama 'amigo', el que 'se conoce en las desgracias'. 

Peña cometió el error de recibir a Trump en Los Pinos durante su campaña. Y el actual Presidente no lo va a recibir, sino que va a ir a darle las gracias a Estados Unidos, en julio, en plena recta final de la campaña por su reelección. ¿Gracias de qué? 

Hubo decoro en la relación con Estados Unidos: Peña respondió a cada uno de los agravios de Trump y le canceló la reunión tripartita ya agendada, en Washington, con el premier canadiense, por un tuit agresivo hacia México. Ese decoro se perdió. Capitulamos ante el prepotente. 

Peña renegoció el Tratado de Libre Comercio, sin desdoro para México. 

Terrible lo del bache en el paso exprés de Cuernavaca que costó la vida de dos personas. Se investigó y fue un problema de filtración de agua. ¿No? Ahí quedaron el gobernador de Morelos y la administración federal, para decir y probar lo contrario. Nada. En cambio en Tlahuelilpan 130 personas murieron calcinadas el año pasado, en un festín de huachicol que funcionarios de Pemex inspeccionaron, reportaron cinco horas antes de la tragedia, y se dejó correr hasta que ocurrió la explosión. Eso es negligencia criminal. ¿Alguna protesta? Cero.  

Peña reaccionó tarde en la masacre de Iguala, sin duda, pero se investigó y encarceló a más de un centenar de asesinos materiales e intelectuales. En este gobierno, cuyos máximos exponentes se colgaron de la matanza para hacer campaña –a pesar de que todos los involucrados eran aliados políticos suyos–, han dejado libres a más de la mitad de los detenidos, incluyendo al que coordinó el secuestro y la masacre. 

Hubo muchos muertos en la lucha contra la delincuencia, y ahora hay más, con manga ancha a los grupos criminales que se rehicieron porque el gobierno los mima. 

La crítica denunció el influyentismo y la mayoría de las voces fueron atendidas: cayó el director de la Procuraduría del Consumidor, su camarada. Y el director de la Comisión Nacional del Agua, su amigo. Cesó al director de Pemex a mitad del sexenio, su compañero de campaña, y sin el paracaídas del fuero legislativo. 

Hubo 498 mil millones de pesos para ciencia y tecnología, becas para estudiar en el extranjero, para estudiar en centros de excelencia, para criticar al presidente en los medios y en los cubículos, y financiamiento para películas contra él y su partido. 

Ahora, ¿qué tal? ¿Los escuchan? ¿Cómo ven a 'Napito' en el Senado y a otros forajidos de la 4T? Bonita la renovación, ¿verdad? ¿Todo bien con el Estado de derecho? 

Guadalupe Loaeza lo puso en el primer párrafo de su colaboración de ayer en Reforma: “Con sus dichos, Andrés Manuel López Obrador nos golpea, nos violenta, nos ofende, nos maltrata, nos ningunea, nos madrea, nos hiere, nos invisibiliza, como cualquier golpeador”. 

No valoraron a un presidente sensato y sin rencores, y se echaron en brazos del personaje que bien describe Guadalupe Loaeza, quien seguramente votó por él. 

Se equivocaron con Peña. Se equivocaron con AMLO. 

Ahora sólo queda ver cómo frenamos la caída del país en el despeñadero del desempleo, la delincuencia, el empobrecimiento, la desatención a la salud, el desprecio a los médicos, a la ciencia y a quien piensa diferente.


La sombra del despotismo





Pablo Hiriart | 20/05/2020

Dicen los taurinos que cuando uno está en el ruedo nunca hay que perder de vista la cara del toro porque un descuido puede ser fatal. 

Así estamos los ciudadanos y las instituciones ante las copiosas iniciativas del gobierno y su partido contra las libertades y los bienes de la población. 

Por lo visto, ayer se cayó el intento del dirigente de Morena a fin de que “el INEGI debe entrar, sin impedimento legal, a revisar el patrimonio inmobiliario y financiero de todas las personas”. 

El Presidente señaló su desacuerdo con el proyecto luego de que amplios sectores de la sociedad lo rechazaran, al igual que parlamentarios de todos los partidos, incluidos algunos de Morena. 

Sin embargo, sería un error cantar victoria –perderle la cara al toro–, porque el despotismo estatista es consustancial a la ideología del partido gobernante y de los más altos funcionarios de la actual administración. 

