martes, 4 de octubre de 2022

PUTIN LLORIQUEA, ESTÁ EN PELIGRO

 


El reclutamiento desastroso para una guerra absurda empieza a resquebrajar la moral rusa, y por esas grietas se pueden ir Vladímir Putin y sus anacrónicos delirios imperiales.

Pablo Hiriart | septiembre 26, 2022

BOGOTÁ, Colombia.- Vladímir Putin ordenó la leva de 300 mil rusos e incorporarlos de manera forzada al Ejército y así “contrarrestar a Occidente”, que –dijo– está utilizando a los ucranianos en una campaña “para debilitar, dividir y finalmente destruir a nuestro país”.

Cuando los autócratas salen con que la patria está en riesgo, los que están en riesgo son ellos.

Putin se sintió Iván el Grande antes de la invasión, y ahora el pequeño Vladímir dice que Rusia está en peligro.

Efectivamente, Rusia se empieza a dividir, lo que no había ocurrido desde el inicio de la agresión a Ucrania.

La fractura puede llegar, en cualquier momento, al círculo de hierro que rodea a Putin. Su final podría estar cerca.

Tiene ante sus ojos el principio de una derrota histórica y se presenta como víctima.

Le dice a sus gobernados, para justificar el reclutamiento forzado, que los ucranianos quieren destruir Rusia.

A ver, ¿quién invadió a quién?

Con los mismos lloriqueos se presentó el jueves en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU el canciller ruso Serguéi Lavrov, donde acusó a Ucrania de haber lanzado “un asalto” contra su país y que el objetivo era “desgastar y debilitar a Rusia”.

Presente en la reunión, el secretario de Estado Antony Blinken le contestó con inusual claridad: “Dígale al presidente Putin que detenga el horror que él comenzó”.

La leva ordenada por Putin el miércoles, lejos de fortalecer a su Ejército, lo está socavando. Incluso sus partidarios, que veían gustosos los “avances” de la “operación militar especial”, se muestran impactados por la insensatez de su presidente.

El malestar llega a las filas del Ejército y a los seguidores de línea dura en el Parlamento.

La permanencia de Putin en el Kremlin corre peligro.

Su ineptitud es manifiesta y tal vez no está lejos el día en que lo saquen del poder quienes lo sostienen.

Gobierna con el miedo, y el miedo es útil por un tiempo, pero no es un blindaje permanente contra la estupidez del que manda.

Cuando todo es victoria, la unidad está asegurada. Pero en la adversidad originada por malas decisiones políticas y militares del líder, hasta sus más cercanos están en posibilidad para reflexionar.

El Ministerio de Defensa ruso anunció que en sus listas tiene unos 25 millones de adultos elegibles para el servicio militar obligatorio.

Son 25 millones de rusos, más sus familiares, que tiemblan ante la posibilidad de ir a una guerra remota donde no se les perdió nada.

Comenzaron con la leva de 300 mil jóvenes sacados a la fuerza de sus casas en aldeas rurales, en regiones de minorías musulmanas en las montañas del Cáucaso, y en aldeas de pescadores en el Círculo Polar Ártico.

Dicen las informaciones procedentes de Rusia que el fin de semana, en Siberia, se requisaban autobuses escolares para transportar gente a campos de entrenamiento, con el objetivo de mandarlos luego a la línea de combate en la lejana Ucrania.

Se desataron protestas en toda Rusia, hay más de mil detenidos por bloquear carreteras en un afán desesperado por evitar ir a pelear una guerra que siempre les dijeron que no era guerra, sino “acción militar especial” que terminaría en tres días.

Aún no hay una movilización organizada como para hablar de un frente antibélico dentro de Rusia, pero ahí viene.

El terror impuesto por Putin ha llevado a una pésima ejecución de sus decisiones, con un reclutamiento caótico.

“Los oficiales se preocupan más por cumplir formalmente las órdenes que por ganar la guerra”, dicen halcones (militaristas) rusos.

Citado por medios internacionales, el legislador moscovita Andrei Medvedev puso en Telegram que “si estamos haciendo una movilización, entonces debería ser la base para fortalecer al Ejército y no la causa de la agitación”.

Se reporta que aviones, coches y autobuses viajan llenos de movilizados a la fuerza. Rusos en edad de ser reclutados huyen a Estambul y a Namangan (Uzbekistán).

El reclutamiento desastroso para una guerra absurda empieza a resquebrajar la moral rusa, y por esas grietas se pueden ir Vladímir Putin y sus anacrónicos delirios imperiales.

O aprieta el botón nuclear para no irse solo.

https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/09/26/putin-lloriquea-esta-en-peligro/

domingo, 25 de septiembre de 2022

LOS OTROS DATOS



Por Enrique Sada | 24 septiembre, 2022

“Quien controla el presente controla el pasado, y quien controla el pasado controlará el futuro”

George Orwell, 1984


Quienes gobiernan saben la importancia que tiene el pasado; esto es, ya por su conocimiento pleno y difusión o por ocultamiento del mismo. Por eso la obsesión de los gobernantes manipuladores en que no indaguemos sobre el mismo ni lo cuestionemos obedece al miedo de no poder dirigir nuestro futuro a su conveniencia.

Como ejemplo de lo anterior, viene a la mente la clásica novela 1984 del británico George Orwell quien ejemplifica como es que en los regímenes autoritarios existe un Ministerio de la Verdad encargado de lo opuesto, con tal de mantener a las masas fanatizadas, desinformadas y dóciles a los caprichos del “Gran Hermano”.

Al parecer también en México, igual que en la novela orwelliana, existe un Ministerio de la Verdad que crea y difunde información para intentar manipular nuestro pensamiento y predeterminar nuestras preferencias políticas; mismo que con tal de conseguir sus objetivos no le importa valerse de la difusión masiva de noticias falsas, o de la tergiversación de la historia y del presente, apelando siempre a “otros datos” para expandir su propaganda y sus excusas a través de los medios y las redes, como lo hace el presidente en esa mezcla rancia entre talk show y homilía sectaria autolaudatoria que son sus “mañaneras”, pagadas con nuestros impuestos.

