viernes, 27 de abril de 2018

UN AÑO DE LAS PROTESTAS QUE CAMBIARON LA HISTORIA DE VENEZUELA: LOS CAÍDOS NO FUERON EN VANO


María Teresa Romero: “Fue en el 2017 cuando la comunidad internacional realmente se dio cuenta de lo que estaba pasando en Venezuela” (PanAm Post)

Sanciones internacionales, investigaciones preliminares ante la Corte Penal Internacional, y el reconocimiento de que en Venezuela hay dictadura; fueron los logros de los caídos. 

Sabrina Martín | Abril 20, 2018


Venezuela cumple un año luego de las masivas protestas que cambiaron la historia del país; manifestaciones contra Nicolás Maduro que dejaron en evidencia ante el mundo el talante dictatorial del régimen y miles de violaciones a derechos humanos que hoy se investigan de manera preliminar en la Corte Penal Internacional. 



En abril de 2017, comenzaron en Venezuela cuatro meses de protestas que dejaron más de 100 muertos y miles de heridos. Ahora, un año después, Nicolás Maduro es calificado como un dictador por parte los países líderes de la región; y además, él y sus principales funcionarios cómplices fueron sancionados por más de 60 países. 



“Fue en el 2017 cuando la comunidad internacional realmente se dio cuenta de lo que estaba pasando en Venezuela. Esas protestas se convirtieron en un punto de quiebre; de allí para acá Venezuela y el mundo se dieron cuenta de que sí es una dictadura y que “el lobo” había llegado como tantas veces los expertos advirtieron”; señaló a PanAm Post María Teresa Romero, periodista y doctora en ciencias políticas. 



Todo inició cuando el régimen de Nicolás Maduro decidió implementar un autogolpe de Estado con el respaldo del Tribunal Supremo de Justicia. La oposición venezolana, encabezada por los diputados más jóvenes, salió a la calle “sin retorno”; y a partir de allí, PanAm Post se unió a la lucha para dar cobertura “minuto a minuto” de las protestas que marcarían la historia del país suramericano. 



Las multitudinarias manifestaciones dejaron en evidencia que la esperanza de los venezolanos es mucho mayor a cualquier derrota, el instinto de supervivencia y las ansias de superación mantuvieron a millones de personas dispuestas a luchar por la democracia en ese país. 



Nació “La Resistencia” 




Pero lo más inspirador que dejaron las manifestaciones hace un año, fue el surgimiento de un “ejército” de hombres y mujeres valientes que decidieron encabezar las protestas dispuestos a todo; ellos sabían que allí por defender sus ideales podían perder sus vidas. Ese “ejército” de escuderos inexpertos se hizo llamar La Resistencia. 



Cascos, escudos improvisados, una camisa que les tapa el rostro, bombas molotov y fuegos artificiales, fueron sus principales armas para defenderse ante la brutal represión del régimen de Nicolás Maduro. 



Muchos de ellos menores de edad con la esperanza de crecer dignamente en Venezuela, otros muchos rondaron los 20 y 25 años. El número de miembros de este “ejército” pudo llegar a superar cómodamente los 700 en cada marcha opositora. Ahí en la lucha por el país se lograron congregar todas las clases sociales con un mismo fin: recuperar Venezuela. 



“La Resistencia” se ubicaba adelante de cada protesta multitudinaria; allí era donde recibían las bombas lacrimógenas y las devolvían, con frascos de pintura intentaban bloquear la visión de las tanquetas de guerra y con bombas molotov y fuegos artificiales buscaban neutralizar la represión. 



Policías y Guardias Nacionales evidenciaron ser delincuentes 




Para el régimen de Nicolás Maduro no bastó que los funcionarios policiales salieran a las calles solo para reprimir manifestaciones pacíficas; la orden también fue robar y malograr no solo a los periodistas sino a cualquier ciudadano. 



No se conformó solo con dispersar las protestas a punta de bombas lacrimógenas, perdigones, canicas, balas y otros objetos; los esfuerzos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) se centraron en ser los protagonistas de atracos y constantes violaciones a derechos humanos. 



Las fuerzas de Seguridad del Estado aprovecharon las protestas para convertirse en delincuentes y rateros. Robaban zapatos, billeteras, motocicletas; dejaron en evidencia que los cuerpos policiales en su mayoría están formados por antisociales y hasta criminales. 



Robar a la prensa, malograr a los periodistas, golpearlos y dañarles sus equipos de transmisión también fueron otros de los objetivos por parte de los cuerpos de “Seguridad”. 



La delincuencia fue tal, que por primera el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López admitió la existencia de los actos delictivos: “No quiero ver a un GNB cometiendo una atrocidad en la calle”; sentenció. 



https://es.panampost.com/sabrina-martin/2018/04/20/protestas-cambiaron-historia-venezuela-caidos-no-fueron-en-vano/


2 comentarios:

Brenda Pérez dijo...

Lamentablemente estos hechos se pueden repetir en nuestro país. ¿Carecemos de memoria o somos indolentes?

Jorge Pérez Uribe dijo...

Dice el dicho que "nadie escarmienta en cabeza ajena", y este es el caso. Hemos vivido dictaduras presidenciales como la de Luis Echeverría (1970-1976), que llevó al país al caos en muchos sentidos, pero los nacidos de 1970 a la fecha no pueden recordarla, aunque ya sean personas maduras. Respecto a Venezuela, poco volteamos a mirar hacia el sur del país.

Un abrazo.