sábado, 22 de agosto de 2020

INICIA LA BATALLA (Y SU REPERCUSIÓN EN MÉXICO)

 

Joe Biden y Kamala Harris


Pablo Hiriart | 17/08/2020 

Hoy arranca la convención demócrata en Milwaukee para investir como candidatos a Joe Biden y Kamala Harris, con lo que iniciará la lucha electoral más trascendente de los últimos tiempos para Estados Unidos y con repercusión en el mundo entero. México no será una excepción. 

Para el mundo, el triunfo de Biden implicaría un nuevo impulso a la globalización, un desaliento al auge del populismo, el retorno de la institucionalidad en las relaciones entre países, restablecimiento de las alianzas históricas en Occidente y el Lejano Oriente, una vuelta a la cooperación internacional, y el “adiós al proteccionismo primitivo del trumpismo”, como señaló el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz. 

Donald Trump no sólo se juega su reelección, la flama de su ego invicto, sino posiblemente también su libertad. 

Es que en un país como Estados Unidos no se puede violar la Constitución impunemente. 

Ni atentar contra la democracia como ha hecho Trump al cerrarle la llave de los recursos al Servicio Postal, encargado de recibir los sufragios por causa de la pandemia. 

Ni desconocer los resultados bajo el alegato del fraude, en caso de ser derrotado. 

Puede haber consecuencias legales porque el presidente ha mentido en más de 20 mil ocasiones a sus gobernados, como indica la contabilidad diaria que se le lleva. 

No sería remoto que se le quiera sentar en el banquillo por la información falsa que dio a los estadounidenses acerca del coronavirus, que ha matado a más gente en su país –el campeón de la medicina y la investigación científica en el mundo– que en ningún otro. 

O que se haya negado a hacer públicas sus declaraciones de pago de impuestos correspondientes a los años previos a su elección como presidente, en las que sus opositores presumen irregularidades. 

Biden, puntero en todas las encuestas para ganar las elecciones a celebrarse en dos meses y días, ha dicho que no tiene pensado acusar legalmente a Trump en caso de ganar, y que tal vez no sería saludable procesar a un expresidente de Estados Unidos. 

En mucho dependerá cómo se comporte Trump en caso de perder. Y si bien Joseph Biden no es un político de pelea, sí lo es su compañera de fórmula Kamala Harris. 

La elección de Kamala Harris como candidata a vicepresidenta fue un picotazo en la cresta de Trump: mujer, negra, de familia migrante, afroasiática, con estudios superiores, defensora de la legalidad, del medio ambiente, una guerrera que ha ganado batallas notables al manipuleo electoral. 

Es todo aquello que Trump detesta. 

“Su historia es la historia de Estados Unidos”, ha dicho Biden. 

Harris va a lograr, en esta campaña, que el presidente saque lo peor de sí mismo, que no es poco. Su racismo descarado, por ejemplo. 

Quien va a pelear con Trump no es Biden, sino Kamala. 

Kamala –nombre de una diosa hindú, que significa “flor de loto”–, contendió para fiscal del estado de California contra el republicano Steve Colley, muy popular, a quien los primeros resultados dieron por ganador. Hizo un discurso de 'agradecimiento' y los periódicos lo presentaron como triunfador. 

Ella no se replegó, sino que siguió el camino de la ley y tres semanas después, contado el último voto, venció por una diferencia de 0.8 por ciento y se convirtió en la primera procuradora negra de su estado. 

Ahí está la importancia de Kamala Harris en la boleta electoral. Tiene los dientes que le faltan a Biden en el caso, muy posible, de que el resultado de las elecciones del 3 de noviembre se vaya a tribunales. 

Para México son importantes esos resultados, desde luego. 

De ganar Biden se volvería a una relación institucional y no dependiente de la amistad o simpatía con el yerno del presidente de EU. Trabajo conjunto entre dependencias y agencias, e inclusión de los temas de seguridad, derechos humanos, democracia y medio ambiente en el centro de la agenda bilateral. 

Con Trump ha sido una relación heterodoxa: presidente López Obrador contróleme la migración, no se meta conmigo y haga lo que quiera. 

Nuestro Presidente ha jugado con esas reglas, seguramente por considerarlo de interés nacional, aunque también por una explícita identificación personal con Donald Trump. Así lo expresó en una carta al mandatario estadounidense pocos días después (12 de julio 2018) de ganar la presidencia se México: 

“En cuanto a lo político, me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen dominante”. 

¿Se trata de una fatalidad para México esa identificación política AMLO-Trump? No necesariamente. 

Biden es un conocedor de la política latinoamericana, él la llevó como vicepresidente de Barack Obama, y desde luego es un profesional que sabe diferenciar entre personas y países. 