Y lo anterior quedó evidenciado en lo que Alejandro Encinas anunciaba la captura del General José Rodríguez Pérez como chivo expiatorio por la desaparición y asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, en tanto José Luís Abarca y su esposa—protegidos del presidente López—que entregaron a los mismos al Cártel “Guerreros Unidos”, y el Secretario de Seguridad de la Ciudad de México Omar García Harfuch—protegido de Claudia Sheinbaum—y señalado como corresponsable, quedan impunes y exonerados.

Mientras tanto, el presidente optaba por distraer la atención peleando en Palacio Nacional contra el periodista Jorge Ramos por haberle confrontado en persona con sus propias cifras de criminalidad, proporcionadas por la Secretaría de Seguridad Pública, en donde le demostraba como en 4 años su Gobierno rebasó en número de asesinatos a los sexenios de Peña y Calderón juntos, mientras los familiares de las víctimas y normalistas de Ayotzinapa protestaban airadamente a las puertas de la Fiscalía General de la República.


Fuente: https://codigolibre.mx/2022/09/24/los-otros-datos/

sábado, 27 de agosto de 2022

AMARRAR AL SUCESOR E INCENDIARLE LA CASA


Relevo. Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y el presidente López Obrador. Foto: Miguel Dimayuga

Preámbulo

Debo confesar que desde su aparición, soy lector de la revista Proceso, ya que ha tenido excelentes analistas y gracias a ello he podido conocer y "adivinar" muchas de las estrategias que seguirá la izquierda. En la difícil situación actual me ha maravillado la visión del autor de éste análisis, con la que coincido plenamente y es la del fin de éste gobierno y el comienzo del próximo, que sería similar al derrumbe del 2° Reich, en la cual el mesiánico Führer, arrastraría a su pueblo, a su inmolación, antes que rendirse y pactar la paz con el enemigo.

Pienso que a estas alturas de 4a.Transformación, la mayoría estará de acuerdo en que estamos frente a un presidente con un serio "trastorno mental de la personalidad" [1], que en forma similar al dictador de Nicaragua, anhela seguir gobernando, probablemente hasta su muerte y dejar su recuerdo en la Historia y que de no conseguirlo podría tratar de destruir todo lo preservado a la fecha para vengarse y ser recordado.

Elisur Arteaga Nava | martes, 23 de agosto de 2022.

En este mundo todo se acaba, incluso un sexenio. A lo bueno se acostumbra uno fácil, dice el refrán. AMLO no se hace a la idea de tener que abandonar el poder. Debe hacerlo en 2024. Para lo que tiene que ver con su 4T, no confía en nadie, ni en sus “delfines”: Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. El tercero, el otro López, también tabasqueño, no levantó. Lo poco que había levantado lo perdió cuando abrió la boca, con su desafortunada frase: “Yo tampoco confío en usted”. Hay otras. Él no cuenta.

Ante la alternativa de tener que abandonar el poder en 2024, AMLO intentará dejar el cargo a uno de los dos. Lo hará a condición de que quede amarrado y sin posibilidad de adoptar una política propia o de tomar decisiones que difieran de su proyecto. En una palabra: pretende impedir que dé marcha atrás a su 4T, en especial, a la militarización del país y a su concepto de lo que debe ser México: un Estado militarista y de bienestar a base de derrochar los fondos públicos.

Para impedir que su sucesor abandone su proyecto, cuando pudo, reformó la Constitución; ahora que no puede, pretende hacerlo a través de “decretazos”. Considera que ha comprado la voluntad de los militares a base de contratos, administración de obras y de concesiones. Cuenta con ellos. También parte del supuesto de que, a la clase baja, a los pobres, los tiene amarrados; son suyos por razón de las pensiones y becas. Amenazará: votar por la oposición significará, para las Fuerzas Armadas, la pérdida del estatus quo las beneficia y para los desprotegidos, la pérdida de las pensiones.

AMLO, no contento con dejar a su sucesor comprometido con un proyecto que política y económicamente es inviable e insostenible y, por lo mismo, pudiera no hacerlo propio; antes de entregarle el mando, le incendiará la casa; lo hará con fin de impedirle asuma plenamente el poder y se sienta tentado a abandonar su proyecto. En forma paralela desprestigió a las instituciones, en especial a la Corte.

No provocará un levantamiento en Chiapas. Quienes fueron zapatistas no creen en él. La violencia, que la habrá, viene y vendrá de la delincuencia organizada; se dará, preferentemente, en los estados de Sinaloa, Jalisco, Zacatecas, Michoacán, Chihuahua y Guanajuato. Es previsible que se manifieste de manera generalizada y sangrienta.

AMLO impedirá que su sucesor tenga éxito en su gestión y que crezca políticamente. Aspira a que los mexicanos lo añoren y le pidan que regrese al cargo: a apagar el incendio que él mismo, por su perversidad, provocó. Apuesta a que su sucesor sea incapaz de apagarlo. Ese será el resultado de su actuación contra toda lógica. Tenía que apellidarse López. Eso mismo hacía su tocayo de apellido: Antonio López de Santa Anna.

AMLO intenta dejar a gente incondicional en las gubernaturas de los estados, a fin de que, a través de su acción, se impida cualquier desviación de su proyecto o desconocimiento de su persona. De ahí que haya escogido gente mediocre, sin méritos propios, que por sí no tenían o tienen ninguna posibilidad de llegar a serlo; tal es el caso de gobernadores locales que le deben agradecimiento y fidelidad absoluta: Evelyn Salgado, de Guerrero; Jara Cruz, de Oaxaca, Ramírez Bedolla, de Michoacán; Delfina Gómez y Rocío Nahle, si llegan a ocupar las gubernaturas de los estados de México y Veracruz.

AMLO pretende que, merced a los muchos beneficios, canonjías y favores que ha hecho a las Fuerzas Armadas, sean ellas los guardianes de su legado político y las que defiendan las “conquistas” alcanzadas durante su sexenio. Confía en que los militares sean un factor de presión sobre su sucesor para impedirle realizar cambios. Olvida que, hasta ahora, las Fuerzas Armadas son fieles a las instituciones y no a quienes temporalmente los mandó o benefició. No tienen memoria.

