Es inconcebible que un pueblo que sufrió el llamado `Holocausto´ por parte del nacional-socialismo, se comporte en forma semejante, contra los pobladores de la “Tierra prometida” en la época contemporánea.
La franja de Gaza
El territorio de Gaza, es una franja de tierra de 40 Km de largo, por 14 Km. en su parte más ancha que colinda con Egipto. Con un área total de 362 Km2 –aproximadamente una cuarta parte de nuestro Distrito Federal, colinda al sur con Egipto, al oeste con el mar Mediterráneo, al oeste y norte con Israel. Al sur, al este y al norte ha sido separada de los territorios contiguos por un enorme muro de varios metros de altura y con torres de vigilancia. Incomprensiblemente en la aparte que limita al sur con Egipto, en la zona de Rafah, Israel ha colocado una `zona de seguridad´ de varios cientos de metros hacia el interior de la Franja de Gaza, donde el ejército israelí está apostado de manera permanente. Las aguas del Mediterráneo son constantemente patrulladas por la armada israelí, que frecuentemente realiza ataques sobre las playas a lo largo de la Franja mencionada.
Dentro de este muro llamado `muro del apartheid´ -auspiciado por el silencio y la indolencia de la Unión Europea y el apoyo total de Estados Unidos, pero declarado ilegal por la Corte Internacional de justicia de La Haya- habitan alrededor de un millón ochocientos mil palestinos.
Como es la vida en Gaza [1]
<<La mayoría de la población no puede salir de Gaza desde que Israel impuso el bloqueo en 2007. Desde la segunda Intifada Israel viene imponiendo limitaciones en la circulación de personas. Para que nos hagamos una idea, una cifra: en el año 2.000 medio millón de personas salía y entraba de Gaza al mes. A día de hoy unas 6.000 lo hacen. Se trata sobre todo de casos humanitarios o comerciantes de un cierto nivel a los que Israel autoriza la salida.
El bloqueo israelí no sólo limita la movilidad de personas, sino que también afecta a la libertad de circulación de bienes y servicios. Hasta el año 2007 Gaza tenía una economía productiva que exportaba alrededor de 38 camiones al día a Israel, Cisjordania y al resto del mundo y realizaba importaciones superiores. Hoy en día, Gaza exporta de media menos de un camión al día. El acceso de productos gazauis a los mercados en Israel y Cisjordania están prohibidos por Israel por presuntas razones de seguridad. El bloqueo israelí ha destruido la economía de Gaza generando una situación humanitaria creada de manera artificial.
¿Cuál es el índice de desempleo en Gaza?
El 40% se encuentra en el paro (el 60% de los jóvenes). El 80% recibe algún tipo de ayuda humanitaria.
Según la UNRWA (la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos) de seguir así las cosas, se espera que haya un aumento de la población de medio millón de personas para el año 2020, lo que supondrá un empeoramiento sustancial del suministro de agua, electricidad y de la provisión de servicios como los hospitales o la educación.
Gaza tiene una de las tasas de natalidad más altas de la región. El 50% de su población son jóvenes. Gaza no es autosuficiente. A día de hoy, el 90% del agua que se extrae en Gaza está contaminada y no es apta para el consumo humano. Según Naciones Unidas, ese porcentaje en 2016 llegará al 100% y para 2020 se habrá destruido de manera irreversible el acuífero de Gaza.
Por otro lado Gaza solo dispone del 50% de la electricidad que necesita. La mayor parte de la electricidad la importa de Israel, un tercio lo produce una planta térmica en Gaza y un pequeño porcentaje viene de Egipto. La gente en Gaza se ha acostumbrado a 8 horas de electricidad y 8 horas de apagón. A día de hoy tenemos de media 12 horas al día sin electricidad. No es difícil imaginar cómo afecta esto a los hospitales, colegios, empresas...
El Ministerio de Sanidad palestino ha declarado que el 50% de las playas de Gaza son insalubres. El mar, imagino, debe ser la única salida de Gaza al mundo, la única manera de mirar el horizonte y respirar algo de libertad en unas condiciones tan difíciles.
Cada día en Gaza se tiran al mar 90 metros cúbicos de agua parcialmente tratada o sin tratar, porque el sistema de saneamiento está muy por debajo de las necesidades de la población debido a las consecuencias del bloqueo israelí. Estas aguas residuales producen una gran contaminación. El mar de Gaza huele mal y es de color marrón. En una ocasión pedí una lubina que sabía a aguas residuales.
Dadas estas circunstancias, ¿hay industria pesquera en Gaza?