México, por su importancia estratégica, seguirá teniendo una relación preferencial con el inquilino de la Casa Blanca. Las facturas se cobran a los políticos por sus alineamientos equivocados, como hemos visto en el pasado, como lo vemos ahora, y seguiremos viendo en el futuro. 

Hoy por hoy, Biden-Harris ganan las elecciones de Estados Unidos con relativa holgura. Falta que corra algo de agua y mucho de lodo bajo el puente en los siguientes dos meses. No está dicha la última palabra. 

Trump tiene en contra a todo eso que llaman establishment: el sector empresarial, los sindicatos, la mayoría de la clase política, grandes medios de comunicación, los militares, la comunidad de inteligencia… y a los científicos, los latinos, los negros, la academia. 

Su debacle se acentúa por el mal manejo de la pandemia y sus consecuencias en la salud y la economía. 

No está derrotado. Cuenta con defensores, como lo explicó el viernes Thimothy Egan en su artículo en The New York Times: 

“Algunos han excusado la incompetencia de este presidente, su charlatanería, sus bufonadas, sus constantes insultos a las mujeres, a las minorías, a la prensa libre, la exhibición diaria de su narcisismo. Pero ahora sabemos, y nunca debemos olvidarlo, que su ignorancia es letal”. 

domingo, 16 de agosto de 2020

EL ESTERTOR DEL POPULISMO


Trump, López Obrador y Bolsonaro
 

Pablo Hiriart | 03 / agosto / 2020


De ninguna manera es casualidad que los tres países con más personas muertas por la pandemia tengan presidentes populistas: Estados Unidos, Brasil y México.

El fracaso en el combate a la pandemia en estos tres países tiene el mismo origen: entusiasmar a la población con soluciones fáciles a problemas complejos.

Las consecuencias, como hemos visto, son catastróficas. Eso es el populismo.

Trump, Bolsonaro y AMLO comparten el mismo desdén por la ciencia y el conocimiento. Los tres han sido agresivos contra las eminencias médicas de sus países.

Han recortado presupuestos a las áreas epidemiológicas de sus respectivos sistemas de salud, porque lo consideraron gasto inútil.

Gobernar “no tiene mayor ciencia”. Sólo basta la voluntad del macho cabrío que guía al rebaño.

La ciudadanía juzgará en las urnas, con el voto, el desempeño de estos tres gobiernos. Y está por verse cómo reaccionarán los populistas ante la posibilidad de perder el poder.

En Estados Unidos el presidente Trump ha sugerido posponer las elecciones porque se prepara un “fraude” en su contra.

Aquí en México, ¿alguien se imagina a López Obrador entregando la banda presidencial a un panista?

Jair Bolsonaro, con estrella decadente luego de un arranque llamativo, primero intentaría un golpe de Estado antes que devolver la presidencia a sus adversarios políticos.

Los populistas no aceptan perder, y los tres pueden ser derrotados en las urnas.

Trump es quien tiene elecciones más próximas y va abajo en todas las encuestas. De continuar la tendencia, sus reacciones son imprevisibles. Ya dio suficientes avisos de que le van a hacer “fraude” y por tanto no aceptaría un resultado adverso.

Aquí en México habrá elecciones legislativas el próximo año y no se ve por dónde Morena pueda ganar la mayoría absoluta. Va a perder. No cuenta con nada que ofrecer más que circo, pero eso tiene un límite.

El límite es cuando se pierde el empleo y no hay suficiente comida para llevar a la mesa familiar.

Ahí el circo deja de ser eficaz. Podrán meter a la cárcel a cientos de adversarios políticos –algunos, ciertamente, vulgares delincuentes–, pero la falta de ingresos y de seguridad se paga.

La muerte de un familiar, de un amigo o un vecino por coronavirus, se cobra en las urnas.

Imposible que Morena salga indemne después del desastre económico y sanitario que su ignorancia y su soberbia han provocado.

Iban a ser, en el peor de los escenarios, seis mil muertos por coronavirus. Pero vamos en casi 48 mil (oficialmente), llegaremos a 70 mil o cien mil, más los que Salud no cuenta porque mueren en sus casas.

Nueve gobernadores piden la salida de López-Gatell como encargado de combatir la pandemia, porque el desastre y la mortandad son demasiado grandes.

El gobierno perdió el control sobre la pandemia. De hecho, nunca lo tuvo. A la mortandad responden con ironías politiqueras, como el subsecretario cuestionado.

O con desplantes que ofenden la inteligencia del más incauto: “están enojados con López-Gatell porque se les acabó el negocio corrupto”, dijo ayer el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado.

El partido gobernante no tiene con qué refrendar su mayoría en la Cámara de Diputados, salvo que la oposición cometa el error de pelearse con el Presidente y no con sus políticas públicas.