Unas Fuerzas Armadas todopoderosas podrían convertirse en un factor político determinante en los países alejados de los Estados Unidos de América; no es el caso de México. Llegado el momento, ese país podría influir en un cambio radical o impedir un golpe militar encaminado a continuar con la política que se ha seguido. En las actuales circunstancias, al no existir el peligro comunista, difícilmente el país del norte aceptará un gobierno militar en nuestro país.

López Obrador piensa en todo. Considera la posibilidad de un eventual triunfo de la oposición: que se alce con la victoria en el Congreso de la Unión o la Presidencia de la República. Parte de la premisa, en ese eventual supuesto, de que los militares, por los favores recibidos, serán los que velarán por la vigencia de su proyecto y de que no se dé marcha atrás.

El modelo de desarrollo de la 4T es insostenible económica y políticamente. Quien asuma la Presidencia en 2024, sea moreno o de la oposición, para afianzarse en el poder, necesitará romper con AMLO; ello implicará, necesariamente, un alejamiento radical de su política. Ese paso, también, implicará destruirlo: meterlo a la cárcel o desterrarlo. En el mejor de los casos mandarlo de embajador a Somalia. Mientras viva o esté libre no se estará quieto. Siempre será un factor de desestabilización. Su sucesor tendrá que inventarle unas mañaneras. La esposa de López de Santa Anna solía pagar a gente pobre para que hiciera antesala en su casa, a fin de que sintiera que seguía siendo importante.

La política de AMLO polariza. No puede continuar. Su sucesor deberá interrumpirla; dar un volantazo de 180 grados y romper con él. Si es Claudia, por ser limitada, lo hará por presión de quien sea presidente de Estados Unidos y de los inversionistas, nacionales y extranjeros. Si es Marcelo, para poder gobernar y no precipitarse en el vacío, lo hará por sí. Si su sucesor resulta ser de la oposición, significará cárcel segura para él, el destierro de su familia y la reestructuración total de la Corte. Así de sencillo.


Notas:
[1]https://novusdiesest.blogspot.com/2022/02/psicopatologia-del-presidente-lopez.html

lunes, 22 de agosto de 2022

ASÍ SE CREA UN NARCO-ESTADO


Venezuela pasó a ser narcoestado desde que se dio a las Fuerzas Armadas el papel de proteger los cargamentos de drogas que llegan de Colombia.



Pablo Hiriart | agosto 19, 2022

BOGOTÁ, Colombia.- Militarizar el país y abrir los brazos a los grandes cárteles del narcotráfico fue la manera en que Venezuela pasó de ser una democracia ejemplar a un narco-Estado miserable.

El amasiato entre poder político, poder militar y cárteles de las drogas hace que un inepto en la Presidencia sea imbatible.

Escribo esto a propósito del debate que hay en México acerca de militarizar la Guardia Nacional y los múltiples encargos dados a las Fuerzas Armadas, que no rinden cuentas a nadie por el velo de la ‘seguridad nacional’.

México no es un narco-Estado, pero si se avanza en la militarización del país, acompañada de cuatismo con el narco, nuestro destino será el de los venezolanos.

Cárteles de las drogas y Fuerzas Armadas al servicio de un proyecto político es la fórmula del veneno.

En Venezuela, el chavismo no va a entregar nunca el poder, así pierda 10 veces seguidas las elecciones.

Si cae el poder en manos de la oposición, todos los integrantes de ese complejo político-militar-criminal que gobierna Venezuela estarán en riesgo de ir a la cárcel.

Peor aún: serían extraditados porque tienen orden internacional de captura, por narcotráfico.

Tras la pérdida del poder, lo que viene para ellos es la extradición.

Venezuela pasó a ser narco-Estado desde que se dio a las Fuerzas Armadas el papel de proteger los cargamentos de drogas que llegan de Colombia, y que gerentes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación sacan del país gobernado por Maduro, vía aérea, hacia México.

Los protectores del traslado de drogas por el territorio venezolano son los militares, por lo que ganan fortunas, y para sobrevivir sólo tienen que impedir que gane la oposición.

Esa fue la clave del éxito chavista, para desgracia de los venezolanos de bien: militarizar, militarizar, militarizar, y poner a las Fuerzas Armadas al servicio de los narcos colombianos y de sus capataces mexicanos.

A los generales y altos oficiales de Venezuela se les conoce popularmente como ‘el cártel de los soles’, por sus insignias castrenses, pero en realidad no operan con la estructura de un cártel.

El ‘cártel de los soles’ es un revoltijo de autoridades del partido gobernante, Ejército, Marina, policías (militarizadas), servicios de inteligencia, comandos creados por el chavismo ‘para cuidar al pueblo’.

Sus cabezas son Diosdado Cabello –político y militar en retiro, compañero de Chávez en el intento de golpe de Estado–, el general Dimir Padrino –ministro de Defensa– y uno de los hombres más ricos del chavismo, exministro del Interior, exgobernador, Tareck el Aisam.

Todos ellos tienen orden de aprehensión en Estados Unidos, igual que el presidente Maduro.

Los militares venezolanos no necesitan ensuciarse las manos con el trasiego de la droga ni con embarcarla: sólo deben dejar hacer. También los gobernadores (del partido gobernante) tienen su rol y su tajada.

Quienes introducen la droga a Venezuela son las guerrillas colombianas, disidencias de las FARC y ELN. Disidencias, porque no se acogieron a los acuerdos de paz con el gobierno de Colombia y volvieron ‘al monte’ a matar y a traficar con drogas en nombre del pueblo, de Marx, de Lenin y de la sociedad sin clases.

Son grupos criminales binacionales. Una de las disidencias de las FARC, por ejemplo, tiene en Venezuela mil 900 hombres armados –según informes de militares colombianos–, que son protegidos por el régimen de Nicolás Maduro, en nombre de la patria grande de Bolívar.

Y el otro grupo disidente –que nunca quiso paz– tiene unos 5 mil guerrilleros en armas dentro de Colombia y en Venezuela.

Todos ellos, más el ELN (Ejército de Liberación Nacional), operan en Venezuela con la protección del ‘cártel de los soles’.

Los estados venezolanos que reciben el mayor volumen de cocaína para transportar a México son los de Táchira y Zulia.

Ambos están a tiro de piedra del Catatumbo colombiano, una de las regiones con mayor producción de coca y su derivado.

