miércoles, 12 de agosto de 2015

LOS EFECTOS SOBRE EL CEREBRO DE ESCRIBIR EN CURSIVA



William R. Klemm, D.V.M, Ph.D

¿Alguna vez has intentado leer las prescripciones de tu médico? Los niños escriben con mayúsculas con mayor frecuencia porque no saben escribir en letra cursiva (también llamada “manuscrita” o “de carta”) o su letra cursiva es ilegible. Tengo un nieto que va a secundaria y le cuesta entender su propia letra escrita. Los abuelos se encuentran con que sus nietos son incapaces de leer lo que les escriben. Nuestro nuevo Secretario de Hacienda de los EE.UU. no sabe (o simplemente no lo hace) escribir su propio nombre en la nueva moneda a emitirse.

Una de las primeras cosas que aprendimos cuando nosotros, los adultos, íbamos a la escuela era cómo escribir el abecedario en letras mayúsculas y minúsculas y, luego, cómo escribir palabras, oraciones, párrafos y ensayos a mano. Algunos de nosotros tuvimos la suerte de tener clases de caligrafía donde aprendíamos cómo lograr que nuestra escritura sea linda y legible. 

Actualmente, la escritura en el teclado está de moda y los Estándares Educativos en EE.UU. ya no requieren que los estudiantes de la primaria aprendan a escribir en letra cursiva. Es más, algunas escuelas rechazan dicha enseñanza ya que la consideran una “habilidad del pasado”.[1]

Según Zaner-Bloser Inc., una de las editoriales del país especializadas en la escritura manuscrita, la enseñanza de escritura manuscrita en las escuelas primarias supone poco más de una hora semanal. La escritura en letra cursiva no se enseña generalmente después del tercer grado (yo tenía clases de caligrafía en 7º grado; a lo mejor es una coincidencia, pero fue en 7º grado cuando mágicamente pasé de ser un estudiante mediocre a uno excepcional).

Sin embargo, los científicos están descubriendo que el aprendizaje de la letra cursiva es una herramienta crucial para el desarrollo cognitivo, particularmente para entrenar el cerebro desde el punto de vista de la “especialización por áreas del cerebro”[2], es decir, del rendimiento óptimo. Mediante el aprendizaje de la escritura en cursiva, el cerebro desarrolla una especialización por áreas que integra la sensación, el control del movimiento y el razonamiento. A diferencia de la escritura en el teclado y la práctica visual, según estudios de tomografías del cerebro, diversas áreas del cerebro se co-activan durante el aprendizaje de la escritura en cursiva.

Existe un beneficio externo para la habilidad de razonamiento que se emplea en la lectura y escritura. Para escribir con una letra cursiva legible se necesita un cierto nivel de control de motricidad fina sobre los dedos. Los alumnos deben prestar atención y pensar qué están haciendo y cómo lo están haciendo. Tienen que practicar. Estudios con tomografías cerebrales revelan que la cursiva activa áreas del cerebro que no están involucradas cuando se escribe en el teclado.

En general, muchos de los beneficios de escribir a mano derivan simplemente de la mecánica de trazar letras. Durante un estudio realizado en la Universidad de Indiana y que se publicará este año[3], investigadores analizaron, mediante imágenes de resonancia magnética, a niños pre-alfabetizados de 5 años de edad antes y después de que fueran instruidos en el aprendizaje de la cursiva. En aquellos niños que habían practicado a mano la escritura, la actividad neuronal fue mucho más destacada y similar a la de los adultos que en aquellos niños que simplemente observaron las letras. El “circuito de lectura” en el cerebro, el circuito de áreas asociadas que se activan durante la lectura, se activó al trazar la escritura manuscrita, no así al escribir sobre el teclado. De la misma manera, esta investigación demostró que escribir letras en un contexto significativo, contrapuesto al de sólo dibujarlas, activa de forma más sólida diversas áreas en los dos hemisferios.