La oposición tiene todo para ganar el próximo año, a reserva de que se peleen con AMLO y no con Morena, donde anidan toda suerte de “alimañas” y “tepocatas”, como decía el candidato Fox de los priistas en el poder.

El Presidente es incapaz de dialogar y entenderse con los que piensan diferente. No hay manera.

¿Cómo reaccionará ante un Congreso opositor?

¿Cómo reaccionará Trump en caso de perder las elecciones?

¿El populismo aceptaría entregar el poder si lo pierde, en Estados Unidos?

¿Lo podría compartir, como tal vez lo mande el electorado en México?

Estamos cerca de saberlo.


https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/el-estertor-del-populismo

domingo, 9 de agosto de 2020

“MÉXICO ESTÁ RETROCEDIENDO AL SIGLO ANTERIOR”: MARIO MOLINA, PREMIO NOBEL


Mario Molina, mexicano ganador de un Premio Nobel, pide la prohibición del Fuel Oil en México (Foto: EFE /José Méndez)


El denominado Fuel Oil, usado ampliamente para generar electricidad en México, debería estar completamente prohibido, de acuerdo con el científico mexicano Mario Molina, quien citó el alto contenido de azufre como un peligro tanto para la salud humana como para la atmósfera terrestre.

Este subproducto del proceso de refinación, reveló Molina, prevalece especialmente en México debido a la incapacidad de las refinerías nacionales para procesar de manera eficiente todo el crudo pesado del país.

“El Fuel Oil debería estar prohibido”, dijo Molina en una entrevista exclusiva con la agencia de información Reuters. “El petróleo crudo está obsoleto, y más aún el Fuel Oil, que también tiene serios problemas relacionados con la contaminación del aire”, insistió.

Molina es un co-receptor del Premio Nobel de Química de 1995 por su papel en la revelación de las amenazas a la capa protectora de ozono del planeta causada por los freones, mismos que se encuentran comúnmente en latas de aerosol y refrigerante.

Este subproducto del proceso de refinación, reveló Molina, prevalece especialmente en México debido a la incapacidad de las refinerías nacionales para procesar de manera eficiente todo el crudo pesado del país (Foto: REUTERS/Henry Romero).

De acuerdo con una investigación publicada en fechas recientes por la agencia de información Reuters, se demostró que una de las plantas de energía más grandes de México, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), comandada actualmente por Manuel Bartlett Díaz, quemó casi exclusivamente Fuel Oil entre 2016 y 2019 en violación de los límites máximos de azufre establecidos por la ley.

Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula, a unas 50 millas (80 km) al norte de la Ciudad de México, mostraron que era una de las centrales eléctricas más contaminantes de América del Norte.

El contenido de azufre durante cada uno de esos cuatro años-detallado en informes anuales de operaciones de la planta- fue de al menos 3.9%, casi el doble del límite del 2% fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para seis corredores industriales, incluyendo la zona de Tula.

Molina, por su parte, insistió en que es “muy preocupante” que las emisiones de la planta puedan llegar a la capital, donde actualmente viven o trabajan más de 20 millones de habitantes.

Criticó, además, la agenda energética del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el cargo a fines de 2018 prometiendo impulsar la producción de crudo y priorizar la construcción de la que sería la refinería de petróleo más grande del país.

México está retrocediendo al siglo anterior o al anterior, en un momento en el que todos los expertos del planeta están totalmente de acuerdo en que estamos en una crisis climática”, dijo Molina.

En Tula, además de los altos niveles de azufre, los documentos de la CFE rescatados por Reuters muestran otra violación: las emisiones de dióxido de azufre, un contaminante atmosférico nocivo, no están siendo registradas por la planta a pesar de que así lo exige la ley.

La ley mexicana establece multas de entre USD 82,000 y USD 820,000 por incumplimiento de los límites de contaminantes en los combustibles, incluido el contenido máximo de azufre.

Las emisiones de la planta termoeléctrica de Tula, a unas 50 millas (80 km) al norte de la Ciudad de México, mostraron que era una de las centrales eléctricas más contaminantes de América del Norte (Foto: REUTERS/Henry Romero).

En fechas recientes, grupo Parlamentario del PAN pidió que sea Mario Molina quien lidere la lucha contra la enfermedad COVID-19 en sustitución de Hugo López-Gatell, subsecretario de prevención y promoción de la salud; contra quien manifestaron su descontento.

“A través de un Punto de Acuerdo le vamos a solicitar al presidente Andrés Manuel López Obrador, incluir al doctor Molina como asesor del Comité Técnico de especialistas que determinan las causas de muertes y analizan la enfermedad”, se puede leer en un comunicado oficial.