Táchira (Venezuela) es gobernado por Fredy Bernal, exjefe de la Policía Nacional y alto mando en los servicios de inteligencia de su país, que tiene los amarres con los líderes de las narcoguerrillas colombianas.

Y el estado de Zulia no sólo es importante por su inmensa riqueza petrolera, sino por ser caribeño: está inundado de pistas clandestinas desde donde salen los aviones con droga hacia México.

Los embarques son supervisados por gerentes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Gerentes, porque esos grupos criminales no han mandado a Colombia y a Venezuela a sus sicarios, sino a especialistas que cuidan la calidad del producto y el transporte.

Al militarizar Venezuela y abrir los brazos a las narcoguerrillas colombianas y a los grandes carteles mexicanos, todo el andamiaje de poder en ese país gana dinero.

Y si sueltan el poder, o se traicionan entre ellos, pierden la libertad.

No hay manera de sacarlos, aunque este año tengan (prospectivas 2022 del FMI) una inflación de 500 por ciento y sea el país más peligroso de América Latina (Mapa ABC internacional de la criminalidad).

Tampoco hay posibilidad de alternancia en el poder ni de respeto a los derechos humanos.

Ese es un narco-Estado, que nació de la militarización, permisividad con el narco y la obsesión de perpetuarse en el poder/.

https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/08/19/asi-se-crea-un-narco-estado

sábado, 23 de julio de 2022

PRIMER APRETÓN DE TUERCAS

Desde el principio de la actual administración estadounidense, López Obrador confundió la cordialidad de Joe Biden con debilidad.



Pablo Hiriart | julio 22, 2022

MIAMI, Florida.- El gobierno de México ha jugado tanto con la bonhomía de Biden que el presidente de Estados Unidos le puso un hasta aquí por las reiteradas violaciones al acuerdo de libre comercio. Es el primero.

Vendrán más apretones, porque la paciencia tiene límites.

Tarde o temprano nos van a cobrar la amistad del gobierno mexicano con grupos criminales, que lo mismo trafican con drogas o con personas indocumentadas, que arreglan elecciones al gusto del partido del Presidente, cuando se necesita.

La feria de atropellos al Estado de derecho y a la democracia no puede continuar sin consecuencias. No, si queremos seguir siendo socios de Estados Unidos.

El golpe sobre la mesa que dio el miércoles la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) es fuerte y pega bajo la línea de flotación de la economía mexicana.

La resolución puede tardar meses, pero no se ve manera de que el gobierno de México la gane.

Perderla, ha dicho el exsecretario de Economía, Ildefoso Guajardo, va implicar que nuestro país tendrá que pagar unos 30 mil millones de dólares en aranceles.

Desde el principio de la actual administración estadounidense, López Obrador confundió la cordialidad de Biden con debilidad.

Y perdió de vista que enfrente tenía sentado al político que doblegó a Donald Trump.

En lugar de corregir las faltas al TMEC que le señalaron en su reciente visita a Washington, el presidente de México optó por lo de siempre, porque le ha funcionado: mentir.

A los mexicanos los engañó con el cuento de que su explicación a empresarios y funcionarios en Estados Unidos los había convencido de lo correcto de su política energética.

Engañó en México, pero ya no le pudo tomar el pelo a los vecinos del norte.

Luego de reunirse con directivos la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el presidente López Obrador dijo a los medios mexicanos que los empresarios de ese país “están muy satisfechos, muy contentos (sic), no hay problema (sic)… La cuestión eléctrica, pues ya entendieron de qué se trata, de que a todos nos iba a perjudicar. Es lo mismo que el petróleo”.

Pues no los convenció y sí había problemas.

La US Chamber of Commerce, como recordó en estas páginas Víctor Piz el miércoles, indicó que “los directores ejecutivos expresaron su seria preocupación por el deterioro del clima de inversión en México, y pidieron al gobierno mexicano que cumpla con sus compromisos relacionados con el TMEC”.

Nada de que estaban muy contentos con la política energética de AMLO, que niega el acceso al mercado mexicano a compañías privadas para dar prioridad a los monopolios estatales.

López Obrador alineó a los tres brazos más poderosos del vecino del norte en contra de México: la Casa Blanca, el Congreso y los empresarios.

El estatismo del gobierno de AMLO –en el tema de energía– es contrario al espíritu y a la letra del TMEC. Daña la competencia y la inversión.

Ahí está la razón por la cual Estados Unidos nos demandó ante el mecanismo para solución de controversias del acuerdo comercial firmado con ese país y con Canadá.

Para el gobierno de Justin Trudeau, la política energética de México también es considerada dañina, y respaldó la demanda de Estados Unidos. Canadá interpondrá sus propias controversias.

La respuesta del presidente de México fue tan patética como infantil: “Uy, qué miedo”.

Dentro del país, López Obrador ordenó públicamente la persecución de los jueces que dieron amparos a una empresa española que pide, por las vías legales, que el gobierno mexicano respete las reglas del juego, establecidas en la Constitución.

Se sobrevalúa el Presidente.

No puede atropellar cotidianamente las leyes ni perseguir a los jueces sin consecuencias, cuando somos socios de Estados Unidos, cuya única garantía para comerciar libremente con México es la existencia de un Estado de derecho.

Tiene alteradas las funciones de un Estado moderno.

Privatizador de sus tres tareas básicas: la seguridad (que en parte del país está en manos de mafias criminales), la salud (mandó a la medicina privada a 15 millones de personas que tenían atención en el sector público) y la educación (que devolvió a mafias sindicales).

Y la actividad económica, que básicamente es función de la iniciativa privada, la reserva para el Estado, pierde dinero, se enemista con los socios que nos mantienen a flote y viola la Constitución.

Los problemas para México con Estados Unidos apenas empiezan, por el flanco comercial.

Y en este caso no los va a pagar López Obrador, sino la industria exportadora y los mexicanos que de ella viven.


https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/pablo-hiriart/2022/07/22/primer-apreton-de-tuercas/

miércoles, 6 de julio de 2022

ANTE LA OLA DE ASESINATOS, LA IGLESIA CATÓLICA CONVOCA A UNA "JORNADA DE ORACIÓN POR LA PAZ"

 

Templo de la Sagrada Familia en la CDMX, en donde se conservan reliquias de P. Miguel Agustín Pro, S. J., fusilado el 23 de noviembre de 1927.

“Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil”, señaló la Conferencia del Episcopado Mexicano.


Por Rodrigo Vera | martes, 5 de julio de 2022

CIUDAD DE MÉXICO (apro). –Ante la ola de “asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país”, la jerarquía católica mexicana está convocando a todos sus sacerdotes y fieles a una “Jornada de Oración por la Paz”, que se planea realizar en todos los templos católicos durante este mes de julio.

“Los asesinatos y desapariciones que diariamente se cometen en el país son un llamado de Dios a unirnos para pedir por la paz. La sangre derramada de estos hermanos y hermanas es la sangre de Jesús que cae a la tierra para hacerla fértil y emprender un camino por la paz”, señala el comunicado donde se hace la convocatoria, firmado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Compañía de Jesús y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM).

Ante la actual situación de violencia –agregan estas instituciones en su comunicado-, “convocamos a una Jornada de Oración por la Paz. Necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, nos están abriendo una puerta para la paz”.

Y dan cuatro grandes directrices a los sacerdotes y a la feligresía católica para realizar esta jornada por la paz:

1. En la primera, se pide que, el próximo domingo 10 de julio, se haga “memoria de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que han sido asesinados en el país y ofrecer la intención de la eucaristía por su vida para que su dolor nos acompañe en este camino por la paz”.

De ahí que, en todos los templos de México, se puedan colocar “fotografías de estos hombres y mujeres que han dado su vida por el pueblo de Dios y han recibido la muerte violenta”.

2. En la segunda directriz, piden que durante todo el mes de julio se celebren “misas” y “oraciones comunitarias” en “lugares significativos que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta, sean homicidios dolosos, feminicidios” perpetrados contra “activistas sociales” o cualquier persona “en situación de exclusión o vulnerabilidad”, haciendo con esto “memoria de la muerte y resurrección de Jesús”.

3. Y en la tercera, se exhorta a que en las misas que se realizarán el próximo domingo 31 de julio “pidamos por los victimarios, oremos por sus vidas y la conversión de sus corazones, tendamos la mano para recibirlos con el corazón arrepentido a la casa de Dios”.

4. Finalmente, en la cuarta directriz, se señala que cada diócesis, congregación religiosa o parroquia, “definirá las acciones a emprender para abordar a este camino para la paz”, por lo que –a su entera libertad—podrá realizar “procesiones por la paz”, “mensajes al pueblo de Dios”, “horas santas” o cualquier otra acción que considere pertinente.
Indican que, con estas acciones, “nuestra apuesta es por el diálogo social para construir un camino de justicia y reconciliación que nos lleve a la paz. Queremos abrir horizontes de diálogo para construir la paz. Estamos delante de un problema complejo que necesita de todos y todas para atenderlo desde la raíz y así dejar que el Cristo Resucitado haga surgir una nueva mirada que permita construir los acuerdos que hoy México necesita”.

El comunicado lo firma el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López; la presidenta de la CIRM, Juana Ángeles Zárate; y el provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro Madrid.

viernes, 24 de junio de 2022

AMLO RELAJÓ Y LE ABRIÓ LOS LÍMITES AL NARCO



 


Salvador García Soto | 23/06/2022

Lo más grave es que nadie puede convencer al Presidente de que su estrategia para enfrentar al crimen está equivocada y fuera de la realidad.

Los efectos del discurso presidencial en México, que dice públicamente que a los narcotraficantes y criminales se les deben proteger sus derechos “porque también son seres humanos”, empiezan a verse y sentirse en las acciones de un crimen organizado cada vez más cruel, retador y desafiante, que está rompiendo con todos los parámetros y códigos conocidos en la violencia endémica que padecemos desde hace ya 16 años los mexicanos.

Si el jefe del Estado mexicano le anuncia desde la sede misma de su poder, que su gobierno renuncia a hacer uso del monopolio de la fuerza y aplaude y celebra que los militares y guardias huyan despavoridos y no los enfrenten, el mensaje que llega nítidamente a los sanguinarios capos, sicarios y demás fauna criminal que hoy deambula en el territorio nacional, es que con esta administración hay “China libre”, se puede hacer y decir lo que quieran y manden los criminales: desde masacrar a niños y mujeres afuera de una escuela primaria en Salamanca, asesinar a granjeros y vendedores de pollo y sus familias en Guerrero, hasta subir videos donde humillan y persiguen a las Fuerzas Armadas del país o, ¿por qué no?, entrar a una iglesia y asesinar a un guía de turistas que se gana la vida honestamente y luego acribillar a sangre fría a los dos sacerdotes que intentaban defenderlo, y de paso llevarse los cuerpos en una camioneta como si se tratara de animales sacrificados.

No es que el narco y sus ejércitos armados hayan crecido de pronto o se hayan vuelto más de la minoría violenta que son y han sido desde que comenzó la torpe guerra contra el narco de Felipe Calderón. Eventualmente los cárteles de la droga se fragmentaron y pulverizaron como efecto de la política calderonista y la de Enrique Peña Nieto de perseguir “objetivos” y detener a capos importantes, a los que sustituyeron sicarios menores y quizás más crueles y sanguinarios que sus antiguos jefes.

Pero con López Obrador esa fragmentación no sólo continuó sino que se alentó con la inacción del gobierno federal y su política absurda de “abrazos, no balazos”, en la que la orden expresa al Ejército, la Marina y la Guardia Nacional de no combatir ni confrontar a los criminales e incluso huir si es necesario cuando se los topan de frente, ha hecho que las fuerzas del narco parezcan y actúen como si fueran superiores a la fuerza del Estado, algo que aunque no es real ni en número ni en capacidad de fuego, sí es lo que se ve y se percibe en el campo y en amplias regiones del país, donde los criminales actúan a sus anchas y con total libertad e impunidad porque saben que ni la Federación, ni los estados y mucho menos los municipios a los que tienen cooptados y controlados, los enfrentarán.