Van ejemplos concretos de sus intenciones, algunas de las cuales fructificaron porque tienen mayoría en el Congreso: 

-Hace tres semanas el Presidente envió a la Cámara de Diputados un proyecto mediante el cual se le otorgan al Ejecutivo plenos poderes para modificar el Presupuesto aprobado. Con ello hacía letra muerta las facultades del Legislativo en materia presupuestal. Ese golpe, que contó con el apoyo entusiasta del coordinador de Morena en la Cámara baja, Mario Delgado, se enfrentó a un bloque opositor unido, sin fisuras en defensa de la separación de poderes, y el líder morenista en el Senado, Ricardo Monreal, advirtió que “no pasará”. 

-La plana mayor del gobierno llevó al Senado un proyecto con más de 15 reformas constitucionales y un nuevo Código Penal Federal, que proponía la pérdida de la libertad a cualquier persona acusada de un delito. Con ello el gobierno podría recluir a quien quisiera, antes de ser juzgado, por el hecho de tener una denuncia en su contra. Autorizaba el espionaje telefónico a los contribuyentes y a los integrantes de partidos políticos. El discurso de presentación se hizo, pero debieron regresar con el mamotreto bajo el brazo porque se les dijo que era una monstruosidad impasable. 

-Se aprobó la Ley de Extinción de Dominio, por la que se autorizó al gobierno confiscar bienes a sospechosos de delitos contra la salud, corrupción y trata de personas, seis meses antes de que exista una denuncia formal en su contra. Es decir, sin juicio ni fallo judicial de por medio. Y el bien incautado no necesariamente debe ser del sospechoso, sino de quien le rentó la casa o la oficina o el coche donde se pudo haber cometido el ilícito. El gobierno puede vender ese bien, y si el acusado resulta inocente ya no recupera la casa familiar ni la oficina que era suya, sino que el gobierno le da una cantidad de dinero que, en su opinión, cubre el monto de lo incautado. Esa arma está a disposición de los actuales gobernantes y jalarán el gatillo cuando lo necesiten. 

-Dos veces llevó al Pleno de los diputados el coordinador de Morena la iniciativa presidencial para que, en violación al artículo 16 constitucional, la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda pueda ordenar el congelamiento de cuentas bancarias sin necesidad de una orden judicial. Las dos veces se rechazó la iniciativa presidencial que convertía a la UIF –es decir, al gobierno– en juez y parte. La oposición se mantuvo unida y algunos legisladores de Morena también votaron en contra de la iniciativa, a pesar del apoyo entusiasta de su coordinador. 

(El Presidente y su partido traen pleito casado con el artículo 16 de la Constitución: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”). 

-El pasado 21 de abril, el diputado de Morena, Edelmiro Santiago Santos, presentó una iniciativa para estatizar el manejo de los recursos que hay en las Afore. “El manejo de las cuentas individuales se haga utilizando una institución financiera existente a cargo del Estado (el Banco del Bienestar)”, dice el texto publicado en la Gaceta Parlamentaria. 

-Un fuerte golpe a la propiedad privada se publicó en la Gaceta de la Ciudad de México en febrero de 2019. Fue la Ley Constitucional (sic) de Derechos Humanos, por la cual se prohibían los desalojos de personas que no pagaran la renta de una casa habitación, terreno o departamento. Luego de protestas y reclamos, la jefa de Gobierno frenó esa ley que protegía al infractor y castigaba al propietario, y daba el visto bueno al congelamiento de rentas y la invasión de terrenos en la capital del país. 

-En Baja California se cambió la Constitución local para que el mandatario electo pudiera extender en tres años su periodo para el cual fue electo. Esa maniobra contó con el apoyo activo de la entonces presidenta de Morena, Yeidckol Polevnski, y con la operación política del actual subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta. La Suprema Corte invalidó ese “fraude a la democracia”. 

Ahí hay algunos ejemplos que sustentan por qué no se puede bajar la guardia ante un gobierno y un partido al que le estorban las libertades individuales y desprecia el sector privado de la economía. 

Cancelan proyectos aprobados y ejecutados, con inversiones de miles de millones de dólares, con lo que ahuyentan inversiones. 

Realizan consultas populares ilegales para golpear a empresas. 

Desechan, sin tomarse la molestia de leer, un paquete de 68 medidas propuesto por los empleadores a fin de proteger la economía del país. 

Exigen a los inversionistas en energías que se disculpen con México porque eran parte del 'saqueo neoliberal'. 

Cero apoyo a empresas para mantenerse en pie, conservar a sus trabajadores y no romper las cadenas de producción, que están compuestas por empresas y por personas que consumen y pagan impuestos. 

Usted dirá hacia dónde nos quiere llevar la actual administración. 

Y por qué no hay que perder de vista la cara del toro.