De acuerdo con el PAN, la presencia de Molina le daría prestigio a la SSA, pues se ha presentado, de acuerdo con los políticos de este partido, como una voz infalible y disidente a lo que ha venido diciendo la 4T.


https://www.infobae.com/america/mexico/2020/08/08/mexico-esta-retrocediendo-al-siglo-anterior-mario-molina-ganador-de-un-premio-nobel-pidio-la-prohibicion-del-fuel-oil-en-mexico/?fbclid=IwAR3m_0ih5RqGD-KNdZdXS7lq7Wdx3y4NRfmJXRBmUq4c02gSYUL95E701-w


lunes, 3 de agosto de 2020

MARIANA MAZZUCATO, LA ECONOMISTA QUE CREE QUE SE PUEDE HACER UN CAPITALISMO DIFERENTE


Mariana Mazzucato es considerada una de las economistas más influyentes de los últimos años y hay algo que quiere ayudar a arreglar… la economía global.

Margarita Rodríguez - BBC News Mundo

"Admirada por Bill Gates, consultada por gobiernos, Mariana Mazzucato es la experta con la que otros discuten bajo su propio riesgo", escribió la periodista Helen Rumbelow en el diario británico The Times.

Su artículo de 2017 lo tituló: "No te metas con Mariana Mazzucato, la economista que más asusta del mundo": ("Don't mess with Mariana Mazzucato, the world's scariest economist").

Para Eshe Nelson, de la publicación especializada Quartz, la economista italoestadounidense no es que asuste, sino que "es franca y directa al servicio de una misión (…) que podría salvar al capitalismo de sí mismo".

The New York Times la definió como "la economista de izquierda con una nueva historia sobre el capitalismo", en el artículo de 2019: "Meet the Leftish Economist With a New Story About Capitalism".

En mayo de este año, la revista Forbes la incluyó en el reportaje: "5 economistas redefiniendo… todo. Oh sí y son mujeres" ("5 Economists Redefining… Everything. Oh Yes, And They're Women").

"Ella quiere hacer que la economía explícitamente le sirva a la gente, en lugar de que le explique su servidumbre", escribió la columnista Avivah Wittenberg-Cox.

El valor, el precio

Mariana Mazzucato es profesora de Economía de la Innovación y el Valor Público de la University College London (UCL), en donde también es la directora fundadora del Instituto para la Innovación y Propósito Público (IIPP, por sus siglas en inglés).

© Proporcionado por BBC News Mundo "Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato", escribió el Papa en marzo.

Es autora de los libros The Entrepreneurial State: debunking public vs. private sector myths (El Estado emprendedor. Mitos del sector público frente al privado) y The Value of Everything: making and taking in the global economy (El valor de las cosas: quién produce y quién gana en la economía global).

Esa obra de 2018 ha tenido un impacto incluso fuera de los círculos de los economistas.

"Sobre el futuro económico es interesante la visión de la economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London ("Il valore di tutto"; "chi lo produce e chi lo sottrae nell' economía globale" La haya 2018). Creo que ayuda a pensar el futuro", escribió el papa Francisco, el 28 de marzo, en una carta que le dirigió a Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Humanos.

Mazzucato cree que el capitalismo se puede orientar hacia un futuro "innovador y sostenible que funcione para todos nosotros", señala la organización Ted, donde ha ofrecido tres charlas.

De hecho, considera que la crisis que ha desatado la pandemia de covid-19 es una oportunidad para "hacer un capitalismo diferente".

Lleva años hablando de la importancia de las inversiones del Estado en los procesos de innovación, pues uno de sus objetivos es desmontar el mito de que el Estado es un ente burocrático que simplemente inyecta lentitud.

Otro, es demostrar que en la economía "el valor no es solo el precio".

A continuación presentamos las respuestas de la profesora a las preguntas de BBC Mundo:

Usted ha dicho: "No podemos volver a la normalidad. Lo normal es lo que nos metió no solo en este caos, sino también en la crisis financiera y la crisis climática".

Esas palabras tienen un significado especial para América Latina, una región con un alto nivel de desigualdad y pobreza, que está luchando contra el cambio climático y con muchas de sus comunidades duramente golpeadas por la pandemia del coronavirus.

¿Cómo podemos evitar volver a la normalidad prepandemia? ¿Por qué la gente no debería querer volver a ella?

La crisis nos ha mostrado las deficiencias en las capacidades de los estados y también nos ha demostrado que la forma como hemos estado pensando en el rol del Estado en el último medio siglo ha sido completamente inapropiada. 

© Proporcionado por BBC News Mundo Para Mazzucato es fundamental aprender de los errores cometidos tras la crisis financiera de 2008.