Por eso el artero crimen de los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, y del guía de turistas Pedro Palma, ha conmocionado tanto a México y al mundo: porque nos confirma que, a fuerza de tanto repetir desde Palacio Nacional que el Estado no iba a perseguir y mucho menos a confrontar ni detener a los criminales armados por respeto a “sus derechos”, se terminó haciendo de este país una suerte de sociedad distópica, una anarquía en la que se está imponiendo la ley del más fuerte y en la que los criminales sí usan la violencia y la fuerza de las armas para amedrentar, extorsionar, secuestrar o matar a los ciudadanos indefensos, mientras el Estado sólo patrulla y se hace el disimulado, y sólo actúa y reacciona cuando las masacres y crímenes más horrendos ya ocurrieron y como reacción al clamor de justicia de las víctimas.

Lo más grave es que nadie puede convencer al presidente López Obrador de que su estrategia para enfrentar al crimen está equivocada y completamente fuera de la realidad. Cuando dice que él actúa “diferente” y que está “combatiendo las causas de la delincuencia desde la raíz”, el Presidente confunde la política social, sus ayudas económicas a la población, con la política criminal y de seguridad de un gobierno. La primera está bien y, eventualmente puede ayudar a reducir las causas de la pobreza y evitar el enganchamiento de jóvenes al crimen organizado, pero la segunda no depende de los apoyos sociales y debe ejecutarse bajo una lógica simple y llana: el Estado tiene la obligación de utilizar y reivindicar el monopolio de la fuerza y perseguir, combatir y procesar a todo aquel que viole la ley de manera flagrante, como lo hace el crimen organizado y armado.

Una cosa no excluye a la otra, López Obrador puede seguir con su política social y creer que con ello está incidiendo para que a futuro –en el mediano o largo plazo— cambien las condiciones de vida de los sectores más marginados y eso reduzca la base social y humana del narcotráfico; pero no puede renunciar, de manera tan cínica y negligente, a su responsabilidad primaria, esa que juró cumplir y hacer cumplir en la Constitución, que es garantizar que la fuerza del Estado, los miles de millones de pesos (104 mil millones de pesos este año) que hoy como ningún gobierno de la historia invierte en el Ejército y las Fuerzas armadas, son para proteger y defender a la población de los criminales cada vez más crueles e inhumanos.

Si persiste en ese grave error, de ponerse del lado de los criminales y sus derechos y no de parte de los ciudadanos que respetan la ley, el Presidente estará condenado a la ignominia de la historia y nunca podrá quitarse la sospecha de ser un gobierno aliado o liado con los narcos, por más que exija pruebas de esos señalamientos. Y si las cosas siguen como van, y este país se sigue hundiendo en la anarquía, el horror y la putrefacción, a la gente que se dice buena, la que paga impuestos y respeta la ley, no le quedará otra que defenderse de los malos, esa minoría violenta y armada que hoy nos tiene atemorizados y sometidos. Parece una película distópica y una anarquía, pero en eso se está convirtiendo México con sus autoridades omisas, incapaces o cómplices y su sociedad callada y agachada.

https://www.eluniversal.com.mx/opinion/salvador-garcia-soto/amlo-relajo-y-le-abrio-los-limites-al-narco?fbclid=IwAR3IhA2XAaI7EF8P-O3cfMTusKImfl6y5cPcMpgnOos3B1Ib8JE9Efh-raM

lunes, 13 de junio de 2022

FRANCISCO PROPONE POTENTE Y ESPERANZADORA REFORMA DE LA CURIA

 

El papa Francisco firmó el sábado 19 de marzo una nueva Constitución que reforma de fondo la curia romana. Foto: Germán Canseco


¿Francisco será capaz de revertir el descrédito y la pérdida de autoridad moral? ¿Junto con la Iglesia Sinodal, la restructuración de su cuerpo de gestión podrá ponerla a flote de un hundimiento inminente?

Por Bernardo Barranco V.

viernes, 1 de abril de 2022

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El papa Francisco firmó el sábado 19 de marzo una nueva Constitución que reforma de fondo la curia romana. Francisco cumple una promesa, largamente esperada, de poner orden en una burocracia clerical que ha venido cometiendo abusos y ha ejercido el poder eclesiástico de manera arbitraria.

La Constitución Apostólica se llama Praedicate Evangelium (Predicar el Evangelio). Cuenta con 250 artículos. Registra cambios importantes en la estructura y reorganización del aparato de gestión, administración y servicios del Vaticano. La Constitución Apostólica es un texto mediante el cual el papa ejerce el dominio de gobierno para legislar sobre asuntos disciplinarios, de organización, territoriales o doctrinales, así como en cuestiones de la estructura de la curia romana. La nueva Constitución reemplaza totalmente a la Pastor Bonus, publicada por Juan Pablo II en 1988.

La Praedicate Evangelium será obligatoria, entrará en vigor a partir del 5 de junio y regirá en las próximas décadas. La reforma de la curia fue uno de los asuntos considerados prioritarios por los cardenales durante el cónclave de 2013.

¿Cuál es el origen de la reforma de la curia? Nos remontamos a marzo de 2013. Ante la renuncia del papa Benedicto XVI la Iglesia se encontraba convulsionada. Previo al cónclave, los cardenales votantes decidieron discutir los grandes desafíos de la Iglesia antes de elegir al nuevo pontífice. Había una batalla campal en la curia por la lucha del poder y de privilegios. Por ello, los cardenales votantes establecieron las llamadas Congregaciones Generales antes del cónclave, como el espacio para discutir los grandes temas de la Iglesia y así elegir al candidato idóneo y mejor preparado.

¿Por qué reformar la curia? Muchos episcopados acusaban excesivo intervencionismo de la curia vaticana, burocratismo y abusos de poder. Pero el centro del debate fue la despiadada lucha palaciega en la alta burocracia vaticana. Sectores afines a Ángelo Sodano, secretario de Juan Pablo II, contra los sectores encabezados por Tarcisio Bertone, secretario de Benedicto XVI. Lobos contra cuervos. Dichas luchas intestinas desembocaron en traiciones y fuga de información clasificada que incomodaron y expusieron al papa Ratzinger. El episodio se llamó popularmente “Vatileaks”. Ahí se desnudaron ante la opinión pública acciones de corrupción, lavado de dinero, uso y atribuciones indebidas de funcionarios vaticanos, vidas de lujo y extravagancias de funcionarios, y la existencia de varios lobbies gays que hacían de los secretos de alcoba instrumentos para encumbrar a personajes o para destruir trayectorias.