En el pasado, la industria pesquera era fundamental para la economía. Llegó a haber unos 10.000 pescadores antes del bloqueo. A día de hoy solo quedan un tercio. Los Acuerdos de Oslo (1993) otorgaron el derecho de pesca a los palestinos hasta un límite de 20 millas náuticas, pero Israel solo permite ahora pescar en un margen de 6 millas náuticas, reduciéndolo a veces incluso a una milla. Estas restricciones son ejecutadas por la marina israelí utilizando a menudo fuego real contra los pescadores, y la confiscación o destrucción de sus botes y equipos pesqueros. La mayoría de los pescadores son ahora pobres.
Se llegó a hablar de que la economía de Gaza tenía una suerte de boom artificial gracias a la ayuda de los Hermanos Musulmanes ¿Se ha notado mucho en el día a día de los habitantes de Gaza la caída del presidente Morsi, aliado de Hamas, en Egipto en julio de 2013?
Así es. Los túneles proliferaron en Gaza a raíz del bloqueo israelí de 2007 y permitían a la población minimizar el impacto de las restricciones israelíes. Llegó a haber hasta 1.000 túneles entre Gaza y Egipto. El principal producto que permitía que la economía creciera era sobre todo productos de la construcción, como cemento, agregados y barras metálicas, productos que Israel no permite importar a Gaza de forma legítima. Eso permitió que el sector de la construcción experimentara un cierto boom. Hace un año había un 26% de paro; desde que se cerraron los túneles por la llegada del régimen de Al Si-Si a Egipto, se ha pasado al actual 40%. El efecto de las restricciones israelíes se sienten ahora con toda su crudeza.
¿Qué labor desarrolla Oxfam en Gaza?
Oxfam presta apoyo y ayuda a agricultores y pescadores, a los cuales el bloqueo israelí les impide acceder a sus medios de vida. Pescadores que no pueden salir a faenar más allá de las 6 millas, o agricultores que han perdido acceso a sus tierras. Oxfam también trabaja para mejorar la calidad del agua y su saneamiento, así como otros proyectos para el acceso a los alimentos. Trabajamos también con la sociedad civil para ayudarles a mejorar la forma en la que defienden sus derechos. En situaciones excepcionales, prestamos también ayuda a la población en caso de guerra (como ahora) o catástrofes naturales (en diciembre hubo inundaciones en Gaza).
La actual escalada militar está empeorando una situación que ya era catastrófica. Lamentablemente, la gente en Gaza se ha acostumbrado de alguna manera a los bombardeos israelíes con una terrible normalidad. Hace una semana se pusieron en modo crisis. Tienen una capacidad de resistencia impresionante. Pero, dicho esto, esta campaña de bombardeos israelí está siendo mucho peor de lo que esperaban. Los números hablan por sí solos: en los dos primeros días de la Operación Margen Protector, Israel ha lanzado más ataques aéreos que durante toda la Operación Pilar Defensivo de 2012, que duró 8 días. El nivel de violencia les está afectando más de lo que pensaban y la gente tiene mucho miedo.
Por las características de Gaza, su densidad de población y los problemas de infraestructuras y de servicios básicos, ¿le convierten en un territorio especialmente vulnerable para una operación militar como la que está sufriendo?
En Gaza es muy difícil diferenciar entre objetivos civiles y militares. Es un conflicto urbano, donde se lanzan cohetes hacia Israel desde lugares civiles e Israel ataca esos mismos lugares, además de objetivos civiles como por ejemplo edificios públicos como comisarías de policía. Además, en esta escalada militar Israel está bombardeando casas de gente que ellos consideran que son líderes de Hamas. Esas casas están en zonas muy pobladas, afectando duramente a la población civil. En tres días de conflicto, más de 90 personas han muerto y 550 han sido heridas, la gran mayoría personas mayores, mujeres y niños.
¿Qué percepción tiene la población en Gaza: va a producirse una invasión terrestre israelí?
No es fácil de predecir. A día de hoy, los ataques israelíes son constantes y es extremadamente peligroso salir a la calle. Una persona que participaba en uno de nuestros programas de ayuda alimentaria fue muerta en un bombardeo mientras intentaba comprar comida. A su vez, grupos armados palestinos siguen lanzando decenas de cohetes diariamente. Oxfam ha hecho un llamamiento a todas las partes para que acuerden inmediatamente un alto el fuego, acaben con cualquier tipo de violencia contra la población civil y respeten el derecho internacional.
El Ejército israelí se refiere a este tipo de operaciones militares como "cortar el césped", en cuanto que las lleva a cabo de manera periódica para eliminar las malas hierbas...