Desde la década de 1980, se les ha dicho a los gobiernos que pasen a un segundo plano y que permitan que las empresas dirijan y creen riqueza y que intervengan sólo para solucionar los problemas cuando surjan.

El resultado es que los gobiernos no siempre están adecuadamente preparados y equipados para hacerle frente a crisis como la del covid-19 o la emergencia climática.

Al asumir que los gobiernos tienen que esperar hasta que se produzca un gran shock sistémico para tomar la decisión de actuar, se toman medidas en plena marcha que resultan insuficientes.

En ese proceso, las instituciones esenciales que brindan servicios y bienes públicos de una manera más amplia (como el Servicio Nacional de Salud en Reino Unido, donde se han producido recortes a la salud pública por un total de US1.000 millones desde 2015) quedan debilitadas.

Las medidas de austeridad que se impusieron tras la crisis financiera de 2008 fueron lo opuesto a la inversión que se necesitaba para aumentar la capacidad del sector público y (así) prepararlo para el próximo shock del sistema.

En América Latina, es clave que la agenda se centre tanto en la creación de valor como en la redistribución de valor.


© Proporcionado por BBC News Mundo Diversos sectores económicos de América Latina han sufrido las consecuencias de las medidas de confinamiento para frenar la propagación del coronavirus. 

Los altos niveles de desigualdad y pobreza significan que hay poblaciones vulnerables que tienen el potencial de enfrentar enormes dificultades económicas en el contexto de una crisis como la que estamos experimentando ahora. 

Y para exacerbar aún más las cosas, las economías latinoamericanas se caracterizan por enormes sectores informales.

En todo el mundo, incluida América Latina, los estados que no están preparados destinan menos recursos para financiar los servicios públicos. Además, también tienen menos opciones para ayudar al sector informal (por ejemplo, si no presentas una declaración de impuestos no puedes acceder a fondos públicos), lo cual es desastroso para las poblaciones vulnerables.

Por lo tanto, los estados deben crear valor invirtiendo e innovando para encontrar nuevas formas de proporcionar servicios públicos a las poblaciones vulnerables en la economía informal.

Cuando los estados pasan a un segundo plano y no se preparan para las crisis (lo que ha sucedido en muchos países, no solo en América Latina), su capacidad para ofrecer servicios públicos se ve severamente entorpecida.


© Proporcionado por BBC News Mundo Para Mazzucato es clave repensar el rol de los gobiernos en las economías. 

Pero estos servicios públicos deben ser parte de un sistema de innovación: las ciudades verdes y el crecimiento inclusivo requieren innovación social y tecnológica.

Las tendencias de desindustrialización en la región crean dificultades adicionales.

Los estados no tienen la capacidad de exigirle a los productores locales que aumenten la creación de bienes necesarios para enfrentar la crisis (por ejemplo: suministros hospitalarios), lo cual los obliga a depender del colapsado mercado internacional para acceder a estos bienes.

Usted ha dicho que la "crisis de covid-19 es una oportunidad para hacer un capitalismo diferente". ¿Qué quiere decir? ¿Qué nos está diciendo esta terrible crisis sobre el sistema actual que otras crisis no nos dijeron?

Hay una "triple crisis del capitalismo" en este momento: 

© Proporcionado por BBC News Mundo De acuerdo con Mazzucato, el modelo de capitalismo actual presenta problemas que deben ser resueltos a medida que se le hace frente a la crisis sanitaria del coronavirus

Una crisis sanitaria: la pandemia global ha hecho que la mayoría de la población mundial esté confinada y es claro que sólo somos tan saludables como nuestros vecinos, a nivel local, nacional e internacional.

Otra crisis económica: la desigualdad es tanto una causa como una consecuencia de la pandemia de covid-19.

La crisis de covid-19 está exponiendo aún más fallas en nuestras estructuras económicas. La creciente precariedad del trabajo es una de ellas.

Peor aún, los gobiernos ahora están otorgando préstamos a las empresas en un momento en que la deuda privada es históricamente alta, mientras que la deuda pública se ha visto como un problema en la última década de austeridad.

Además, un sector empresarial excesivamente "financiarizado" ha estado desviando valor de la economía.

La tercera es la crisis climática: no podemos volver a "business as usual" (aquí no pasa nada). A principios de este año, los medios de comunicación estaban llenos de imágenes aterradoras de bomberos abrumados (tratando de apagar incendios forestales), no de personal de atención médica desbordado.

© Proporcionado por BBC News Mundo A finales de 2019 e inicios de este año, Australia atravesó una ola de calor extremo que provocó miles de incendios. 


¿Puede sobrevivir el capitalismo tal como lo conocemos? ¿Debería ser salvado?