En suma, el momento de la Iglesia previo al cónclave de 2013 era muy preocupante. Estaba también jaloneado por los escándalos de abusos sexuales. Debido a ello, las llamadas Congregaciones Generales no sólo se centraron en la elección de un nuevo pontífice, sino también abordaron graves problemas de la Iglesia. Por ello, los cardenales electores, antes de conocer al sucesor del trono de Pedro, recomendaron poner fin a los escándalos cortesanos, en especial debilitar los diversos grupos de poder antagónicos, poner orden y transparentar las finanzas de la Iglesia, y reformar la curia, entre otros mandatos.

Una de las primeras acciones del papa Francisco, en mayo de 2013, fue establecer una comisión para la reforma de la curia, integrada por respetados cardenales de todo el mundo. A dicha comisión se le llamó el G-9. Por tanto, el resultado de la Constitución es un largo trabajo colegiado y de construcción de consensos.

La nueva Constitución trata de contrarrestar el excesivo clericalismo reivindicado por Juan Pablo II, al cual Francisco cataloga como lastre canceroso en la Iglesia. Francisco reconoce la sentencia del también jesuita cardenal Martini: “La Iglesia está atrasada 200 años”. El papa argentino pretende una Iglesia del futuro, cercana a su misión y a la Iglesia del tercer milenio. Pretende operar cambios profundos y radicales en la curia, destinada a ser un servicio a la misión evangelizadora de la Iglesia y no más una estructura de poder. Afecta diversos roles y funciones tradicionales. Fusiona y compacta diversas estructuras con la finalidad de adelgazar y economizar la burocracia vaticana.

Con la nueva Constitución Apostólica, por ejemplo, laicos y fieles hombres y mujeres podrán ser nombrados en el cargo de gobierno de la curia. Bastará ser bautizado para que laicos ocupen cargos de gobierno. ¿Estamos ante la revolución del papa Francisco? En todo caso Francisco está empeñado en renovar su Iglesia.

Uno de los cambios más significativos recae en la Secretaría de Estado. Anteriormente dotada de gran poder y vastas líneas de incidencia, ahora tendrá la función de “secretaría pontificia” y de “asistir de cerca al romano pontífice en el ejercicio de su suprema misión”.

Otro gran cambio de la reforma de la curia romana está en la transformación de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ahora será el “Dicasterio para la Evangelización”, que será presidido directamente por el papa.

En la nueva curia romana diseñada por la Constitución nace un nuevo “Dicasterio para el Servicio de la Caridad”, también llamado Limosnería Apostólica, como dice el texto: “Expresión especial de la misericordia y, a partir de la opción por los pobres, los vulnerables y los excluidos, lleva a cabo la obra de asistencia y ayuda hacia ellos en cualquier parte del mundo”.

Se crea la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores. Se lee en el documento que los miembros de la comisión “son nombrados por el romano pontífice por cinco años y son elegidos entre clérigos, miembros de institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, y laicos de diversas nacionalidades que se distingan por sus conocimientos, probada capacidad y experiencia pastoral”. Igualmente, en la administración y gestión de los recursos se estrenan estructuras.

A reserva de hacer una lectura más fina del texto, retomamos la sensibilidad de Francisco, quien en el preámbulo afirma: “La reforma no es un fin en sí misma, sino un medio para dar un fuerte testimonio cristiano”.

En efecto, la reforma sirve “para favorecer una evangelización más eficaz; promover un espíritu ecuménico más fecundo; para fomentar un diálogo más constructivo con todos”.

¿Francisco será capaz de revertir el descrédito y la pérdida de autoridad moral? ¿Junto con la Iglesia Sinodal, la restructuración de su cuerpo de gestión podrá ponerla a flote de un hundimiento inminente? Al entrar en el décimo año de su pontificado, Francisco promulgó la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium que cambiará la fisonomía del gobierno central de la Iglesia católica durante muchas décadas.

Fuente:https://www.proceso.com.mx/opinion/2022/4/1/francisco-propone-potente-esperanzadora-reforma-de-la-curia-283534.html

sábado, 4 de junio de 2022

PORFIRIO MUÑOZ LEDO DENUNCIA EL CONTUBERNIO DE AMLO CON LA DELINCUENCIA

 



¿Quién es Porfirio Muñoz Ledo?



Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, nacido el, 23 de julio de 1933, es un personaje de la academia nacional e internacional, que militó en el PRI, el PT, el PRD y finalmente en MORENA. Fue fundador de la “Corriente Democrática” del PRI y del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Estudios realizados


Una biografía señala que nació en el seno de una familia humilde, aunque acudió al jardín de niños “Brígida Alfaro”, ubicado en la Col. Del Valle, en donde tuvo por compañero a Cuauhtémoc Cárdenas. Después cursó la primaria y la secundaria en el Instituto México, y la preparatoria en el Colegio Universitario México, ubicados en la misma colonia. Luego ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde estudió Derecho, y fue presidente de los estudiantes de Derecho. Obtuvo su título en 1955; al siguiente año se trasladó a Cuba en donde llevó a cabo su posgrado en la Academia Interamericana de Derecho Comparado de Cuba, dos años más tarde realizó su doctorado en Derecho Constitucional y Ciencia Política en la Universidad de París.

Docencia


A finales de la década de 1950 comenzó a ejercer como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) puesto que desempeño por cuatro años entre 1956 y 1960, por el mismo periodo de tiempo fue docente en la Universidad de Toulouse, Francia. En 1962 fue contratado como profesor en la Escuela Normal Superior, cargo en el que se desempeñó entre 1962 y 1963, el siguiente año empezó a desempeñarse como docente en el Colegio de México, ocupó este puesto entre 1964 y 1978, de manera paralela se unió al Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico y Social de la Universidad de París, en el que trabajó en 1965. Al terminar su labor en el Colegio de México, ejerció como profesor en la Universidad de Oxford y fue consejero académico de la Universidad Cándido Méndez de Brasil.