Al aprender la escritura manuscrita, incluso si se trata de la escritura en mayúsculas, el cerebro de un niño deberá:

· Distinguir cada trazo respecto a otros.

· Aprender y memorizar el tamaño adecuado, oblicuidad de la forma global y la característica detallada de los rasgos de cada letra.

· Desarrollar habilidades de categorización.

La escritura en letra cursiva trae consigo aún más beneficios que la escritura en mayúsculas, ya que los movimientos son más difíciles, las letras menos estereotipadas y la necesidad del reconocimiento visual crea una mayor variedad de formas de representar las letras. Además, la letra cursiva es más rápida y más atractiva para los estudiantes ya que les da un mayor sentido de estilo personal y pertenencia.

Otro estudio destacó la relación exclusiva que existe entre la mano y el cerebro a la hora de pensar y tener ideas. Virginia Berninger, una profesora de la Universidad de Washington, dio a conocer su estudio sobre niños en primer, segundo, cuarto y sexto grado, en el cual revelaba que los niños que escribían más palabras, más rápidamente y expresaban mejor las ideas cuando escribían ensayos a mano que cuando lo hacían sobre un teclado.[4]

Existe todo un campo de investigación conocido como “háptica” que comprende las interacciones del tacto, movimientos de la mano y funciones del cerebro.[5] La escritura en letra cursiva ayuda a entrenar el cerebro con el fin de integrar la información visual y táctica así como también la habilidad motora fina. Se está volviendo una obsesión para los sistemas educativos, a cargo de ideólogos desinformados y de instrucciones federales, evaluar conocimientos a costa del entrenamiento de niños para desarrollar una mejor capacidad de adquirir conocimientos.

Los beneficios para el desarrollo cerebral son similares a lo que se obtiene cuando se aprende a tocar un instrumento musical. No todos pueden pagar clases de música pero todos tienen acceso al lápiz y al papel. No todos pueden comprar un ordenador a sus hijos (a lo mejor estos niños no son tan desafortunados como creemos).

No nos desanimemos. El 23 de enero, algunas escuelas en EE.UU. celebran el “Día nacional de la escritura manuscrita”. La letra cursiva aún sigue viva. Es necesario que los padres insistan en que se siga enseñando en las escuelas.

A los lectores que deseen obtener información básica acerca de la neurociencia les interesará saber de la segunda edición de mi libro electrónico “Coreideas in Neuroscience” (en inglés). Más información en mi página web http://thankyoubrain.com/neurobook.

También pueden acceder al grupo de discusión en inglés Neuro-educationque en LinkedIn (deberá escribir “Neuro-education” en el campo de búsqueda de Linkedin).



Notas:
[1] Slape, L. “Cursive Giving Way to Other Pursuits as Educators Debate Its Value.” The Daily News, 4 defeb, 2012.http://tdn.com/news/local/cursive-giving-way-to-other-pursuits-as…
[2] James, Karin H. an Atwood, Thea P. (2009).The role of sensorimotor learning in the perception of letter-like forms: Tracking the causes of neural specialization for letters. Cognitive Neuropsychology.26 (1), 91-100.
[3] James, K.H. and Engelhardt, L. (2013). The effects of handwriting experience on functional brain development in pre-literate children. Trends in Neuroscience and Education.Article in press.
[4] Berninger, V. “Evidence-Based, Developmentally Appropriate Writing Skills K–5: Teaching the Orthographic Loop of Working Memory to Write Letters So Developing Writers Can Spell Words and Express Ideas.” Presented at Handwriting in the 21st Century?: An Educational Summit, Washington, D.C., 23 de enero, 2012.

[5] Mangen, A., and Velay, J. –L. (2010). Digitizing literacy: reflections on the haptics of writing.In Advances in Haptics, edited by M. H. Zadeh.http://www.intechopen.com/books/advances-in-haptics/digitizing-li….



Traducido por Selene Fernández

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