Esta crisis y la recuperación que necesitamos nos dan la oportunidad de comprender y explorar cómo hacer el capitalismo de manera diferente.

Esto amerita repensar para qué están los gobiernos: en lugar de simplemente corregir las fallas del mercado cuando surjan, deberían avanzar activamente hacia la conformación y la creación de mercados para hacerle frente a los desafíos más urgentes de la sociedad. 

También deben asegurarse de que las asociaciones que se establezcan con empresas, que involucren fondos gubernamentales, estén impulsadas por el interés público, no por las ganancias.

Cuando las empresas privadas solicitan rescates de los gobiernos, debemos pensar en el mundo que queremos construir para el futuro y la dirección de innovación que necesitamos para llegar a él y, sobre la base de eso, agregar condiciones a esos rescates para beneficiar el interés público, no solo el privado.

Esto asegurará la dirección de viaje que queremos: verde, sostenible y equitativo. Cuando las condicionalidades se hacen bien, alinean el comportamiento corporativo con las necesidades de la sociedad.

En el corto plazo, esto se enfoca en preservar las relaciones laborales durante la crisis y mantener la capacidad productiva de la economía, mientras se evita la extracción de fondos para los mercados financieros y la compensación a ejecutivos.

A largo plazo, se trata de garantizar que los modelos de negocio conduzcan a un crecimiento más inclusivo y sostenible.

El Papa y el Vaticano

El 31 de marzo, en su cuenta de Twitter, Mazzucato reaccionó a las palabras del Papa sobre su libro:

"Estoy profundamente honrada de que el Papa haya leído mi libro 'The Value of Everything: making and taking in the global economy' y que esté de acuerdo con que el futuro -especialmente post-Covid19- tiene que ver un re-priorización del 'valor' por encima del 'precio'".

https://mobile.twitter.com/mazzucatom/status/1245002765476265990?lang=en

La experta le señaló a BBC Mundo que fue invitada a participar en una comisión del Vaticano enfocada en la economía en el marco de la pandemia de covid-19 y nos contó sobre esa experiencia:

"Les hemos brindado informes semanales al Papa y a la Dirección del Vaticano, antes de los discursos de cada semana del Papa, sobre aspectos clave de la respuesta económica frente al covid-19. Es un gran honor.

IIPP se une al grupo de trabajo conformado por otras universidades, incluyendo Georgetown, en Estados Unidos, y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).

Estos informes van desde la economía política del alivio de la deuda hasta la reestructuración de las relaciones económicas público-privadas".

Sobre el bien común

"Nuestro principal interés es trabajar con el Vaticano sobre cómo su concepto del "bien común", del que hablamos en términos de "valor público", puede utilizarse para estructurar la forma de inversión y colaboración pública y privada. 

© Proporcionado por BBC News Mundo La economista cree que se debe apuntar a modelos de negocio que lleven a "un crecimiento más inclusivo y sostenible". 


Sin eso, corremos el riesgo de hacer lo que sucedió con la crisis financiera: se inyectaron billones sin ningún efecto en la economía real. La mayor parte de eso volvió al sector financiero y la próxima crisis comenzó a construirse.

Para erigir un crecimiento inclusivo y sostenible, necesitamos una inversión pública impulsada por el concepto del bien común y nuevos tipos de relaciones público-privadas que se estructuren con condiciones que creen un ecosistema más simbiótico y no parasitario.

Y tenemos que traer grupos de ciudadanos y sindicatos a la mesa para asegurarnos de que no solo tengamos una transición más justa, sino que también haya diferentes voces en la mesa para definir qué tipo de sociedad queremos.

Considero que la energía renovada detrás de los movimientos sociales, como Viernes para el Futuro y Black Lives Matter, son buenas señales de que habrá una fuerte presión para que nuestras sociedades evolucionen de manera progresiva.

Si no lo hacemos, perderemos".


https://www.msn.com/es-mx/estilo-de-vida/yomequedoencasa/coronavirus-mariana-mazzucato-la-economista-que-no-quiere-que-volvamos-a-la-normalidad-y-cree-que-se-puede-hacer-un-capitalismo-diferente/ar-BB17v3Bo?OCID=IE11FREDHP


martes, 14 de julio de 2020

A LA BUENA DE DIOS




"Estamos a la espera de un milagro para que el número de contagios, y de muertes, comience a descender de manera sostenida, porque estrategia no hay."


Pablo Hiriart |
14/07/20

La soberbia, esa mala consejera que nubla la mente y envenena el alma cuando se requiere ecuanimidad, es la causante de la muerte de miles de seres humanos en México por el Covid.

Hugo López-Gatell se equivocó en el diagnóstico y en el método para enfrentar la pandemia, y en lugar de su renuncia exhibe soberbia y recurre a la mentira para justificar lo injustificable.