Trayectoria política de Muñoz Ledo


Mientras se desempeñaba como profesor accedió a puestos de renombre en instituciones del gobierno dedicados a la educación; cabe mencionarse que, por este entonces Ledo, estaba vinculado con el PRI. El primer cargo que obtuvo fue como subdirector de Enseñanza Superior e Investigación Científica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cargo que ejerció entre 1961 y 1964, el siguiente año se unió al equipo del consejo consultivo cultural de la embajada de México en Francia, llevó a cabo sus labores entre 1965 y 1966, momento en el que estaba trabajando en el Instituto de Estudios para el Desarrollo Económico y Social de la Universidad. Más tarde es nombrado Secretario General del Instituto Mexicano del Seguro Social, cargo que desempeñó entre finales de la década de 1960 y comienzos de 1970, su labor en esta y el conocimiento adquirido le valió el reconocimiento del gabinete presidencial, llegando a ser nombrado subsecretario de la Presidencia de la República en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez.

En 1972 fue nombrado Secretario del Trabajo y Previsión Social, mientras llevaba a cabo sus funciones en la secretaria, creó el Centro de Estudios Históricos del Movimiento Obrero. Durante este periodo fue miembro de la Junta de Gobierno del Fondo de Cultura Económica, participó en esta entre 1972 y 1977; hacia mediados de la década de los setenta fue elegido presidente del Fondo para las Ideas Revolucionarias de México, dos años más tarde es nombrado presidente de la junta del Fondo de Cultura Económica, por este mismo periodo fue escogido Secretario de Educación Pública y se convierte en miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, asimismo, comenzó a trabajar como asesor para Asuntos Especiales de la Presidencia de la República; para finales de la década de 1970 fue escogido representante permanente de México ante la ONU, puesto que ejerció entre 1979 y 1985.

Tres años más tarde fue elegido senador de la República y a comienzos del año 2000 se lanzó como candidato a la presidencia por el PARM, sin embargo, renunció a su candidatura poco tiempo después, sumándose en ese momento al equipo de Vicente Fox, candidato panista. En 2004 rompe sus relaciones con el foxismo y se unió a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su campaña presidencial Proyecto Alternativo de Nación. En septiembre de 2018 es elegido Diputado de la Cámara y presidente de la misma.

A partir de la década del 2000, comenzó a incursionar en el periodismo y la escritura


La denuncia del viejo camarada:





Denuncia Muñoz Ledo “contubernio” entre Presidente y delincuencia organizada, el cual, dice, no es heredable

El expresidente de la Cámara de Diputados y militante de Morena Porfirio Muñoz Ledo aseguró que México tiene un “narco gobierno” y advirtió al presidente Andrés Manuel López Obrador que su “contubernio con el narco” no es heredable, porque el crimen organizado ya no lo va a necesitar, ya que siempre y en todas las plazas los criminales se entienden “con el que va a llegar”.

Durante su participación en la reunión plenaria de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Coppel), el político y diplomático advirtió que a López Obrador se le está acabando la pista, porque su mandato está por terminar en menos de dos años y medio.

“Debe entender Andrés Manuel López Obrador que su contubernio o alianza con el narco no es heredable, no es heredable, porque éstos [los narcos], como lo han hecho siempre, en todas partes, en todas plazas políticas, se entienden con el que va a llegar, ya no va a necesitar el narco del Presidente. Ese es el tema, un tema moral, un tema de análisis político. Él se va a olvidar, va a prescindir del Presidente y habrá el peligro de que exija más a los nuevos actores”, advirtió.

Insistió en que al Mandatario “la pista ya se le está acabando, él piensa que puede heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además de tener autoridad y recursos del gobierno federal, éstos se suman a los del narcotráfico, porque no hay nada que se le pueda oponer, a esto llamamos en México El Maximato”, sostuvo.

El experimentado político aseguró que “desde hace dos o tres años” México dejó la transición democrática y está iniciando una “reversión autoritaria” con “un nuevo rey de la selva”: el crimen organizado.

“Ha aparecido un nuevo ‘rey de la selva’, que es el narco, porque potencia en dimensiones nunca soñadas, nunca imaginadas el uso del dinero en los procesos políticos”, advirtió.

Afirmó que a México le ha explotado “una bomba en el jardín” con la aparición del narco en los procesos político-electorales: “¿En qué ha cambiado radical y peligrosamente el tema de la legalidad de los procesos electorales a partir del contubernio entre el gobierno de México y el narcotráfico?”, se preguntó, para responder que es un fenómeno que atenta contra la democracia y debe ser denunciado.

“Es una diferencia —se los puedo dar en cifras— abismal, en todas las formas, en financiamiento a las campañas políticas, el partido autoritario, el partido de Estado son una nada respecto a lo que significa hoy la colusión, yo le llamo narco-Estados, yo les llamo narco gobierno, que es algo que debe ser denunciado”.

Al ofrecer una ponencia en la mesa denominada Contra la judicialización de la política, fortalezcamos las instituciones de la democracia, ante representantes de partidos políticos de 29 países miembros de la Coppel, dijo que ha aparecido el narco como un nuevo actor que no existía y que viene a revolucionar.

Recordó que, a nivel internacional, el crimen organizado participó durante las últimas décadas “en terrorismo, en caídas de gobiernos, en lo que se quiera, hasta en Ucrania está ahora, con Al Qaeda, en Irak, es la participación del narcotráfico en guerras internas o de ocupación”.

Señaló que todos los países han buscado de alguna manera reducir la influencia del dinero en los procesos electorales, pero el narco, insistió, irrumpe ahora como el nuevo “rey de la selva”.

Por ello, Muñoz Ledo llamó a todos los actores políticos a realizar un nuevo “pacto de poder”; de lo contrario, no habrá salida para 2024.

Advirtió que México debe reflexionar en una nueva constitucionalidad y en un nuevo pacto social. “En 2024 va a ser un enfrentamiento muy serio, por esas transferencias de lealtades y de asociaciones, y por un nuevo juzgamiento de la ciudadanía.”

De muy buen humor, Muñoz Ledo, quien anticipó que diría cosas “muy fuertes”, participó como invitado especial en la plenaria de la Coppel.

https://www.eluniversal.com.mx/nacion/munoz-ledo-mexico-tiene-un-narcogobierno-ve-contubernio-amlo-delincuencia?fbclid=IwAR31IFqJzZf72Nn7qS-Vn3Qj9gdCvfaKuR2nFY9dnNRXU6YttgTil8hgctQ

Jorge Pérez Uribe