Esta ha sido la tercera operación militar israelí en Gaza en menos de seis años. La situación es insostenible. Hace falta una solución a largo plazo. La comunidad internacional tiene que redoblar sus esfuerzos para conseguir una paz justa y duradera que garantice tanto a palestinos como israelíes seguridad y desarrollo. Mientras el bloqueo israelí de Gaza continúe, una política que castiga a toda la población de forma colectiva por los actos de unos pocos, es solo una cuestión de tiempo hasta la próxima escalada militar.>>
Ocho años del bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza: "¿Alguien nos va a escuchar si hablamos?" [2]
<<“¿Alguien nos va a escuchar si hablamos?”, lamenta Ruaida, una madre palestina que malvive en uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo, el campo de refugiados de Yabalia en la Franja de Gaza. Casi siempre es la misma actitud: ausencia de ánimo, impotencia, rabia y luego, las lágrimas.
Llorando, Ruaida señala a su hija Ola de 13 años. Medirá aproximadamente 1,5 metros y pesa solo 26 kilos. “Mira, mira cómo está mi hija Ola. Siempre está cansada y no tenemos dinero ni para hacerle unos análisis. No comemos fruta ni verduras. Cada día, tres veces al día, comemos solo duqqa (semillas) y pan – continúa mientras niega con la cabeza-. La UNRWA [Oficina de Naciones Unidas para Ayuda al Refugiado Palestino en Oriente Medio] nos da tres sacos de harina, arroz y aceite cada tres meses. ¿Tú crees que eso es suficiente?”.
El 14 de junio de 2007 Hamás tomaba plenos poderes de la Franja de Gaza e Israel imponía más sanciones económicas contra el enclave costero palestino, anulando además la circulación de personas y mercancías al exterior o interior de la Franja. Ocho años después, la situación de la Franja de Gaza se dirige hacia un desastre humanitario. Israel sólo abre de manera intermitente dos de los seis pasos fronterizos, afectando así el suministro de alimentos, combustible y otros bienes.
El 65% de las familias de la Franja de Gaza sufre inseguridad alimentaria y el 80% de la población total depende de la ayuda humanitaria. Las cifras aumentan cada año de bloqueo que pasa y ya van 8 años desde que Israel comenzó a someter a la Franja a un castigo colectivo, práctica prohibida por la ley internacional según señala el artículo 33 del Cuarto Convenio de Ginebra.
Khaled, marido de Ruaida, cuenta que antes del bloqueo sus ingresos eran más que suficientes para mantener a la familia y “mimar” a su hija Ola. Era albañil en Israel y ahora forma parte del 42% de la población activa gazatí que no encuentra trabajo. “Gracias a la UNRWA no nos morimos de hambre, pero no tenemos dinero ni ropa para nuestros hijos y yo cada día estoy más endeudado con la farmacia porque los críos se ponen enfermos, con la compañía de electricidad… Antes dábamos comida y hoy tenemos que mendigar por la calle".
“El bloqueo más largo de la historia” y el más económico
Son palabras del comisario general de la UNRWA, Pierre Krähenbühl: “el bloqueo sobre la Franja de Gaza es el bloqueo más largo de la historia”, pero habría que añadir que se trata también del bloqueo más económico para la entidad que lo impone. Los productos alimenticios, el combustible, los medicamentos… Todo proviene de Israel y se vende en la Franja a precios poco accesibles para sus habitantes.
La exportación era, antes del bloqueo, fuente de ingresos para cientos de miles de familias. La Franja era un importante exportador de aceite, cítricos o fresas. “Antes del bloqueo era todo más sencillo. Recogíamos los productos y con camiones los sacábamos a través del paso de Erez que está aquí mismo. En 2007 lo cerraron y exportábamos a través del paso de Karni, pero al poco tiempo también lo cerraron". Explica desde sus campos en Beit Lahiya Abu Sha’er que antes del aislamiento israelí exportaba doce toneladas de fresas al año, hoy solo una tonelada.
“El problema es también que los únicos posibles intermediarios para exportar son empresas israelíes que controlan los precios, fijan el precio que les satisface. Por ejemplo, venden el kilo de fresas a 15€ en Europa y a nosotros nos dan 2€. Y, cuando el negocio no les ha ido bien por cualquier cuestión, se deshacen de las fresas y nosotros tenemos que pagar los costes, el transporte y los gastos de desechar el producto".