Treinta y cinco mil muertos, según él, y alrededor de 50 mil de acuerdo con la extrapolación de datos del Registro Nacional de Población.

Estamos a la espera de un milagro para que el número de contagios, y de muertes, comience a descender de manera sostenida, porque estrategia no hay.

Nunca la hubo, y ahí están los resultados.

De acuerdo con el portal de Naciones Unidas (Noticias ONU), México es el quinto país con más muertes por coronavirus. Eso no lo inventó un periódico ni un columnista.

Los datos no mienten.

¿No es correcto comparar defunciones en países altamente poblados, como México, con otros de menor población?

De acuerdo con ourworldindata, si se toman a los 20 países con mayor población en el mundo, México ocupa –actualmente– el tercer lugar en muertes al día por millón de habitantes.

Entre el 3 y el 10 de junio, cada dos minutos murió un mexicano de coronavirus, y 14 personas se contagiaron (Reforma, 12 de julio).

Hasta la semana pasada, veintitrés por ciento de los contagiados corresponde a personal médico, quizá la tasa más alta del mundo.

Los ahorros y el desprecio por la ciencia han matado personas que deberían estar vivas.

El doctor López-Gatell tuvo tres meses para preparar una estrategia y no se hizo.

Cierto, ha habido una irresponsabilidad general en el aumento de contagios, pero la principal recae en el gobierno.

El jueves de la semana antepasada el subsecretario López-Gatell dijo con aplomo:

“El viernes 13 de marzo identificamos que se habían triplicado los casos de días anteriores... y en ese momento, con tan sólo 12 casos, doce casos, ya habíamos identificado con anterioridad que era muy importante cerrar las actividades, hacer una medida masiva que llamamos Jornada Nacional de Sana Distancia, antes de que comenzara a subir rápidamente la curva epidémica”.

Falso, no lo hicieron. La Jornada de Sana Distancia inició el 23 de marzo. Por eso la propagación del virus y las muertes.

Al día siguiente de ese cierre inexistente (13 de marzo) se celebró en la CDMX el festival Vive Latino, con más de 100 mil personas.

A mediados de marzo –cuando según López-Gatell ya habían cerrado las actividades–, el gobierno federal imprimió un volante que difundió masivamente, en abierto desdén por la gravedad de la pandemia.

Decía: “No hay necesidad de cancelar eventos masivos, actividades escolares y sociales... Recuerda: la enfermedad causada por el coronavirus Covid-19 NO ES GRAVE”.

¿No es grave? Treinta y cinco mil muertes según López-Gatell.

Y no hay para cuándo porque no existe estrategia de contención.

Los países asiáticos lograron bajar drásticamente los contagios porque tuvieron confianza en la ciencia.

Aquí quedamos en manos del trébol de la buena suerte y de un médico que se equivocó por completo y debió haber corregido o renunciar. Se obstinó en la estrategia de mitigación y no de contención.

Qué bueno que al fin haya más respiradores y camas, pero ninguna de esas medidas frena el coronavirus.

Se desechó la contención y por cada infectado hay 1.79 pruebas. Nada, si de prevenir, confinar y dar seguimiento a casos se trata, de acuerdo con lo que explica la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM.

Esa es la realidad. Perdimos la guerra contra el Covid por soberbia de un funcionario.

Se equivocó, y seguirá muriendo gente por la falta de estrategia. Y no hay ningún dato serio que nos diga que la pandemia va para abajo.

Estamos, pues, a la buena de Dios.

jueves, 2 de julio de 2020

DOS AÑOS, MÉXICO RESISTE

Pablo Hiriart | 02/07/2020

Si vemos los resultados, en lugar de festejos por el segundo aniversario del triunfo del obradorismo en las elecciones presidenciales, ayer 1 de julio debió declararse luto nacional e izar la bandera a media asta en el Zócalo capitalino.

Salvo por un detalle, extraordinario, y para muchos inimaginable hace dos años: México ha resistido.

Lo que se veía como una ola imparable, destinada a ahogarlo todo, no ha podido avasallar ni se podrá perpetuar en Palacio Nacional.

El proyecto de entregarle todo el poder a un solo hombre está fracasando. Su reelección está muerta.

Pese a las diferencias y a las heridas de una derrota monumental hace dos años, la oposición política no se echó en brazos de Morena como se temía. Se ha reagrupado. No desapareció.

En el Congreso cierran filas los opositores y hacen frente común, no para obstruir lo positivo, sino para frenar al despotismo.

La Suprema Corte sigue siendo un contrapeso a los bazucazos anticonstitucionales del Presidente, a pesar de que han hecho, y seguirán haciendo, todo tipo de esfuerzos para someterla al Ejecutivo, incluyendo la coacción a ministros.