Nimer Ghaben dejó de exportar después de la guerra de 2009 contra la Franja, cuando Israel selló todos los pasos. Hoy las verduras que cultiva las consumen en casa, a excepción de una pequeña cantidad que vende en Gaza. “Yo plantaba seis donum de fresas antes del bloqueo. Nos iba muy bien, pero he dejado de plantar porque no puedo cubrir todos los gastos. Solo produzco para el mercado local gazatí. Hoy, todos los gastos han aumentado. Un camión de estiércol para un donum costaba 500 shekel, ahora son 1.500 shekel. El cierre de los pasos nos ha arruinado la vida">>.
El regreso de Zakia [3]
<<Como Jairy, miles de gazatíes han ido a comprobar si su vivienda seguía en pie. Zakia Shaban Baker Masri, viuda de 74 años, con voz aguda y la cara luminosa adornada por un velo verde, camina con el corazón encogido en lo que queda de la vivienda familiar.
"En cuanto entré, me puse a llorar", dice. "Los ahorros de toda mi vida estaban aquí, en mi habitación. Pero ya no me queda nada", dice esta abuela, que luego regresará a la periferia de Gaza.
La desolación es la misma en el norte del enclave palestino. Mohamed, 22 años, volvió para ver el departamento familiar totalmente reventado e incendiado por los ataques. En la planta baja, deambulan unos gallos perdidos al son de un avión sin piloto que atraviesa el cielo.
"Todo está destruido. Los edificios ya no son habitables. Tendremos que tirarlo todo y reconstruir. De aquí a entonces, no tenemos dónde vivir", excepto los refugios de la ONU o la familia, asegura.
"Miles de vivienda quedaron totalmente destruidas, a las que se suman todas las que han sido parcialmente dañadas", dice Mufid Hasayneh, ministro palestino de Obras Públicas. Espera el fin definitivo de los combates para poder iniciar, con la ayuda de fondos extranjeros, la laboriosa reconstrucción de Gaza.
"Miles de vivienda quedaron totalmente destruidas, a las que se suman todas las que han sido parcialmente dañadas", dice Mufid Hasayneh, ministro palestino de Obras Públicas. Espera el fin definitivo de los combates para poder iniciar, con la ayuda de fondos extranjeros, la laboriosa reconstrucción de Gaza.
El Ministerio de Finanzas calcula que las necesidades más urgentes de la reconstrucción requieren entre cuatro mil y seis mil millones de dólares.
Los gazatíes de momento esperan y no se proyectan en la reconstrucción. Vienen a tomar el pulso a la espera del fin de la pesadilla.
Un puñado de valientes duermen esta noche entre los escombros, como Jadar al Masri. Ha instalado una colchoneta sobre una losa de hormigón que amenaza con ceder en cada momento. "Es peligroso, pero bueno. Voy a quedarme durante la tregua. Si se reanuda la guerra, volveré" a un refugio. "Todo esto, es una prueba de Dios, pero que nadie se equivoque: nos levantaremos de nuevo".
La Franja de Gaza está sometida desde 2006 al bloqueo israelí por aire, mar y tierra. En sus escasos 362 km2 y 1.8 millones de habitantes, 43.4% de la población tiene menos de 14 años. La actual ofensiva ha dejado hasta ayer 267 mil 970 desplazados en 90 escuelas de la ONU, más otros 200 mil al menos alojados con familiares o amigos. Según los socorristas locales, mil 867 palestinos murieron y nueve mil 500 fueron heridos>>.
Ofensiva israelí “justa y proporcional”, Benjamin Netanyahu
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró hoy que la operación Borde Protector fue justificada y proporcional a la amenaza que representa Hamas, al que responsabilizó del sufrimiento en la franja de Gaza tras cuatro semanas de una severa ofensiva militar que dejó casi mil 900 muertos del lado palestino, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, además de 64 del lado de Israel, tres de ellos civiles.
“Nunca vi una devastación tan masiva”, dijo el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, quien se encuentra en el enclave palestino para hacerse una idea de la situación. “Estoy profundamente consternado por lo que he visto y furioso porque no pudimos evitar lo que pasó”, sostuvo tras visitar el barrio de Sayaiya.
A Ruaida, le podriamos contestar que en Novus dies est, si la escuchamos atentamente y le pedimos al buen Dios, por los desventurados palestinos.
Jorge Pérez Uribe
[1] El Huffington Post, Así es la vida en Gaza, la cárcel más grande del mundo, Carlos Carnicero Urabayen,
[2] http://www.eldiario.es/desalambre/Franja-Gaza-Alguien-escuchar-hablamos_0_270873102.html
[2] http://www.eldiario.es/desalambre/Franja-Gaza-Alguien-escuchar-hablamos_0_270873102.html
[3] Milenio Noticias, Desolación Palestina, Guillaume Llavallée-AFP, 7 de agosto de 2014