No obstante la campaña cotidiana que encabeza el titular del Ejecutivo para desprestigiar, amedrentar, asfixiar económicamente y destruir su moral, buena parte de la prensa y del gremio periodístico han resistido.

A través de los medios se ha informado y explicado a la sociedad de los intentos totalitarios del Presidente más poderoso en muchas décadas.

Una parte activa de la sociedad ha estado vigilante de que las instituciones no se doblen ante las embestidas del aparato de propaganda y de chantaje del gobierno.

Falta mucho por vivir, ver y sufrir, pero México resiste.

El daño que causará el obradorismo será histórico, en aumento de la pobreza y la desigualdad.

Brutal está siendo el deterioro del empleo.

Crece la violencia delictiva y el Presidente tiene más empatía con los criminales que con las víctimas.

Se derrumba la economía porque ahuyentan la inversión y mataron la confianza.

López Obrador apuesta a que Trump nos saque del hoyo económico.

Su desprecio hacia la ciencia, la salud y a la investigación se concreta en el presupuesto.

El atropello al Estado de derecho es el pan de cada día.

La frialdad hacia el dolor humano parece no tener límites. Niños con cáncer a los que todavía no surten medicinas. Médicos y enfermeras que se contagian de Covid por ahorros criminales.

Los delincuentes que detienen salen libres, y algunos grandes cárteles de las drogas, el crimen y la extorsión, gozan de manera ostensible del favor presidencial.

El daño del obradorismo a México está siendo profundo y, en vidas, irreparable.

Pero se van a ir. No van a ganar las siguientes elecciones porque no se les ha permitido arrasar y la población exige oposición unida ante el peligro mayor.

La perversidad del gobierno logró unir a la oposición y abrió los ojos de ministros de la Corte que estaban con López Obrador.

Como personas inteligentes, ya dimensionan el tamaño de la crisis provocada por la mala administración y saben que López Obrador se va a ir y ellos se van a quedar.

Falló el intento de prolongar el mandato de un Ejecutivo, el de Baja California, para sentar precedente y eternizar a AMLO en la Presidencia.

Esa maniobra fue fraguada y operada desde la Secretaría de Gobernación. A ella se la encargaron, y no pasó. La frenó la Corte. El país resiste.

Esta semana quisieron llamar a un periodo extraordinario de sesiones para, “entre otros” temas, entregarle al Presidente la facultad que tiene la Cámara de Diputados de aprobar el Presupuesto.

López Obrador quiso, mediante iniciativa de ley, que los diputados renunciaran a su función exclusiva en materia presupuestal y dejarle al Presidente la potestad de disponer de los recursos públicos como le venga en gana.

Los diputados de oposición (PAN-PRI-PRD-MC) votaron, en bloque, en contra, y lograron sumar a algunos diputados de Morena.

Adelante con las leyes del T-MEC, pero de ninguna manera para entregarle a un solo hombre, López Obrador, el poder que le corresponde al legislativo. México resiste.

Viene el golpe al INE, anunciado.

Otra vez Mario Delgado, y buena parte de su bancada, harán hasta lo imposible por dinamitar la autonomía del instituto nombrando a reventadores como consejeros, y así devolver al Ejecutivo la tarea de organizar y vigilar las elecciones.

Eso quiere López Obrador, cerrar el INE, vigilar él las elecciones. No va a poder, pues ni en Morena hay consenso para perpetrar ese asalto al órgano electoral. México resiste.

Al estilo Trump, aprendido de esa estrella polar de la maldad que fue su mentor, Roy Cohn, López Obrador cubre de calumnias a medios y comunicadores para minar su prestigio público y después, llegado el momento, aniquilar.

Muy pocos de los atacados por AMLO se han doblado, y un sector de la prensa sigue descubriendo las mentiras del régimen que oculta muertos y maquilla su chapucería sin precedentes en el manejo de la economía, la seguridad y el empleo. México resiste.

El PRI, que por viejo y por diablo sabe mucho, ya no corre a fundirse con Morena. Contra lo esperado, tampoco esta vez va a desaparecer.

El desprestigio de Morena y la manifiesta inercia totalitaria del Presidente de la República los ha hecho reflexionar, o dar un paso al frente.

Sus diez, doce o 14 puntos van a estar en las boletas para hacer alianzas con los partidos de oposición con los que llegue a acuerdos, según dijo su dirigente nacional.

El obradorismo va a maltratar al país y a los ciudadanos, pero se va a ir. Terminará su periodo y adiós.

La nación, en cambio, sobrevivirá. Lo ha demostrado en estos dos años funestos que ameritan bandera a media asta.

Pero México resiste.